Tu no recuerdas cuantas veces he gritado tu nombre bajo la lluvia
Yo no puedo olvidar tu rostro mojado con una gran sonrisa tratando de entenderme
Un te amo tras otro enloquecido, mientras la luz se encendía en cada ventana de la vía
Me sonreías, sorprendida como si no esperabas esto al conocerme
No era un grito vocal era un grito de muy dentro del alma mía.
Tu no recuerdas cuantas veces caminamos juntos muy amorosos tomados de la mano.
Quizás yo siempre te demostré ser un hombre muy simple y aburrido
Con mucho entusiasmo rodeabas tus brazos en mi cuello y tus dedos libres como si fueras a tocar el piano
No era más ni mucho menos que cualquiera, solo quería sentirme tu juguete preferido
Como me encantaba verte a mi lado en un continuo suspirar sabiéndome aun humano
Tu no recuerdas la danza de tu mirada deseando besarme
El espacio y el tiempo hacían su trabajo apagando su funcionar
De izquierda a derecha calculabas abalanzarte y yo no hacia más que doblegarme
Yo no era yo, era aquel ser que solo le encantaba de ti disfrutar
Que podía yo hacer frente a esos labios delgados y relucientes, que impedían con conciencia apartarme
Tu no recuerdas mis besos, largos y apasionados que incontablemente te los di
Tu cabello perdido y enredado en mi rostro, me envolvía adueñándose de mi deseo de disfrutar tus labios
Besos cortos, románticos, mordidos, gemidos, de todos los sabores contigo los viví
No podía, no quería desprenderme de tus delgados labios que me pedían saborearlos con entusiasmo y endulzados con nuestros jugos complementarios
No podía vivir sin tus besos, ni los de las noches, madrugadas, al amanecer, a cualquier hora, eso de ti aprendí.
Tu no recuerdas las veces que has despertado desnuda abrazada a mi pecho
Soñadora, inocente, tus ojos cual bella música se abrían felices y me sonreías
Tu cintura arqueada, reluciente, orgulloso del color de su piel me decía, no soy mentira, soy un hecho
Tus primeros besos cortos del día te encantaba darlos lentamente a mi cuello, mientras yo enloquecía
Todo el ritual que llevabas mientras tus delgadas manos recorrían mi cuerpo, con pasión, en un frenesí acecho.
Tu no recuerdas la última vez que apasionadamente me besabas, antes de yo partir
Fina, hermosa, única así te recuerdo yo, nunca deje de admirarte, de gozarte con la mirada
Llorabas, y tus besos nunca pararon, mientras la sal de tus lagrimas no dejaban de venir
Acaricie tu larga cabellera, reluciente, simple y majestuosa, suelta y liberada
Tus dedos se entrelazaron a los míos, me dijiste muchas cosas, y yo no quería al barco subir
Tu no recuerdas ya ni quien soy, después que de tanto tiempo te volví a encontrar
Lo supe desde que te vi por primera vez caminar antes de cruzar una avenida
Estas allí, hermosa, delgada, intacta y tu cabello seductor que me volvió atrapar
No me crees cuando te digo que nos amamos en el pasado y que ahora no soportaría una nueva despedida
Tu no recuerdas, porque aun sigues soñando que yo algún día, vendré por tí a buscar.
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