Pluma y tinta, aliadas,
vuelven a combatir juntas
para escribir otra página
al cuaderno del deseo.
En las hojas
de la expectativa,
se dibujan letras inestables.
Huelen sus pieles
a peligro.
Sus bordes pueden cortarme.
Pluma y tinta, en ellas plasman
una noche bien extraña.
Un timbre y una sonrisa.
Un asiento hacia el mañana.
Dos vasos
de contenido incierto.
Cuatro ojos que quieren besarse.
Un regalo.
Tres preguntas
con respuestas en el aire.
Unas manos en la espalda
de un hombre que llora pétalos.
Con un silencio como abrigo,
un beso bajo el muérdago.
Una confesión
de lo evidente.
Un abrazo, cuerpos y almas.
La despedida
de lo que vuelve.
Mejores vistas al mañana.
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