Mi propio verdugo.

Cada palabra que decía

Cada verso que escribía

Cada ilusión que nacía

El amor que sentía

Jamás se termino, solo se transformó…

En ocasiones en dolor, en llanto, en tristeza.

Juraba mil veces,

Lo juraba!! que después de cada encuentro, este amor que yo sentía lo acabaría, antes de que el acabará conmigo.

Tristemente jamás logre cumplirlo..

Me había entregado a un sentimiento que me daba alegría, esperanza, ilusiones, pero así como me daba vida, en un solo instante lograba aniquilarme.

Por culpa de mi vulnerabilidad a dicho sentimiento, llegue a no comer, caminar, o siquiera pensar en el daño que este me hacía.

Mantenerme en silencio era lo mejor… era mi mayor ventaja (eso es lo que mi subconsciente decía) porque claramente, las oportunidad que tenía, las dejaba pasar, creyendo que existía una mejor de tras de cada una.

Nunca dejar de reír fue lo que en realidadrealidad me mato en más de una ocasión, porque de esa forma, nadie puede notar tu dolor y de esa forma puedes negar que existe tal daño.

Volverme fuerte era lo que necesitaba, pero no lo lograría estando a tu lado. Porque eso no le convenía a tu felicidad.