Alguna vez nos hemos hecho la pregunta de ¿Qué pasa cuando las criticas son injustificadas? Pues bueno para entender esto necesitamos dividirlo en dos puntos. El primero es cuando se critica por hacer una critica, atacando de esta forma a la persona u proyecto que se esta analizando en ese momento, y, la segunda es cuando se critica más de lo necesario.
Para este punto hay que saber que de una forma coloquial se podría decir que una buena critica ayuda a reconstruir sobre lo ya construido o en palabras mas formales como la que nos ofrece el diccionario de la lengua española «Analizar pormenorizadamente algo y valorarlo según los criterios propios de la materia de quese trate.» Lo cual muchas veces no se llega a hacer.
Una critica bien hecha, construida con bases y argumentos, tiene la finalidad que la persona que fue criticada reconozca sus errores y busque la manera de solucionarlos, si se realizara de esta forma se obtendría un progreso de parte de todos, no solo en la forma de escribir o hablar, sino en nuestra vida cotidiana.
Ahora bien ¿porqué nos afecta tanto la critica? Pues esa respuesta es fácil, el ser humano, ya que siempre se asocia la critica con una forma de atacar o menospreciar a una persona cuando su verdadera finalidad no es esa. Si la mayoría de las veces dejáramos de pensar que nos atacan podríamos tener una evolución, una evolución que hasta cierto punto afectaría a la sociedad de forma positiva.
Pero pareciera que nos gusta más perjudicar a las personas haciendo una «critica» cuando en realidad se esta haciendo un ataque, esta sociedad se a basado más en perjudicar a las personas, que en el apoyo, todo porque no comparten sus ideas o porque su necesidad se a vuelto criticar por criticar, que eso es lo que los hace felices. A diferencia de las personas que critican demás, son personas que la mayoría de las veces tratan de verse intelectuales o sofisticados.
Lo cuál deja mal parado a ambos, cuando se hace una critica en momento y forma, la persona y el comentario esta bien aplicado pero cuando no es de esta forma, un gran porcentaje de personas que leyeron ese comentario toxico, hubieran preferido no hacerlo.
La solución a este problema no es bloqueando, ignorando u dejando de lado los comentarios tóxicos que se puedan encontrar en la vida, la solución va desde las raíces de la sociedad, desde la búsqueda de la equidad de las mujeres hasta que nadie puede dar su opinión con tranquilidad porque muchos ¡Haters! lo van a atacar a cada rato.
Para concluir dejar claro que todos pueden opinar lo que más les guste, pero si no están argumentados, o tan solo con algo de respeto, no pueden ser tomadas en serio. Dejemos el odio y el hate a los demás y empecemos a buscar soluciones de verdad para esta sociedad tan podrida en la que vivimos.
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