Cállate y mírame, quiero disfrutar mi perdición.

Estaban a su lado, el obispo sumergía su pluma en el tintero a la vez que miraba el infinito a través de sus formas, el hombre simplemente movía su mano sin saber si seguía vivo. Sin padecer hambre ni sueño y ninguna otra necesidad humana se manifestaba mientras no acabara la voluntad de las Entidades, la pluma se trasladaba a todas direcciones sin manifestar carencia de tinta.

—¡Basta, se los suplico, por favor, piedad! grita desgarradoramente el obispo.

Los ojos del anciano se tornaron negros y llenos de estrellas igual a cómo sus sometedores lucían, la extremidad del obispo se movía a una velocidad absurda, decenas de signos por minutos quedaban en las páginas.

Al terminar la esclavizada tarea, las Entidades se precipitaron sobre el papel ocasionando un brillo cegador, fugaz y momentáneo, aquella noche que todo concluyó, las estrellas brillaron mas de lo habitual. Despertó sentado en la misma silla, con la misma pluma en la mano, con el mismo tintero, la misma habitación, ese poder infame había sido dado a la humanidad sin sentido alguno.

El obispo aterrado abrió las páginas, pero al comenzar a ojear su contenido tenía la capacidad de comprender el escrito en aquel extraño lenguaje de signos que jamas había visto en toda su experiencia estudiando el esoterismo y prácticas prohibidas por la iglesia, inmediatamente reconocería si se tratara de alguna magia clásica que muchas brujas ejercían en esa época.

Las salpicaduras de sangre cayeron por toda la habitación de madera podrida, la cabeza aún sujeta a su columna vertebral reposaba bajo la librera. Una escalera se necesitó para despegar las tripas pegadas al techo, y su corazón aún chorreando sangre quedó al lado del intacto libro rojo.

El cónclave acabó a la hora del equinoccio, humo blanco sale por la chimenea del vaticano y Gian Antonio Facchinetti de Nuce estrecha las manos de los integrantes del sacro colegio de cardenales católicos que lo ayudaron a su nombramiento como Papa Inocencio IX a influencia del Rey Felipe II.

Herald ingresa a las bóvedas aprovechando la celebración y la distracción, con ayuda del brebaje que Dee le otorgó durmió a la guardia de turno y logró robar su objetivo, el astuto ayudante del erudito cabalgó días de regreso al castillo de la Reina Isabel I donde su viejo maestro lo esperaba.

—Pasó mucho tiempo desde que partí ¿Y tú sigues tratando de descifrar esos signos ? pregunta Herald a espaldas de Dee.

—He logrado comprender ciertas cosas, Kelly ha tenido mucho más éxito que yo, pero ha quedado en terminar el lente de obsidiana, ¿y tú?, ¿Lo has logrado? cuestiona Dee.

—Me ofende que preguntes. responde Herald con sarcasmo.

—Con los resultados de tus pruebas, dudo de muchas cosas. responde Dee sin voltear.

—¿Qué harás con este maldito libro? sentándose sobre el escritorio de trabajo.

—La pregunta correcta es… ¿Qué tendremos que hacer con él? mirándolo fijamente.

Decenas de personas fueron encontradas mutiladas en varios pueblos de Islandia, nadie ha logrado saber qué bestia o cosa es capaz de tal brutalidad, pero ciertas investigaciones de personas afines a la magia apuntaban a que un libro rojo traía desgracia a todo aquel que abriera sus páginas e intentara leer el conocimiento que tenía.

Dee era el consejero de la corona inglesa, la reina Isabel I solicitó sus servicios al ser un talentoso y distinguido académico en varias ciencias exactas, pero su curiosidad lo hacía adentrarse en terrenos prohibidos como las prácticas esotéricas y desciframiento de códigos lingüísticos antiguos además de la alquimia. Era el trabajo perfecto para este individuo, pero aún el conocimiento más grande de la humanidad se quedaba corto con lo que encerraban las páginas del botín que Herald había conseguido con las bóvedas de su santidad.

—¿Puedes explicarme qué fue lo que me obligaste a robar?

—Yo diría que te obligué a salvarnos.

—No comprendo a que te refieres. dice Herald confundido.

Esto que esta sobre nuestra mesa… Dee se para de su viejo banquito de madera y suelta un gran suspiro, es poderoso, en las décadas que tengo de estudiar cientos de cosas no logro imaginar el poder que este objeto posee, ve a la sala de pruebas alquímicas y prepara todo para evitar que algo salga de donde estamos, es sumamente importante.

—Bien… responde Herald seriamente.

Herald tomó el polvo de mandrágora negra, los ojos de lechuza y comenzó a dibujar el símbolo de protección y sellado, un escudo de filtrado para que cualquiera que no sea un ser vivo no pueda atravesar. Muy en la madrugada Kelly apareció en la habitación y le mostró a Herald la pieza de lentes de obsidiana terminado.

—No puedo ver mi reflejo. —dijo Herald—.

—No es para que te peines, es para observar lo que como mortal no podemos verlo a simple vista.

Kelly no es un humano promedio, poseía ciertos dotes y propósitos sobrenaturales que Dee observó la primera vez que lo conoció, esto vendría a ser suficiente para que el par comenzara una estrecha relación de amistad y trabajo.

—¡Comencemos! —exclamó Dee—.

Puso el libro rojo al medio de la habitación, Kelly sostenía el lente de obsidiana a un lado para poder tener todo en orden aun que supieran con certeza que ocurriría.

—¡Listos!

Dee abrió el libro, y un viento huracanado golpeó la habitación, pero el símbolo de protección hacía su trabajo, rápidamente Dee observó el libro y sus ojos se pusieron negros y llenos de estrellas, una fuerza comenzó a empujar el lente de obsidiana y Kelly tuvo que recurrir a la ayuda de Herald para sostenerlo, Dee no regresaba en sí y Herald se vio obligado a cerrar el libro.

—¡Onmi oskalluh midva! —gritó Kelly—.

El viento huracanado cesó y Dee permaneció inmóvil una semana, las curas alquímicas hacían que su cuerpo no se estropeara por la falta de alimento y agua. Cuando despertó, Dee gritó:

—¡Enochian! , ¡Enochian! , ¡Enochian!

Y se desplomó de nuevo en la cama.

—Enochian, el lenguaje celestial. —dijo Kelly—.

Década atrás, en un viaje que el par de eruditos realizaba cerca del mar muerto, fueron a meditar al desierto 40 días, llevados ahí por unos habitantes del pueblo, mientras se preparaban para su viaje, se encontraron con un hombre gritando a la multitud, suplicando por ayuda, su hijo estaba escupiendo y llorando sangre, rápidamente respondieron a las clemencias y cuando llegaron donde se encontraba el joven, quedaron anonadados, el joven de familia convencional colgaba del techo con sus ojos negros, gritó a los eruditos palabras sin sentido, hasta que Kelly le roció agua, cayó estrepitosamente al suelo, y habló diciendo:

—Ustedes par de mierdas, mi verga se regocijará en el ano de sus madres, no comprenden mi Enochian escorias hijos de las Entidades, yo soy su perdición, todos somos su perdición, Ellas crearan su perdición, pronto ustedes serán sometidos, y nosotros surgiremos.

Sin perder la tonalidad negra, el chico giró su cuello hasta romperlo y morir. Dee y Kelly no entendían que sucedía y peor aún, todo lo que había dicho lo que estuviera dentro de ese pobre chico.

—Nunca había visto una posesión tan grave y potente dijo Kelly.

—¿Escuchaste lo que pronunció al principio? Yo solo escuchaba un sonido grave sin sentido. respondió Dee.

—Lo mismo me ocurría comentó Kelly, cerrando los ojos de la victima.

Sin nada que poder hacer siguieron su rumbo al desierto para comenzar la meditación. Vientos violentos azotaban su recorrido, una tormenta de arena venía en camino, entraron a una cueva para pasar la tormenta y llegar al mar muerto por la noche.

—No dejo de pensar en el muchacho. —dijo Kelly—.

—No podíamos hacer nada Kelly, jamás había visto algo tan potente, no de esa clase. —contestó Dee—.

—¿Viste sus ojos? preguntó Kelly viendo al rostro de Dee.

—mjm… respondió Dee viendo fuera de la cueva.

—Parecía el mismo universo.

—Ya es hora…

Continuaron su recorrido hasta llegar a la playa, se quitaron sus vestiduras, y se prepararon para la meditación.

—Pon tu concentración en tus piernas y sígueme.

—¡Ohmni levitelus!

Lentamente dio pasos sobre el agua, hasta llegar a unos metros lejos de la orilla, se puso de rodillas y cerró los ojos, Kelly repetía el conjuro hasta tener éxito su tercera vez, temerosamente sorprendido siguió el camino de Dee y se arrodilló a su lado, cerró sus ojos y escuchaba el sonido de las olas en la costa, el flujo de agua de los peces a través de sus branquias, el rugido del planeta en su rotación.

—¿Sorprendente verdad?

—¿Cómo puedo comunicarme contigo sin abrir mi boca? preguntó Kelly anonadado.

—Haz logrado lo que un hombre de otra época llamó como el nirvana. No te desconcentres, hemos venido aquí para que veas algo importante, ya casi estas al mismo nivel que yo, y ha llegado la hora que te pase los conocimientos que no puedo enseñarte físicamente.

El mar calmó sus aguas, se volvieron tan cristalinas que reflejaban las estrellas, había una sensación de parálisis temporal al estar en ese estado. Sus retinas se tornaron de color purpura y Kelly sintió que comenzó a caer en un abismo estelar, atravesando nebulosas hasta entrar en un vórtice y todo se tornó de un arcoíris multidimencional, continuaba cayendo y cayendo, ante sus ojos ocurrían cataclismos inmensos que cualquier vivo ante su presencia quedaría convertido en algo menos que polvo, explosiones de estrellas, vómitos de energía de agujeros blancos y nacimientos de estrellas, ahí estaba Kelly, flotando en el infinito. Sintió que le faltaba el aire, y una fuerza enorme lo trajo de regreso por todo el camino que había recorrido, hasta despertar hundiéndose en el mar.

Despertó en la misma cueva donde habían pasado la tormenta de arena, camino a la entrada y vio a Dee sentado frente al amanecer, escribiendo unos signos muy raros.

—Desde que cerré los ojos, solamente tengo preguntas, y ahora tengo otra más. dijo Kelly.

—¿No entendiste lo que te comunicaron? responde Dee sin voltear su cabeza.

—¿Quienes?

—Los Creadores.

—¿Qué es esto que has dibujado?

—Su forma de comunicarse, el lenguaje celestial.

Kelly comenzó a trasladarlo a un pergamino, y partieron de regreso a casa.

—¿Qué es eso? —preguntó Herald—.

—Dee lo descubrió la noche de mi despertar, es la forma de comunicación de los Creadores, y las Entidades y parece que este libro viene de ellos.

—¿Creadores y Entidades?, nunca me hablaron de eso.

—No estabas listo, llevamos décadas averiguando que es realmente, y no hemos tenido éxito, no entendemos que son y al parecer las paginas de este libro tiene todas nuestras respuestas. El vaticano lo resguardaba aún sin saber que es realmente, solo saben que donde está éste libro ocurren solo desgracias, se dice que uno de sus obispos murió por el libro, y hasta hoy, nadie sabe quién o qué lo mató. Dee es fuerte, espero que esto no dure mucho y podamos continuar.

Kelly tomó el libro, y lo puso dentro de una caja reforzada y recubierta de obsidiana esperando que pueda contenerlo sin problemas.

Dos semanas después se escuchó una tos seca, Dee había despertado.

—¡Kelly, despertó Dee! —Soltó el estremecido grito Herald al verlo—.

—Ag…agua. —decía Dee sollozante—.

Cayó la noche sobre el castillo, los eruditos y su aprendiz reposaban en el techo para que nadie pudiera escuchar la discusión sobre lo que pasó ese día.

—¿Recuerdas algo? —Preguntó Kelly.—

—Lo que me habló en ese momento definitivamente no fueron los Creadores ni nada que haya experimentado, sentí temor, una sensación muy diferente a lo acostumbrado, parece que lo que me habló no quiere que sepamos que hay en las páginas de este libro, pero si reconocí que está escrito en Enochian. Kelly busca el pergamino que hiciste en el desierto.

—Enseguida regreso. —contestó Kelly apresuradamente—.

—¿Qué hago yo? —preguntó Herald tímidamente—.

—Esto es muy peligroso, tu entrenamiento aún no esta apto para lo que estamos pasando.

—No puedo quedarme a observar cómo esto puede acabar mal. —contestó Herald subiendo el tono de su voz—.

—Si los tres llegamos a morir, todo esto no lo podrá remediar nadie más.

—Si pero…

—Si pero nada, debes mantener la calma, comprende que esto se sale hasta de mis manos.

—¡Tengo el pergamino! exclamó Kelly.

Dee extendió su mano para que le entregara el pergamino y recordando estaban los símbolos que había dibujado en la tierra el día de la meditación en el desierto.


En efecto, es de ellos.

Dee y Kelly eran unos humanos impresionantes, pero a la vez compartían todo, tanta era su comprensión del uno al otro y su convencimiento de amistad que no se sabe si la hija de Kelly es en verdad de Dee o si la hija de Dee es en verdad hija de Kelly. Lo cierto es que Dee es mas viejo que Kelly, y un poco más sabio por esta misma razón.

John Dee, desde joven, siempre fue una persona de incalculable voracidad para devorar conocimiento y aprender cosas nuevas, aprendió lo que sabe de diferentes maestros y libros muy antiguos, matemático, astrónomo, astrólogo, fiel imperialista y por supuesto, ocultista.

Desde que la casualidad los hizo conocerse, Dee quedó sorprendido por los dotes que Kelly poseía ante lo sobrenatural. Edward Kelly había desarrollado un método de transmutación a oro de ciertos metales, todos sus conocimientos desarrollados junto a Dee han sido enseñados a Herald, un hombre de buen parecer, los eruditos tomaron a Herald como aprendiz luego de que lo observaran en batalla contra unos ladrones a las afueras de la ciudad y presenciaran la virtuosidad en la pelea al hacer un gesto altruista ayudando a las victimas de esa banda, y desde entonces han tratado de trasladarle todo su conocimiento, pero no queda ahí, Dee es muy cauteloso para confiar en las personas, y lo primero que hicieron fue someterlo a diferentes pruebas de lealtad, Herald venía de ser criado por un hombre muy pobre, y éste trabajaba de herrero, aprendió el uso básico de la espada con él, rápidamente aprendió a leer y a escribir, así pudo mejorar su estado económico al crecer.


Pasó un buen tiempo para poder tener clara la manera de cómo leer el libro rojo concluyeron que para poder contener el poder que se manifestaba cuando se abría era necesario el uso de El Sigilo, es un circulo en el cual se encuentran escritos nombres de los Creadores dentro de un diseño de heptágonos y heptagramas.

El Sigilo debe ser colocado en una plataforma que esté sostenida por cristal para evitar cualquier tipo de contacto terrenal.

¿Por qué todos tus procedimientos deben llevar formas tan complejas de dibujar? dijo Herald a Dee mientras trazaba las lineas.

¿Recuérdame por qué eres mi aprendiz? respondió Dee mientras caminaba leyendo un libro en sus manos.

Por mi formidable talento, claro.

Hiciste mal una linea aquí, formidable talentoso.

Un guardia llamó a la puerta, y comunica a Dee que la reina desea verlo lo antes posible.

—Termina eso Herald, ya vuelvo.

Dee colocó el libro sobre su escritorio y siguió al guardia hasta el despacho de la reina.

—Su majestad, —dijo Dee reverenciándose, ¿Qué puedo hacer por usted?

He solicitado tu presencia para pedirte ayuda con algo sumamente importante y urgente. Últimamente he estado con platicas muy de cerca con el rey Felipe de España, las cosas se están complicando en la guerra y cualquier percance desataría una batalla violenta de Francia en nuestra contra, él tiene dominados los países bajos y acaba de ocupar el trono de Portugal. Hace poco…ha venido a mi pidiendo nuestra unión en santo matrimonio.

Mi señora…¿en serio usted? —respondió Dee perplejo—.

—No es por lo que crees, todo se ha tornado muy peligroso y Felipe ostenta un poder enorme a la par de nuestro reino, si no logro encontrar la forma de detenerlo, la corona puede estar en peligro y todas nuestras tierras incluidas. Necesito que diseñes el barco mas efectivo y peligroso que alguna vez se haya visto, cuando tengas el diseño listo, comenzaremos a crear toda una flota con ellos y así poder responder a cualquier plan del rey.

En seguida me pongo a trabajar en eso mi reina.

Agradezco tenerte de mi lado Dee, después de tanto, siempre has estado desde que era una niña. Sé que Felipe estará enfurecido cuando le diga que no seguiré el mandato con el vaticano y la iglesia, mi hermana estaba con él por pura necesidad, y la religión que fundó mi padre permite tener adeptos más fieles a mi, al menos, hizo algo bueno luego de que le cortara la cabeza a mi madre. Puedes retirarte, y de nuevo, gracias.

Estoy para servirle…siempre. —dijo Dee viéndola a los ojos—.

Regresando a la habitación encontró incompleto El Sigilo, y no había nadie dentro, vio por la ventana al jardín y ahí estaba Kelly enseñando técnicas de batalla a Herald con espada.

¡Otra vez incumpliendo tus obligaciones Herald!

¡Calma!— respondió Kelly—, le estoy terminando de enseñar lo último de la defensa en batalla, sé de lo que hablaste con la reina y es necesario que concluya el entrenamiento.

Muy bien Herald, ¡atácame!

Herald se lanzó sobre Kelly y el filo de las espadas sacaba chispas el chocar. Y en un movimiento Herald salió volando hasta el otro lado del jardín.

¿Qué mierda fue eso? —pregunta Herald agarrando bocanadas de aire—.

—Eso, es una invocación, usa tu poder mágico para invocar el sello de un elemento centrándolo en tu mano. El que acabo de usar es el sello Vintus, te permite liberar vientos de tus manos y derribar o aturdir al rival. Las invocaciones de sello las estudiaras del Liber Loagaeth, existen una invocación de sello para cada elemento básico, pero puedes estudiar cómo combinarlas y obtener mejores resultados, claro, con las invocaciones de sello podrás utilizar los elementos para diferentes cosas, no solo para batalla, aun que es super efectivo.

¿Cómo han logrado controlar los elementos?

Los sellos nos fueron revelados por Los Creadores, pero no nos dijeron exactamente cómo usarlos o invocarlos, un día que estábamos descubriendo qué eran, Dee casi quema la habitación con la invocación del sello Lumbrus. Practicarás los cuatro elementos básicos de momento, Lumbrus, Vintus, Geblus y Acuous. Lumbrus para el fuego, Vintus para el aire, Geblus para la tierra y Acuous para los fluidos. Para las combinaciones de sellos debes saber qué es lo que genera la combinación de estos. Por ejemplo, la invocación de los sellos Vintus y Acuous crea hielo, si lo haces lo suficientemente ligero al cambiar Vintus por Geblus rápidamente obtendrás una descarga electrostática. Recuerda cómo trabaja la naturaleza, de qué se generan las cosas, en este momento con los signos para viento y agua acabo de crear una nube, la cual enfrié lo suficiente para crear partículas de hielo, éstas chocan entre ellas creando separación de cargas eléctricas, las positivas, creadas por las nube y el cambio abrupto con la tierra hace sincronizar las negativas, creando así la descarga electrostática.

Suena a que no dormiré esta noche estudiando.

Vamos, terminemos El Sigilo.

Luego de la media noche los eruditos y su aprendiz se preparaban para poder conocer definitivamente los secretos del libro rojo, dentro de El Sigilo, Dee estaba frente al libro, Kelly y Herald sostenían los lentes de obsidiana y la luna estaba completamente clara. Dee comenzó a recitar frases enochianas para comenzar el ritual.

undourundpaundgalmedfamgraphund…

—¿Qué es lo que está pronunciando Dee? —pregunta Herald a Kelly—.

—Esta recitando el encantamiento para el uso de El Sigilo, está en enochiano, el lenguaje celestial de Los Creadores.

galgonmedfamgrafphdrux gisgmedgalmedfam…

—Alabado sean Los Creadores en todos sus misterios.

famvanfam talgonfamgisggraphdongonmedfamgon…

—Y santificados en todos sus trabajos.

famundruxgisggonorgonvehungalmed graphdrux gisgmedgalmedfamvan gisgdonunpaungedmed…

—Éste sello no debe ser observado sin gran reverencia y devoción.

graphfamgisggraph famgraphfamgiggraph famgraphururmeddruxmed galgraphpagraphfamgraphdon…

—Oh, Gran sello de verdad y Misterio.

medpafamgraphdonvanungalmed famgondruxgeddonundrux dongraphvangraphdongraphdruxvehgonun gon galprahvanmedvehgonmeddrux medna geddonundrux famgraphururmed galgraphvan graphdongalungal gon talgonfamgisg graphdongonmed gervangraph urunfamvehmeddondongon graphdruxgisggraphfam galgraph malsmedgalgraphdon gervangraph gisgvan famgontalpamedurgoncephunfam orurvangonundrux graphdrux malsuncephgon undontalmeddruxgonun un gigsdonunvangraphceph galgraphurunfam orvangraphdoncphunfam undruxgedgraphurgon vehunfam gervangraph gisgvan dongraphmalsdongraphfamgraphdruxgigsunfam.

—Que las corrientes de poder que ustedes simbolizan fluyan en paz y armonía a través de las fuerzas que tú representas.

Los candelabros se apagaron y el circulo comenzó a brillar en un color dorado, los poderosos vientos volvieron a golpear dentro de la habitación, Dee con la mano temblorosa logra abrir completamente el libro y todo se torno en calma.

—¡Usen los lentes!

Al momento de que colocaron los lentes frente a sus rostros pudieron observarlas, estaban justo fuera de el círculo, el cosmos se movía entre sus formas, las Entidades se habían hecho presentes. No generaban ningún ruido, y tampoco se observaba algún tipo de movimiento.

—¿Dee, sabes que ocurre? —pregunta Kelly mirando a todas direcciones—.

Antiguamente, este libro fue encontrado en la casa de un obispo islandés, cuando entraron a su casa, todas las paredes estaban cubiertas de su sangre y estaba despedazado, en ese momento nadie sabía que lo había matado, pero hoy deduzco que esto que observamos fue el causante.

¿Qué es? —pregunta Herald seriamente—.

No es algo, son algo, dice aquí en el libro que las Entidades son las responsables de generar el caos del universo, tiene sentido.

¿Sentido con qué?

Ellas son las antónimas de los Creadores, su propósito es mantener armonía de la existencia, los Creadores hacen el orden y las Entidades el desorden, esto mantiene todo funcionando correctamente. Este libro, muestra como controlarlas.

—¿Estas diciendo, que lo que estamos observando es «el mal»?

—Podríamos llamarlo así.

—Si logras concretar los procedimientos detallados en este libro, podrás desencadenar grandes cataclismos. Es por eso que en todo lugar donde este libro estaba e intentaba ser abierto, las Entidades respondían rápidamente y asesinaban a todo aquel ignorante de lo que hacía. El Sigilo ha logrado mantenerlas a raya de nosotros y la bóveda de obsidiana separaba de contactos terrenales, por eso hemos estado a salvo… ¡oh vaya!

—¿Qué pasa?

—El libro menciona el nombre de alguien llamado Enoc, dice que fue la ultima persona que habló enochiano, ademas que el lenguaje fue quitado de los seres vivos cuando querían llegar donde estaban los Creadores…¿te suena a algo?

—La torre de babel…

—Los Creadores enfurecieron quitando la única forma de comunicarse con ellos, cerraron los portales de piedra donde el maná llegaba a la tierra, estos portales servían a los Creadores para ir donde los adoraban en cualquier parte de su creación, y solo podrán ser abiertos hasta que la luna de sangre esté alineada con los titanes y se pose donde el sol calentaba. Si este libro llega a caer en manos equivocadas, toda nuestra realidad, tiempo y espacio pueden ser destruidos.

—¿Hay alguna forma de repeler a las entidades?

—Enoc cuenta que las Entidades fueron encadenadas y descendieron de sus dominios por el camino de Hermón, y los tres vigías de lo celestial las sometieron, estos fueron, el primero de todos, la fuerza de todo y el que todo lo cura.

—Recuerdo que en los escritos antiguos judíos se les atribuía esos significados a Miguel, Gabriel y Rafael.

—Solo ellos tres mantienen y tuercen las cadenas de las Entidades.

—¿Y qué debemos hacer entonces?—preguntó Herald nervioso—.

—Debemos hablar con los Creadores…—respondió Dee cambiando de pagina—.

—¿Podemos usar algo del libro?—pregunta Kelly—

—De momento no podemos jugar con fuerzas que no conocemos, esperemos que las bóveda pueda mantenernos a salvo aún, aunque no será por mucho tiempo…—dijo Dee cerrando el libro—.

Al cerrarlo todo volvió a la normalidad, Dee puso el libro dentro de la bóveda de obsidiana y puso grabado en ella El Sigilo. Esta experiencia había preocupado de sobremanera a los eruditos, y por supuesto, al aprendiz.


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