Carta a mi Trastorno Obsesivo Compulsivo

Carta a mi Trastorno Obsesivo Compulsivo

Christian Salas

11/03/2020

Hoy me ha surgido la necesidad de escribirte, debemos aclarar ciertas cosas y debo expresarte algunas otras, considerando que te vas a quedar conmigo por un buen tiempo (tal vez con algunos periodos de ausencia) así que considero que al menos si vas a ser mi invitado en esta aventura cuando menos escuches lo que tengo que decir.

Te escribo porque es parte de mi catarsis, porque es sano de vez en vez sacar aquello que nos incomoda, porque hay que tener el valor de levantar la voz cuando ya fue suficiente, porque crecer es plantarle cara a nuestros miedos y tu eres el más grande en este momento, pero depende de mi darte esa fuerza y siento decirte que no pienso permitirlo.

Desde mi infancia ya anunciabas tu llegada pero era demasiado pequeño para verte llegar, estaba concentrado llorando el divorcio de mis padres y lidiando con mis inseguridades. En la adolescencia te hiciste presente nuevamente, pero normal en una etapa de cambios no prestar atención, acabaste con mi primera relación y me dolió un buen tiempo, me llenaste de ira y coraje, pero me hiciste fuerte y eso es lo primero que debo agradecerte.

El primer problema que tengo contigo no fue que llegaras, el problema fue la forma en que lo hiciste, haciendo mucho ruido, tirando la puerta y azotando ventanas, llegaste ya en mi adultez donde otros amigos tuyos también vandalizaron mi hogar, lo se bien porque ellos dejaron abierta la puerta para que entraras y no quisieras salir.

No te voy a mentir al principio me aterro verte ahí en casa, llegaste en formas horrendas, te metiste con lo que más amo en la vida, el lugar donde siempre me sentí seguro de pronto era un campo de guerra y yo me vi en el medio asustado y sin saber que carajos estaba pasando, te confieso que ha sido la época en la que más terror he sentido.

Creí que en la vida me sobraba garra y coraje para enfrentarme a lo que fuera pues me caí varias veces y siempre me había podido poner de pie, pero contigo fue distinto cuando golpeaste caí en la lona y tarde mucho en levantarme, incluso pensé en quedarme ahí tumbado, la inseguridad me abrazó, la incertidumbre, la duda, la confusión y el dolor me abrumaron.

¿Ahora entiendes como me sentía? Desesperado busque respuestas, mientras lo hacía tuve que pelear y huir de ti para no perder mi identidad y todo esto mientras cuidaba que mi vida no se cayera a pedazos e intentando sonreír pretendiendo que todo estaba bien para no asustar a los que amo que ya sospechaban algo andaba mal.

Después de un tiempo empecé a encontrar algunas respuestas, obviamente no todas pues sigo buscando, ahora ya tienes algo parecido a una forma, ya no eres esa masa de negrura que me asustaba al principio. Quizas ahora puedo decir que te entiendo mejor, incluso te tengo algo de compasión y cariño.

Suena loco decir que te he aprendido a querer después de las cosas horribles que le hiciste a mi mente, pero cuando empezaste a bajar la guardia pude ver que también había miedo en ti, tal vez ahora en frío pienso que solo intentabas evitar que cayera en algún barranco de esos que te encuentras en el camino.

Con tu llegada me vi forzado a ver dentro de mi y así me di cuenta que en mi casa había varias goteras que debía empezar a reparar. Gracias a ti pude empezar a apreciar la vida, a veces no me dejas ver lo hermosa que es porque te me plantas enfrente pero cuando te haces a un lado puedo ver realmente lo bella que es.

Trato de disfrutar cada minuto al máximo, con los seres que amo, con las pequeñeces que antes no veía pero que ahora llenan mi alma. Con tanta oscuridad cuando llegaste me di cuenta que me siento más cómodo en la luz y que en esa dirección debo caminar.

Ahora me levanto cada mañana con la esperanza de que sea un mejor día para ambos, antes lo hacía con la esperanza de acumular éxitos y logros vacíos carentes de significado. Antes deseaba reconocimiento, dinero y lujos, ahora se que nada de eso importa, ahora vivo para encontrar amor y paz, acepto el ahora y disfruto el presente.

Ya no ambiciono nada, ya no critico a nadie, ya no exploto por pequeñeces, ya no envidio, ya no anhelo, ya no me compadezco, ya no pongo excusas, ya no me maltrato ni me juzgo, ya no temo.

La verdad es que si no hubieras llegado nada de esto hubiera sido posible, no me habría conocido como me conozco, no hubiera conectado con lo que me rodea, no me habría aceptado ni amado a mi y a la vida. Ahora entiendo que era necesario tu llegada porque tal vez y solo tal vez sin ti probablemente si estaría sumido en un abismo.

Te puedes quedar o te puedes marchar cuando gustes, eso ya no es importante ahora, he decidido ignorarte pues ya me distraje un buen tiempo de vivir y todo por lidear contigo, así que desde ahora haré como sino existieras, no lo hago a propósito pero es que como te he mencionado antes estaré muy ocupado disfrutando de la vida, de una que valga la pena vivir y si en el camino puedo ayudar a otros a los que has visitado te aseguro que me hará más feliz aún.

Gracias por todo, no te preocupes que ya he hecho las pases contigo, estamos en paz, YO ESTOY EN PAZ.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS