Yo me quedo. 
Yo no le temo al vacío.
Vine de él,
y en él estoy.
Y a la vez soy él,
porque él
me define lo que soy.
Hoy vi como se asustaban
los que
deberían saltar.
Los girasoles
que se esconden
de la diaria luz solar.
¿Tanto cuesta asimilarlo?
Que no hay más.
Que aquí te quedas.
Que no hay más vida.
Que solo es ésta.
Y que no hay que comprenderla.
Que no es necesario,
al menos.
Que eso es preguntarle a un gato.
Inventarte la respuesta
que mejor
quede en tu plato.
Puedes conformarte tú,
que yo
me quedo aquí un rato.
Avisa, si en tu paraíso
dejan entrar
sin zapatos.
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