¨bello es Turbaco encallado en una colina, de fresco ambiente y de mujeres incomparables, pondré mi pecho pétreo como allá en la cima, para que el dolor del alma no taladre¨
Julio cesar amador
Introducción
Entre sus calles de cemento, los techos de zinc, las ventas de artesano, el resplandor del sol entre colinas se encuentra Turbaco, tierra colombiana que se llama de esta manera por las tribus yurbacas que defendieron su territorio del yugo español, territorio indio, poseedores de hermosos cuerpos de mujer, el pueblo de Turbaco presencio durante años las más grandes hazañas de amor en el transcurrir de los años, la mixtura entre indios y españoles no deja de hacer presencia, los yurbacos se caracterizaban por ser de los indios más altos y fornidos, eranguerreros natos de arco y flecha, esto deja entre sus calles y costumbres, un pueblo valiente de bellezas y hazañas incalculables, de tradición y de cultura, el pasar de los años ha dejado cantidades incontables de historias y comenzare por una que llamo mi atención, por ser para mi pensar que la consolidación del amor es la más grande prueba de valentía
Fernando caldera.
Laturbaquera
Manuela Espinoza, recorría cada día desde su vuelta al pueblo de Turbaco; las calles, con vestimenta escolar; recién cumplidos sus 17 años, podría ser considerada la mujer más linda del pueblo, tenía piel clara de india mestiza, ojos grandes, labios finosnariz perfilada, su cabello era muy largo y liso, brillante como el reflejo de la luna en los arroyos, cursaba el último año de colegio, manteniendo el mejor promedio de todo su curso, era proveniente de una de las mejores familias, manuela tenia las mejores relaciones personales, su padres aseguraban su futuro universitario y profesional desde el día que nació, Vivian en la entrada del mameyal, tierra heredada por sus antepasados, fundadores y grandes ilustres del pueblo, su madre provenía de otra familia reconocida en pueblos vecinos, esta le enseñaba con firmeza y todo el cariño a comportarse y actuar frente a la sociedad, los rostros en las calles de Turbaco eran reconocidas por ser un pueblo muy pequeño, era muy extraño que se cruzara un extranjero o una cara desconocida, su familia era propietaria de varias casas, pero su favorita era la del mameyal, el contacto con la naturaleza era el placer de su padre, la casa era inmensa de finos acabados, habitaciones muy amplias y gigantes ventanales, manuela era hija única, en esta época era muy poco común ver familias pequeñas, pero Gustavo Espinoza, padre de manuela, decidió formar una familia pequeña para centrar toda su atención en ella, darle todo lo que merecía y asegurarse que nunca nada le faltara, la mejor educación, formación, cariño y propiedades para asegurar su buen paso por esta vida, esta finca donde Vivian se llamaba la rosa, Gustavo criaba ganado, caballos de pasoy gallos de pelea, siendo estos últimos dos, tradición y cultura de las costas colombianas
Manuela estuvo internada durante todos sus anteriores años escolares, menos este último, su madre mayo(maría Barraza) la extrañaba cada día y sentía que perdía la oportunidad de adquirir sus modales de una verdadera dama como ella lo era; por eso tomaron la decisión de tenerla cerca este último año, muy pronto manuela cumpliría la mayoría de edad y habían perdido parte importante en el cambio de niña a mujer de su hija
María y Gustavo eran grandes benefactores de la iglesia, del pueblo y de los sectores agrícolas, formaban parte de la mayoría de negocios que tenían que ver con la cría de ganado, los trapiches y el cultivo del tabaco, Gustavo era un gran comerciante y empresario.
Los Espinoza eran recordados y reconocidos en el pueblo por ser de la única familia descendientes en Turbaco del general Antonio López de santa Anna, presidente exiliado de México, por llevar a cabo el pacto de la entrega de tierras mexicanas al gobierno de estados unidos, durante años se habló de las aventuras de santa Anna en su estadía en Turbaco, llego en 1850 hace ya más de 100 años, sumido este en la mayor pobreza debido a un incendio que causo una debacle, sus primeras acciones fueron la compra degrandesterrenos, caseríos, donde construyo grandes casas, fue reconocido y apreciado rápidamente por los turbaqueros, por ser este fundador de un pequeño banco agrícolapara dar créditos hipotecarios a los campesinos y así fomentar el cultivo y explotación de la tierra en sus alrededores, fue parte importante en la reconstrucción de este pequeño pueblo.
El general Contaba con la compañía de su bella esposa dolores, pero esto no le impidió tener cortos amoríos con las turbaqueras, volviéndose fanático de este tipo de relaciones; dejando en solo uno de los casos descendencia comprobada, aunque el apellido estos no lo llevaban, eran apadrinados por el general santa Anna en los cuadernos parroquiales y obteniendo todas sus posesiones en Colombia al sorprender a todos en su testamento.
Manuela no tenía amigos, era muy reservada en todos los sentidos, aunque contaba con quizás más libertad de la que tenía en el internado, añoraba su antiguo colegio, sus antiguas amistades, estaba muy acostumbrada a las horas estipuladas de sus clases, de sus paseos por los campos y el tiempo de lectura cada día, leía libros de amor en cada ocasión que le fuera posible, las grandes batallas que libraban los hombres por sus amadas hacían parte de sus sueños, imaginaba todo el tiempo como sería el hombre que la desposaría, quería una gran historia, mucho más que una figura, no era para ella un secreto que en esos momentos los hombres lograban resaltar mucho más que las mujeres, deseaba que se le atribuyera el mérito de los logros de un gran hombre, teniendo presente que por amor, un hombre es capaz de conquistar un continente, como napoleón y su josefina, el quijote y su delirio por dulcinea del toboso, entre otros grandes personajes; tenía como ejemplo un gran caballero, su padre Gustavo Espinoza, tenía todos los atributos que un gran hombre debe tener, una educación privilegiada, humildad, respeto y el amor requerido para amar solo a una mujer, manuela no aceptaría nada menos.
No tenía amigos hombres en su nuevo colegio, le tenía miedo a la reputación de sus padres, tampoco amigas, era muy centrada y socializaba poco, nunca salía del salón de clases, era muy aplicada en cada materia, los 30 minutos de receso; manuela los utilizaba para repasar temas o adelantar tareas de las siguientes clases o leer libros de su interés, le gustaba disfrutar de las tardes libres sin responsabilidades escolares, desde que vivía en la rosita, su padre la mantuvo actualizada con todos los libros que llegaban a la ciudad de Cartagena.
La cantidad de amistades y conocidos de Gustavo eran muy extensas, comercializaba con todo el pueblo y gran parte de la ciudad de Cartagena, la iglesia del pueblo era un monumento histórico, los grandes empresarios como Gustavo trataban de hacer buenas donaciones para mantenerla lo mejor cuidada posible junto a la gran plaza central, era un gran espectáculo verla brillar cada diciembre con decorados en luces navideñas.
Cada año se hacían grandes recaudaciones de fondos para la decoración y mantenimiento, la elección y el desfile de la reina de Turbaco era uno de los eventos principales, la exhibición de cuadros y obras de arte; era una gran fiesta en el pueblo, eran muy pocos los que se quedaban en sus casas, este año maría Barraza, formaría parte del comité de organización del evento, en anteriores ocasiones solo se nombraban ella y Gustavo como buenos benefactores pero esta vez se utilizaría la gran casa de la plaza que heredo la familia de Gustavo para el gran baile que realizaban al final del día, donde solo asistían los grandes donadorespersonalidades resaltadas y miembros del congreso y la política de la ciudad, llegarían esa noche, grandes personajes de Cartagena y alrededores de la costa colombiana.
Esta casa en particular, fue donde vivió el general López de santa Anna en su estancia por Turbaco Siendo esta una de las más importantes propiedades que heredo la familia de Gustavo Espinoza
Sería el primer año de asistencia de manuela a los eventos sociales, pasaría su primera navidad en el pueblo con sus padres, estaba muy emocionada por este hecho, tanto que cada día al volver de la escuela a la casa, se desviaba del camino para mirar vestidos en las vitrinas, conocería ese día a muchas personas, buenos hombres, damas con las que espera entablar conversaciones y compartir gustos, ya su figura dejaba ver a una gran mujer y esta sería su presentación a la sociedad
Víctor días, criador de gallos y ganado, adquiere el nombre de ¨manito¨ con los años por ser un peleador bruto en el pueblo y en las peleas de gallo, donde hace presencia desde joven y es bastante reconocido en pueblos vecinos, Víctor tenia pequeños negocios con Gustavo Espinoza, no eran del todo legales, Víctor busco a Gustavo por ser este gran admirador de su padre Roberto diaz, gran pugilista y boxeador de antaño, Gustavo acepto por saber que era de gran ayuda el dinero que recolectarían para el cuidado del viejo Ricardo Díaz, quien perdió la vista hace muchos años, motivo por el cual abandono el boxeo sin lograr obtener un título mundial, encontrándose este como primer contendiente más de 3 años sin recibir la oportunidad, Gustavo compraba toda la leche que producía el ganado de Turbaco, para llevarla a grandes empresas de Cartagena, Víctor por su parte solo llenaba los contenedores de agua y los vendía al precio de la leche, Gustavo se la compraba a menor precio pero reducía en gran parte el costo de la leche, las apuestas y el vicio por el alcohol, eran la vida de Víctor, el gusto por el dinero fácil marcaban la personalidad de este gallero turbaquero, sin embargo cumplía con todas las responsabilidades de su hogar, era fornido como un indio yurbaco, de voz gruesa y masculinidad campante.
Al comenzar su carrera, un médico de la asociación de boxeo, le dijo a Ricardo que sufría de retinas débiles y la cantidad de golpes en su cabeza podrían causarle ceguera permanente, pero su hombría y el talento que tenía como boxeador, no le permitieron colgar sus guantes, sin embargo Víctor cuidaba de su padre como él lo había cuidado toda la vida, aun con su fama de peleonero y comerciante oportunista, Víctor se veía a sí mismo como un gran hombre y su padre, estaba muy agradecido con él y todo el tiempo le demostraba su orgullo;
En ninguna persona existirá nunca la mala critica propia, por muy mala que sean sus acciones, el orgullo personal, sea por méritos o logros pequeños siempre engrandecerán cada escenario
En medio de tantos rumores que se escuchaban en Turbaco sobre el general López de santa Anna, estaban los misterios de lo que ocultaban sus propiedades, santa Anna fue un hombre muy rico, pero por ser estos dineros, proveniente de malos acuerdos, cargaba sus casas y barcos de oro y joyas, aun es desconocida su inmensa fortuna, durante décadas se habló en el pueblo sobre este personaje, que aunque busco refugio por malas obras, ayudo y reconstruyo esta pequeña sociedad, el paradero de una parte de sus riquezas también era desconocida, no existía joven en Turbaco y en sus alrededores que no sueñe con tropezarse con sacos llenos de oro.
Manuela despertaba de su tarde de sábado y esperaba con ansias a su mama, ya que esa tarde comprarían los vestidos para el baile, maría tenia gustos muy refinados y elegantes a la hora de vestir, pero nada a la moda de esos días, manuela pensaba en un elegante vestido rojo que resaltara su piel y el color natural de sus labios, zapatos bajos por su altura y una elegante gargantilla de cristalestornasoles, para su sorpresa al llegar su madre a buscarla, tendría nuevos planes en mente, los preparativos de esa noche necesitaban de su ayuda, tenían problemas con la elección de la reina y el aún faltaban detalles de las carrozas; por ser este un certamen de belleza como cualquier otro, todas las jóvenes del pueblo soñaban con pasear en las calles montadas en las carrozas y acompañadas por los caballeros del pueblo
Eran 3 señoritas que seleccionaban entre la multitud de jóvenes que participaban, al llegar al gran salón de la iglesia, se encontraban decenas de jóvenes maquilladas, esperando ser escogidas para el concurso, manuela sonreía por el solo hecho de ver tantas mujeres afines a su edad, quizás alguna podía llegar a ser su amiga, manuela también disfrutaba de usar elegantesvestidos y aunque su cara era como la porcelana y no necesitaba de maquillaje, disfrutaba de mirarse en el espejo y aparentar ser mucho mayor de lo que era, todas se miraban en los grandes espejos y ajustaban sus vestidos, maría Barraza con una resonante y delicada voz, llamo a 3 jóvenes de todo el montón para no hacer perder tiempo a nadie, las 3 señoritas eran provenientes de familias ricas como todoslos años, sus padres aportaban buenas sumas de dinero, solo por ver a sus hijas en el tope de una carroza, alabadas por su belleza, Sandra torres, Ximena Asprilla y Ana puello, la habitación quedo vacía luego del llamado de las chicas, se notaron algunas caras largas pero nada de sorpresa, las jóvenes llegaban con la ilusión de que su belleza resaltara tanto que no hubiera otra opción más que darles la oportunidad, algunos años se ponía en duda pero no era esta la ocasión sin duda, estas niñas eran hermosas y muy ricas, manuela se presentó cuando estuvieron solas y todas se preguntaban porque ella no había sido escogida como reina, manuela sonreía y les agradecía pero no estaba enterada del concurso y quería disfrutar ese día de conocer la cantidad de personas interesantes que compartirían la noche.
Víctor ese día, visitaba a Gustavo Espinoza, en la rosita para hablar de sus negocios y un pequeño crédito para las medicinas de su padre, Gustavo lo atendió como a cualquier invitado, tomaron café en el salón principal y Gustavo le dio un breve recorrido por otra habitación donde tenía sus colecciones de arte y los reconocimientos de un linaje muy extenso, entre sus obras de arte se encontraba el gran cuadro de la virgen de Guadalupe que el general santa Anna dejo siendo esta una posesión traída de México a Colombia, Víctor hojeo un pequeño libro que hablaba sobre el general santa Anna y su partida de Turbaco, al enviar a recoger sus posesiones el barquero sufrió un intento de asesinato y salió lastimado de gravedad, en este libro dice que llevaba una enorme fortuna y logro esconderla antes de morir en una de las propiedades de santa Anna, Víctor asombrado pregunto de inmediato a Gustavo si era real o era solo una historia, Gustavo respondió diciendo-esa fortuna la buscaron ni ha sido encontrada, a su familia no le ha hecho falta y si se encontraba en las propiedades, no destrozarían tierras, por corroborar mitos urbanos, si por alguna casualidad es encontrada será bien recibida, pero no haremos ningún esfuerzo- Víctor quedo sorprendido con la tranquilidad que hablaba Gustavo sobre el tema, pero era de esperar Gustavo no vivía al día, ni con préstamos para sobrevivir, ni con una cantidad alta de gastos y la baja calidad de vida que llevaba; al llegar a su casa no dejo de pensar en esto, los mexicanos eran conocidas por el oro y la plata, en estas reservas se podían hallar cantidades suficientes para vivir su vida entera y dejar aun dinero y tierras para sus descendientes.
Se acercaba el día de la gran recaudación de fondos y fiesta del pueblo turbaquero, manuela había entablado una buena amistad con las participantes del reinada, eran las primeras amigas que tenía desde sus amigas del internado, almorzaron cada día en la rosita, se aconsejaban sobre moda, se maquillaban y hablaban las tardes enteras, era el grupo de las 4 mujeres más lindas de Turbaco, manuela era la menor del grupo, pero sin duda era la mente más centrada de las 4, su madurez era notoria, pero no dejaba de imponer la ternura de una niña ni la delicadeza de una mujer.
Al final de la rosita se encontraba un gran arroyo que corría debajo de un gran puente, las chicas se enamoraron de este lugar, del sonido y la calma que generaba este arroyo, se sentaban sobre las piedras y humedecían sus pies en esta fría agua, manuela no transcurría por esa zona estando sola, aunque sabía que era un lugar muy hermoso, estaba muy adentrado del bosque y algún animal salvaje o una caída podría ser peligroso, sin embargo en compañía, las reuniones llegaban a ser bastante agradables.
Disfrutaban del último día de reunión, antes de la velada del pueblo, la caminata hasta el arroyo, fue bastante placentera, disfrutaban de algunos postres y bebidas frías, Sandra por su cuenta, solo tomaba agua, era muy raro que nunca la vieran comer algo más que pequeñas porciones de avena y jugos cítricos, tenía una figura bastante agradable a la vista, su cintura podría considerarse perfecta, no había nada de malo con su cuerpo, Ximena y Ana, no tenían complejo alguno con su cuerpo, era un pequeño gusto que disfrutaban antes de tener que entallar los hermosos vestidos que sus padres compraron, la tía de Ana, elaboraba los mejores panaderitos del pueblo, la receta fue traída de Francia y adaptada a los almidones colombianos, el resultado fue un negocio fructífero en toda la costa colombiana, estos podían llegar a ser adictivos para cualquiera, manuela nunca los había probado y su preferencia iba por los cake de limón de una pequeña pastelería en Cartagena, Ximena, no tenía preferencia, amaba los dulces y los licuados de frutas, era de las 3 la más alta y más corpulenta aunque sin ser exagerada, su peso era el correspondiente y sus caderas el sueño de muchos hombres.
Los grandes árboles inundaban el paisaje de sombras, mientras algunos rayos de sol colaban entre hojas, para lograr un día muy hermoso, las mariposas rondaban las piedras y los grillos se veían saltar por doquier, era parte esto de los pequeños detalles que hacían parte del lugar.
Las chicas prometieron aquella tarde seguir unidas después de la fiesta, no dejarían que nada las separara, ya sabían que Sandra ganaría sin duda, pero esto a ninguna molestaba, todas eran muy seguras y por nada dejarían que un evento para recaudar fondos, les afectara en su autoestima, como era costumbre, bajaron por un camino de rocas que llegaba al borde del arroyo, era el más cómodo lugar para relajarse, se sentaban en las piedras y andaban sin zapatos, a esta zona venían muy pocas veces los criadores del ganado de Gustavo, era la parte más natural de la rosita, algunas veces al año, hacían recorridos para mantener los senderos para los recorridos, el puente estaba lleno de moho y enredaderas, parecía parte del ambiente,era bastante sólido y estaba muy alejado del crecimiento del arroyo.
Sandra esa tarde, hablaba muy poco, no era costumbre en ella, los mejores consejos sobre moda los tenia ella, su tono de piel pálido, era la combinación perfecta con cualquier atuendo, sus ojos verdes hacían parte del mundo, como si fuera un monumento nacido para admirar, era la atracción de cualquier persona que se encontrara cerca de su caminar y delicadeza al andar; se le notaba muy distraída y estaba un poco más pálida que de costumbre, caminaba un poco más lento, las otras chicas lo ignoraron por completo, no fue hasta su vuelta a casa, cuando se arrodillo en el camino y un segundo antes de perder el conocimiento se aseguró de no caer sobre una roca que le causara un daño irreparable, manuela, Ana y Ximena se asustaron y gritaron pidiendo ayuda, la cargaron mientras Ana corría por ayuda a la casa de la rosita, la dejaron descansar sobre una cama, mientras un médico atendia el llamado de emergencia, se le noto muy débil, trataba de mantenerse despierta, pero sus ojos se cerraban debidoa un cansancio desconocido.
El médico del pueblo, la examino y luego de un par de horas, arrojo el resultado de una anemia causada por la mala alimentación que llevaba en los últimos días, se preocupó tanto por su presencia en un vestido entallado que causo desnutrición en su cuerpo, ya eran muchos los días sin tener la alimentación adecuada, esto inmediatamente causo preocupación en su familia y en el comité de organización del evento del día siguiente porque dejo un lugar abierto entre las participantes del reinado, luego de la orden del médico que mandaba reposo y unos cuidados intensivos por un par de días; con complementos alimenticios y una pequeña dieta, Sandra ya se encontraba fuera de peligro, estaría bien en un par de días, no era una niña malcriada, cedió su lugar en el concurso sin ningún problema.
María Barraza se encontraba entonces en un gran dilema, había que entrenar y buscar vestido de gala para otra chica en muy poco tiempo, había que informar a otra chica que estuviera dispuesta a prepararse en poco tiempo, Ximena y Ana, interrumpiendo y haciendo una propuesta apresurada, sugirieron que manuela formara parte del concurso, tenía un hermoso vestido y las había acompañado a todas las reuniones, además de ser una de las mujeres más hermosas del pueblo, maría se sorprendió e hizo gestos de interrogación a manuela, dejando en claro su aprobación, era cuestión de manuela si quería participar, sin pensarlo mucho acepto al fin y al cabo era para recaudar fondos, sería una buena obra pensó.
Víctor Díaz, paso días enteros, recorriendo la casa de los viejos del pueblo, recaudando información sobre las propiedades del general santa Anna, su pequeña ilusión codiciosa de encontrar el tesoro que escondió el barquero moribundo, se convirtió en una realidad para el asegurar o desmentir la historia, recordó el nombre del escritor de aquel pequeño libro que hojeo en la casa de Gustavo espinosa y preguntando por él se enteró que aún vivía en el pueblo, corriendo fue en su búsqueda, quien más podría darle información concreta sobre este tema, que quien encendió su deseo de aventura, el profesor Gustavo Buendía, lo atendió de inmediato y encantado; por el interés de alguien en un viejo ensayo universitario, se sentaron en dos viejas butacas, al frente de la casa mientras un café se enfriaba al lado de cada uno, el tema para Gustavo era excitante, este solo sabía la historia y muchas acciones del general santa Anna en Turbaco, pero muy poco sobre un tesoro, lo había agregado para darle un interés al tema, pero este afirma que el comentario si vacila por el pueblo entre los más viejos, desde que el nació; y estaba muy próximo a cumplir 75 años, recordó de manera repentina frente a Víctor un comentario que le hizo un viejo amigo que también estudio muy bien la historia de santa Anna, decía que sus propiedades se comunicaban todas por un túnel, para su seguridad en caso de emergencia, la casa de la plaza central era la principal, era donde santa Anna vivió toda su estancia en Turbaco.
Víctor quedo bastante agradecido con el profesor Buendía, fue de bastante ayuda y de mucha motivación en su aventura, si era cierto que tenía muy buenas relaciones con Gustavo espinosa, pero fue claro en su comentario y su pensar, el tesoro no le interesaba para nada y el buen nombre que precede se debe a no quebrar sus ideas y objetivos, el éxito de los hombres que logran ser parte de un cambio en el mundo y entorno; es esa pequeña parte de su personalidad que impide que su entorno, vuelva flexibles sus ideas principales, la rigidez de pensamientos muchas veces es motivo de grandes logros a lo largo de la historia.
Tenía que idear un plan para entrar en esta casa y revisarla, sin que nadie se enterara de sus intenciones, no era el primero que intentaba la búsqueda de este tesoro, pero si el primero que tenía posibilidades de hacer investigaciones cercanas, debido a sus relaciones con la familia, ya lo tenía casi todo resuelto, era el día anterior a él gran evento y su padre había sido invitado por ser una gran personalidad del pueblo, a todos les encantaba escuchar las historias de la vida de este gran hombre que con poca edad conquisto el corazón de muchos al demostrar fuerza y valentía en un ring de boxeo a nivel internacional, lo invitaban todos los años a los eventos de recaudación de fondos, Víctor confirmaría su asistencia de inmediato Y pondría en marcha su plan.
Todos los preparativos estaban listos para la gran fiesta del pueblo, las calles se sentían de un ambiente decembrino único, era una costumbre que el pueblo para estas fechas se notara alegre, las personas decoraban sus casas, llenaban de luces y decoraciones las calles, los niños y familias recorrían la plaza y las calles con más frecuencia, el comercio se abarrotaba, con la compra de materiales para cenas familiares, ropa, decoración y juguetes.
Manuela estaba emocionada por su repentina y sorpresiva aparición en la pasarela del reinado, colgaba su vestido al pie de la cama para admirarlo mientras imaginaba como se vería, frente a esa pequeña multitud, que saludaría desde la cima de una carroza junto a un caballero que la escoltaría gran parte de la noche, estos no eran nombrados, pero eran hijos de buenas familias.
Esa noche el pueblo se llenó de luces, la iglesia y la plaza, lucían de ensueño, sin duda seria otra gran velada, los cantores del pueblo, entonaban a todo pulmón, novenas y cantos típicos, las calles se llenaron de autos y las aceras estaban repletas de personas caminando con velas encendidas en la mano, la luna brillaba con todo su esplendor, plena, iluminando el collar de manuela, las carrozas iniciaron su recorrido, dando inicio a la noche de festejo.
Gustavo y maría, fueron los anfitriones esa noche, recibían a sus invitados en su casa mientras el concurso seguía su curso, ya la casa estaba abierta para todo el que quisiera disfrutar de una copa y entre platos, Víctor llego temprano en un elegante traje junto a su padre, esa noche intentaría conseguir indicios de túneles que afirmen las conversaciones con el profesor Buendía, cuando la casa estuvo lo suficiente ocupada para que sus acciones no fueran notadas, rondo las habitaciones con inquietud sin entrar en ninguna por el momento.
En la plaza, se ubicaban las personas, frente a una inmensa tarima, las carrozas acababan su recorrido, por el pueblo y las aspirantes a reina, bajaban para coronar a una de ellas como la reina del pueblo, desfilaban tomadas de la mano por elegantes hombres.
Quien vivió este momento diría que no existió mayor belleza que la felicidad que emanaban estas mujeres, la hermosura del ambiente, la música de fondo, los artesanos y sus obras por toda la plaza, la esencia de Turbaco estaba en su mayor esplendor esa noche.
Manuela resalto esa noche entre todas las mujeres y la hija de Gustavo espinosa y maría Barraza, fue coronada como reina de Turbaco después de alabar su belleza por cada vereda.
El sonar de pistolas disparadas por los campesinos, marcaba el final de los eventos y el inicio de los bailes, muchos cenaban en sus casas con sus familias como costumbre, otros celebraban en las calles, algo si era claro, el ruido de la noche hacía imposible conciliar el sueño.
Las reinas fueron acompañadas al gran salón de la casa del general López de santa Anna, para seguir con esta noche cultural turbaquera.
El momento en el que manuela espinosa, cruzo el umbral de la gran puerta de su casa, fue recordado por Víctor Díaz hasta el último día, no logro concentrar la mirada en otra cosa, la habitación inmensa y llena de personas se nublo por completo, el ruido de las conversaciones y la música se convirtieron en un eco lejano, manuela quien entraba sujetando su vestido y saludando a sus padres; era su único enfoque.
Víctor no sabía quién era, mucho menos su nombre, jamás imaginaria que era la hija de Gustavo Espinoza y maría Barraza, solo se concentraba en su hermoso rostro y su elegante manera de sonreír y caminar, era la más bella dama que había visto.
Gustavo no hablaba mucho de su hija y fue hace poco tiempo que manuela se mudó con ellos, al abandonar el internado para acompañar a sus padres en la rosita y asistir al colegio del pueblo
Emocionada, manuela, les contaba a sus padres, lo que se sintió ser parte de un día de tradición y cultura, se le notaba muy feliz, saludaba y se presentaba con cada persona que saludaba a sus padres como manuela Espinoza Barraza.
Víctor, en medio de tantas personas y con su padre distraído, contando historias de sus días en Japón y estados unidos, entretenía a todos en su mesa, maravillados con las anécdotas de sus peleas en el exterior, decidió cumplir con su misión, recorrió cada habitación de la casa, tocaba las paredes intentando toparse con un hueco, pero después de un rato y varias habitaciones visitadas, no logro encontrar ni rastro de un pasadizo que lo llevara a los túneles de la teoría del profesor Buendía, hasta que se encontró en una habitación interesante, era un poco más pequeña que el resto, pero al fondo, estaba un pequeño armario empotrado hecho de madera vieja y llena de comején, salía por completo del estilo de las habitaciones, estaba clausurado por enormes cadenas y candados oxidados, era lo que más se asemejaba al pasaje de túneles, pero sin herramienta victor no lograría mucho, trato de romper los candados con fuerza y golpear un poco la puerta pero esta no era tan débil, sin equipo y en silencio no lograría abrir esa puerta, se sentó en una de las butacasque adornaban la habitación y se resignó por un momento de esta búsqueda, su siguiente opción sería entrar en las propiedades de Gustavo Espinoza y tratar de buscar estos pasajes a los que llevaban los túneles, se quedó un rato pensando en la habitación vacía, cuando en un momento, manuela entro por la puerta buscando un pequeño descanso, no estaba acostumbrada a pasar el día de pie y mantenerse despierta en horas de la madrugada, se sentía muy agotada, Víctor se sorprendió y se asustó un poco al verla entrar, manuela pregunto de inmediato – ¿ qué haces en esta habitación si la fiesta es en el gran salón?-
-Lo mismo que tú, curioseando un poco- repuso Víctor para no demostrar miedo, Sin saber que manuela era heredera de la casa.
– no soy curiosa, solo quiero descansar un poco- dijo manuela-
– he estado de pie, todo el día, con este vestido que después de un tiempo puede llegar a ser incomodo, mis padres aun atienden a sus invitados y la casa sigue llena! –
Víctor al escuchar esto, quedo mudo, entendió al escuchar que manuela era la hija de Víctor espinosa y maría Barraza, Víctor pregunto su nombre para terminar de confirmarlo
- Manuela Espinoza Barraza – contesto
- Eres el hombre con quien converse en aquella habitación de la casa de la plaza en la fiesta del pueblo – dijo
- El principio de un amor siempre será opaco y este proceso no tiene límites de tiempo, desde el primer momento que compartí contigo te amé y creo que es tiempo de hablar un poco más sobre esto, toma el tiempo que sea necesario y esperare por una cita contigo esta será mi última carta¨
- ¨ querido Víctor, disculpa el tiempo tan largo que tome para escribirte, aún hay cosas que no entiendo y no quiero entender aun, pero quiero verte, extraño a mi único amigo y este momento tan difícil quisiera compartirlo contigo¨
Víctor se presentó y le tendió la mano, la felicito por el triunfo del reinado y la invito a sentarse en una de las butacas de la habitación
Observaba su cuerpo y pensaba en lo difícil que ha sido para Gustavo, esconder tanta belleza, no haberla visto ni en fotos ni en reuniones era ha sido sorpresivo para muchos, estaba seguro.
Víctor halagaba su belleza y manuela solo sonreía, no tenía ganas de hablar sobre ningún tema después de aquel día tan agotador.
Víctor en cambio sí hablaba y mucho más de la cuenta, llenaba la habitación con historias sobre sus aventuras en el campo y en las galleras, los pequeños negocios que llevaba a cabo, la pequeña sociedad con su padre y su pasado, en esto duraron horas, manuela descansaba y lo escuchaba desconectada de todo, prefería escuchar la historia de un joven a tener que estar de pie saludando extraños.
Los invitados poco a poco abandonaron el evento y el reloj corría, eran más de las 3, acabo la noche de la misma manera que acabaron los planes de Víctor y la búsqueda del tesoro perdido de santa Anna
En ocasiones y solo en pequeñas ocasiones, un hombre es capaz de imaginarse al lado de una mujer durante toda la vida y esto suele suceder en momentos o casualidades que la vida prepara, muchas veces como prueba, muchas veces por destino y es cuestión de cada hombre, aceptar y luchar por estas oportunidades para consolidar un amor.
Víctor vivió uno de sus días memorables, ese que formaría parte de su historia, el día que conoció a manuela Espinoza.
Manuela sin embargo solo pudo ver un hombre con gracia que le regalo un poco de tiempo para entretenerla, aun manuela no conocía el amor ni lo que se sentía, era aún demasiado joven.
Desde aquel día Víctor Díaz, llegaba con proposiciones de negocios a la casa de Gustavo Espinoza, ideaba curiosas propuestas, solo por intentar ver a manuela
Logro hacerse responsable de vender el ganado de Gustavo por una pequeña comisión, trabajaba muy duro para fortalecer las relaciones con los Espinoza, así pasaron meses, manuela no sabía nada sobre los negocios de Víctor con su padre, ni la presencia de este señor, poco a poco fue conociendo los terrenos del general heredados por Gustavo, pero ninguna señal de túneles, las negociaciones con el ganado fueron fructíferas, sin querer entro en un negocio bastante rentable, era un vendedor bastante ágil, sus años de comerciante ventajoso, le facilitaron el camino del lado honrado, ¨manito¨paso de ser un gallero peleonero a un campesino honorable en muypoco tiempo, no descuido el entrenamiento de sus gallos y las apuestas en la gallera, mantenían su vida y el trabajo extra que hacía con Gustavo, le permitía tener ahorros, para comprar tierras propias.
Manuela entraba en vacaciones de verano y su padre le había traído un inmenso librero de madera, con varios títulos nuevos, para que se entretuviera en sus tardes libres, su amistad con Sandra, Ximena y Ana, seguía fortaleciéndose, estaban juntas cada tarde y los fines de semana se encontraban las 4 en alguna de sus casas.
Al enterarse Víctor de esto, mantenía un semblante de galán de pueblo, que dejaba ver que estaba enamorado, aunque su amor no era reconocido aún.
Esa tarde Víctor tenía un compromiso con Hugo Henao y esteban marrugo, habían pasado juntos la tarde entera para esperar una pelea que tenían en la gallera, hace meses Víctor entrenaba un buen contendiente, esteban y Hugo estaban enterados de esto y con gran esfuerzo, buscaron una buena suma de dinero para apostarle como ganador
Al llegar se enteraron que pelearía con un gallo pinto que marcaban como gran favorito, Hugo y esteban se acobardaron con la apuesta y Hugo se quedó con poco dinero para apostar.
Los meses de esfuerzo no valdrían la pena, habría perdido el tiempo ya que las ganancias, de los entrenadores era la victoria en las apuestas, sin embargo, no dejo que esto lo opacara, en medio de la muchedumbre se encontraba un gran conocedor y fanático de los gallos de Víctor, el señor lucho mercado, al preguntarle, si estaba seguro de su gallo, este respondió que era el mejor y aposto una gran suma de dinero pasaron 3 horas y para sorpresa de todos el gallo de Víctor gano la pelea en 30 segundos, fue un día de alegría en la vida de Víctor, gano un buen billete y compraría por fin un terreno para criar sus propios animales.
En poco tiempo había aclarado un pasado, que no era tan oscuro pero que no lo llevaría a grandes logros, Víctor ya no tenía deudas, su casa la vendería unos días después de conseguir un buen terreno en la cima del mameyal.
Es prueba esto de que los hombres por amor, somos capaces de cambiar al mundo, no hay nada escrito en las historias de los hombres, en menor tiempo de lo esperado podríamos, conseguir enormes fortunas y cambiar una reputación de asesino y algo que nunca negare es la culpa de una mujer en cada acción de un pobre o gran hombre.
Víctor en poco tiempo, llevado por las riendas de un amor iluso se había alejado de una mala vida y había conseguido algunas cosas de las que cualquier hombre debería estar orgulloso, una tierra propia y en colinas privilegiadas, conocimientos en negocios minoristas, reconocimiento ante una pequeña sociedad, la atención de empresarios y personas importantes de la ciudad, la agricultura, es uno de los negocios más antiguos y uno de los más prósperos, esto GustavoEspinoza como buen empresario lo sabía y Víctor aunque formaba parte durante toda su vida solo era un peón y apenas comenzaba a entenderlo.
Víctor tenía un pequeño vehículo que humeaba cuando lo encendía, por el mal mantenimiento, pero le permitía movilizarse por el pueblo a libertad
Por primera vez en varios meses de intentos fracasados, Víctor coincidió con manuela en la rosa, Víctor dejaba una acusación de pago a nombre de Gustavo espinosa, de allí recibiría sus comisiones, debido a la venta de un ganado.
Manuela desayunaba esa mañana, siendo su primera semana de vacaciones, maría, había preparado un desayuno especial, adoraba los bollos de maíz que preparaba su mama
María había preparado el desayuno y se fue a una reunión en Cartagena, dejando el compromiso con su hija de volver para el almuerzo.
María esa tarde tenia de pasar la tarde con Sandra y Ximena, leía un libro como de costumbre, sentada en la mesa del comedor.
Su encuentro fue inesperado y bastante común, se anunció Víctor en la puerta y manuela lo atendió sin recordar quien era, Víctor como era de esperarse, recibió un impacto en el corazón, el estómago se contrajo y las palabras por un momento se le fueron, el sí recordaba quien era, y más que recordarla, esperaba el momento de su segundo encuentro.
Pregunto por Gustavo y le tendió la mano con el sobre, manuela le recibió el sobre y le dijo que su padre no se encontraba en el pueblo.
Su voz era tan única, su acento no era de la zona sin duda, aunque habían pasado varios meses, entendió que el impacto que esa mujer había causado en él no era casualidad.
Sin importar la época, el amor de un hombre por una mujer siempre será sincero cuando este lo siente, la consolidación de este tipo de amor no se quiebra ni con el paso de los años, ni con pequeñeces, es, aunque poco creíble, un amor eterno.
Se presentó de nuevo para ver si lograba recordarlo,
– dile a Gustavo que quien deja la encomienda es Víctor Díaz –
– le diré con gusto- respondió manuela
Y por lógica este nombre le trajo recuerdos, manuela era muy inteligente, recordó quien era de inmediato.
-si – repuso Víctor
– fue un placer volver a verte- dijo manuela
– el placer es todo mío, no tuve la oportunidad de despedirme aquella noche –
Le dio la mano y se despidieron ambos con sonrisas en el rostro
Víctor de nuevo agrego otro día memorable al libro de su vida, enterarse que aún estaba en la mente de esa niña fue para él una satisfacción muy grande.
Con el paso de los días, no sabía cómo acercarse a manuela, hasta que por fin se decidió por enviar cartas firmadas, no era el mejor escritor, pero el impulso del amor que este sentía, que era de hombres, permitirían que las cartas interesaran a manuela.
La primera la envió con mucha falta de inspiración y creatividad.
¨ debido a mi trabajo, estoy limitado de tiempo, pero me interesa saber cómo te encuentras, por favor no dejes de responder¨
Atte.: Víctor Díaz
La carta llego en manos del tío de Víctor, jeremías, un viejo campesino con fama de cascarrabias, busco a manuela y entrego la carta en sus manos, diciendo en tono de orden – por favor enviar la contesta –
Era el medio por el cual sabían el uno del otro, manuela contestaba las cartas por la noche y dejaba las cartas debajo de los jarrones de la entrada, jeremías ya sabía dónde encontrarlas y Víctor en más de una ocasión las traía personalmente para ver a manuela.
Estas relaciones eran muy sensibles, cada carta estaba cargada de un sentimiento único.
Manuela contestaba por educación y por la emoción de ser la primera vez en su vida que tenía un enamorado, seguro a lo largo de su vida tendría muchos, pero el primero nunca se olvida.
Víctor luego de meses de escribir estas cartas y llevar la carga de este sentimiento, comenzó una carta y en el sobre firmo¨ para mi amada manuela¨
Manuela no pudo dejar de sonreír, al ver esta carta, estaba completamente confundida, olvido por completo el capítulo del libro que leía, vagaba por su habitación sin saber que responder y aunque era muy joven fue completamente sincera en su respuesta.
¨querido Víctor, los días han sido tan veloces que no parece que esta sea la carta número 100, eres el primer amigo que tengo, no entiendo este sentimiento ni cómo debería actuar, no creo que en cartas se demuestre el amor de un hombre por una mujer, sin duda la valentía de acercarte de cualquier manera por tantos días y dejar una pequeña parte de tus pensamientos en papel y dedicármelos a mí, ha sido la prueba de que hay un gran hombre detrás de esto, espero aclares mi mente¨
Atte. Manuela Espinoza
Esta carta fue parte del desayuno de Víctor y de inmediato respondió
Atte. Víctor Díaz
Y volvió a firmar el sobre – ¨para mi amada¨-
Manuela recibió la carta y luego de leerla la guardo, en el mismo lugar donde guardaba cada carta, esta vez no respondería.
Por los siguientes días no volvieron a conversar, Víctor tenia cada vez más trabajo y era muy ocasional su visita a la rosa, solo pasaba para dejar los acuses de pago a Gustavo espinosa, pero esto no le impidió pensar cada día en manuela.
Ella seguía disfrutando su vida, no podía existir una persona más feliz, disfrutaba el tiempo con sus amigas, leía libros en sus tiempos libres, ya casi acababa el último año de escuela.
Víctor recibió en la tarde la peor de las noticias que esperaba, su padre Roberto Díaz había fallecido, el tiempo para este gran hombre se había terminado, Víctor, aunque triste por la pérdida de su padre, lo esperaba desde hace tiempo, comenzaba a olvidar las cosas y no podía mantenerse ya en pie.
Roberto Díaz fue una gran personalidad en el pueblo, las calles enteras se llenaron con pancartas avisando el entierro. Sin duda el pueblo entero le daría el último adiós.
Era esto otra costumbre, pasear la urna por todas las calles y llevarla hasta el cementerio, no era común que lloviera en este pueblo, el sol siempre hacia presencia, pero en este día, el temporal fue nublado y con llovizna, el viento que cruzaba por las calles también se despedía de este orgullo turbaquero, la plaza central y la iglesia se encontraron repletas, todos acompañaron a Víctor en este dolor y agradecieron los días de gloria que su padre había hecho vivir a muchos.
Asistieron muchas personas importantes, la familia Espinoza Barraza, también hizo presencia, se sintió el apoyo del pueblo para Víctor que pasaba por uno de los peores momentos de su vida
Víctor de vuelta a las galleras y al alcohol, se sintió perdido por un tiempo, abandono sus tierras y perdió dinero por meses.
Los cambios repentinos en la vida de toda persona, pueden ocasionar el fin de la vida, no la muerte, pero si el fin de la vida como la conocían y no todos estamos preparados para enfrentarlos.
En medio de los días grises de Víctor, un poco de luz llego una mañana, era la tan esperada carta de manuela espinosa.
Atte. Manuela Espinosa.
Víctor recordó su amor por manuela, recordó su sonrisa y pensar que ella estaba para él, le devolvía un poco el ánimo.
Fue a visitarla esa misma tarde, caminaron por el fondo de la rosa, cruzaron el puente y siguieron el camino del arroyo; el silencio que hacían era muy parecido al olvido, paso tanto tiempo sin verse uno al otro que olvidaron las palabras que tenían en común.
Sin embargo, manuela sintió que un impulso que tuvo era indicado para el momento, tomo su mano y caminaron juntos sin decir ninguna palabra, manuela no sabía si esto significaba amor o compromiso, solo sabía que quería hacerlo, se detuvieron al fondo de la rosa entre la caída de agua más alta que tenía el mameyal, como era costumbre los rayos de sol cruzaban entre el umbral provocado por los árboles y por un momento Víctor convirtió un suspiro en un impulso de valor, acerco un poco el cuerpo de manuela y la beso sin pensar en un momento después, seria este el primer beso parecido al último, ninguno tenía intención de abrir los ojos.
Era el momento de despertar del sueño y ninguno quería despertar primero.
Es a esto a lo que puede llamarse una consagración de amor, descubrir lugares y sentimientos desconocidos de la mano de una persona que gano nuestra confianza y arriesgarnos a no volver a ver el mundo de la misma manera, sin duda es acción de valientes.
Manuela no se intimido y Víctor no podía asimilar la realidad de lo que había sucedido esa tarde; no hablaron, sus miradas lo decían todo, caminaron juntos durante horas, tomados de la mano y contemplando todo, el momento era todo de ellos, los pasos que recorrieron los recordarían la vida entera.
Quien ha amado alguna vez, debe entender lo que manuela comprendió esa tarde, los lugares forman parte del momento y olvidarlos es cuestión imposible, luego de marcar un tiempo en la vida.
Bajaron al arroyo por el camino de piedras, sentados con el agua recorriendo sus pies, Víctor admiraba la sutil belleza de manuela, la besaba de manera delicada y le recordaba lo hermosa que era y agradecía por primera vez lo que la vida le había dado.
Ver estos cambios en los hombres, es el placer de vivir, manuela conoció a una figura muy carismático al principio de su relación sin saber su pasado; y aunque manuela no logro darse cuenta, formo parte de un gran cambio en la historia de un hombre ¨manito¨ el gallero turbaquero, apostador, peleonero, alcohólico, negociante tramposo, fue capaz de tomar riendas, para merecer la palabra y el agrado de una joven.
Apenas comenzaría la historia de un hombre decidido a darlo todo por una mujer, es curioso el poder de los labios y el aliento luego de un beso, el deseo causado, puede ser una bendición o la peor de las pesadillas.
Manuela sin importar el miedo de meterse en aguas desconocidas, dejaría que pasaran los días, las cartas volvieron y las caminatas en el pueblo se hacían frecuentes, era un gran amigo, un gran amante, manuela comenzaba el día con un pensamiento agradable, un compañero que también despertaba con ella en su mente, era una tranquilidad que se causaban mutuamente, las sonrisas se volvieron una costumbre, las manos entrelazadas, los besos al despedirse, sin hacer público su amor, no sentían miedo de nada.
Víctor por primera vez, propuso algo arriesgado, quería verla de noche y la cito cuando las luces de su casa se apagaran, en el arroyo de la rosa.
Manuela acepto, esa noche, tomo una ducha y con cremas perfumadas se puso ropa de dormir
Las luces se apagaban después de las 10, los días de Gustavo y maría comenzaban muy temprano.
Fuera hacia una noche fresca, los ruidos de la noche apabullaban los oídos, la luna marcaba el sendero, con una luz calmada y brillaban las gotas del roció, manuela salió por su ventana con ropa ligera.
Víctor ya esperaba sentado en el viejo tronco de una árbol cortado, inmediatamente escucho sus pasos fue a buscarla, se encontraron en el puente, con un beso desesperado.
Víctor había preparado una pequeña ancheta con postres y bebidas, hicieron un pequeño descanso del deseo que ambos sentían por el otro.
Víctor la ayudo a bajar por el camino de rocas hacia el arroyo y una vez abajo comenzó a besarla, esta vez se tornaron los besos más húmedos, sus manos sin rumbo, manuela cerraba los ojos mientras su corazón palpitaba en desenfreno, Víctor despego sus labios y fue poco a poco besando su cuello, el borde de sus pechos, descubrió su abdomen y quito todo lo que impedía pasar sus labios por su cuerpo, besando cada parte que descubría.
Esa noche ninguno se detuvo ante el deseo y la pasión el arroyo fue el escenario de la primera vez que manuela se sintió amada, se sintió por un momento parte completa de alguien y Víctor acrecentó el sentimiento de amor por manuela.
Ya no había vuelta atrás, eran uno solo y no solo por la unión de sus cuerpos, las miradas ya no eran las mismas, la vida los había unido por casualidad y la batalla que libro este hombre con su propio ser, consolidaron un amor.
De las historias que escuche en turbaco, no logre ver reflejado un amor tan grande, como el de Víctor por manuela, durante años mantuvieron su amor fuera del matrimonio, los estudios de manuela los separaban por días, semanas y aun así no dejaron de amarse, manuela no tuvo otro hombre en su vida y Víctor no volvió a amar a otro persona, eran amigos, amantes, hermanos, padres el uno del otro, en una batalla por lo que una persona quiere se puede llegar a conseguir mucho más de lo que estamos buscando si somos capaces de no abandonar.
Manuela luego de años, se enteró la clase de hombre que era Víctor y el cambio tan grande que tuvo, debido al sentimiento que causo en él.
La fuerza del amor se encuentra en cada esquina, en cada pueblo, ciudad, país, las hazañas del hombre ligadas a sentimientos por mujeres, nunca dejaran de sorprenderme.
Fernando caldera
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