Aveces la soledad nos enseña algo muy valioso, eso tan valioso es apreciar a quienes están a nuestro lado, a aquellos que siempre nos han apoyado, a aquellos que siempre su amor nos han brindado, porque en cualquier momento se pueden ir, ellos tampoco son eternos, por eso es importante valorar a todos aquellos que nos brindan su ayuda aunque no se la pidamos, a aquellas personas que sin pedirlo nos brindan una mano, son ellos los que a escondidas velan por nosotros, aunque aveces ciegamente no les demos el valor que merecen y solo por necedad e insensatez las despreciamos creyendo que solo se entrometen en nuestras vidas, aunque quizás sea cierto que se entrometen en ella pero lo hacen porque nos ven que necesitamos de ellos, ahora me doy cuenta de eso, creo que me he dado cuenta muy tarde, ahora veo la necesidad enorme de esas personas en mi vida, la falta de alguien que me consolara cuando mas lo necesitaba, la falta de un confidente al cual pudiese confiar mis sentimientos, muchas veces extraño sus palabras de aliento, las palabras que me decía cuando creía que ya no podía más, es ahora que la soledad me enseña a valorar a aquellos que lo daban todo por mí, aquellos que yo mismo aleje, aquellos que con mis propios actos aparté, la falta de ellos en mi vida ha dejado un hoyo el cual es llenado por la soledad, una soledad la cual hace que lamente cada día la perdida de aquellas personas tan queridas.
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