Hay veces que quiero amarte sin pensar en las consecuencias, sin remordimiento por entregarlo todo, aún sabiendo que probablemente me romperás el corazón.
Hay veces que quisiera amarte como ama un niño, sin necesitar un motivo. Solamente por el simple hecho de que existes y yo existo.
Y de todas esas veces llego siempre a la misma conclusión, amor mío vida solo hay una, en esta vida quiero amarte, con todo lo que eres con todos los defectos posibles. Porque quiero enamorarme de un ser humano, de alguien imperfecto pero que a mis ojos será una obra de arte. Tal vez al estilo Picasso, difícil de apreciar pero con todo un mundo por dentro…
Y todo eso, hacerlo sin remordimiento.
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