INTRODUCCIÓN
Crowe…
“porque el miedo no debería ganarte… pero ahora, eres más miedo que persona.”
Agosto…
Cuando la lluvia hace su escarpada aparición, los niños salen a jugar, mientras la lozana brisa provoca escalofríos en sus parvos cuerpos, ya empapados por la diáfana lluvia.
Seria escaso aquel párvulo, que prefiriese quedarse impasible ante la sustanciosa idea de un escaso momento para jugar.
Pero existía, en las penumbras de aquella calle, se encontraba aquel infante que no tenía la preciada opción de disfrutar.
Gehenna Crowe, pequeño amante de la resbaladiza lluvia que hacia recorrido en sus cristalinas ventas, cuales se pintaban de a poco de un espeso blanco, apoderándose del mismo lugar en el que se instalaba, cual nieve que “ ella” le relataba existía en algún otro punto del mismo continente.
Quizá tan solo meses atrás el estaría riendo ingenuamente con sus amigos, mientras la lluvia se apropiaba de cualquier extremidad, como de aquellos que se encontraban bajo las grandes gotas, pero no era así, y quizá no podría volver a ser. Porque “ella” lo era todo, y fuese cual fuera su intento de escapar seria y caería en el rotundo fracaso.
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