ERROR EN TU FIBRA ÓPTICA

Acorazadas las pupilas en materiales de otro planeta.
Basura espacial y especial cayendo en mi patio.
Lágrimas de titanio.
Mirada en transferencia.
Veneno para llevar y consumir en el acto.
Canto rodado en el cielo.
Mi corazón como joya pulida.
La prolongación de tus parques sobre todas mis Avenidas.
Coma pasajero. Pasajera en shock.
Mi avión perdió su vuelo y se enamoró de un edificio.
Romance y perdición.
Desastre en cámara lenta.
El incendio de mi cine interior.
Me siento el hijo de Guillermo Tell.
No sé para qué insisto si ya se como termina.
Visionaria de la Nada.
Tarotista de aeropuerto.
Ladrona de míticos fuegos.
Docente de la cadencia de mi latir.
Experta en el error y en el vivir.
Caminando hacia el abismo o hacia una plaza, que a veces es lo mismo.
Tal vez en otra vida mi plan sea maestro
y no aprendiz.
Seré mascota de mi perro, de ese que no tengo.
«Sos hermosa» me dijo y yo pensando si eso servía para algo o se cambiaba por algo o que.
Los relojes todos mojados.
Mi tiempo tomó LSD sin avisarme.
Sigo caminando en línea recta por el espiral que conforma tu cara.
Quisiera ahorrarme todo menos la plata.
Quisiera haber visto el futuro.
Mi ahora es un misterio.
Un puzzle de una pieza.
Soy esa ventana que espera su pelota.
Perdí la llave de mi casa en mi propia casa conmigo afuera.
No sé cómo lo hice.
Diosa de lo absurdo.
Maestra del azar.
Me autoacoso con preguntas que solo èl puede contestar.
Me llaman los fantasmas y me saturan la línea.
Tomo un taxi intergaláctico.
Tomo malas decisiones.
Tomo sustancia en los baños.
Tomo coraje y escribo TODO.
A mentir a otro lado.
No tengo tiempo para eso.
No sé como hice para escribir este poema que no habla de absolutamente nada.
A veces me sorprendo.
Me comí un diccionario mal editado
y lo vomité acá. En tu cara.
Me comí un sutil garrón y unas piezas de sushi.
Devorada por los tiburones.
Actuando de idiota, que papel que me sale bien. Ahí está mi Oscar.
Mi alfombra es todo menos roja.