Otro ser vivo no humano

Ella sabe que vivo, incluso la he oído decir que soy un hijo problemático al que dedica horas sin consuelo. Tengo la esperanza de morir y he nacido, ¿qué otro señal sería necesaria?. La vida que hay en mi resplandece o se intimida al son de los desastres y los descubrimientos.

Los que venís a tomar un café para acompasar el ciclo de lo necesario, ¡estoy! ¡yo soy!, soy el café de esquina en ese barrio antiguo, ser vivo no humano como yo, vida de relaciones, de espacio e historia.

Quizá no lo veáis así y esto me afectaría al punto de querer desistir, ser nada más que en el silencio, en la apatía; resignarme a ser tan solo asiento, y os aseguro que no es poco, con ello envejezco digno cada día.

Ese día en que yo muera habrá desaparecido otro ser íntimo, un lifting nuevo para la ciudad nueva que olvida de dónde surge la vida y el por qué hemos llegado hasta aquí. Yo también me extingo como esa arboleda en Utah.

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