Eran pobres. No siempre fue así.

Habían nacido en una familia de clase media acomodada, tenían coche, y los tres una buena educación en colegios privados, sobre todo el mayor, que había tenido una serie de profesores que lo instruyeron en música e idiomas, al que quisieron, sin éxito, convertir en estrella infantil o en su defecto, en deportista destacado, pero era tanto el cambio de deportes buscado destacarse, que lo único que lograron con Él fue sumirlo en un constante fracaso y convertirlo, ya de adulto, en un diletante que nunca terminaba nada de lo que empezaba.

El hermano menor solo tenía una educación formal en un colegio religioso, y su hermana termino el secundario y ya no supo mas que hacer.

Su madre murió luego de una larga enfermedad, que llevó mucho dinero y gran angustia a su padre, quien terminó con un cuadro de depresión severa.

Al morir su padre, los tres, en medio de constantes peleas, malvendieron los bienes heredados.

En la casa que ahora compartían escaseaba todo, y era común las disputas aun por las cosas mas triviales.

Un dia encontraron un viejo televisor, lo conectaron esperando que sirviera, pero el artefacto, que ya a esa altura era un trasto, hizo un sonido seco al encenderlo, TUC, y se sintió un olor de cables chamuscados, pero sin fuego.

No tenían dinero para repararlo, asi que trajeron algunas herramientas oxidadas y lo abrieron…Primero hubo silencio, y luego un alarido de alegría desesperada. Dentro de la tv había dinero. Mucho dinero. Su padre, que no confiaba en bancos, lo guardaba ahí, solo que no se lo había dicho a nadie.

Decidieron festejarlo. Mandaron al mayor por provisiones y alcohol.

Cuando quedaron los dos menores solos, comenzaron las cuentas de cuanto sería para cada uno, y decidieron que tres partes era poco para cada uno, que sería mejor si las partes fueran dos…Y fue asi que terminaron decidiendo matar al primogénito con un viejo revolver familiar de la segunda guerra, y aunque dudaban de que sirviera, el estampido que hizo al disparar contra la tierra del descuidado jardín fue suficiente para convencerlos de que el fulminante dentro de las balas permanecía intacto.

Llegó el mayor con las provisiones y las puso sobre una mesa de madera media podrida…El menor le pegó dos tiros, aunque gatillo tres veces, la tercera bala si estaba inservible. El ambiente se llenó de sangre. Decidieron levantar la mesa de madera y llevarla a la otra habitación.

Mientras comían y bebían, hacían planes en silencio, cada uno para si.

Estaban hambrientos de todo, y consumían los alimentos con furia, bebiendo a morro los destilados…

El primero en gritar fue el hermano al sentir la pira interna que lo consumía por dentro. le siguió la hermana. Ambos, desesperados prendieron sus bocas a los grifos que encontraron, pero cada sorbo no hacía mas que avivar el fuego desatado, hasta que en medio de horribles gritos cayeron muertos.

Y ahí quedaron los tres, uno muerto a tiros y los otros dos envenenados, el dinero separado en tres pilones iguales, y un viejo televisor inservible como único testigo de la escena.

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