Hojas en primavera.

En medio de un bosque, había un árbol que era reconocido por tener las hojas más bonitas de todo el lugar. Habían hojas grandes, pequeñas, gruesas, delgadas; pero entre todas ellas resaltaba una que estaba en la punta del árbol, era la hoja más brillante que nadie hubiera visto jamás. Las demás hojas la adoraban haciéndole cumplidos como:¡Wow, que hermosa eres!¡ ojala tuviera los mismos colores que tu!. Pero a pesar de eso, la hojita era muy sencilla y amable con las demás.

Por otra parte, había una hoja mucho más grande y odiaba profundamente a la hojita, no soportaba que todos elogiaran mas a la pequeña hojita que a ella. Al llegar la primavera esa malvada hoja le pidió a las nubes que lloviera de forma que la mayoría de las gotas de agua cayeran en ella, luego le pidió al sol que brillara con más intensidad del lado donde ella estaba, y cuando se encontraba al viento, le pedía que soplara más fuerte hacia donde estaba ella. Todos le hicieron caso, y en cuestión de semanas la malvada hoja se había vuelto más grande y brillosa. Todas las hojas se quedaron maravilladas con el cambio de su hermana e intentaron seguir sus pasos y así todas las hojas lograron ser perfectas, pero la hojita seguía siendo amable y ahora ella le hacía cumplidos a las demás hojas. En verano, todas las hojas se volvieron vanidosas mostrando lo perfectas que eran, pero la malvada hoja empezó a volverse muy envidiosa y le pedía al sol que brillara mucho más fuerte, y así logro verse mucho mas hermosa que sus hermanas.

Pero al llegar otoño, el sol dejo de brillar, pues las nubes bloqueaban los rayos que emitía y las hojas comenzaron a tener mucho frió, la malvada hoja gracias a toda el agua que le cayó y todos los rayos de sol que recibía, maduró demasiado rápido y se cayó. Todas las demás hojas por seguir los pasos de la malvada hoja maduraron y se cayeron, la única que quedaba arriba era la pequeña hojita, y cuando un cuervo le pregunto porque paso eso ella respondió: «Creo que las cosas caen por su propio peso.»