Me hacías feliz,
me tenías ahí, para ti
No me viste.
No me apreciaste.
Es más, me fallaste,
hiciste como si nada
y luego, te alejaste.
Volviste.
Días más tarde,
luego de madrugadas tristes
y días llenos de lágrimas.
Llegaste,
tocaste mi puerta,
dijiste arrepentirte,
pero qué más da,
te deje entrar.
Como boba
me tenías en tus manos
de nuevo,
pero luego,
de nuevo, me dejaste,
me soltaste,
me queme,
en ese pasado dolorido,
en el que tú estabas presente.
Desapareciste
por días, meses y miles de mañanas
ya había formado mi vida y todo iba tal cual quería.
Pero no,
de nuevo tú,
ahí, parado frente a mí.
No recuerdo el instante exacto
en el que me rompí en mil.
Era como regresar a esos días,
infinitos días,
de un inmenso color gris,
lo malo es que no había nada feliz
además de ti.
Y que piensas,
quería dejarte ir,
claro, no.
Quería que pasaras,
Pues, sí.
Pero sabes que,
hice lo correcto,
te eché.
No quise gris en mi oscuridad,
no necesito colores más claros,
no quiero que regreses para pintar algo
y luego llevarte el cuadro;
porque las cosas no son así,
la cosa va bien por aquí.
Y todo esto,
lo hice yo, sola,
sin ti.
OPINIONES Y COMENTARIOS