Ojos de sol

Ojos de sol

J. Luna

09/11/2019

La primera piedra.

No, no íbamos a compartir una historia,
mucho menos iba a contarte mis sueños.
Tú ni siquiera te dibujabas en mi insomnio, (aún)
no eras un pensamiento recurrente,
no era que me faltaras
.
Eras más una idea de esas locas,
de esas que al pensarlas
te sientes culpable
pero por más vueltas que le des…
no es posible arrepentirse de haberla tenido
.
Nunca supe si fuiste tú.
O si fui yo
.
No había manera de coincidir
sin dejar el espacio lleno de electrones
.
Una cosa sí era clara.
No podíamos dejarnos pasar.
Lo único que compartimos ahora es la complicidad y el silencio

(…)


Trastabillar .

Sigo siendo esa chica,
la que odia los puntos medios
pero nunca termina de ser nada.

La de los poemas en blanco.

La de las canciones sordas.

La de la media sonrisa.

La que no termina de pensar antes de hablar.

La de la vida partida en dos.

La que sigue fingiendo frialdad cuando te mira de frente.

La que tiene delirios de musa
y aún baila
al son de los acordes
que dejaste en su cintura.

La que dejaría
que vuelvas a pintarle el mundo
con colores que no existen.

La que aún te guarda tras los párpados
y tal vez por eso
prefiere estar despierta.

La que se quiebra
cada vez que intenta ser firme.
Que te sigo gritando a lo mudo.

s
i
g
o

Fingiendo.
Amnesia de ti
pero de mi es imposible.
y no encuentro el vértice
que separe esas partes.

La que se esconde detrás de lo que soy,
esa que sólo tú conoces
y que hubiese salido corriendo
a abrazarte
para respirar
y en quince segundos
recuperar el suelo
el norte
y el vuelo.

Pero por suerte me tengo.
Lo suficiente
para tomar a esa chica del brazo,
Abofetearle la costumbre
y sonriendo
encerrarla en una esquina de la razón.


Déjà vu.

Volví,
que ya conocía esta almohada
y esas manos
que han comenzado a arrancarme pedacitos de aliento.

Porque cualquier cosa puede ser poesía. Le dije una vez.
Sus labios nunca trajeron mariposas pero varios tornados arrasaron con mi juicio.
Bastaba una mirada de esas. Tan suyas.
Para congelarme y al mismo tiempo generar incendios.
¿Quien sabe como se extinguirían después?
Pero yo nunca me ocupé de evitarlos.

Él es intriga y a la vez respuesta.

Que me invitó a mi misma a pasar a mi lado oscuro y aprendí a no tenerle miedo a mis propios monstruos.
Me ha enseñado más de mi que de él.
Pero con él puedo ser sin miedo.
Por eso está aquí hoy.

Y estoy yo.
Incrédula,
confundida,
un poco muerta de miedo
por que estoy tal vez un poco jodida
un poco rota.
Hay acciones que anticipan reacciones.

Como cuando te paras ahí
al lado de la roca
asegurando que puede crecer una flor
y me faltan plumones
para lidiar con esto.

Como las seis letras de tu nombre
me recuerdan
que nunca he sido completamente mía.


Matemáticas.

Soy la suma
de los besos que me dabas de espaldas al espejo
ese que está al lado de la puerta
ese que como tú
esperaba verme llegar

Soy también la suma
de los suspiros que me arrancabas
esos que no terminaban de llegar a la atmósfera,
que iban de mi garganta a tu boca.

Soy la multiplicación de los minutos compartidos
Cuando nos volvíamos agua
y nos dejábamos correr por el mismo cause
para caer por la misma pendiente.

Eres la resta
de mis ataques de cordura
y de sensatez
y que por suerte existes.

Para dividirme entre las mil caras que tengo
y no sentir vergüenza.
Porque contigo las cuentas son claras.
Que nada me sobra ni me falta.
Aunque sea por no esperar nada. ¿Y qué mas da?
Si la luz es amarilla
.
Si la televisión está encendida
.
Si afuera hacen 40 grados
.
Si el sol se cae para levantarse a manos de la luna. (…) Si puedo quedarme a escuchar
Cómo tu corazón va mas lento
poco a poco.
Como sube y baja tu garganta
cuando ries.
Verte así, vestido de nada.
Para volver a la vida real.
Como si nada.

Que no me sobra ni me falta.
Contigo, nunca.

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