La gravedad de tus pensamientos

Aglomera un infinito de sentimientos

Convirtiéndolos en ideas,

En tus ídolos nocturnos

Que reinan en los sueños taciturnos

Y no guardan los rencores.

Los mismos

Que se convierten en los autores

Que encaminan tu futuro

Y escriben la partitura

De tu melodía final.

Algunos dirán que es amoral.

Otros, sin decir nada, pensarán – genial;

Pero solo tu sabrás

Que todos los finales dan comienzos.

Entonces,

Brindarás la vida,

Tan viva y tan fluida

Que corre por tus venas sin parar.

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