Cuando estes con él háblale de nosotros. ¡Sí háblale! Cuéntale que en vez de comprarte flores te llevé a un bosque a contemplar la naturaleza, en vez de ir a ver una película hicimos el amor…, en vez de decirte «lo linda que estás» te dije «lo linda que eres» y en vez de tomarte de las manos para que supieran que eras mía te solté en la costa de una playa para que te fueras para siempre…

Cuéntale que los verdaderos besos no se forjan con carne, sino con sustancia, y que una mirada a los ojos no está adulando la hermosura de un iris, sino la hermosura de un alma, porque cuando te dije que te amaba, te estaba diciendo que realmente te respetaba; porque cuanto te dije que eras libre, te estaba diciendo que eras dueña del mundo. ¿Por qué entonces debo reducirte a una sola parte, a un solo espacio de un corazón…?  Y cuando te solté me amaste.

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