CANTAR DE SIRENA

Soplo de brisa mece mis sueños

trae los aromas de algo irreal,

fue tan fugaz, el cantar de sirena

que no estoy seguro que fuera real.

Testigo de blanco rizo

espuma, del litoral

dí, que no sueño despierto

que esa sirena que vino del mar,

bebiendo en mis labios

se hizo carnal.

Y, al gozar de sus favores

me deje llevar.

Fuí, fiel amante

besé sus cabellos, sus ojos, su cuello

su busto, su bello… sus labios de sal.

Y al llegar la noche, interpelé a la bruma

¡no fue sólo un sueño!

yo amé, de verdad.

El cielo es testigo del juego prohibido

la luna me dice, que fue realidad

que huellas recientes que están en la arena

contienen escamas, que van hacia el mar.

Entorno los ojos y escucho en silencio

la brisa me habla… traduce un cantar.

«Con pasión te amé… me sentí mujer

gocé con tu risa, tus ansias de niño

tus suaves caricias, tu tierno jugar.

Cierra los ojos y pisa las olas

sigue la estela que brilla en el mar,

mis brazos te esperan, mis labios te anhelan

tus sueños con migo se harán realidad».

Y, pasito a pasito, mi huella en la arena

en busca de un sueño, caminan al mar.

Y, el eco en las olas, recoge el murmullo

de tiernas palabras, que hablan… de amar.

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