EDUCACIÓN EN VALORES

Autor: Luis Ernesto Parra Nava

Colaboradores: Lcdo. en Educación Víctor Diego Parra Nava y TSU en Psicopedagogía Wenneipher Melissa Duazka Parra Godoy.






PROLOGO

El presente trabajo surge como consecuencia de la amalgama de tres sentimientos: preocupación, dolor y amor.

Siento una inmensa preocupación por el bienestar de mi patria Venezuela, por el amor a mi familia, a los seres que amo, a todos y todas los niños y niñas, púber, jóvenes y adultos (mis estudiantes) que han sido atendidos por mi como maestro de artes marciales (practica de SIVADSistema Venezolano de Autodefensa-) (sistema creado por mí en el año 1999), en el Aula integrada, en educación inicial, educación básica, secundaria y universitaria, o en jornadas de formación especializadas; por amor patriótico y en líneas generales por amor a la humanidad.

Me considero un ateo, materialista, cristiano, socialista marxista leninista, bolivariano, guevarista y chavista, y no existe contradicción alguna en esta afirmación. Como tal veo con muchísima preocupación el deterioro de la sociedad venezolana, la cual es consecuencia de diversas influencias negativas. Veo con muchísima preocupación la corrupción galopante que no solo involucra a entes públicos del estado, sino también las instituciones privadas y las personas. Otro motivo de gran preocupación es observar cómo se consolidan y con mucha fuerza e incluso con capacidad beligerante grupos de delincuencia organiza, grupos paramilitares de derecha, grupos de delincuencia organizada con conexiones con grupos paramilitares colombianos, que tienen agentes dentro de los cuerpos policiales, de seguridad y militares, así como en diversas instituciones públicas y privadas por medio de infiltración o cooptación. Veo con mucha preocupación y dolor, como niños, niñas, púber, a quienes atendí en el Aula integrada o en otras clases, dejaron atrás la candidez, la bondad, incluso hasta la ingenuidad que les caracterizaba, para convertirse en delincuentes, como es el caso de un par de hermanos a quienes les di clases en bachillerato. Dos jóvenes bonachones, que profesaban la religión cristiana evangélica, compañeros de estudio de mis hijos, que visitaban mi casa y que aún hoy son amigos de mis hijos y a quienes les tengo cariño; y que ahora forman parte de una organización delictiva organizada que se encarga de robar materiales estratégicos de la patria y trasportarlos hasta la Republica de Colombia. Me duele saber de la muerte trágica (asesinato) de un joven a quien atendí en Aula integrada hace muchos años atrás, por quien tenía un profundo sentimiento de afecto, al igual que a sus hermanos, hermanas y sus padres. Con dolor veo como se prostituyen jovencitas o lían con sujetos delincuentes, solo para recibir de ellos las migajas que estos les ofrecen, placeres mundanos y objetos materiales. Me duele ver como se ha perdido la caballerosidad, el amor al prójimo. Me duele ver como mujeres embarazadas, mujeres con niños pequeños en sus brazos, ancianos, personas enfermas, sufren y deben permanecer de pie en un autobús atestado de gente, porque no hay nadie (hombre o mujer sanos) que le ofrezca su asiento. Al parecer hemos perdido la capacidad de ver al prójimo como otro ser humano, como nuestro hermano o hermana. La máxima cristiana de amar al prójimo como a nosotros mismos, parece no aplicable actualmente. Me duele saber que jóvenes estudiantes próximos a graduarse de bachilleres quieren ingresar a la escuela de formación de Guardias Nacionales o a la Policía Nacional, no para servir a la patria, sino para hacerse ricos en pocos años y tener muchos objetos materiales. Jóvenes que quieren ingresar al CICPC, no para cumplir con su deber como funcionarios al servicio de la justicia, sino para poder acceder a armamento y poder asesinar con impunidad.

Me duele ver como la mayoría de nuestros efectivos militares de la Guardia Nacional calificada como Bolivariana han perdido su objetivo y sentido de ser, a cambio del dinero u objetos materiales que pueden obtener en sus procedimientos. El dinero parece ser lo único que vale, sin importar de donde y como lo obtenemos. Los comerciantes y vendedores no ven a las personas como sus hermanos, sino como sujetos impersonales a quienes solo se les debe sacar la mayor cantidad de dinero posible. En líneas generales, mecánicos, electricistas, técnicos en reparación de teléfonos celulares, computadoras, televisores, plomeros, albañiles y otros más, pareciera querer en un día todo el dinero que cualquiera otra persona tarda en obtener en uno, dos, tres o más meses. A veces da la impresión que quieren tu dinero a cambio de nada u ofreciendo solo un mínimo de su trabajo profesional o esfuerzo. Algo parecido ocurre con médicos, abogados y otros profesionales. Los valores morales tan importantes para que una sociedad permanezca sana parecen no tener ninguna importancia; nos hemos deshumanizado, las personas ya no importan, solo vale, solo importa el “cochino” dinero.

Conseguir dinero fácil, sin importar como ni de donde, el robo, el peculado, la especulación, la hipocresía, la mentira, la traición, la infidelidad, el juego sucio, calumniar, vilipendiar, el egoísmo, la falta de solidaridad, la no laboriosidad, la prostitución, vivir como parásito a expensas de otros u otra, el abuso de la confianza, el abuso de poder, la violencia, la tortura, el asesinato, el antipatriotismo; es lo que parece estar “de moda”.

No quiero que mis hijos y nietos reproduzcan estas conductas, tampoco quiero que sean víctimas de funcionarios policiales y efectivos militares que se han desviado de su razón de ser y han perdido su objetivo esencial. Tampoco quiero que sean víctimas de la delincuencia, estafadores, timadores(as), usureros, acaparadores, especuladores(as), falsos profetas o falsos pastores, hipócritas que aparentan estima o amor mientras socaban las raíces de tu esencia y te hacen daño. Me niego a aceptar esto y permanecer inerme, me rehúso a que esto continúe y permanecer como si nada ocurriera. No es lo que quiero para mis hijos, para mis nietos, para otras personas que amo; no es lo que quiero para mi patria.

Como maestro, como abogado, como revolucionario y como persona, mi deber es hacer algo para voltear esta realidad que vivimos o por lo menos intentar y tratar de contrarrestar el imperio de los antivalores que nos dominan. Mi consciencia, la preocupación, el dolor y el amor, así me lo indican. No puedo quedarme tranquilo y ver como mi gente, mi patria, se hunde en un mar de males. Esta es por ahora mi humilde contribución. Con este trabajo, su publicación y su presentación por diversos medios y redes, dictando charlas, talleres, entre mis colegas, estudiantes y comunidad en general, pretendo llegar a su conciencia, tocar su corazón y llegar a sus almas, para alertarles del grave peligro que corremos si no visualizamos el panorama de deshumanización presente y convencerles que debemos hacer algo, pudiendo empezar por educar, por formar en valores.

“El problema de la humanización, a pesar de haber sido siempre, desde un punto de vista axiológico, su problema central, asume hoy el carácter de preocupación ineludible (…) Humanización y deshumanización, dentro de la historia, en un contexto real, concreto, objetivo, son posibilidades de los hombres como seres inconclusos y conscientes de su inconclusión (…) La violencia de los opresores deshumanizándolos también no instaura otra vocación, aquella de ser menos. Como distorsión del ser más, el ser menos conduce a los oprimidos, tarde o temprano, a luchar contra quien los minimizo (…) Ahí radica la gran tarea humanista e histórica de los oprimidos: ¿liberarse a sí mismos y liberar a los opresores (…) Quien mejor que los oprimidos se encontrara preparado para entender el significado terrible de una sociedad opresora? ¿Quién sentirá mejor que ellos los efectos de la opresión? ¿Quién más que ellos para ir comprendiendo la necesidad de la liberación? Liberación a la que no llegaran por casualidad sino por la praxis de su búsqueda; por el conocimiento y reconocimiento de la necesidad de luchar por ella. Lucha que, por la finalidad que le darán los oprimidos, será un acto de amor, con el cual se opondrán al desamor(…) Es preciso convencerse de que el convencimiento de los oprimidos sobre el deber de luchar por su liberación no es una donación hecha por el liderazgo revolucionario sino resultado de su concienciación (…) No existe otro camino sino el de la práctica de una pedagogía liberadora, en que el liderazgo revolucionario, en vez de sobreponerse a los oprimidos y continuar manteniéndolos en el estado de “cosas”, establece con ellos una relación permanentemente dialógica (…) Educadores y educandos, liderazgo y masas, cointencionados hacia la realidad, se encuentran en una tarea en que ambos son sujetos en el acto, no solo de descubrirla y así conocerla críticamente, sino también en el acto de recrear este conocimiento. Al alcanzar este conocimiento de la realidad, a través de la acción y reflexión en común, se descubren siendo sus verdaderos creadores y recreadores. De este modo, la presencia de los oprimidos en la búsqueda de su liberación, más que seudoparticipación, es lo que debe realmente ser: compromiso.”1

Estamos perdiendo el sentido de humanidad (incluso hasta en muchas comunidades indígenas está ocurriendo esto) y es necesario hacerles ver a todos que debemos portarnos como humanos si queremos perpetuar la especie sobre la tierra. Perder el sentido de humanidad es colocarnos en el mismo plano del resto de las especies animales. La historia ha demostrado que las sociedades que se deshumanizan, terminan fracturadas con violencia y muerte.

Desde que el hombre es hombre, siempre ha deseado el valor y ha rechazado el antivalor o contravalor. En la prehistoria, cuando el hombre buscaba alimento, se refugiaba de la lluvia, cubría su cuerpo o se preparaba para la pelea, deseaba o rechazaba cosas, personas o situaciones. El valor y el antivalor eran ya algo esencial, inherente a su misma vida.

Debemos rescatar los valores para lograr la consciencia humanitaria. Debemos seguir el ejemplo de Jesús Cristo, Mahoma, Buda, el pensamiento ético y social de nuestro Libertador Simón Bolívar y el comandante Chávez.

En la vida, cada cual adopta una filosofía; esta puede estar motivada por el tiempo filosofía y el medio en que vive, por los roles que le corresponde desempeñar; una cosa es filosofar y otra es ser filósofo, Bolívar adopto una filosofía ante la vida que ha quedado plasmada en sus documentos, donde se reflejan aspectos peculiares de las relaciones entre el hombre y la realidad.

“En forma de conceptos éticos del bien y el mal, justicia e injusticia, de deber, responsabilidad, patriotismo, internacionalismo, solidaridad, consagración, etc., reflejo las relaciones morales y valoro las acciones, comportamientos, punto de vistas, sentido de la vida del individuo y los grupos humanos en su sociedad.”2

La ética también en Bolívar nos lleva a “…crear lo bello, a realizar lo sublime y lo heroico, a luchar contra lo injusto, lo vil. La ética constituye la base del papel educador, ideológico-transformador en la vida de la sociedad y guarda estrecha relación con la estética.”3

Para Bolívar “El aspecto moral y la educación ciudadana son para el de alta prioridad y una preocupación constante en el sostenimiento de la causa liberadora y del individuo mismo.”4

En carta dirigida al Dr. José María Castilla Rada, de fecha 6 de enero de 1829, el Libertador manifiesta lo siguiente: (…) la destrucción de la moral pública, causa bien pronto la disolución del Estado.

(…) la moral pública es la moral del grupo, de la comunidad del país. Todo sistema tiene su sistema de moral. Es el código que rige la conducta de una nación. El de nosotros fue estructurado al estilo occidental, el cual fue estructurado con elementos judaicos, griegos y romanos. Este sistema ordena amar a Dios y al prójimo como a sí mismo. Ordena honrar a los padres, respetar y obedecer a las autoridades, respetar la persona humana y sus derechos, no levantar falsos testimonios (…)

“El amor a la patria, el amor a las leyes, el amor a los magistrados son las nobles pasiones que deben absorber exclusivamente el alma de un republicano.”5

En octubre de 1823 en carta enviada al general Francisco de Paula Santander destacaba lo siguiente: “en moral como en política hay reglas que no se deben traspasar, pues su violación suele costar caro”

Antonio Maceo, prócer de la independencia de Cuba fue un hombre que no tuvo estudios universitarios, pero realizo múltiples acciones heroicas, estaba cargado de sabiduría y manejaba los valores morales, que lo llevaron a manifestar estas palabras: “Amo a todas las cosas y a todos los hombres porque miro más la esencia que los accidentes de la vida; y por eso tengo sobre el interés de raza, cualquiera que ella sea, el interés de la humanidad, que es en resumen el bien que deseo para mi patria querida. La conformidad de la obra con el pensamiento he ahí la base de mi conducta, la norma de mi pensamiento, el cumplimiento de mi deber. No odio a nadie ni a nada, pero amo sobre todo la rectitud de los principios racionales de la vida.”6

Como puede observarse en las palabras de nuestro Libertador y del prócer cubano Maceo, la presencia de los valores morales, la ética y el manejo de los principios, es de esencial ejercicio si pretendemos comportarnos a la altura adecuada como seres humanos y para el engrandecimiento de la patria.

También en la biblia conseguimos muchísimos ejemplos de moral, ética, humanidad, amor al prójimo. Todos estos ejemplos fueron dados por Jesús Cristo.

“Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado al fuego. Así que por sus frutos los conoceréis.” Mateo 7.16 al 20

“El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.” Mateo 12.35

“El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.” Romanos 12.9

“Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.” Romanos 12.10

“Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.” Romanos 12.18

“Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que, impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra.” Romanos 13.7

“No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.” Romanos 13.8

“Porque: No adulteraras, no mataras, no hurtaras, no dirás falso testimonio, no codiciaras, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amaras a tu prójimo como a ti mismo.” Romanos 13. 9

“Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia.” Romanos 13. 13

Basta del comportamiento egoísta y pretender manejar nuestras vidas tomando para nosotros siempre lo ancho del embudo y dejar lo angosto para los demás. Demostremos nuestra condición diferenciada con el resto de los animales. Mostrémonos como humanos. Si queremos ser considerados como humanos, debemos portarnos como tal.

Emulemos el ejemplo de vida de Jesús, de Bolívar, de Simón Rodríguez. Utilicemos todos los medios, las estrategias para construir una sociedad que maneje los valores humanos, la ética y los buenos principios. La educación es uno de los mecanismos para ello. Preparemos la tierra y sembremos en ella la buena semilla para obtener buenos frutos, tal y como lo expreso Cristo Jesús en la parábola del sembrador.

Estamos en un momento histórico que nos obliga a profundizar la educación y la formación en valores y corresponde a la escuela un papel especial para ello. La educación debe tener como fin la formación «del hombre» y la cultura en su interrelación dialéctica. Debe ser integral, para lograr que el hombre sea un ser pensante, que sienta, que valore, que cree, haga y, sobre todo, ame.

El hombre al nacer no es sujeto moral. Nos convertimos en tales a lo largo de nuestra vida, y siempre que se den determinadas condiciones biológicas, psicológicas y socioculturales.

Porque antes de estar en condiciones de saber lo que hacemos y de hacer lo que queremos, antes de poder ser hechos responsables de nuestras acciones y omisiones, tenemos que haber desarrollado capacidades cognitivas, emocionales y sociales que nos pongan en condiciones de poder actuar moralmente. Es por ello que la intervención de la escuela resulta de vital importancia. Debemos hacer de nuestros niños y niñas árboles que produzcan buenos frutos.

La educación debe preparar al hombre para la vida y el trabajo, brindándole el adecuado equilibrio en la formación científico-técnica; también para su desarrollo espiritual, favoreciendo el desarrollo del respeto y defensa del hombre mismo (de la humanidad), de su entorno físico y con sentido de equilibrio ecológico. Debe concebirse como elemento liberador y para el desarrollo de la conciencia crítica, para convertirlo en protagonista de su momento histórico con un gran sentido de la solidaridad humana.

“(…) los hombres son seres de la praxis. Son seres del quehacer, y por ello diferentes de los animales, seres del mero hacer. Los animales no “admiran” el mundo. Están inmersos en él. Por el contrario, los hombres como seres del quehacer “emergen” del mundo y objetivándolo pueden conocerlo y transformarlo con su trabajo.”7

«…la salud de una república depende de la moral que por educación adquieren los ciudadanos en su infancia.» Simón Bolívar.

Para que la humanidad sea más humana, el hombre debe redescubrirse a sí mismo, saber que piensa y que siente como ser humano. Solo de esta forma podrá defender su derecho a mantener su dignidad inmaculada. Lamentablemente «los poderosos» y las transnacionales, han trastocado nuestra forma, transformándonos, creando anomia y muchas veces disociándonos psicóticamente y volviéndonos inhumanos. Es deber de las ciencias sociales, especialmente la pedagogía, rescatar al hombre para devolverle su verdadera dimensión, su justo rol como protagonista de su propia historia. Las ciencias sociales deben trabajar unidas para construir un nuevo hombre», «el ser humano.» Deben enseñarnos a pensar y a sentir como humanos; a cultivar la inteligencia, pero también a escuchar al corazón y amar al prójimo como a nosotros mismos.

Nos han alienado y nos atacan por el estómago e impidiendo acceder a los productos de primera necesidad mediante técnicas especulativas e imponiendo un dólar paralelo (dólar negro), para dañar nuestra economía y de esta forma hacernos reaccionar de forma primitiva y animal y no como humanos, tocándonos en las necesidades básicas y vitales establecidas en la pirámide de Maslow; el fin de todo esto es mantenernos desunidos, neuróticos o disociados para poder seguir dominándonos y buscar el enfrentamiento entre pueblo contra gobierno, y pueblo contra pueblo. Dividir para oprimir.

“Esta es otra dimensión fundamental de la teoría de la acción opresora, tan antigua como la opresión misma. En la medida que las minorías, sometiendo a su dominio a las mayorías, las oprimen; las dividen y mantenerlas divididas son condiciones indispensables para la continuidad de su poder. No pueden darse el lujo de aceptar la unificación de las masas populares, la cual significaría, indiscutiblemente, una amenaza seria para su hegemonía.

De ahí que toda acción que pueda, aunque débilmente, proporcionar a las clases oprimidas el despertar para su unificación es frenada inmediatamente por los opresores a través de métodos que incluso pueden llegar a ser físicamente violentes.”8 Violencia enmascarada como la que hoy sufrimos en Venezuela.

La moderna sociedad venezolana, caracterizada por el pragmatismo, el uso masivo de los medios de comunicación, redes sociales y el desarrollo vertiginoso de la tecnología, exige cada día mayor creatividad, más competencia e innovación, pero, sobre todo, nos plantea todos y a la educación una seria exigencia de humanizarla en todos sus contextos. Estamos en la era postmoderna, caracterizada por una sociedad cuyo interés fundamental es el consumir y el vivir el momento presente sin detenerse en los medios que se utilizan para lograr los fines personales los cuales, la mayoría de las veces, son contrarios al bien común.La época actual, reclama que todo el sistema de influencias educativas, en las que ocupa un lugar fundamental, la escuela, la familia y la comunidad trabajen cohesionadamente, de forma de no transmitir mecánicamente a niños, niñas, “adolescentes” y jóvenes las tradiciones culturales, políticas, combativas, laborales. Es vital, educar a las nuevas generaciones poniéndoles en situación que les permita realizar un trabajo intenso y creativo, ya que solo mediante su experiencia y práctica en la vida social, es que lograran desarrollarse y formarse como hombres y mujeres capaces de mantener lo conquistado hasta ahora, ser mejores cada día y actuar correctamente en su vida cotidiana.

Los conocimientos, actitudes y valores se adquieren y se forman como resultado de la realidad en cada sujeto vive y del desarrollo histórico social alcanzado en una época determinada, es por ello la urgencia de intervenir desde la escuela venezolana para tratar de corregir la perdida y desviación de la moralidad y los valores en nuestra sociedad, que ha sido trastocada por diversas influencias.

La educación y la moral deben ser la prioridad nacional en los actuales momentos. Para ello, la sociedad como un todo debe ser una escuela. En relación con esto, considerando que independientemente de la crisis social y económica inducida por la aplicación de estrategias de guerra no convencional y de IV generación, nuestra mayor crisis es moral, cultural, -así lo creo-, de tal manera que es absolutamente necesario pensar en el desarrollo del arte y la cultura. Se debe construir una nueva cultura, es decir, se debe construir una nueva vida moral y ética.

Debemos buscar la redención humana en el reino de este mundo, no más allá, con el apoyo de la ciencia y la conciencia.

La tarea del magisterio y de todo revolucionario debe consistir en impedir que la generación actual, dislocada por sus conflictos, se pervierta y pervierta a las nuevas.

Citando lo dicho por el entonces Segundo Secretario del Partido Comunista de Cuba Raúl Castro en la inauguración de la Sociedad Educación Patriótica Militar (SEPMI) en 1980:

“Cada generación necesita de sus propias motivaciones y de sus propios valores, nadie será hoy revolucionario, solo porque le narremos las penurias de sus padres y abuelos, por importante y útil que sea esta labor”.

O las palabras del entonces Presidente de la República, Comandante Hugo Chávez, en el Acto de Juramentación del Consejo Presidencial Moral y Luces (25 de enero de 2007):

“”Moral y Luces” en todos los espacios, en todos los lugares y en todos los momentos. Tomando como inspiración el más profundo pensamiento de Simón Bolívar y de Simón Rodríguez, que eran hombres de pensamiento socialista, como también lo era Cristo, solo que el termino socialista comenzó a utilizarse; especialmente aquí en América, después de la mitad del siglo XIX. Cuando Bolívar murió esa palabra no se usaba aquí, ya se usaba en la Europa, el socialismo utópico. Pero ya Simón Rodríguez, que vivió un poco más, si utilizo el término y lo desarrollo un poco más. Inspirándonos en ese profundo pensar socialista y de muchos otros pensadores, maestros en el saber del pueblo venezolano, en ese saber innato, ancestral de nuestros aborígenes es que he propuesto que lancemos esta gran campaña. El 2007, será el año de la educación,” Moral y Luces” en todos los lugares, en todos los espacios, en todos los momentos. Pido que todos nos sumemos a esta gran campaña como tercer motor para darle combustible de alto octanaje a la Revolución.

No habrá revolución sin ideología revolucionaria, no habrá socialismo sin una conciencia socialista, comunitaria, social] que nos ayude a] sanear el país.”9

Debemos hacer vivir en nuestros educandos la experiencia de la praxis moral y de los valores.

Analizando la situación actual, se hace evidente que es necesario reforzar el trabajo educativo, donde la escuela, el docente, la familia y la comunidad juegan un papel esencial. Los valores contribuyen a que una persona, una institución o una sociedad establezcan sus rumbos, metas y fines. Estos constituyen la guía general para el desarrollo de nuestra conducta que se deriva de la experiencia y le da sentido a la vida, propicia su calidad, de tal manera que está en relación con la realización de la persona y fomenta el bien de la comunidad y la sociedad en su conjunto.

Contamos con un caudal de valores formados a lo largo de nuestra historia, presentes en el pensamiento y las tradiciones de nuestro pueblo, también por efectos de la aplicación de políticas revolucionarias asumidas por el Comandante Chávez, basadas en principios éticos socialistas, que son fortaleza para continuar en el camino de formación para las nuevas generaciones.

Surge entonces el problema de determinar el ideal de “hombre” y los valores que lo caracterizan como parte de nuestro proyecto revolucionario y para dar respuesta a la realidad que percibimos, el que debe reunir las cualidades esenciales para actuar en la sociedad que aspiramos formar. De allí la necesidad de pensar en un “hombre” concreto, que sea mejor que el que tenemos hoy y pueda resolver los problemas sociales a que nos enfrentamos. En nuestro caso, requerimos construir un “hombre” humano y republicano.

Debemos desarrollar la educación en valores desde los primeros grados aplicando las adecuaciones necesarias a que obliga el desarrollo del niño. Cuando el estudiante comienza a realizar estudios de secundaria y profesionales, deberán efectuarse algunas otras adecuaciones y agregarle aquellas cualidades especiales que caracterizan su profesión.

“Estos tiempos no son para acostarse con el pañuelo en la cabeza, sino con las armas en la almohada, como los varones de Juan de Castellanos: las armas del juicio, que vencen a las otras. Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra. “José Martí. –

“Todos los días hay que luchar porque ese amor a la humanidad viviente se transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo, de movilización.” Ernesto “Che” Guevara. –

Por todo lo expuesto, he aquí mi humilde contribución.

ENTRANDO EN EL ASUNTO

En el año 2005, encontrándome como docente especial a cargo del Aula Integrada en una escuela bolivariana, tuve la ocasión de ver como un niño cursante del segundo grado, pidió pago de rescate en dinero por un cuaderno que dejo abandonado otro niño de otro salón. El niño que encontró el cuaderno, repitió la conducta muy frecuente observada durante los últimos años entre delincuentes, de solicitar rescate por automóviles, motocicletas, teléfonos celulares y otros objetos robados; es decir, el niño imito la conducta de personas que tienen esta forma de actuar y que probablemente formaban parte o eran allegados a su entorno familiar o social.

Posteriormente, en el año 2006, desempeñándome como coordinador del Programa de Alimentación Escolar (PAE), en el mismo plantel al cual ya hice referencia, tuve la necesidad de efectuar un llamado de atención y a la reflexión de una colea maestra, quien, a la hora de almorzar junto a sus educandos, colocaba una botella de una bebida gaseosa (refresco) de cola negra para beber y acompañar la comida, mientras sus educandos tomaban jugo natural. Para la dirección del plantel y para mí, era muy importante que el personal docente desayunara y almorzara exactamente lo mismo que los educandos como una forma de dar ejemplo de alimentación sana y de aceptación de los alimentos preparados en el plantel por nuestras madres procesadoras de alimentos; ejemplo que a todas luces se iba a tierra, debido a las implicaciones que representaba la presencia de aquella botella de refresco y que la maestra prefiriera tomar esta bebida en lugar del jugo natural.

Hace 10 años se hizo una encuesta en todos los liceos del municipio Dr. Jesús Enrique Lossada del estado Zulia, ordenada por el Colectivo Educativo de este municipio (antes Jefatura Escolar), con el objeto de determinar las preferencias de estudio de los estudiantes cursantes del quinto año de bachillerato, próximos a graduarse. La encuesta arrojo un resultado sumamente interesante. Aproximadamente el 70 % de la población estudiantil de varones por graduarse, indicaron que no optarían por estudios universitarios, sino por el ingreso a la Escuela de Formación de Guardias Nacionales; otros por la policía y unos menos dentro de este porcentaje el CICP.

Por supuesto, este resultado llamo la atención de todo el personal que laborábamos en ese despacho, de tal manera que se procedió a indagar las razones que motivaban esta preferencia; el resultado de esa indagatoria resulto ser mucho más interesante que el anterior, pero también preocupante. La mayoría de los jóvenes que optaron por la Guardia Nacional, manifestaron que deseaban ser Guardias Nacionales para tener poder y autoridad, así como conseguir dinero fácil y comprar una camioneta. En verdad fue muy alarmante escuchar de boca de nuestros estudiantes próximos a obtener el título de bachiller, las razones de su preferencia. Estos resultados demuestran el grado deterioro de nuestra sociedad y la carencia de los valores morales, éticos y patrióticos. De igual forma constituye un aviso para las escuelas de formación Guardias Nacionales y cuerpos de seguridad del estado, los cuales deben evaluar los formatos de ingreso y aplicar los “filtros” adecuados para el ingreso del personal idóneo para la Defensa de la patria, para la defensa del estado de derecho, nuestro sistema legal y nuestra seguridad. Este resultado, también sirve para encender las alarmas a las autoridades educativas, indicándonos que debemos continuar investigando acerca de esta problemática y tomar acciones para contrarrestarla.

Como habrán podido observar en estos tres ejemplos, en ellos se aprecia la pérdida o sustitución de valores por otros. En el caso del niño, podemos observar como este sustituye los valores de compañerismo, solidaridad, entre otros, por el valor material del dinero. En el segundo ejemplo, podemos observar como la conducta de esta docente era totalmente inconsciente y no congruente con su rol como educadora, considerando que, según diversos estudios realizados, para los niños y niñas de educación inicial y educación básica, la figura del maestro o maestra es primordial y es repetida o imitada por sus educandos. El comportamiento expuesto por esta docente evidentemente echaba por tierra valores que debía exponer a sus educandos, cambiándolos por una conducta egocéntrica con la cual solo pretendía satisfacer sus gustos personales. En el tercer ejemplo descrito, observamos como los estudiantes próximos a graduarse de bachilleres, optan por la vía fácil para la obtención de dinero y bienes materiales amparados en un uniforme de una institución militar que tiene como objetivo preservar la seguridad en fronteras y la seguridad interna de la patria, resguardar sus recursos naturales y materiales estratégicos.

Estos son solo tres ejemplos de la forma como en los últimos años la sociedad venezolana en general y nosotros como individuos, como ciudadanos, hemos venido perdiendo valores positivos o cambiándolos por otros valores negativos, contravalores o antivalores, lo cual indica la urgencia de efectuar un cambio dentro del proceso educativo para enfocarnos en educar, en formar en valores, conjuntamente con todo lo demás que el hecho educativo implica. Para ello, deben considerarse los siguientes aspectos:

– Regulación nacional a través del Poder Moral y ciudadano, basándose en principios morales y éticos socialistas, de necesidad y urgencia nacional, conocimientos pedagógicos, científicos, psicopedagógicos, culturales.

– Recursos suficientes y adecuada distribución.

– Elevada calificación y categorización del magisterio. (Artículo 104 de la CRBV)

– Preocupación constante por perfeccionar el sistema educativo.

– Apoyo sistemático mediante una campaña publicitaria en valores realizada en todos los medios de comunicación y redes sociales.

Hemos fallado, no solo los docentes, el estado en líneas generales ha fallado, la sociedad ha fallado. Que lamentable resulta que dos jóvenes que hasta el momento de graduarse de bachilleres profesaban la religión evangélica, siendo unos buenos chicos, hayan sucumbido ante la presión de grupos negativos de su entorno y optaran por el camino de la vida fácil, incursionando en el robo como mecanismo para la obtención de bienes materiales y la realización de actos mundanos; ¿no pudieron hacer nada sus padres? ¿No sirvió para nada las alternativas ofrecidas por las universidades? ¿Tampoco sirvió para nada su religión y el ejemplo de su iglesia? ¿Qué paso con estos dos jóvenes citados con anterioridad en el prólogo? Sera acaso que no tuvieron oportunidad para ingresar a una universidad? ¿Será que su iglesia y su pastor no supieron interpretar las necesidades de estos jóvenes? ¿Será que la comunidad en general no ayudo en nada a mantener a estos chicos dentro del bando de los buenos? ¿Será que nosotros los docentes, tampoco supimos interpretar sus necesidades y no les ayudamos?

“(…) en 1997, una encuesta de la UNESCO, realizada simultáneamente en Europa, África, Asia y América latina, revelo que nueve de cada diez niños se identificaban con esta musculosa y violenta encarnación de Arnold Scwarzenegger.”10

“En esta civilización, donde las cosas importan cada más y las personas cada vez menos los fines han sido secuestrados por los medios: las cosas te compran, el automóvil te maneja, la computadora te programa, la TV te ve.” 11

Decía Eduardo Galeano en La contraescuela. Traición y Promesa de Fin del Milenio: “(…) Un mundo sin alma, desalmado, que practica la superstición de las máquinas y la idolatría de las armas: un mundo al revés, con la izquierda a la derecha, el ombligo en la cabeza y la cabeza en los pies. (…) Quizás el más certero símbolo de la época sea la bomba de neutrones, que respeta las cosas y achicharra a los seres vivos. ”12

La situación actual nos obliga a realizar un análisis crítico de nuestra practica educativa a nivel de toda la sociedad que revele los problemas de diversa índole que van teniendo hoy un carácter acumulativo y manifestaciones diversas en diferentes momentos y contextos, que en un futuro más o menos cercano, pudieran tornarse más complejas en un plano cuantitativo también.

El objetivo esencial del proceso educativo es la formación de la personalidad de las generaciones más jóvenes de ciudadanos en correspondencia con los modelos vigentes en una sociedad dada. Con este fin se organiza un sistema de influencias educativas con las que interaccionan los sujetos de la educación. Ello presupone la participación activa de los educandos en este proceso, así como la coincidencia entre los objetivos educativos y las aspiraciones personales de estos. (Educación secundaria)

Para la aplicación de un programa de educación en valores, es conveniente considerar lo relacionado a la zona de desarrollo actual (ZDA), expuesta por L. S. Vigotsky y la zona de desarrollo próximo (ZDP). Sabiendo los niveles de desarrollo actual de los educandos, podemos establecer lo que esperamos para su zona de desarrollo próximo. La enseñanza va delante del desarrollo, conduciéndolo y creando nuevas posibilidades de desarrollo posterior. Esto lo podemos determinar mediante la caracterización psicopedagógica, también mediante la aplicación de otros instrumentos de evaluación.

Hasta ahora se han puesto de manifiesto los siguientes aspectos que son los que causan la problemática denunciada:

“Restructuración individual de normas y valores a veces con gran desgaste ético para diferentes sectores de la sociedad.

Deterioro en el cumplimiento de reglamentaciones y normas de convivencia. Insuficiente desarrollo de hábitos de cultura social como consecuencia de la falta de exigencia y sistemacidad.

No respeto a la autoridad de padres, maestros y otros funcionarios sociales.

Comunicación irrespetuosa. Vocabulario inadecuado y lenguaje chabacano.

Pobre desarrollo del grupo escolar en función de la tarea educativa, lo que no les permite interactuar entre ellos para mantener normas de trabajo estable. Las relaciones afectivas superficiales no mediatizadas por la actividad de estudio, unido a la forma de organización de la actividad docente, generalmente frontal, reflejan la influencia limitada de la educación y la enseñanza en la educación del grupo.

Falso concepto de compañerismo en las relaciones entre los jóvenes, manifestado en la ausencia de enfrentamiento ante manifestaciones de deshonestidad y ausencia de valoración crítica, entre otras, durante diferentes actividades realizadas.

Dificultades en la significación social del trabajo para niños, adolescentes, jóvenes y adultos, formados en condiciones de una escuela de estudio-trabajo, lo que constituye un reflejo de que no existe aún una comprensión clara del valor social del trabajo como actividad vital de la existencia del hombre capaz de proporcionarle toda riqueza espiritual y material.

Existencia de una tendencia hacia un nivel de regulación externo o moral convencional estructurado a partir de la no correspondencia entre las manifestaciones de lo que se dice en el plano verbal en relación a la conducta real de los sujetos en la práctica, lo que de hecho conduce a una doble, incluso triple moral.”13

El proceso de formación y aprobación de los valores, desde nuestra óptica, constituye un trabajo esencialmente educativo que se conviertan en los orientadores de la acción.

La formación de valores constituye hoy un proceso básico para la elevación de la calidad educacional.

En Venezuela desde hace algunos años se implementó un programa de Educación en Valores diseñado por el Consejo Moral Republicano, basándose en lo establecido en los artículos 274 y 278, citados anteriormente, que desarrollo una propuesta que consta de dos procesos fundamentales: talleres de formación para los docentes y actividades en la escuela para los educandos. Un programa que abarca los seis primeros años de la educación formal. Sin embargo, a pesar del esfuerzo, éste, según mi criterio ha sido insuficiente por cuanto no ha estado acompañado de una política de Estado que refuerce los otros actores sociales que intervienen en el proceso formativo de los estudiantes como son la familia y la comunidad escolar, ni tampoco una campaña masiva de concientización en valores en los medios audiovisuales y redes sociales. Este programa según mi humilde y sincera opinión fracaso debido a la utilización de una metodología errónea y otros factores, entre ellos que el programa se reduce a una lista de actividades para educar en valores sin fortalecer los fundamentos teóricos que sustentan las estrategias que se proponen. También tiene como debilidad que se enfatiza más en lo afectivo, sin articular los sentimientos con la conducta de los sujetos. Otro aspecto necesario resaltar es que el mismo no fue aprobado por el Ministerio del Poder Popular para la Educación, por lo cual sigue siendo una propuesta piloto del Consejo Republicano, sin mayor trascendencia en el ámbito escolar.

No se aprenden valores simplemente presentando conceptos, sino con ejemplos de vida, y en este sentido hubo fallas también. Muchas veces el personal seleccionado para encargarse de la Educación en valores, no fue el idóneo y carecía de autoridad moral para hacerlo ya que sencillamente eran docentes carentes de valores morales.

Debemos crear un modelo de Educación en valores dinámico, interactivo, que use como base principal el ejemplo de vida, cargado de actividades donde deban desarrollarse diversos valores, donde los sujetos imiten las conductas positivas de sus maestros o formadores, pongan en práctica sus orientaciones; un modelo que sea acorde con las necesidades particulares de cada región donde se aplique, las necesidades psicológicas, sociales y etareas de los educandos.

En el salón de clases, el maestro o maestra, es el máximo responsable de la educación de los educandos; para obtener posibilidades de logro, debe ofrecer múltiples alternativas y posibilidades para ellos; es decir, el docente o la docente debe ofrecer un abanico de oportunidades a sus educandos para poder engancharlo con alguna de estas o con varias de ellas. Durante su desarrollo debe ir realizando una serie de ajustes o adecuaciones correspondientes a los contenidos que debe impartir y las características de su grupo de educandos; la situación social en la que viven (la realidad real), así como en relación a su medio familiar.

Parafraseando a Jon Sobrino en su discurso Jesús de Nazaret, que diría hoy a los universitarios: Una escuela en la cual no penetre la realidad real no es una escuela.

El Libertador Simón Bolívar tenía muy claro la importancia que tienen para el bienestar y desarrollo de los pueblos el manejo de los valores, la ética y la moral, así como la educación, razón por la cual llego a manifestar “(…) renovemos en el mundo la idea de un pueblo que no se contenta con ser libre y fuerte, sino que quiere ser virtuoso. (…)”14

“Los códigos, los sistemas, los estatutos por sabios que sean son obras muertas que poco influyen sobre las sociedades: ¡Hombres virtuosos, hombres patriotas, hombres ilustrados constituyen las repúblicas!”15

“Moral y luces son los polos de una República, moral y luces son nuestras primeras necesidades.” 16 Situación la cual lo llevo a solicitar la conformación de un areópago de la estructura de gobierno en la naciente república.

“Constituyamos este Areópago para que vele sobre la educación de los niños, sobre la instrucción nacional; para que purifique lo que se haya corrompido en la República; que acuse la ingratitud, el egoísmo, la frialdad del amor a la patria, el ocio, la negligencia de los ciudadanos; que juzgue de los principios de corrupción, de los ejemplos perniciosos; debiendo corregir las costumbres con penas morales, como las leyes castigan los delitos con penas aflictivos, y no solamente lo que choca contra ellas, sino lo que las burla; no solamente lo que las ataca, sino lo que las debilita; no solamente lo que viola la Constitución, sino lo que viola el respeto público.(…)”17

“El progreso de las luces es el que ensancha el progreso de la práctica, y la rectitud del espíritu es la que ensancha el progreso de las luces.”18

“Si no hay respeto sagrado por la patria, por las leyes y las autoridades, la sociedad es una confusión, un abismo; es un conflicto singular de hombre a hombre, de cuerpo a cuerpo.”19


BASES JURIDICAS PARA LA APLICACIÓN DE LA EDUCACIÓN EN VALORES (marco legal)

El marco legal que sustenta el este estudio y la propuesta, tiene como basamento los siguientes textos legales:

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), la Ley Orgánica de Educación (LOE) y la Ley Orgánica de Protección del Niño; Niña y Adolescente (LOPNA)

La constitución de la República Bolivariana de Venezuela, establece las bases de los valores que deben regir el comportamiento general de los venezolanos y extranjeros residentes o de tránsito en nuestro territorio.

En su artículo 1, determina que fundamenta su patrimonio moral en los valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional, basada en la doctrina del Libertador. De igual forma estable como derechos irrenunciables de la Nación, la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación.

En el artículo 2, estable que “Venezuela se constituye en un estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de so ordenamiento jurídico y de actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.”20

El artículo 3 determina los fines esenciales del estado, concluyendo en que la educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines.

El artículo 102, establece que la educación es un derecho humano y un deber social fundamental; de igual manera establece que: (…) La educación es un servicio público y está fundamentada en el respeto a todas las corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática basada en la valoración ética del trabajo y en la participación activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación social consustanciados con los valores de la identidad nacional, y con una visión latinoamericana y universal. El estrado, con la participación de las familias y la sociedad, promoverá el proceso de educación ciudadana de acuerdo con los principios contenidos de esta Constitución y en la ley.”21

La constitución de la República Bolivariana de Venezuela también establece unas condiciones mínimas necesarias para acerca de quiénes pueden ocupar funciones docentes en su artículo 104, el cual dice así: “La educación estará a cargo de personas de reconocida moralidad y de comprobada idoneidad académica (…)”22

En el Capítulo II. De los Principios de Seguridad de la Nación. Artículo 326, establece lo siguiente: “La seguridad de la Nación se fundamenta en la corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad civil para dar cumplimiento a los principios de independencia, democracia, igualdad, paz, libertad, justicia, solidaridad, promoción y conservación ambiental y afirmación de los derechos humanos; así como en la satisfacción progresiva de las necesidades individuales y colectivas de los venezolanos y venezolanas, sobre las bases de un desarrollo sustentable y productivo de plena cobertura para la comunidad nacional. El principio de la corresponsabilidad se ejerce sobre los ámbitos económico, social, político, cultural, geográfico, ambiental y militar.”23

Este artículo de nuestra constitución muestra un aspecto de nuestra vida que también ha sido trastocado por efectos de la perdida de los valores morales y valores patrióticos. En el queda consagrado el principio de la corresponsabilidad para garantizar la seguridad de nuestra nación, aspecto que lamentablemente está siendo violentado por sujetos inescrupulosos, muchos de ellos pertenecientes a grupos delictivos organizados y con conexiones con grupos paramilitares enemigos del estado y gobierno de Venezuela; de igual forma y lamentablemente se ha visto trastocado por efectivos policiales, otros miembros de diversos cuerpos de seguridad del estado y efectivos militares. Este artículo de nuestra constitución nos enlaza con valores de suma importancia para la patria y nos revela el carácter de corresponsabilidad que todos tenemos en la defensa de la misma.

Otros artículos de laCRBV que sirven de fundamento a la aplicación de la Educación en Valores son, el 274 y 278. El primero establece entre otros la capacidad que tiene el Poder Ciudadano de promover la educación como proceso creador de la ciudadanía, así como la solidaridad, la libertad, la democracia, la responsabilidad social y el trabajo, es decir, valores. El artículo 278, establece que el Consejo Moral Republicano tiene la facultad de promover todas aquellas actividades pedagógicas dirigidas al conocimiento estudio de la Constitución, al amor a la patria, a las virtudes cívicas y democracia, a los valores trascendentales de la Republica y la observancia y respeto de los DD.HH.

El artículo 3 de la Ley Orgánica de Educación (LOE) establece los principios y valores rectores de la educación, entre los que se destacan: la democracia participativa y protagónica, la responsabilidad social, la igualdad entre todos los ciudadanos y ciudadanas sin discriminaciones de ninguna índole, la formación para la independencia, la libertad, y la emancipación, la valoración y defensa de la soberanía, la formación en una cultura para la paz, la justicia social, el respeto a los derechos humanos, entre otros. Además, se consideran como valores fundamentales: el respeto a la vida, el amor y la fraternidad, la convivencia armónica en el marco de la solidaridad, la corresponsabilidad, la cooperación, la tolerancia y la valoración del bien común, la valoración social y ética del trabajo, el respeto a la diversidad propia de los diferentes grupos humanos, entre otros aspectos.

El artículo 9 de esta ley establece que los medios de comunicación social como servicios públicos, son instrumentos esenciales para el desarrollo del proceso educativo y tal sentido deben cumplir funciones informativas y recreativas que contribuyan con el desarrollo de valores y principios establecidos en la Constitución de la Republica y esta ley.

Otros artículos de esta ley que fundamentan la educación moral o educación en valores son: el 14, 15, 17 y 18. El artículo 37 hace referencia a la formación docente, tan necesaria construir el perfil del docente como sujeto moral con cultura e inteligencia moral.

Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNA). Del título 1 de las Disposiciones Directivas: “Articulo 1. Objeto. Esta Ley tiene por objeto garantizar a todos los niños y adolescentes, que se encuentren en el territorio nacional, el ejercicio y el disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías, a través de la protección integral que el Estado, la sociedad y la familia deben brindarles desde el momento de su concepción.”24

De igual manera en los artículos 3, que establece el Principio de Igualdad y no Discriminación; 53, que establece el Derecho a la Educación; el artículo 54, que establece la obligación de los padres, representantes o responsables en materia de educación; artículo 55, que establece el Derecho a Participar en el Proceso de Educación; el artículo 69, que establece la Educación Critica para Medios de Comunicación y el artículo 80, que estableceel Derecho a Opinar y a Ser Oído.

Pero, ¿que son los valores? ¿qué es educación moral o educación en valores? ¿cómo educar en valores? ¿Podemos educar o formar en valores al igual que lo hacemos cuando se trata de asignaturas o materias?

Valores

Podemos hablar de valores en un doble sentido: en cuanto a lo que vale un objeto para satisfacer una necesidad y, por otro lado, en dependencia de constituir la meta de nuestras vidas.

Un valor, es el deseo de poseer, conservar y aumentar un bien, real o ideal, para sí o para los demás. El valor es lo bueno, real o ideal, deseado o deseable para una persona y/o colectividad. Con relación al segundo sentido planteado, podemos decir entonces que los valores son el conjunto de cualidades o aptitudes que permiten elegir aquellos aspectos de la realidad que son o parecen más óptimos para dar sentido a la existencia. Regulan, guían y ordenan la vida de las personas. Los valores están muy ligados a la propia existencia de la persona, que afecta su conducta, configura y modela sus ideas y condiciona sus sentimientos, actitudes y sus modos de actuar. Es el significado social que se le atribuye a objetos y fenómenos de la realidad en una sociedad dada, en el proceso de la actividad practica en unas relaciones sociales concretas. Lo que es opuesto o contrario al valor se denomina contravalor o antivalor.

Según Fichter (1990) existen tres elementos que se deben considerar en el estudio de los valores sociales: a) el objeto mismo que se un valor. B) la capacidad que tiene el objeto de satisfacer las necesidades sociales y c) la apreciación que tiene la gente del objeto y de su capacidad de dar satisfacción. Desde el punto de vista sociológico se pueden definir los valores como los criterios conforme a los cuales el grupo o la sociedad juzga la importancia de las personas, las pautas, los objetivos y los otros objetos socio-culturales.

Rokeach define el valor como: “Una creencia duradera en que un modo especifico de conducta o estado final de existencia es personal o socialmente preferible a un opuesto modo de existencia. Un sistema de valores es una organización de creencias concernientes a preferibles modos de conducta o estados finales de existencia a lo largo de un continuo de relativa importancia. 25

Tal y como se ha dicho en el prólogo, desde que el hombre es hombre, siempre ha deseado el valor y ha rechazado el antivalor o contravalor. En la prehistoria, cuando el hombre buscaba alimento, se refugiaba de la lluvia, cubría su cuerpo o se preparaba para la pelea, deseaba o rechazaba cosas, personas o situaciones. El valor y el antivalor eran ya algo esencial, inherente a su misma vida. Por ello algunos antiguos filósofos occidentales tales como: Platón, Aristóteles, Sócrates, dejaron constancia de la sabiduría, de la verdad, de la justicia o del amor, como valores para vivir honestamente como personas y para el buen funcionamiento de la sociedad.

Valor moral

El valor moral es el valor que condena a la persona en su realización. El valor moral aparece como la razón de ser del hombre. En este sentido, el valor moral es el valor más personalizante. Por ello es un valor siempre constante en la vida del hombre. Además, por ser el valor de la realización personal, tiene la complejidad de ser un valor que realiza un ideal universalmente valido, pero al mismo tiempo condicionado a la situación personal del sujeto.

“Tener valores es estimar un objeto, un principio. Es ubicar las cosas por orden de importancia, es decir lo que es más importante en un determinado momento y luchar por ello. Es ubicar y jerarquizar los bienes materiales y espirituales en orden de importancia.

Esta jerarquía de valores se forma en el individuo en su interacción con las diferentes esferas de la vida: escuela, familia, comunidad, trabajo, ambiente físico, ambiente sociocultural, entre otros.

Desde nuestra óptica, tener valores es apreciar en alto grado los elementos de nuestra cultura, las relaciones humanas, a las personas, determinados sistemas políticos, morales, que afectan la persona, el hogar, nuestra escuela y la sociedad en general.”26

Además de lo dicho en cuanto a que los valores responden al deseo de un bien y que puede ser algo real o de un bien ideal, podemos señalar que siempre encontramos en los valores una relación entre el sujeto y el objeto, dada una en una situación físico-social. Una relación siempre dinámica de deseo o repulsa del sujeto hacia el objeto, según que este se nos presente como bueno o malo. Así pues, la dimensión afectiva del hombre se encuentra firme en la concepción misma del valor o antivalor. Otra característica fundamental de los valores es su polaridad o dualidad, es decir, su distribución en valores positivos con sus correspondientes valores negativos, lo bueno contra lo malo. La polaridad nos muestra siempre esta doble cara: frente a la justicia encontramos la injusticia, la verdad se opone a la mentira, el acierto al error, el amor al odio, entre otros. Por último, podemos decir que los valores, valen, mientras que los contravalores o antivalores, no valen. Pero hay algo muy importante que determinar, y es que no todos los valores tienen el mismo valor.- Unos valen más que otros. – Por ello, unos y otros se nos presentan jerarquizados, lo cual implica que haya valores superiores y valores inferiores. Su fuerza en el orden estimativo o jerarquía depende de la conjunción de cuantos aspectos he mencionado anteriormente: sujeto, objeto y circunstancias. Todo ello determina una jerarquía personal desde la cual vivimos y tomamos decisiones, a veces inconscientemente.

Esta afirmación de la jerarquía de los valores es aplicable tanto a nivel individual como colectivo. Es muy probable que cada persona tenga su propia jerarquía de valores y que esta coincida parcialmente, en mayor o menor grado, con la de otras personas de su misma comunidad o de otros contextos. Por otra parte, esta ordenación de los valores nos lleva, en mayor o menor grado, a la acción.

Este tema de la jerarquía de los valores tiene sus “problemas”. El primero es la dificultad de establecer una jerarquía de los valores universal que pueda ser aceptada por todas las personas. Otro problema es que las jerarquías de valores no son eternas, sino fluctuantes, cambiantes y están sujetas a determinaciones del contexto (social, histórico, económico, político, entre otros).

La conciencia en el hombre de una jerarquía de valores, estimula el desarrollo moral de la persona que reconoce la preeminencia de unos valores sobre otros sobre otros, tanto en situaciones generales como en otras de ámbito más particular. Uno de los objetivos de la educación es el de contribuir a que la persona sea capaz de examinar críticamente esas preferencias y determinar cuáles son las que tienen prioridad en situaciones diversas.

JERARQUIA DE VALORES

Por ser los valores cualidades que tienen existencia y sentido para el hombre en situaciones concretas, resulta fácil comprender la variabilidad de su significación y de su irradiación. Los valores, cobran o pierden fuerza dependiendo del nivel cultural de los pueblos. Los valores tienen historia, tal y como la tiene el hombre y sus obras.

Las diferencias o variaciones en la fuerza de los valores dependen del sentido que tengan para el hombre esas cualidades que llamamos valores. Dicho sentido, tal y como se ha dicho, varia con el tiempo, con la cultura, con circunstancias especiales, con las características de cada sujeto, con la situación económica y política de los pueblos, entre otros. Todo esto debe tenerse en cuenta a la hora de hablar sobre la jerarquía de valores.

Los valores se pueden clasificar en grupos, utilizando diversos criterios. Hay quienes los dividen en lógicos, éticos y estéticos. Otros diferencian más y añaden a los anteriores los místicos, eróticos y religiosos. Estas clasificaciones o agrupaciones obedecen a algún criterio determinado que no es otro que la clasificación de dimensiones o zonas de la vida que al encuentro con las cosas pueden conferirles sentidos definidos.

De acuerdo con la importancia vital que posee cada valor o cada grupo de valores, es posible establecer entre ellos una jerarquía. En relación con la jerarquización de los valores morales, ocurre lo mismo que con los valores en general.

TABLA DE VALORES DE SHELER

VALORES DE LO AGRADABLE Y LO DESAGRADABLE

A este conjunto de valores corresponde, por una parte, la función sentimental sensible (con sus modos: el goce y el sufrimiento) y, por otra, los estados afectivos de los “sentimientos sensoriales”: el placer y el dolor sensibles.

VALORES VITALES

Este conjunto de valores gravita sobre el dualismo o antítesis noble-vulgar. Corresponden a la esfera de los valores vitales: todos los modos del sentimiento vital (salud, enfermedad, vejez, muerte); todas las reacciones sentimentales (alegría, aflicción) y todas las reacciones instintivas (angustia, venganza, entre otros). Los valores vitales constituyen una modalidad de valor independiente y no reducible ni a los valores de lo agradable y desagradable ni a los valores espirituales. Se trata de un conjunto sumamente rico de valores y contravalores.

VALORES ESPIRITUALES

A los que cabe supeditar y sacrificar los dos niveles anteriores. Los valores espirituales se distribuyen jerárquicamente del siguiente modo: a) Valores de lo “bello” y de lo “feo”: el reino completo de los valores estéticos.

b) Valores de lo “justo” y de lo “injusto” (que son distintos a los valores de lo “recto” y “no recto”, los cuales dicen referencia a una ley: son los valores éticos.

c) Valores del “puro conocimiento de la verdad”: valores teóricos.

VALORES RELIGIOSOS

Lo santo y lo profano, que son irreductibles a los espirituales y que se nos ofrecen como absolutos. Les corresponden los estados de éxtasis y desesperación, en virtud de su proximidad o alejamiento con lo santo. Este tipo de valores se captan en el acto de amor.

Fuente: Temas de ética. Universidad Nacional Abierta

DIFERENTES VALORES MORALES SUPREMOS

Y SUS CORRESPONDIENTES SISTEMAS MORALES

VALORES SUPREMOS

Sistemas morales, Teorías éticas

Felicidad como autorrealización

Aristóteles, Tomas de Aquino, Personalismo

Felicidad como placer (hedonismo)

Epicuro, Utilitarismo

Deber, justicia

Estoicismo, Kant

Reconocimiento reciproco, justicia, no violencia

Éticas dialógicas: Apel, Habermas, Rawls, entre otros.

Virtud, comunidad, tradición

Corriente ética comunitarista

Desarrollo moral, justicia, procedimientos

Kohlberg, Rawls, Habernas, Apel

Fuente: Temas de ética. Universidad Nacional Abierta.

¿QUÉ ES EDUCACIÓN MORAL O EDUCACIÓN EN VALORES?

La educación moral o educación en valores es aquella que pretende lograr que cada sujeto sea el autor de su propia historia de vida, para lo cual debe tener en sus manos la responsabilidad de inventarla, de tomar decisiones en situaciones de conflictos de valores y construir una forma de ser deseada y un modo de convivir justo.

Al abordar el tema de la educación en valores, la primera pregunta que debemos hacernos está relacionada con el origen y al contenido de lo moral. Y el punto de partida para contestar a esta interrogante se halla en la naturaleza inacabada del ser humano, es decir, su indeterminación.

«A diferencia de otros seres vivos, la persona no está programada, sino que se ve obligada a decidir continuamente como y hacia dónde quiere dirigir su vida. Su futuro no está totalmente determinado por el azar, ni por las prescripciones genéticas, ni por las influencias sociales y culturales de su medio. No puede tomar una decisión a priori sobre la dirección y la forma en que desarrollara su vida, ni sobre las finalidades o maneras concretas en que llevara a cabo su adaptación social. El hombre y la mujer no tienen un trayecto vital definido y acabado de antemano, sino que se encuentran ante la necesidad de decidir constantemente como quiere vivir; es decir, deben idear y llevar a cabo su proyecto de vida.

Pese a las circunstancias, resulta posible vivir de muchas maneras y, por lo tanto, se debe elegir como se quiere hacerlo. El origen de la moral esta precisamente en esa necesidad de decidir cómo se quiere vivir. Pese a las presiones sociales y los condicionamientos culturales, el ser humano tiene la responsabilidad y la posibilidad de vivir de manera consciente, libre y responsable. Los condicionamientos biológicos, sociales y culturales no pueden negar la existencia de un reducto de decisión y de libertad en el individuo. Es ahí donde se sitúa el núcleo de la moralidad. En consecuencia, la educación moral tendrá que ver con el tipo de ayuda que deben recibir los jóvenes para aprender construir su vida.»27

Podemos hablar de la educación moral o en valores desde un sentido amplio y en un sentido más estricto. «En un sentido amplio, se podría definir como socialización, puesto que su objetivo es ayudar a los alumnos a integrarse en la comunidad. Para conseguirlo se les debe dotar de las habilidades y del bagaje cultural necesarios para adaptarse a los códigos morales establecidos. Pese a la importancia de tales procesos, se piensa que la educación moral no se reduce a la socialización, sino que en ella se destaca también una vertiente creativa, crítica y transformadora. La educación moral pretende que cada sujeto sea el autor de su propia historia, para lo cual debe tener en sus manos la responsabilidad de inventar su vida, de tomar decisiones en situaciones de conflictos de valores y construir una forma de ser deseada y un modo de convivir justo. En esta dirección apunta el sentido estricto de la educación moral.

Si se entiende de este modo, se puede afirmar que la educación moral pretende ayudar al alumnado en el proceso de desarrollo y adquisición de las capacidades para sentir, pensar y actuar, así como equiparlos con los conocimientos sustanciales para enfrentarse autónomamente a aquellas situaciones que implican o pueden implicar un conflicto de valores.»28

¿CÓMO EDUCAR EN VALORES?

En este trabajo se pretende ofrecer en primer lugar un cumulo de información desconocido para muchos dirigida a culturizar al docente o aquella persona que lo esté leyendo y servir como una referencia para ello, advirtiendo que para formar o educar en valores, no se puede ofrecer una receta que podamos aplicar para todos(as). A la escuela corresponde desempeñar un papel importantísimo y determinante en la formación de valores, y para ello debe realizar una serie de transformaciones y ajustes en el trabajo educativo, orientándolo a potenciar en cada educando, aquellos aspectos que le permitan conocer de forma significativa el momento histórico que vive y pueda desempeñarse como una buena persona, un buen individuo, un buen ciudadano. Este proceso debe basarse en los cuatro pilares de la Educación: Aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser, según lo determinado en el informe presentado a la UNESCO por Delors (1996) de la Comisión Internacional para la Educación del Siglo XXI, con la intención de que en la escuela se enfatice el aprendizaje de manera integrada y ayude al estudiante a la resolución de problemas.

¿PODEMOS EDUCAR O FORMAR EN VALORES AL IGUAL QUE LO HACEMOS CUANDO SE TRATA DE ASIGNATURAS O MATERIAS?

La respuesta a esta pregunta es no. No podemos, no debemos abordar el proceso de educación o formación en valores de la misma forma como lo hacemos con los demás. En este sentido, la labor del o de la docente debe reflejarse en su ejemplo personal y su conducta diaria. Su labor debe convertirse en un modelo de vida a imitar; esto es esencial, sobre todo en las primeras edades, donde el docente o la docente posee el privilegio de una aceptación casi total y positiva por parte de sus educandos, según se ha demostrado en una gran cantidad de estudios realizados en diversas partes del mundo.

Cuando de jóvenes y los llamados “adolescentes” (púberes) se trata, también el docente puede resultar un modelo, pero no siempre es imitado o tomado como patrón a seguir, siendo por lo general objeto de crítica a veces despiadada por parte de sus estudiantes; sin embargo, cuando él o la docente logra una relación y comunicación lo suficientemente afectiva y efectiva, se convierte en un modelo también positivo.

Bandura (1969) y Bandura y Winter (1977) destacaron -la importancia de los patrones de conducta social a través de la imitación-. El proceso de socialización solo es posible mediante la consolidación de una serie de destrezas interpersonales. Bandura y Ross (1961) evidenciaron el desarrollo de conducta agresiva expuesto a modelos adultos que se comportaban agresivamente.

Como parte del proceso de socialización la actuación de la familia resulta de vital importancia.

“Cuando los hijos no aprenden en la familia el concepto y respecto de los límites, las normas y reglas básicas, difícilmente podrán hacerlo con las normas y reglas de otros grupos sociales en los cuales tienen que insertarse: el escolar, de amigos, laboral, organizaciones juveniles y de la comunidad.

Como señala Barroso: “Las normas son para facilitar y regular el crecimiento, para guiar, orientar, ayudar al niño a desempeñarse”.

Esta idea es decisiva para comprender su importancia en la formación de una conciencia ética.

El éxito de una formación ética efectiva solo se garantiza con el establecimiento de normas y reglas básicas de comportamiento, que estén mediadas por un vínculo afectivo fuerte, por un conocimiento de las necesidades que las motivan y por un protagonismo en la construcción de estas. Permitirán que la asuman como parte de su identidad, pertenencia, protección individua y del grupo familiar. (…) Toda institución o grupo humano, para su desempeño exitoso reclama de una dirección y unos responsables de esta, que guíen y moderen, ayuden a aglutinar, construir y organizar las normas y reglas de convivencia. Que orienten, regulen y controlen todo el sistema y garanticen el seguimiento de las acciones dirigidas al crecimiento, desarrollo y consolidación de la institución. En el sistema familiar corresponde a los padres esta misión.

Esta institución, más que cualquier otra, reclama de un amplio desarrollo de habilidades y competencias gerenciales, porque en esta se decide la producción más importante de la sociedad, la de los valores humanos, que hacen a una nación y un mundo más pleno.(…) La disciplina, el orden, el respeto, se aprenden en primera instancia desde la familia y se le da continuidad en la escuela, pero cuando allá el formador inicial, se marca profundamente y se limitan las posibilidades de una integración efectiva en los contextos donde le corresponde desempeñarse como adolescente, joven y adulto.” 29

En el caso de los y las docentes, este es uno de los modelos del cual dependen los niños y niña como patrón referencial, sin dejar de reconocer la importancia de esto, también es necesario aclarar que no solo el docente o la docente en la escuela quien sirve de modelo, también cualquier otro miembro de la comunidad escolar (directivos, personal administrativo, personal obrero). De igual manera, aunque se observa que se le concede menos importancia, también influyen como actores la familia, los miembros de la comunidad, los grupos, los medios de comunicación y las redes sociales, los partidos políticos, la iglesia, los gremios. En fin, todos los demás subsistemas del sistema educativo.

“Los adolescentes gustan de fanfarronear. Presumen, exageran lo que cuentan, tratan de darse importancia y en ocasiones se muestran groseros, vanidosos, ásperos y pueden perturbar la atmósfera de la comunidad. (…) Todo esto no es más que una expresión de su inseguridad que trata de ocultar con modales impertinentes. El saber que ya se dejó de ser niño, pero al mismo tiempo, el darse cuenta de que aún se carece de la experiencia, la capacidad y la madurez para enfrentar la vida adulta, generan un profundo sentimiento de inseguridad y debilidad emocional y conductual.

El adulto debe ser indulgente y benévolo, comprensivo y paciente, ya que el adolescente no puede evitar cometer errores, y la incorporación a la vida social adulta resulta tan difícil como cualquier otro proceso de aprendizaje. A esto se suma la actitud ambivalente del adolescente hacia su madurez: a veces quiere seguir siendo niño y otras quiere ser considerado como adulto, lo que se refleja de modo evidente en su comportamiento. (…) El adolescente se identifica con un grupo. En el grupo existen intereses, valores, puntos de vista comunes, que son propios de la edad por lo que el adolescente se siente comprendido por su grupo, lo que no siempre ocurre en las relaciones de los adultos.

Es por eso que el grupo se erige en fundamental objeto de la orientación y aprobación de su conducta, contribuyendo a la asimilación de normas morales que se establecen en el seno del propio grupo y que todos sus miembros deben cumplir como: el respeto, la ayuda mutua, la confianza, la fidelidad, etc.

Este sistema de normas se denomina “código de camaradería”. Los adolescentes deben acogerse al código al código de su grupo para obtener su aceptación, lo que se constituye en un motivo esencial de su conducta. (…) en la adolescencia la opinión social del grupo posee mayor peso que la de los padres y maestros y en este sentido el bienestar emocional del adolescente depende si ha logrado ocupar el lugar al que aspira dentro de su grupo. (…) investigaciones realizadas según L.I. Bozhovich, en torno a esta problemática han demostrado aspectos tales como:

-Que la causa fundamental de indisciplina de algunos adolescentes en la escuela, es no haber encontrado el lugar al que aspiran dentro de su grupo, adoptando conductas negativas como estrategias para “ser tenidos en cuenta” por sus compañeros y maestros. (…) Esta situación de no ser manejada adecuadamente, puede conducir a la aparición de conductas delictivas, que son resultado de la inadaptación social del adolescente. (…) Las posiciones morales que adopta el adolescente depende en gran medida de las exigencias morales vigentes en su grupo de coetáneos. (…) Dado que aún no existe una concepción moral del mundo, la regulación moral no alcanza su nivel superior de desarrollo (autorregulación), al no existir un sistema de convicciones y valores morales personales que la posibiliten.”30

Es fundamental que los docentes conozcamos estos aspectos o características de los adolescentes para que puedan atenderlas. En la adolescencia el docente debe continuar organizando la opinión grupal, pero en forma indirecta: apoyándose en los adolescentes, y no tratar de lograr la asimilación por parte de estos de determinadas exigencias bajo “presión” externa, ya que esta situación conduce a un formalismo moral, más peligroso y dañino para el desarrollo de la personalidad que el formalismo en la enseñanza.

En el ámbito de lo moral es imperioso reconocer, en primera instancia, la naturaleza inacabada del ser humano, así como el hecho universal de la indeterminación como origen de lo moral. La educación en valores tiene por tanto la misión de superar la vertiente puramente socializadora para fiarse objetivos más próximos a la capacidad crítica, a la autonomía y a la racionalidad de la persona en situaciones de conflicto ético. Los principales modelos de la educación en valores son:

. de transmisión de valores absolutos;

. de socialización;

. de autoconocimiento y autenticidad moral;

. de desarrollo del juicio moral;

. de adquisición de hábitos morales y de

. la construcción de la personalidad moral.

Cada uno de estos modelos tiene como objetivo prioritario facilitar la adquisición de capacidades para la construcción esencial de la personalidad moral: la conducta moral.

Independientemente del modelo o tendencia que se utilice para la educación en valores, la atención debe centrarse en la escuela y, en concreto, en los ámbitos escolares que de modo prioritario se destinan a trabajar y desarrollar la formación moral y de valores de los educandos.

La escuela es un agente socializador y reproductor de los valores presentes en la sociedad que debe destinar un espacio temporal para la formación moral o de valores en los educandos.

LA EDUCACIÓN EN VALORES EN EL PROCESO DE APRENDIZAJE Y DE DESARROLLO PSICOLÓGICO

En las teorías sobre la educación en valores y la psicología, el aspecto más polémico está constituido por la relación entre desarrollo y aprendizaje.

Las teorías que defienden el desarrollo psicológico consideran que el adulto ejerce de facilitador o estimulador del desarrollo moral, mientras que las teorías que acentúan la importancia del aprendizaje cultural reclaman una mayor intensidad de intervención educativa respecto a la transmisión de valores. En la educación en valores, como en los demás procesos educativos, desarrollo y aprendizaje son dos conceptos estrechamente relacionados.

La educación en valores debe contribuir al desarrollo de las capacidades psicológicas que forman el sentimiento, el pensamiento y la acción moral. Aunque los sentimientos morales abarcan una amplia gama de fenómenos, como, por ejemplo: la empatía, la vergüenza, el orgullo, la culpa, aquí se alude especialmente a la sensibilidad moral, sensibilidad entendida como como la capacidad para mostrarse abierto a los problemas morales. El segundo tipo de capacidad apunta a la reflexión moral: el desarrollo del juicio moral y la comprensión critica de la realidad. La capacidad para argumentar de acuerdo con criterios cada vez más justos, para comprender la raíz de los problemas, así como las diferentes lecturas que se pueden hacer de ellos, son la base que permitirá al sujeto comprometerse con un dialogo crítico y creativo con su realidad personal y social. La educación en valores culmina en la acción y el comportamiento de la persona.

Aunque los factores que intervienen en el comportamiento son variados y muy complejos, la educación en valores debe dotar al individuo de las capacidades que le permitan no solo controlar sino también dirigir su vida, con el fin de ir configurando un modo de ser que lo predisponga a un tipo de conducta deseada.

La educación en valores tiene como objetivo principal dotar al individuo de los conocimientos básicos que le permitan adquirir la autonomía y la orientación racional necesarias para enfrentarse a situaciones sociales para resolverlas.

CONOCIMIENTOS BÁSICOS

Cuando se hace referencia a la adquisición de conocimientos, se señalan aquellos valores y elementos culturales moralmente deseables. Valores tales como la justicia, la libertad, la igualdad, la tolerancia, la solidaridad, la paz, la humildad, pero también otros como el patriotismo (identidad nacional), la familia, el humanismo, la laboriosidad y el trabajo como fuente de satisfacción de necesidades, que son contenidos básicos de la construcción de la personalidad moral.

AUTONOMIA

Es uno de los principios básicos de la educación en valores. La autonomía supone reconocer la capacidad que tiene cada sujeto para actuar de acuerdo con su conciencia, su forma de pensar y su voluntad. Con ello no se quiere presentar la conciencia como algo puramente individual y aislado de la realidad, por el contrario, esta se forma en la relación con los demás, y la manera de pensar y sentir del individuo es el resultado de lo que este construye y descubre en el dialogo y la interacción. Sin embargo, la formación intersubjetiva de la conciencia supone reconocer que la autonomía personal tiene un carácter social y no aceptar una postura heterónoma.

CONFLICTOS DE VALORES

La educación en valores apunta a los conflictos de valores y, especialmente, a aquellas situaciones en las que estos se ponen de manifiesto y se perciben de manera más clara. Se trata de saber enfrentarse a situaciones moralmente controvertidas y de aprender a solucionar los conflictos que plantea la vida cotidiana. En definitiva, se trata de buscar con autonomía soluciones correctas a los dilemas que plantea la experiencia de vida.

LA EDUCACION EN VALORES EN EL AMBITO ESCOLAR

Como ya se dijo con anterioridad, la atención en la educación de valores debe concentrase en la escuela. El horizonte valorativo y las prioridades educativas que caracterizan a los institutos educativos quedan reflejados en su proyecto educativo, donde se definen los valores que la escuela considera necesarios desarrollar y con los cuales se identifica. El proyecto educativo es, pues, un primer elemento para conocer en qué dirección apunta la acción educativa. Sin embargo, hay otros elementos más directamente vinculados a la práctica docente en las aulas que también configuran los modos de entender y llevar a cabo la educación en valores y la formación completa e integral de los educandos. De entre todos los ámbitos de educación en valores que presenta la escuela los más relevantes son los temas transversales, la función tutorial y la participación cívica.

Temas transversales

Los temas transversales son un intento de acercar a la escuela aquellos temas que la sociedad considera especialmente controvertidos y difíciles de solucionar. Son temas y problemas que por distintos motivos la sociedad percibe de forma conflictiva. Son temas que merecen un tratamiento sistémico en la escuela porque configuran el horizonte en el que van a vivir los educandos.

Función tutorial

La tutoría constituye un segundo espacio de trabajo en la educación moral o de valores, ya que subraya el carácter personalizado de la educación, reconociendo que se educa a personas concretas, con particularidades propias que deben ser respetadas, aprovechadas y potenciadas.

Participación cívica

Son actividades que se realizan fuera de la escuela, trascendiendo la inmediatez del ámbito escolar para implicarse y comprometerse en la mejora del entorno social.

La institución escolar, por tanto, deberá asumir la responsabilidad de prolongar fuera de la escuela la educación en valores y propiciar el compromiso personal de los educandos para llevar a cabo actividades que se consideren correctas y que tengan alguna transcendencia social.

CULTURA Y SOCIEDAD

El proceso de Socialización

Uno de los aspectos más importantes en el desarrollo infantil son las relaciones sociales. En el ser humano desde que se encuentra en el vientre materno se pasó a un proceso de contacto social incipiente, posteriormente al nacer es indudable que se convierte en un ser social dependiente de su entorno estableciendo relaciones sociales con las personas más próxima a él (madre; padre; hermanos, otros familiares, amigos o sustitutos); posteriormente estas relaciones se van ampliando con nuevas personas, de tal manera que la escuela debe estar integrada como otro ente más al proceso de socialización.

“Según Fichter (1990) el ser humano no es un objeto inerte y rígido, sino flexible y maleable, por lo tanto la sociedad lo modela conforme a sus objetivos y los individuos sufren la influencia de su familia, ambiente social y cultural.

La sociedad en la que nacemos nos moldea profundamente de una determinada manera, en el sentido de que no hacemos individuos adultos dentro de esa sociedad, mediante un proceso que se ha llamado “socialización primaria”, que luego se completa con la “socialización secundaria”. (Delva en Turiel, 1989, p. 253).”31

¿CÓMO EDUCAR Y FORMAR EN VALORES?

“En el proceso de clarificación de valores pueden tenerse en cuenta las siguientes premisas al analizar el problema desde la arista pedagógica, donde a la escuela le corresponde un papel importante para enfrentar las situaciones que día a día se producen relacionadas con los valores que se deben formar y que a ella corresponde instrumentar:

ØLa formación de valores solo es posible mediante acciones conjuntas.

ØCada individuo es una personalidad y se autodetermina.

ØAyudar no es decidir por otros.

ØSe violenta la ética cuando se tratan de imponer los valores. Es necesario que adquieran mediante la practica una significación social positiva en el individuo.”32

ØSe debe educar mediante la persuasión, y la participación consciente y activa del sujeto en su propia formación. Donde la realización de toda actividad tenga un significado para sí. Este proceso se logra mediante una relación interpersonal comprometida, en una comunicación que se caracterice por un dialogo abierto y franco, donde se comparta con autenticidad y congruencia las experiencias y conocimientos de cada uno.

ØDurante las clases, cada maestro o maestra debe ejercer influencias positivas en la consecución de formar orientaciones valorativas acorde con la sociedad, en nuestro caso, con el nuevo modelo de sociedad que queremos construir, en la que queremos que niños, niñas, “adolescentes” (púber) y jóvenes se eduquen, lo cual es posible caracterizando y comprendiendo mejor las particularidades del individuo y del grupo.

ØLa labor, tanto del colectivo pedagógico en general como de cada docente en particular ha de estar dirigida a hacer coincidir cada vez más los valores sociales con los individuales. Esto se logra, por ejemplo, informando constante y sistemáticamente sobre la necesidad de defender la patria, de producir para el desarrollo o producir alimentos para autoabastecernos y ser independientes desde el punto de vista alimentario. Para ello es necesario enfrentarlos a situaciones concretas, donde tengan que demostrar con su conducta lo correcto por hacer, donde tengan que asumir una posición al respecto.

“Los educadores no deben perder la oportunidad de utilizar todas las formas y posibilidades de activación de las mentes y de los corazones de sus alumnos como son: las conversaciones individuales y colectivas; el debate grupal. Donde tengan que fundamentar y defender sus puntos de vista y decisiones; la realización de tareas que respondan a un objetivo común; de trazar metas alcanzables a veces con un poco más de esfuerzo para algunos; de valorar y analizar en el momento oportuno el por qué y para que se efectúan las diferentes actividades, que obtuvo éxito y que no, y ser capaces de tomar a tiempo las medidas oportunas.

Múltiples son las vías y alternativas que tiene la escuela para trabajar en función de que los estudiantes interioricen y hagan suyos los valores del socialismo, lo que se obtiene, en la medida que se logre motivarlos e interesarlos de forma que los hagan suyos y estén dispuestos a defenderlos hasta sus últimas consecuencias.

En esta tarea, las organizaciones estudiantiles ocupan un lugar fundamental, de ahí el hecho de conjugar en un todo orgánico y coherente las actividades que se realicen en el centro, velando siempre porque estén en consonancia con los intereses de los estudiantes; donde la motivación alcanzada, se convierta en motor impulsor de las acciones a realizar, convencidos cada uno de los participantes de que esa es la posición correcta y la dirección a seguir, no porque se lo digan, sino porque lo sientan de verdad como algo suyo, real y alcanzable.”33

ØEl o la docente debe propiciar la realización de actividades de control y valoración por parejas y colectivas, así como la autovaloración y autocontrol, con el objeto de que estos se den cuenta por si mismos de sus errores y aciertos, de una manera objetiva y consciente.

ØSe debe desarrollar en la educación en valores la parte política – ideológica, de forma bien planificada, organizada y dirigida; donde los estudiantes sean los protagonistas, ofreciéndoseles la oportunidad de asumir diversos roles, para el logro de una buena formación de valores que los lleve a actuar con sentido humano y profundo, donde puedan asimilar valores tales como: honestidad, patriotismo, solidaridad, bondad, sentido del deber, entre otros.

ØAdemás del componente cognoscitivo, resulta vital trabajar paralelamente el componente afectivo, ya que este es el que abarca la relación personal con el valor. Es necesario que ellos mismos lleguen determinar la valoración de lo importante, útil, bueno, agradable, entre otros, que resulta de lo que ellos hacen, para que y por qué lo hacen. Sentimientos, emociones y sensaciones, se conjugan entre si al hablar de afecto, del amor e incluso, de términos tan etéreos como felicidad. Si algo tienen en común estos términos, es la importancia que representan para el ser humano.

Está demostrado que las acciones impositivas y autoritarias tarde o temprano provocan reacciones naturales de rechazo, sumisión o dependencia. De igual forma se sabe que el método de aconsejar, si no existe congruencia entre lo que se dice y lo que se hace, no tiene efecto o provoca confusiones, que más tarde se traducen en serios conflictos de valor. Debemos ser ejemplo de vida responsable. “Lo significativo, la orientación valorativa, no se descubre, ni se asimila mediante máximas y sermones; sino por congruencia de vida y de interacción y acción responsable.”34

ØEn cada escuela, en cada clase y cada docente deben ejercer influencias positivas en la consecución de formar orientaciones valorativas acorde con la sociedad que queremos, donde los niños, niñas, “adolescentes” y jóvenes se eduquen caracterizando y comprendiendo mejor las particularidades del individuo y del grupo. Rubinstein deja sentado que la autoconciencia no es un fenómeno primario en el hombre, sino que es producto del desarrollo. En la medida en que el hombre va adquiriendo nuevas experiencias y vivencias no solo descubre nuevos aspectos y facetas de su ser, sino que se va modificando también su sentido de la vida. Cuando el hombre “descubre” lo que realmente tiene sentido para él, cuáles son los objetivos esenciales de su existencia, surge la necesidad de prepararse para el logro de los mismos.

ØLos y las docentes, deben tener autoridad moral y deben estar preparados y ser congruentes entre lo que dicen y hacen para poder ejercer influencia positiva a sus educandos, así como para profundizar e indagar en cuáles son las necesidades, intereses e inquietudes de estos; que es lo que les preocupa; que aspectos de la vida son los que más les interesan y tratan de canalizarlos directa o indirectamente.

ØLa labor, tanto del colectivo pedagógico en general, como de cada docente en particular, ha de estar dirigida a hacer coincidir cada vez más los valores sociales con los individuales. En el caso de escuelas ubicadas en zonas rurales o indígenas, esta debe considerar, apoyarse y aprovechar las características propias de esa comunidad, donde la socialización se funda en los deberes hacia las madres, el padre, adultos significativos y la comunidad en general, no en los derechos. Situación por la cual a los niños y niñas se les inculca desde pequeños, cuáles son sus responsabilidades, como deben comportarse, cuales son la conducta permitidas y cuáles no. Es decir, la comunidad en conjunto ejerce mecanismos de control social para garantizar que a medida que los niños y niña crezcan, acepten las exigencias sociales y se inserten, lo menos traumáticamente posible, en el orden social establecido. Así lo demostró una investigación realizada por la Universidad Metropolitana, bajo el ordenamiento del Ministerio del Poder Popular para la Educación y por intermedio de las Direcciones de Educación Rural, Educación Inicial y Educación Indígena, la cual derivo en la publicación del libro Patrones de Crianza de la Familia Venezolana en comunidades indígenas y rurales. De igual forma este estudio o investigación demostró que en las comunidades indígena y rurales, los padres dan una significativa importancia a la actividad escolar del niño o la niña, representando para ellos la posibilidad que sus hijos logren alcanzar un futuro mejor, situación ventajosa que la escuela rural o indígena debe aprovechar y explotar.

“Generalmente se cree que la crianza moderna es mejor en todos los sentidos, por cuanto implica una concepción de familia y de niño o niña más ajustada al desarrollo personal de todas las potencialidades y al logro de satisfacciones individuales. No obstante, el énfasis en lo individual nos ha llevado a olvidar aspectos determinantes de la convivencia humana, tales como el equilibrio social, la tolerancia y el respeto mutuo.” 35Es mucho lo que debemos aprender de nuestros pueblos originarios, he aquí un ejemplo, que tal vez deberíamos seguir en función de mantener nuestra sociedad más integra en el cumplimiento de nuestros deberes como ciudadanos.

El niño, niña y adolescente, como seres sociales que son, tienen que aprender a convivir y la escuela es el medio ideal donde se da la convivencia de estos con sus iguales, y en definitiva con todas las personas que forman parte del centro escolar.

Un aspecto de suma importancia para la educación en valores consiste en ofrecer estímulos morales. Estos contribuyen al fortalecimiento de la conciencia en mayor medida que cualquier estimulo material, sobre todo porque este último es más efímero.

“Cuando el estímulo material se convierta en el factor principal para elevar la calidad del trabajo de dirección requiere su repetición constante en forma creciente para que actué como motor impulsor del mismo, con el agravante de que aumenta la desigualdad social…

Por ello, el estímulo material debe ser reconocido como una realidad, pero debe ser aplicado cuidadosamente analizando todos los elementos en pro y en contra en los casos y condiciones de que se trate.

El Che reconocía el estímulo material como un mal necesario en el socialismo y prefería que se aplicara en forma colectiva y enfatizaba en aplicar el estímulo moral como palanca fundamental para elevar la conciencia y avanzar hacia la consecución del hombre nuevo.

El estímulo moral se fija en la conciencia produciendo un efecto de motivación más duradero, enriqueciendo los valores del que lo recibe y trasmitiéndose de forma contagiosa y constante en el colectivo… ”36

“Para la pedagogía la formación de valores constituye un problema de la educación de la personalidad. Para lograrlo resulta esencial tener en cuenta una serie de condiciones positivas que lo favorezcan tanto en la escuela como institución fundamental, como de la familia y otras instituciones y organizaciones sociales. Entre ellas tenemos:

La educación debe centrarse en las necesidades del proceso de formación del individuo en las diferentes etapas de su vida.

Respeto a la dignidad, amor, y aceptar a cada uno como es y a partir de ahí conformar su personalidad.

Establecimiento de relaciones humanas de máxima comunicación.

Hacer de la escuela un lugar atractivo en que el escolar sienta la necesidad de estar, lo que favorece que la escuela se convierta en el centro cultural de la comunidad.

Promover la autoactividad, el desarrollo del pensamiento creador y las potencialidades máximas del individuo.

Crear un clima que aliente el pensamiento autocrítico y divergente del educando.

Evitar la inercia, el conformismo y la no participación.

Respetar y amar nuestras tradiciones tanto en la escuela, como en la familia y la sociedad. Cultivar otras que son necesarias en las nuevas etapas de desarrollo.

Aplicación de métodos productivos que encuentren la participación, el desarrollo del pensamiento creador y la independencia. Garantizar que los propios educandos elaboren sus proyectos de vida y desarrollo personal, asimilando una vez que comprendan las mejores experiencias de la sociedad y su ‘proyecto revolucionario y transformador.

El contenido de la enseñanza tiene un valor formador, se va logrando una actitud favorable hacia el conocimiento científico.

No es posible esperar a que existan todas las condiciones materiales para trabajar intensamente en el proceso de formación de valores. Hoy más que nunca estamos urgidos de conservar y formar los mejores valores, esos que nos han permitido resistir todas las vicisitudes, conscientes de que la educación ni la pedagogía podrían resolver completamente los problemas presentes y futuros por sí solas, sino en el trabajo conjunto de todos los factores integrantes de La sociedad para un mejoramiento general de la personalidad y todas las condiciones que la rodean.”37

Políticas y Estrategias para apoyar la Educación en Valores

Partiendo del basamento jurídico precitado, se pueden identificar procesos de formulación y de formación de políticas de atención, lo cual supone la convergencia de pensamiento y acción de quienes desde las más altas estructuras del estado (MPPE), dictan los lineamientos de las políticas educativas, con los planteamientos de la base social y docentes, por ser estos quienes ejecutan esas políticas, mediante la praxis, de tal manera que para los fines de este trabajo se considera lo siguiente:

Capacitación y/o formación inicial docente para la educación en valores y continúa posteriormente.

Declarar como actores fundamentales para el proceso las familias, los niños, niñas y adolescentes y la comunidad en general, así como diseñar un programa general de Educación en valores que permita la inclusión de programas regionales, locales e incluso programas focalizados.

Atención integral.

Este principio está basado en el afecto y en las oportunidades que se ofrezcan a los educandos, considerando sus características individuales, sociales, contexto geográfico y cultural donde se desarrolle el proceso.

Equidad.

Este principio establece el derecho que todos y todas los niños, niñas y adolescentes tiene para desarrollar sus potencialidades.

Pertinencia social y educativa del ambiente, en el cual está inmersa la escuela.

Implica contar con estrategias adecuadas a las características personales y culturales, para su plenitud, apego a su medio y visualización de nuevas perspectivas.

Garantía del acceso universal a la oferta.

Este principio determina la capacidad de procurar la satisfacción de sus necesidades básicas en los contextos locales.

Articulación y consideración de los factores ecológicos al proceso social y escolar.

Este principio determina el desarrollo de programas que minimicen el impacto sobre el equilibrio ecológico.

Estrategias

  • Formular lineamientos de política educativa
  • Formular lineamientos curriculares contextualizados
  • Insertar dentro del programa de formación docente en lo conceptual y lo metodológico la Educación en Valores.
  • Estrategias para la formación docente en valores.

El escenario nacional y mundial de hoy demanda la profundización del fin humanista de la educación, frente a la hegemonía de la globalización, que profundiza la brecha entre países pobres y ricos y diluye los rasgos esenciales que determinan el principio de identidad y los valores que sustentan el ser de todo individuo y toda sociedad; de tal manera que es necesario establecer política educativas dirigidas a contrarrestar esta situación , para reconocer la importancia del desarrollo local como vía para minimizar los efectos perversos de un modelo que promueve la exclusión, así como la homogenización de modos de vivir y pensar, que imposibilitan la manifestación de la riqueza material y espiritual de pueblos y naciones.

“Esta realidad impone una concepción de la educación que privilegie espacios de participación democrática como principio fundamental de la acción educativa dentro del conjunto social, con la finalidad de contribuir a la formación critica de los ciudadanos para la construcción de una ética de la responsabilidad sustentada en los principios de la solidaridad, la corresponsabilidad y la justicia social.”38

Se refiere a la orientación para la adaptación al contexto geográfico y cultural de los lineamientos curriculares dictados por el MPPE.

Se considera necesaria la transformación y reconstrucción del discurso lineal – formal, para dar paso a la autenticidad y a la pureza de ideas y comportamiento de los pueblos. Así, por ejemplo, la escuela, como institución social, puede crear ambientes sanos que permitan desarrollar el vínculo entre sus integrantes, abriendo espacios para la enseñanza-aprendizaje de la Educación en Valores en armonía, donde el personal docente cumpliría una doble función: como mediador y como facilitador; y por otra parte como integrador de los ambientes escolares y la sociedad. Generando ambientes facilitadores para todos los protagonistas del hecho educativo según el lugar que ocupen, para crear-facilitar-mediar, aprender y desarrollarse. A partir de esta premisa e inspirados en el pensamiento de Paulo Freire internarnos en el mundo de las vivencias escolares. Realidad en la cual, se debate el ser humano con los formalismos de un sistema que educa y disciplina a las personas para perpetuar la forma de vida, las relaciones y las aspiraciones, predeterminadas de acuerdo a los preceptos institucionales establecidos por la tradición.

4.1.Conformar una base humana solida (con autoridad moral), conceptual y tecnológica que propicie el desarrollo de nuevas maneras de formar docentes en cuanto valores, con nuevas prácticas organizativas, la aplicación de estrategias pedagógica centradas en la diversidad de valores, los conocimientos científicos, y en las experiencias y saberes de los pueblos.

4.2.Conformar un equipo de tutores (los necesarios), quienes deberán conformar grupos de trabajo y se reunirán periódicamente de física o virtual.

4.3.Establecer horarios de trabajo diferenciados.

4.4.Desarrollar un programa de investigación acerca de la problemática en cuanto a valores y su influencia en la escuela y la sociedad en general.

4.5.Generar redes de comunicación entre los participantes para la conformación de una comunidad virtual para el desarrollo de valores.

Premisas a considerar para la formación del personal docente

Para Braslavsky (1999) el paradigma humanista tiene previsto que las personas durante el siglo XXI. Tendremos que confrontar las exigencias de carácter político y económico, considerando los altos niveles de incertidumbre en la producción. De igual manera tiene previsto la presencia de la diversidad. Procesos como migraciones y el desarrollo y fortalecimiento de cultura y la conformación de cultura generacionales, lo cual demanda del desarrollo de competencias que enfaticen la identidad y fortalezcan la capacidad proactiva en detrimento de la rutina. En tal sentido se enfatiza la necesidad del desarrollo de competencias personales y profesionales.

A tal efecto la propuesta contempla la formación de formación competente con autoridad moral y ética, en las siguientes áreas:

Dimensión cognoscitiva

Dimensión metacognoscitiva

Dimensión interactiva

Dimensión práctica de la competencia personal

Dimensión ética y moral

Dimensión estética

Dimensión corporal

Dimensión profesional para servir como modelo a imitar en niños y niñas menores de 6 años y hasta los 12 años, así como dimensión profesional para servir como orientador, guía, apoyo o modelo positivo de educandos ubicados entre los 13 años hasta los 17 años.

Dimensión abordaje comunitario.

¿EN CONCRETO, QUE PODEMOS HACER PARA EDUCAR EN VALORES?¿QUE ESTRATEGIAS Y ACTIVIDADES PODEMOS REALIZAR?

Para docentes y la escuela:

1.Tal y como está determinado en el artículo de la CRBV, el personal docente debe ser idóneo. El personal docente debe ser ejemplo de vida para que su conducta sea imitada por sus educandos de educación inicial y básica. El proceso de formación de maestros y profesores debe trabajarse “(…) por la interiorización de valores a través de diferentes vías, que deben encontrarse en las diferentes asignaturas o disciplinas que conforman el plan de estudio. También a través de toda la practica laboral investigativa en contacto directo con los educandos y el ambiente del escolar, se van logrando entre los futuros profesores una serie de valores positivos como por ejemplo el amor y respeto a los alumnos, su profesión y el medio que lo rodea; aprende a ser estudioso, a resolver los problemas mediante la investigación, encontrando alternativas de solución; aprende también a ser optimista, observador, a trabajar en grupo, estableciendo relaciones correctas en el orden profesional.

En el proceso de formación resulta esencial enfatizar en las cualidades estéticas del trabajo del maestro mediante el cultivo de la sensibilidad, ya que por esta vía se forman también valores.” 39

El personal docente debe recibir capacitación en Educación en Valores, metodología de la investigación, características generales de la estrategia, las orientaciones metodológicas que se propongan y el desarrollo de temas de educación en valores.

2.Realizar una jornada especial de debate, reflexión y discusión (diagnosis), para determinar las debilidades en cuanto a valores presentes en el plantel que sirva como base para el inicio de aplicación del programa de Educación en Valores en el mismo, que incluya la participación del personal directivo, Consejo Educativo, personal docente, administrativo, obrero, estudiantes y padres, madres, representantes o responsables y comunidad en general.

3.En la medida de lo posible y con ayuda del personal docente de educación especial de Aulas integradas, orientadoras y orientadores, psicólogos o psicólogas realizar una caracterización psicopedagógica de los educandos.

4.Intercambiar sistemáticamente los problemas y el resultado de la diagnosis para las preparaciones metodológicas colectivas.

5.Teniendo en cuenta los resultados aportados por el diagnóstico inicial se debe planificar la aplicación de las primeras estrategias.

6.Diseñar y aplicar un plan de acción, considerando que se debe educar mediante la persuasión, y la participación consciente y activa del sujeto en su propia formación. Donde la realización de toda actividad tenga un significado para sí, que incluya la participación directa de los y las estudiantes. Como elementos que favorecen la implicación de los sujetos en la estrategia se recomienda realizar lo siguiente:

6.1.Análisis reflexivo de la información de educación en valores.

6.2.Valoración y autovaloración de los problemas relacionados con la educación moral o educación en valores.

6.3.Tomar conciencia de los problemas en valores que les afectan.

6.4.Contribuir con su actuación protagónica en la planificación, programación, la ejecución y el control del proceso de enseñanza-aprendizaje.

6.5.Utilización de diferentes vías en la sistematización, la consolidación y la aplicación del contenido.

6.6.Utilización sistemática de mensajes sobre los valores y otros elaborados a partir de situaciones de la vida que se relacionen con la educación en valores.

6.7.Los programas de formación de valores deben contar con la ayuda de campañas destinadas a reforzar los mismos por los medios audio-visuales y redes sociales. La unidad de la actividad con la comunicación es un principio que contribuye a crear el clima adecuado de comprensión entre los individuos.

6.8.Aplicación del criterio de la pedagogía del amor y de la liberación en la educación en valores por parte del personal docente.

Para los estudiantes:

1.Deben realizarse diversas actividades escolares concretas que incluyan la presencia

de algún valor o diversos valores, de forma individual por parejas y grupales dirigidas a fomentar los valores. Las efemérides y otras vías en las que los estudiantes sean participativos y haga suya la tarea se convierte en fuente de valores morales altamente deseables y apreciables.

2.Elaboración de las normas de convivencia con la participación directa de los

educandos.

  • Realización o participación constante en actividades cívicas dirigidas a crear la cohesión de grupo para la toma de conciencia y la interacción de

la educación con la vida social y el trabajo para garantizar la preparación de las

nuevas generaciones para resolver los problemas de la vida laboral futura y social

en general a partir de las condiciones del presente. Es una condición necesaria y

esencial para desarrollar un proceso educativo de calidad. Estas actividades deben

trascender la inmediatez del ámbito escolar para implicarse y comprometerse en la

mejora del entorno social.

3.Cada conducta respetuosa de los valores que sea presentada por los educandos debe ser premiada de forma inmaterial (estimulación moral) y eventualmente de forma material también, preferiblemente en grupos. Debe definirse la estructura de recompensa e incentivos. Las faltas deben ser sancionadas a través de la aplicación de castigos positivos, con atención particular a la estrategia de las consecuencias lógicas, que consiste en dejar que el educando asuma las consecuencias de sus actos cuando no respete las normas y los pactos.

4.Fomentar momentos de autoevaluación de forma individual, por parejas y grupales.

5.Fomentar el trabajo relacionado con el Programa Todas las Manos a la Siembra. Es preciso realizar trabajo en grupos y aprendizaje cooperativo, tomando en cuenta la heterogeneidad de los miembros del grupo según sus conocimientos, sexo, edad, intereses, entre otros; la estructura de recompensa e incentivos y la estructura y reparto de la tarea entre os miembros del grupo.

6.Las organizaciones estudiantiles deben participar de forma directa en la formación y evaluación en la formación y educación en valores.

7.Desarrollar la educación en valores la parte política – ideológica, de forma bien planificada, organizada y dirigida; donde los estudiantes sean los protagonistas, ofreciéndoseles la oportunidad de asumir diversos roles.

8.Ofrecer a los educandos la oportunidad de participar en grupos teatrales escolares, practica de artes marciales, practica de ajedrez o la práctica de otros deportes, con lo cual ofrecemos un abanico de posibilidades u oportunidades de participación e interacción con otros individuos y donde deben seguir patrones de disciplina, ejecución de instrucciones, concentrar la atención, entre otros aspectos. La existencia del carácter contradictorio entre la asimilación individual del sujeto en condiciones colectivas de ejecución, garantizan una condición básica para el desarrollo del individuo como miembro de un grupo.

9.Debemos enseñarles cómo ganarse el afecto y consideración de los demás, como valorar sus relaciones interactivas y comunicativas en su grupo escolar y su grupo social, como dar solución a los conflictos que se les presentan en los diferentes planos de la relación dentro del contexto escolar. Esta experiencia le servirá para dar respuesta a los conflictos presentados en otros contextos.

¿Cómo ganarse el afecto y consideración de los demás?

. Demostrar afecto, respeto, consideración y confianza

. Tratar a cada quien según sus características

. Saber plantear un problema, como hacer una crítica, o pedir colaboración

. Ofrecer ayuda, tanto en lo personal como en otros tipos de problemas

. Mostrar solidaridad y cumplir lo prometido

. Reconocer lo positivo de los demás

. Expresar la capacidad de intercambio, responsabilidad y autonomía

¿Cómo valorar sus relaciones interactivas y comunicativas en su grupo escolar y su grupo social?

. Promover el conocimiento de sí mismo y de los demás

. Pensar de manera comprensiva, critica y tolerante

Cómo dar solución a los conflictos que se les presentan en los diferentes planos de la relación dentro del contexto escolar?

. Enseñar a pensar reflexivamente

. Vencer temores, inhibiciones, e inseguridad

. Expresar una actitud positiva con relación a los coetáneos y a las tareas

. Trabajar en un clima que promueva la alegría, buen humor, la confianza y rechazando las situaciones de “bullying”, burlas, agresiones verbales y físicas.

CUALIDADES QUE DEBEN PRESENTAR NUESTROS EDUCANDOS AL FINALIZAR SU CICLO DE FORMACION EN VALORES Y QUE DEBEN SEGUIR DESARROLLANDO EN EL TRANSCURSO DE SU VIDA.

Para llegar a obtener las cualidades que expondré a continuación es imprescindible tomar en consideración los siguientes aspectos:

. “La relación hombre-hombre en el desarrollo de valores universales.

. La relación hombre-naturaleza en el cuidado y protección del medio ambiente.

. La relación hombre-estado en el desarrollo de la calidad ciudadana, cultura del cumplimiento de deberes, derechos y criterios de democracia y participación.

De estos criterios podrían desprenderse valores esenciales como el amor al trabajo, a la patria y su historia, a la familia, los niños, ancianos y a la naturaleza.

El desarrollo de la honradez, la honestidad, la responsabilidad, la solidaridad y el sentido de bienestar común, la educación en los deberes y derechos de ciudadano y la disciplina social, en fin, un hombre concreto para nuestra sociedad.”40

Cualidades:

1.Ser una persona humana.

2.Vivir humanamente, lo cual le calificaría como ser moral y con inteligencia moral.

3.Ser generoso, altruista, independiente, libre y creador.

4.Tener una alta conciencia moral y mantenerla en alto, ser cumplidor o cumplidora de las normas, de la ley y de la mejor convivencia social. Inteligencia moral.

5.Estar dispuesto(a) al estudio y al trabajo para su mejora personal y para el mejor cumplimiento de sus obligaciones, e inspirar a los demás para que lo hagan también, a través de su ejemplo personal.

6.Sentir una constante inquietud e inconformidad con todo lo relacionado con sus estudios o su trabajo.

7.Nunca eludir discusiones o tratar de no enfrentarse a problemas creados o por crearse por medio de subterfugios, promesas irrealizables.

8.Tener el máximo dominio de su carácter, expresiones y gestos en todo momento, y especialmente durante las discusiones o situaciones complejas para evitar que su descontrol personal pueda agravar la situación, o dificulte la solución de la misma.

9.Tener firmeza de carácter, en lo referente a la valentía para expresar sus ideas y criterios en todo momento.

10.Estar dispuesto(a) a escuchar y evaluar bien todas las opiniones, sugerencias y críticas que se le hagan, tanto por superiores como por subordinados.

11.Estar siempre dispuesto(a) a reconocer y aceptar sus errores, derivando de ellos experiencia propia y trasladando estas experiencias a los demás, para evitar repeticiones injustificadas.

12.Hacer correcciones constructivas a los errores de los demás a través del mejor uso de la crítica.

13.Practicar la cortesía, tacto y respeto en sus relaciones con los demás.

14.Actuar con el máximo de imparcialidad en sus relaciones.

15.Reconocer y dar crédito a todas aquellas personas que lo merezcan. Luchar para evitar los comentarios mal intencionados y los chismes.

16.Prestar atención a los problemas de sus familiares, compañeros y comunidad en general para actuar con solidaridad.

17.Saber inspirar confianza y merecer el respeto de todos.

18.Amar, respetar y proteger la naturaleza y el medio ambiente.

19.No tomar decisiones emocionales, hasta no conocer con exactitud las particularidades de los casos puestos a su consideración. Desarrollar una mente analítica y de pensamiento positivo.

20.Cumplir estrictamente con sus deberes y compromisos.

21.Ser sincero o sincera siempre. Recordar que no hay nada que haga perder más fácilmente el respeto moral de parte de los demás que ser catalogado o catalogada como persona no sincera.

ELEMENTOS PRINCIPALES EN EL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DE LA PERSONALIDAD EN VALORES

CAPACIDADES DE LA INTELIGENCIA MORAL

ELEMENTOS DE LA CULTURA MORAL

. Autoconocimiento

. Valores

. Conocimiento de los demás

. Normas sociales

. Habilidades para el dialogo

. Reflexiones filosóficas

. Contextualización del juicio moral

. Modelos personales

. Autorregulación

. Instituciones sociales

. Toma de conciencia

. Propuestas normativas

Fuente: Educación en valores. Manual de la educación. Editorial Océano. Pág. 869

DIAPOSITIVA NO. 1

LA PIRAMIDE DE MASLOW

“La pirámide de Maslow es una teoría de motivación que trata de explicar qué impulsa la conducta humana. La pirámide consta de cinco niveles que están ordenados jerárquicamente según las necesidades humanas que atraviesan todas las personas.

En el nivel más bajo de la pirámide se encuentran nuestras necesidades más básicas, como alimentarse o respirar. Cuando satisfacemos esas necesidades básicas, estamos rellenando la base de la pirámide, y solo al cubrir esas necesidades podemos subir al siguiente nivel, donde se encuentran las necesidades superiores.

El nombre de la pirámide se debe a su autor, el psicólogo humanista norteamericano Abraham Maslow (1908-1970), que en la primera mitad del siglo XX formuló en su obra “Una teoría sobre la motivación humana” (A Theory of Human Motivation) la teoría de la pirámide de Maslow, una de las teorías de motivación más conocidas.

La teoría de la pirámide de las necesidades de Maslow explica de forma visual el comportamiento humano según nuestras necesidades. En la base de la pirámide aparecen nuestras necesidades fisiológicas, que todos los humanos necesitamos cubrir en primera instancia. Una vez cubiertas estas necesidades, buscamos satisfacer nuestras necesidades inmediatamente superiores, pero no se puede llegar a un escalón superior si no hemos cubierto antes los inferiores, o lo que es lo mismo, según vamos satisfaciendo nuestras necesidades más básicas, desarrollamos necesidades y deseos más elevados.

Los 5 niveles de la pirámide de Maslow son los siguientes:

ESQUEMA NO. 2


  • Necesidades básicas o fisiológicas: Son las únicas inherentes en toda persona, básicas para la supervivencia del individuo. Respirar, alimentarse, hidratarse, vestirse, sexo, etc.
  • Necesidades de seguridad: Se busca crear y mantener una situación de orden y seguridad en la vida. Una seguridad física (salud), económica (ingresos), necesidad de vivienda, etc.
  • Necesidades sociales: Implican el sentimiento de pertenencia a un grupo social, familia, amigos, pareja, compañeros del trabajo, etc.
  • Necesidades de estima o reconocimiento: Son las necesidades de reconocimiento como la confianza, la independencia personal, la reputación o las metas financieras.
  • Necesidades de autorrealización: Este quinto nivel y el más alto solo puede ser satisfecho una vez todas las demás necesidades han sido suficientemente alcanzadas. Es la sensación de haber llegado al éxito personal.”

Esta teoría es muy utilizada actualmente en marketing y los equipos de guerra no convencional. Las empresas adecuan su producto, su mensaje y su comunicación al escalón de necesidad que creen que pueden cubrir y satisfacer. De igual manera lo hacen algunos gobiernos, como el de los Estados Unidos, para concretar sus acciones y estrategias de ataque contra gobiernos o naciones catalogadas como sus enemigas.

En Venezuela, al igual que en otros países, se han trastocado aspectos fundamentales del ser humano para que este permanezca en una constante lucha por la búsqueda y satisfacción de las necesidades básicas, lo cual hace que los individuos, por satisfacer estas necesidades actúen de forma primitiva, a veces casi animal, dejando de lado aspectos morales y éticos. La consecución de otras necesidades como las sociales y de estimación y reconocimientos son adquiridas de forma distorsionada. Así, un individuo consigue “amistad” mediante grupos de presión, bandas delictivas, por ejemplo. El reconocimiento, puede ser adquirido como consecuencia de ser el líder de una banda de delincuencia organizada o un grupo paramilitar armado, imponiendo el terror, por ejemplo.

¿CÓMO HACER REALIDAD LA EDUCACIÓN EN VALORES?

El profesor José Francisco Juárez, decano de la Facultad de Humanidades y Educación de la UCAB, propone el Plan para el desarrollo de la Educación en Valores que ofrecemos a continuación, el cual parece adecuado a nuestro propósito:

“Desarrollo del Plan Nacional de Educación en Valores En Venezuela se necesita con urgencia una educación en valores a gran escala, considerando las distintas áreas del desarrollo humano. La educación de las virtudes es una gran oportunidad para hacer realidad esta tarea. Se trata de recuperar lo mejor de nuestra tradición, de los valores que nos identifican como venezolanos, estudiarlos y promocionarlos mediante actividades que permitan vivirlos y transmitirlos. Hay que fomentar en las instituciones educativas, aunque no estén exentas las demás instituciones del Estado, el estudio formal de los contenidos morales para propiciar una conciencia de responsabilidad ante la vida. Luego se necesitaría su proyección social, mediante el reforzamiento de aquellas conductas coherentes con dichos principios. El Plan Nacional de Educación en Valores permitiría a mediano y largo plazo el fortalecimiento de las instituciones del país, trayendo con ello un cambio de actitud del sujeto en relación con su compromiso social. Lo que se está planteando no es una utopía. Tampoco pretendemos negar los esfuerzos que se han hecho hasta ahora para remediar los problemas de inestabilidad institucionalidad y de la débil conciencia de la práctica ciudadana. Lo que pasa es que no han sido lo suficientemente eficaces para superar los males que nos aquejan. Este plan consistiría en la fundamentación, la reflexión y la puesta en práctica de actitudes y conductas relacionadas con los valores ciudadanos estipulados en la Constitución Nacional y que nos dan identidad como grupo humano. Se iniciaría en las instituciones escolares de todo el país, con la participación de la comunidad educativa (maestros, padres, representantes, obreros, empleados, estudiantes), luego se extendería a la comunidad local y más adelante a la regional y nacional.

74 Educación para transformar el país Seminario

Es un plan que necesitaría el apoyo (logístico y financiero) del Gobierno Nacional, de los gobiernos regionales y municipales. Sería el gran consenso por el país que queremos. En torno a esta propuesta, los medios de comunicación contribuirían a través de campañas que incentiven a fortalecer el compromiso del ciudadano con el país. Para su mayor efectividad tendría que estar acompañado de políticas públicas que incentiven la cultura ciudadana: el cumplimiento de las normas, la efectividad de la sanción, la confianza en la justicia, etc. Esta propuesta no es un recetario ni tampoco una fórmula mágica con la cual se conseguirán transformaciones de un día para otro en la actitud de los sujetos hacia los valores. Es realista, sin dejar de ser esperanzadora, por eso tiene que pensarse en etapas y a largo plazo. Su punto de partida es la realidad que obliga al sujeto a reflexionar sobre ella. Después ofrece alternativas de solución y finalmente, mediante la conducta convertida en hábito, deja un aprendizaje que lleva al crecimiento personal y comunitario. B. Aprender a pensar, clarificación de valores y la formación de hábitos Este proyecto consta de tres fases. Cada fase se relaciona entre sí sin perder su autonomía. Esto quiere decir que lo que se implementa en un momento necesita ser profundizado y complementado en la fase siguiente para que se genere un cambio de actitud, sin embargo, es posible que debido a ciertas condiciones geográficas, pedagógicas, técnicas o estratégicas éstas obliguen a hacer más énfasis en una de ellas, sin que por esto se pierda el proceso formativo que se busca con su aplicación.

La primera fase la llamamos de formación. En primer lugar se organizarán seminarios de formación para los docentes sobre los valores y su fundamentación. También se hará lo mismo con la comunidad de padres y con los estudiantes. Los contenidos de estos cursos estarán orientados según el grupo al que se dirigen. Una vez que estos grupos se preparen adecuadamente se iniciará una etapa de consulta y reflexión para establecer las prioridades de la institución en cuanto al fomento de valores que la realidad (su comunidad, la institución) exige.

75 Educación en valores José Francisco Juárez

La segunda fase es la clarificación y la estimación En esta etapa se buscará que los docentes, los representantes y los alumnos clarifiquen sus valores. Esto se logra acudiendo a las fuentes, revisando los conceptos, permitiendo que los involucrados reflexionen sobre sus preferencias, que aprendan a argumentar sus valoraciones. En el diálogo constructivo se clarifican los valores y se aprende a respetar las opiniones contrarias. Ayuda a que los involucrados se apropien de la problemática de la institución o de la comunidad y le busquen soluciones a partir de la clarificación de valores que, como hemos mencionado, facilita el diálogo, la búsqueda de información y pone a pensar al sujeto sobre su realidad. La historia, la filosofía, la ciencia, pueden ser eficaces en el cultivo de un razonamiento acorde con los esquemas conceptuales y formas de valoración que se necesitan para abordar un contexto determinado. En otras palabras, al estudiante se le puede enseñar a juzgar de acuerdo con criterios razonados y con el auxilio de las diversas ciencias que existen para tal fin.

Tercera fase. La formación de los hábitos virtuosos Dado el paso de la formación y la reflexión sobre los valores, pasamos a la siguiente fase, la cual consideramos crucial: vivir los valores desde la realidad. Se trata de fomentar actividades donde los valores estudiados y reflexionados se evidencien en conductas concretas. Para que estas conductas se transformen en hábitos virtuosos lo que queda es reforzarlas y fomentarlas. Hay una serie de iniciativas que se pueden promover desde las escuelas intentando que en todas las que se propongan, se evidencien conductas relacionadas con los valores universales, morales y sociales que fortalezcan nuestra identidad nacional y nuestra democracia. El convencimiento surge de la disposición del sujeto a intervenir y cambiar las estructuras sociales que atentan contra el bien común. Pero está convencido quien tiene fe de que su aporte será decisivo para dejar atrás lo que hace daño y obstaculiza la convivencia y el progreso. Por eso es una etapa que debe generar una afectividad, un sentimiento de reconocimiento por parte del docente principalmente, y luego de la comunidad educativa, de que realmente los valores valen y sin ellos es imposible tomar decisiones acertadas en la vida. Las actividades y los talleres promovidos en un primer momento en el centro escolar se podrían llevar a las comunidades a través de encuentros, talleres, simpo-

76 Educación para transformar el país Seminario sios, etc. Se establecerían normas de convivencia escolar que sean cumplidas sin cortapisas, reivindicando el carácter de la sanción moral, social e individual. Se incentivaría la práctica de conductas sociales acorde con lo establecido por las leyes venezolanas y que fortalezcan nuestra identidad nacional. Se potenciarán las visitas a los hospitales, ancianatos, centros de atención a personas con necesidades especiales, para que los valores empiecen a concretarse en realidades cercanas a los estudiantes y a los propios docentes. Hay que intentar que la labor comunitaria se convierta en el espacio preferencial de la consolidación de los valores plasmados en nuestra Constitución. Toda esta propuesta se fusiona, se complementa, se potencia con las diferentes políticas públicas que se ejecuten en torno a la calidad educativa, la formación docente y la consolidación de la cultura ciudadana. Las fases son graduales pero no quiere decir que en determinados contextos no puedan llevarse en paralelo. Lo importante es que el plan se ejecute en atención a la prioridad de la consolidación del sistema educativo, de las instituciones del Estado y de la comunidad, como agentes portadores de los valores necesarios en nuestro país.”42


CONCLUSIONES

  • 1. “(…) y piensa preocupado en los millones de jóvenes, que víctimas del marginamiento a todos los niveles han errado los mejores senderos de la vida y precisamente en sus mejores años, purgan en cárceles, retenes o correccionales su deudas para con una sociedad, que si bien no los coloco en esa situación, si les impuso normas de injusticia a la vez que los abandono sirviendo a sus mentes, factores, circunstancias, ejemplo y cosas, capaces de construir, un delincuente en cada joven.”José Luis Parra Boscán. Cuento “No es cuento”. Diario La Columna, Maracaibo 9 de agosto de 1977. Pág. 10 La construcción del socialismo del siglo XXI necesita, como principio impostergable, la coherencia entre el pensamiento y la acción concreta. Somos parte de una sociedad cuyo entramado define la complejidad de nuestra subjetividad, la cual se concreta en el marco de las contradicciones inherentes a las relaciones políticas, económicas e ideológicas, las cuales a su vez actúan para la escogencia de los valores. Nuestras acciones no pueden estar disociadas de nuestras ideas. De tal manera que debemos hacer un esfuerzo para comprender la sociedad en la que vivimos y luchar por la sociedad que queremos. No podemos trasformar el mundo si no somos capaces de cambiar nuestras propias formas de relación con la realidad, con el contexto, con los otros y con nosotros mismos. Debemos cambiar el ethos imperante en la sociedad actual, por una ethos revolucionario y socialista. En este proceso revolucionario, un paso fundamental consiste en preguntarnos con sinceridad y honestidad: ¿Qué mundo tenemos? ¿Qué mundo queremos? ¿Qué clase de persona somos? Podemos ser seres apáticos y desesperanzados, resignados a un mundo signado por la autodestrucción o, por el contrario, podemos actuar con autentico espíritu revolucionario y buscar el cambio que nos lleve a un mundo mejor. Debemos articularnos en la praxis de una educación radical transformadora en las escuelas, en los centros de formación, con la comunidad. La estrategia organizacional y la educación deben constituirse en una herramienta sociopolítica para transformar la realidad y enfrentar la reproducción de antivalores.
  • 2. En los venezolanos, al igual que en otros pueblos, desde el punto de vista psicológico opera una conducta imitativa. Tal afán de imitación nos lleva a copiar formas ajenas de conducta que gozan de especial prestigio de lo extranjero, de lo exótico. Esta forma de conducta está directamente relacionada a nuestra condición de país rico, de riqueza fácil, no obtenida mediante la laboriosidad del pueblo, sino gracias a la bendición de la naturaleza, que sembró nuestro subsuelo de tesoros explotables. La riqueza fácil, – que por cierto durante mucho tiempo tampoco fue explotada por nosotros, sino por empresas transnacionales de estados muy poderosos con características imperialistas y políticas neocoloniales – creo en nosotros una mentalidad de nuevo rico. Mentalidad, precisamente, de imitación, que nos impulsa a hacer y usar todo lo que hacen y usan aquellos a quienes reconocemos como más poderosos, en un vano afán de emparejarnos con ellos mediante la imitación de sus formas de comportamiento. Lo planteado más un conjunto de otras influencias negativas, nos han llevado a la situación actual. Cuando las influencias negativas del entorno del sujeto son más fuertes que las influencias positivas, cuando las vivencias son negativas, los sujetos interrelacionan con diversas situaciones conflictivas done el actúa como protagonista y/o espectador, con la consiguiente gestación y dinámica general del trastorno del desarrollo personal, pudiendo ocurrir que este e pierda el rumbo como ser humano, deshumanizándose, prevaleciendo el comportamiento reptil, primitivo, instintivo sobre el consciente. Se pierde el comportamiento moral por la pérdida de la inteligencia moral y la inteligencia cognitiva del individuo se transforma o trastoca, llevándola a utilizarla solo para la solución de problemas esenciales tales como: obtener dinero de la forma que sea, alimentos, otros productos básicos. Alimentarse, vestirse, tener sexo; es decir todo aquello establecido en la pirámide de Maslow para satisfacer las necesidades básicas para la supervivencia. Una vez cubiertas estas necesidades, buscamos satisfacer nuestras necesidades inmediatamente superiores, pero no se puede o resulta sumamente difícil llegar a un escalón superior, si no hemos cubierto antes los inferiores. En esto y otros aspectos y estrategias como la disociación psicótica, se basan los modelos de neocolonización, guerra no convencional, para atacar a los pueblos, dividirlos y enfrentarlos. Al estar divididos, es mucho más fácil para los poderes fácticos que atacan dominar a los grupos que le son afectos. Es por ello la importancia que desde la escuela ofrezcamos a nuestros educandos bases sólidas y ejemplos poderosos cargados de valores para estructurar a su vez bases sólidas en valores morales en sus consciencias. Solo las personas conscientes de sus actos pueden superar cualquier tentación de otras influencias de nivel más bajo al de la consciencia. Si Jesús Cristo, no hubiese tenido plena consciencia de su función en la tierra como salvador, no se hubiera dejado atrapar para que le crucificaran. Si nuestro Libertador Simón Bolívar, no hubiese tenido plena conciencia de lo que hacía por la patria grande y para la instauración de nuevo sistema de gobierno, democrático, de justicia, hubiese sucumbido a las voces y peticiones de quienes le solicitaron que se coronara como rey de una monarquía colombiana. Park y Burgess (1924), han planteado las conductas desviadas como algo que se propaga a medida que las instituciones de la comunidad se deterioran y dejan de satisfacer las necesidades de sus ciudadanos. Dice Víctor Hugo en su obra “Los Miserables”, “Cuando el hombre ha llegado al último extremo, llega también a los últimos recursos. ¡Desgraciados los seres sin defensa que lo rodean! El trabajo, el pan, el fuego, el valor, la buena voluntad, todo le falta a la vez. La claridad del día parece apagarse en el exterior, y la luz moral se apaga en el interior; en estas sombras, el hombre encuentra la debilidad de la mujer y del niño, y las doblega violentamente a la ignominia.Entonces todos los horrores son posibles. La desesperación está rodeada de los frágiles tabiques que dan todos sobre el vicio o sobre el crimen.” De aquí la importancia de la intervención de la escuela, conjuntamente con la familia, la comunidad y una extraordinaria campaña de educación valores que se realice por todos los medios masivos de comunicación y redes sociales; acompañada además con una campaña sistemática de estimulación o premiación espiritual (inmaterial) y material a todas aquellas personas que realicen acciones virtuosas, la cual debe ser reseñada en los medios de comunicación y redes sociales. Ver esquema 2.

3. Lograr la transformación que requerimos con un personal contaminado, no consciente, resulta sumamente difícil y complejo, pareciera incluso imposible de realizar, pero no queda de otra; no podemos pararnos y dejar que la avalancha de la descomposición social nos atrape, debemos hacer lo que podamos para ir minimizando la situación, de allí la importancia de formar a nuestros docentes y colocar mucho más énfasis en cuanto a los requisitos para el ingreso de este personal al Ministerio de Educación y otros planteles estadales, municipales y privados.

4. En función de la realidad actual del país se requiere que se realice un esfuerzo global, mancomunado, para cambiar la situación presente en los ámbitos, moral y ético (ethos), de tal manera que la sugerenciaque estamos planteando es realizar una modificación a través de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en lo previsto hasta ahora en las Disposiciones generales del Poder Ciudadano, en el Capítulo IV de nuestra Constitución nacional y llevarla a un plano similar al modelo solicitado por nuestro Libertador Simón Bolívar, donde el Consejo Moral Republicano quede conformado además de la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía General de la República y la Contraloría General de la República por el Sistema Educativo y de esta forma poder desarrollar con mayor prestancia la Educación en valores. En su defecto, en caso de no aprobarse las modificaciones al Poder Ciudadano, priorizar lo referente a la capacidad que tiene este Poder para promover la educación como proceso creador de la ciudadanía, así como la solidaridad, la libertad, la democracia, la responsabilidad social y el trabajo; es decir, promover la educación en valores, establecido en el Artículo 274, así como lo establecido en el Artículo 278 de la CRBV. Ver fichas adjuntas acerca de la solicitud de modificación del Poder Ciudadano. Ver es

5. Iniciar en lo inmediato, la selección de un personal docente con comprobadas cualidades éticas y morales, que tenga la autoridad moral necesaria para su formación en Educación en Valores y convertirles en facilitadores y tutores del programa, e iniciar posteriormente un proceso general nacional de formación docente en Educación en valores.

6. Aplicar el modelo de programa desarrollado por el Prof. Juárez, el cual presenta básicamente todos los aspectos desarrollados en la exposición de este trabajo y efectuar las adecuaciones que sean necesarias y pertinentes.

7. Iniciar en lo inmediato, la selección de un personal docente con comprobadas cualidades éticas y morales, que tenga la autoridad moral necesaria para su formación en Educación en Valores y convertirles en facilitadores y tutores del programa, e iniciar posteriormente un proceso general nacional de formación docente en Educación en valores.

8. Debido a lo prioritario del asunto según nuestro criterio, debe desarrollarse a la brevedad posible un modelo de intervención o de educación en valores cuyos objetivos estén centrados en: a. Fortalecer recursos personales de autorregulación, b. Fortalecer recursos comunicativos, c. Entrenar a los educandos en la búsqueda de datos y elaboración de interrogantes en materia de valores morales; en la solución y argumentación de soluciones a tareas planteadas, d. Propiciar el establecimiento de relaciones interpersonales agradables y e. Propiciar vivencias de situaciones donde deben aplicarse los valores y la cooperación interpersonal. 6.1. Para fortalecer los procesos de ampliación de recursos comunicativos, la utilización de conceptos generalizadores, fortalecimiento de organizaciones categoriales y de relaciones de causa-efecto, así como para la disminución de respuestas impulsivas, las acciones de intervención deben estar pautadas en: a. la aplicación de juegos didácticos relacionados a valores que estimulen la vinculación de la enseñanza con la vida. (Valido para educandos del 1ro. al 3er. grado de educación básica),b. tareas de investigación de procesos de cambio y transformación de valores (valido para educando del 4to. al 6to. grados y estudiantes de secundaria), c. planteamiento de situaciones problemáticas de solución individual y grupal o colectiva. 6.2 Para fortalecer los procesos de fortalecimiento de recursos personales de autocontrol, mejoramiento de las relaciones interpersonales y fortalecimiento de la aparición de vivencias agradables: a. juegos de participación, b. sesiones de análisis de relaciones de cooperación, c. Dinámicas competitivas y d. excursiones, actividades al aire libre, con la comunidad. 6.3. Para fortalecer los procesos relacionados con la escuela-hogar y la incorporación de la familia a objetivos de estimulación del desarrollo y al control de las acciones de desarrollo propuestas y la disminución de expectativas emocionales de desagrado en relación con los educandos, las acciones deben ser: a. sesiones informativas sobre posibilidades de desarrollo de los valores entre los educandos, b. dinámicas participativas entre padres, madres, representantes o responsables, análisis de situaciones problemáticas y entrenamiento sobre acciones de estimulación y control familiar sobre los educandos.

9. Aplicar el modelo de programa desarrollado por el Prof. Juárez (adjunto a este trabajo), el cual presenta básicamente todos los aspectos desarrollados en la exposición de este trabajo y efectuar las adecuaciones que sean necesarias y pertinentes.

Glosario

Anomia. Situación social en la que las personas no pueden orientar con exactitud y precisión su conducta, bien porque no existen definiciones claras de las normas sociales a seguir, porque hay algún conflicto entre ellas o porque carecen de capacidad de respuesta a los estímulos socioculturales.

Cultura moral. Conjunto de acciones simbólicas que guían o pautan el juicio y la conducta moral en situaciones conflictivas o de toma de decisiones.

Estadio moral. Estructura de pensamiento -dentro de un proceso de desarrollo- que posibilita una forma determinada de razonamiento moral, comportamiento o respuesta a estímulos socioculturales.

Habilidades sociales. Conjunto de comportamientos interpersonales que aprende el individuo y que paulatinamente configuran su competencia social en los diversos ámbitos de relación con los demás.

Inteligencia moral. Conjunto de capacidades psicomorales que constituyen la conciencia moral de la persona y le permiten enfrentarse a los conflictos de valores.

Juicio moral. Facultad de la conciencia que permite distinguir lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto, lo negativo de lo positivo, entre otros. Es una guía universal de actuación que cada persona adopta en función de su propio grado de convencimiento.

Pensamiento Moral. Es la estructura de pensamiento que según la teoría del Desarrollo Moral de Kohlberg (1980), permite el desarrollo moral, clasificando este desarrollo en seis estadios.

La teoría de la Educación Moral de Kohlberg sostiene que el desarrollo moral se facilita con la discusión periódica de dilemas morales o situaciones conflictivas basadas en la contraposición de dos valores adquiridos, factibles y defendibles.

Púber. Sujeto que ha llegado a la pubertad.

Resolución de conflictos. Acción que utiliza un conjunto de recursos orientados a la superación de situaciones controvertidas.

Virtud. Cada uno de los rasgos de la persona que conforman un modo de proceder recto e íntegro de acuerdo con las normas morales y éticas vigentes en la sociedad.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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2 Bolívar. Reflexiones y comentarios. Pág. 69

3 Ob cit. Pág. 71

4 Ob cit. Pág. 695

5 Ob cit. Pág. 626

6 El trabajo de dirección en el socialismo. Antecedentes y enfoques actuales. Pág. 179

7 Freire Paulo. La antidiagilocidad y diagilocidad como matrices de teorías de acción cultural antagónicas. Educación con valores Socialistas. Pensamiento pedagógico emancipador latinoamericano. Por una Universidad Popular y Socialista de la Revolución Venezolana. Pág. 260

8 Freire Paulo. La antidialogicidad y dialogicidad como matrices de teorías de acción cultural antagónicas. Revolución ética y educación popular. Bases sociocríticas de una pedagogía de la indignación. Pensamiento pedagógico emancipador latinoamericano. Por una Universidad Popular y Socialista de la Revolución Venezolana. Pp. 274 y 275

9 Chávez Frías Hugo. Moral y Luces, Educación con valores Socialistas. Pensamiento pedagógico emancipador latinoamericano. Por una Universidad Popular y Socialista de la Revolución Venezolana. Pág. 525

10 Galeano Eduardo. Pedagogía de la soledad. Lecciones de la Sociedad de Consumo. Pensamiento pedagógico emancipador latinoamericano. Por una universidad popular y socialista de la revolución venezolana. Pág. 383

11 Galeano Eduardo. Pedagogía de la soledad. Lecciones de la Sociedad de Consumo. Pensamiento pedagógico emancipador latinoamericano. Por una universidad popular y socialista de la revolución venezolana. Pág. 369

12 Galeano Eduardo. La Contraescuela. Traición y Promesa del Fin del Milenio. Pensamiento pedagógico emancipador latinoamericano. Por una universidad popular y socialista de la revolución venezolana. Pág. 393

13 García Batista Gilberto Dr. ¿Por qué la formación de valores es también un problema pedagógico? Compendio de pedagogía. Pág. 143

14 Doctrina del Libertador. Pág. 198

15 Ob cit. Pp. 198 y 199

16 Bolívar. Reflexiones y comentarios. Pág. 69

17 Doctrina del Libertador. Pp. 198 y 199

18 Ob cit. Pág. 197

19 Ob cit. Pág. 197

20 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Pág. 13

21 Ob cit. Pág. 79

22 Ob cit. Pág. 81

23 Ob cit. Pág. 236

24 Patrones de crianza de la familia venezolana en comunidades indígenas y rurales. Pág. 51

25 Temas de ética. Universidad Nacional Abierta.

26 García Batista Gilberto Dr. Compendio de pedagogía. ¿Por qué la formación de valores es también un problema pedagógico? Pág., 141

27 Educación en valores. Manual de la educación. Pág. 849

28 Educación en valores. Manual de la educación. Pp. 849 y 850

29 Torres González Martha M.Sc. Familia, unidad y diversidad. Editorial Pueblo y educación. Segunda edición 2004. La Haba, Cuba. Pp. 51 y 52

30 El desarrollo de la personalidad en la adolescencia. Capítulo 1. Adolescencia y desarrollo. Pp. 9, 10, 11, 12.

31 Patrones de crianza de la familia venezolana en comunidades indígenas y rurales. Pág. 76

32 García Batista Gilberto Dr. Compendio de pedagogía. ¿Por qué la formación de valores es también un problema pedagógico? Pág. 145

33 Baxter Pérez Esther Dra. Compendio de pedagogía. La educación en valores. Papel de la escuela. Pág. 138.

34 Baxter Pérez Esther Dra. Compendio de pedagogía. La educación en valores. Papel de la escuela. Pág. 136

35 Patrones de crianza de la familia venezolana en comunidades indígenas y rurales. Pág. 27

36 El trabajo de dirección en el socialismo. Antecedentes y enfoques actuales. Pp. 190 y 191

37 García Batista Gilberto Dr. Compendio de pedagogía. ¿Por qué la formación de valores es también un problema pedagógico? Pp. 147 y 148

38 Patrones de crianza de la familia venezolana en comunidades indígenas y rurales. Pág. 35

39 García Batista Gilberto Dr. Compendio de pedagogía. ¿Por qué la formación de valores es también un problema pedagógico? Pág. 146

40 García Batista Gilberto Dr. Compendio de pedagogía. ¿Por qué la formación de valores es también un problema pedagógico? Pág. 142

41 Pablo Sevilla Arias. Pirámide de Maslow.

42 Juárez José Francisco. Educación en valores.

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