Una canción bella para ir escuchando con la historia. La recomiendo:
Esto, esto es para los incomprendidos. Yo que los conozco bien.
Sé que han amado tanto… sé que han amado como nadie quizás en este mundo, han sentido en su cuerpo con suma certeza al invierno, a la primavera… a los veranos y al triste otoño. Han sentido muchas cosas. Tantas que son indescriptibles, son inenarrables. A veces han amado y para su bien han sido amados también… pero aún así, sigue la eterna y triste pregunta… “¿seré amado para siempre?” Y así, aunque dejan de ser amados. Son castigados por haber sido inhumanos. Porque yo pregunto, con toda sinceridad… ¿qué humano normal se enamora tanto? Son tan incomprendidos después de todo…
También sé que han llorado, han perdido, han ganado… pero al final es lo mismo, ellos sollozan… sollozan porque la vida sube y baja sin cesar, constantemente, navegan por las aguas sin querer parar y cuando la marea les golpea en la cara, sucumben… asustados… aterrados… los incomprendidos gimotean, gritan, lloriquean… imploran por auxilio, pero el mundo es desalmado. El mundo no acepta llamadas, el mundo te dice que te salves por ti mismo. Quizás es lo correcto. Pero entonces el mismo Dios los abandona… y una vez más, son los incomprendidos.
Podría estar toda mi vida narrando esta historia. He narrado la tuya. Si después de todo, todos hemos sido alguna vez sólo unos incomprendidos… nos hemos sentido solos, ajenos al mundo, especiales, único, inigualables. La gente vacía dirá que todos somos iguales. La gente real te dirá que iguales todos no podemos ser. He ahí la diferencia.
Yo sé que han llorado, han llorado tanto que se han ahogado. Han amado y tanto han amado que ya el tiempo no existe en sus corazones… no hay años, sólo una dirección… la eternidad. El amor eterno. Tan pero tan difícil de encontrar.
Oh, ¿y cómo expresarlo…? Me enamoro a diario de la idea de un incomprendido.
Castigado por la vida. Aún en pie, esperando… amando… deseando… siendo corrompido, siendo vaciado y luego llenado por sí mismo una y otra vez, de nuevo… siendo espantado… alejado… es que lo digo enserio, la belleza de los incomprendidos no radica en la incomprensión en sí misma, radica en lo mucho que son aplastados y en lo mucho que se esfuerzan por volver a surgir.
La vida no los ama. Y eso es lo que la gente no entiende, de verdad que no los comprenden.
OPINIONES Y COMENTARIOS