El 10 convierte un gol de penal en tierras brasileras y vos juras nunca más volver a ver un partido conmigo porque sufro demasiado. Sin saberlo, es el último.
Imágenes proyectadas que nos muestran la lealtad de unos juguetes, yo todavía no se que es la última vez que nos perdemos antes de entrar en la sala. Prometo regalarte algo que jamas te voy a comprar.
La arena que se mete en mis zapatillas y el atardecer que tanto me gusta, me pega en la cara por última vez.
Nuestros cuerpos se rozan en la cama, como todas las noches, pero esa es la última, y no lo sabemos.
La última vez que bajo del ascensor, pero no soy consciente de esto porque se que voy a volver a subir. Pero no voy a volver a subir, nunca más.
Un beso en una esquina, una mirada, un saludo.
Es lo último, pero yo todavía no me entere.
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