Eros y Thanatos (Amor y muerte)

-Déjame ir inútil! Quiero salí! – grita Thanatos con furia -No puedes encerrarme para siempre! Tú y yo sabemos cuánto lo deseas! Corre por tus venas, mueve tu cuerpo, sientes como la desolación y la agonía te destruye. Tratas de ignorarlo y olvidarlo, pero sigue ahí, ¿comó podrías negarlo? Está dentro de todos, nos desafía, buscando nuestro punto débil para activar la fiera. El lado oscuro que todos ocultamos… hasta negamos su propia existencia por miedo a verla con nuestros propios ojos. Al encontrar armonía en el afuera, nuestra felicidad se encariña de la paz que posterga la oscuridad, pero allí está el engaño. Esperando tu derrota en busca de una salida, para poder revelar su poder y demencia, demostrando lo poderoso que puede ser. La agresión de esta bestia no es solamente poderosa sino eterna, amenaza a cualquiera en su camino buscando destrucción. Quiere probar su libertad y descontrol, mostrando tus peores recuerdos, humillando y ahogando tu alma al fondo de un oscuro pozo. Recorre las calles en tu forma humana, exponiendo tu ser como en verdad es!

-Silencio!- dijo Eros – Tú que sabes del alma! Ya que lo único que ves es destrucción y muerte, tu ira te enceguece a ver la felicidad que te rodea, el amor que es entregado. Solo buscas el rencor del mundo para después enfrentarlo sin ninguna causa, o mejor, la causa de la destrucción, después de todo te llamas: “Thanatos , la Pulsión de muerte”. Ya que no sabes el significado del amor, nunca lo sentiste y nunca lo sentirás porque solo verás al mundo con odio. –

-Ver al mundo con odio te da fuerza, -replica la muerte – los celos, la ira, el resentimiento y la tristeza es solo una excusa para demostrar el poder que tienes dentro! El instinto es impulsivo y directo, encuentra lo que quiere y lo toma, es nuestra naturaleza! Allí es cuando se conoce la verdadera libertad!

– Lo que dices es verdad…- afirma Eros -pero tarde o temprano no tendrás más que destruir y quedaras solo en el mundo, donde tu atribuida libertad será solo una cárcel oscura que ate apresa demoliendo tu ser! La destrucción no llegó y nunca llegará a nada, al amor no es fuerza sino armonía. La tranquilidad que nos lleva a nuestro “Yo”, un encuentro que solo se puede encontrar con la paciencia y la concentración. Pero la paciencia no figura el amor, sino el afecto y el apego que le das a esa concentración. El amor es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. No hay odio sin amor! Nadie lo quiere creer porque prefiere ocupar el lugar del amado, quieren ser amados por el otro, quieren ser el único o la única!-

-Porque al final somos todos egoístas! – responde Thanatos -hay algunos que prefieren ocupar el lugar del ser odiado o el que odia. Les apasiona el poder que tiene la palabra, puede dañar como los rasguños o las azotadas del látigo al retorcer la carne. El odio traspasa el amor como la luz atraviesa la ventana. Es infinito. –