La Revolución de los perros

Se encontraron dos perros en un pipican, Marvel y Odin.

Se dieron unas carreras para despistar a sus dueños y Odín le dijo a Marvel, que había que avisar al resto de la manada, para hacer una reunión. Por lo visto, habían aprobado una nueva Ley, que tenía mucho que ver con los humanos que quisieran tener un perro.

A la mañana siguiente, se encontraron todos los canes del pueblo, en el pipican, para comentarlo:

—Compañeros, hay algo que debéis saber y que, a partir de hoy mismo, podréis exigir a vuestros dueños. —dijo Odín a sus amigos.

1. Según esta ley, dos veces al año, nuestros humanos, se tendrán que poner una vacuna, la trivalente, contra la irresponsabilidad, el maltrato y la mala educación.
2. Además, una vez cada dos meses, deberán desparasitarse para no contagiarnos la estupidez, la pereza y su estrés.
3. También, antes de que finalice el mes, deberán implantarse un chip, que sonará como una sirena en el caso de que abandonen a su mascota.
4. Chicos, uno de los puntos más importantes: Si a cualquiera de nosotros, a nuestro dueño se le ocurre dejarnos un día entero sin salir a la calle, nos permitirán darle un mordisco de aviso, que quedará registrado en su chip. Al tercer mordisco, dejará de ser nuestro amo. Amigos, no os engañéis, somos fieles pero no tontos. Si no nos cuidan, es que no nos quieren.
5. Y, por último, no estaremos nunca más obligados a hacer las monerías que nos piden continuamente, como si fuéramos marionetas. La próxima vez que nos pidan la patita, tenemos el derecho de exigir que nuestro dueño se ponga un bozal.

Todos los perros se pusieron a aullar al unísono. ¡Hemos ganado! ¡Ahora somos irreductibles!

Los dueños se miraron unos a otros. El dueño de Odín, habló:

—Chicos, por lo visto ya se han enterado. Así que, hagamos las cosas bien.