El aire está tibio
El agua fría del río
Me descalzo y apoyo mis pies en el
Desvisto poco a poco mi cuerpo y dejo libre mi piel.
Los muchachos que pescan tan sólo observan,
me ven como si fuese un sublime tesoro
Las mujeres que toman mates hablan entre ellas,
pues tan sólo ven a una niña exhibida.
Mira mi cuerpo
Mira mi piel
Mira mi alma desnuda tan bella,
bella como el cielo con estrellas.
El sol toca mi pecho,
enciende mi alma fluorescente
Mis largas pestañas enloquecen a los peces,
peces imaginarios pues no veo ninguno.
Mis manos se sumergen,
tocan las lágrimas de los perdidos
Mis manos se sumergen,
se sumergen en el libre albedrío.
Toca mi cuerpo,
sana mi alma
Toca mi cuerpo,
sana mis heridas,
sana mi alma.
El sol se esconde,
sale la luna un poco tímida,
cómo todas las noches
El sol se esconde.
La veo distraída,
observando cada parte abstracta
La veo sumergida,
sumergida en mi vida.
La veo entusiasmada con mi alma,
a punto de arrebatarmela
La veo, la veo y no puedo dejar de hacerlo.
Distante y sabrosa, querida luna.
Sumerjo mis manos,
en sus deseos
Sumerjo mi amor,
en sus oídos
Sumerjo mis anhelos,
en el libre destino.
Sumerjo una vez más mis manos
Ahora soy yo quien arrebata sus sueños;
los de la luna
Ahora soy yo quien envenena sus sueños;
los de él.
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