Dame una ventana y empezare a escribir, a soltar todo lo reprimido
Que gotee, que caiga lacio por mi ombligo, entre sudores, en descosidos
Y derramarme por todos los poros hasta el bolígrafo
Expandirme en este papel blanco tan sumamente creativo
Vomitar cada letra soltada con fuerza hasta la otra frontera
Que nunca logro atravesar
Romper la fina onda del silencio, el más fuerte dique
Que todo lo que contiene tiende a reprimirse y no llegar al mar
Marchita y hueca sentada llorando la nada
Lo que se fue, se ha ido de una manera u otra
Pasado enterrado que en el presente emerge
Si se repite, para, reflexiona y aprende
Y pasa el verano y el otoño acompaña a noviembre
Tan incomprendida está esa semilla enterrada
Quiero regarla, hacerla brotar, cuidarla hasta verla en su máximo potencial
Pero no consigo ni siquiera mirarla
Deseo seguir escupiendo hasta la última palabra encerrada
Cautiva de una mente que demasiado quiere controlar
Irónico que sea de una joven rebelde que busca libertad
Que enseña los dientes cuando teme ser juzgada
Exprimirme el corazón, sacarle hasta el último jugo de vida
Y confesarme a mí misma que ahora mismo estoy un poco perdida
No tener rumbo ni dirección, no tener unos brazos que sean familia
Tanto amor en el exterior, y tanta poca caricia
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