Carta de una Oruga Negra

La conciencia me acusa de estupido, desde los tiempos de Adán y Eva no hubo alguien capaz de echar a perder semejante jardín.

Para qué quiero redimir puntos a mi favor por consideración a terceros, cuando soy una pesadilla, una voz, una foto, nada real para ti.

La gris autoestima de mi corazón averiado juega al escondite detras de un papel, porque mi mayor miedo es arruinarte la vida, haciendote cambiar lo aburrido pero estable, por un payaso triste medio patetico que camina sobre cuerdas flojas, ilusionista y acrobata, pagando errores porque también soy pecador.

Soy una oruga negra y mi corazón es una piedrita que se te incrusta en el zapato, en cambio tú eres una mariposa multipersonalidad de alas grandes, sobrevolando un incendio forestal a una altura tan baja al punto de quemarte, como un helicóptero de la Cruz Roja descendiendo cajas con ayuda humanitaria (oxigeno, dulces y agua) devolviendome ahora tú a mi, la fé en la humanidad.