La clave de la felicidad

Ver para creer:

Un anciano de 70 años tirándose de un paracaídas. Cuando creía que lo había visto todo me di cuenta que no había visto nada, que no había vivido nada.

Y con vivir no me refiero a viajar, aunque no es mala idea, me refiero a descubrir cuáles son los miedos que nos atormentan y acabar con ellos.

La vida es eso que pasa cuando estás pensando a lo que le temes… Es fácil decir no puedo, pero al menos ¿Lo intentaste?

Y hoy, cuando vi a ese hombre lanzándose al vacío, me di cuenta de que no lo intenté, que de ser así hubiese conocido Europa, hubiese aprendido a nadar, o al menos haber echo el amor en un auto, haber renunciado a mi trabajo para ir de mochilera hacia el sur, o algo tan sencillo como romper la rutina: hoy toca gimnasio, no voy, voy a visitar a fulano.

Esos pequeños cambios hacen la diferencia en el día a día.

Y yo no lo podía creer, el anciano estaba en el aire, como un pájaro, lejos de todo… Solo él y el viento, cara a cara. No lo pude resistir, cuando bajó le pregunté cual era la clave para animarse a hacer paracaidismo, para llegar a su edad con ese espíritu, con esa valentía. ─ No hay clave, me dijo y sonrío. ─ Tenes que amarte y si te amas lo demás viene solo.

Y es así, él tiene razón, el amor propio te brinda toda esa tranquilidad que buscas en una clase de yoga un viernes por la tarde, te brinda la conformidad de verte a un espejo a diario y sentir que sos brillante, te brinda el ánimo necesario para que quieras romper los esquemas y hagas de tu vida un desafío para nuevas metas, no una rutina estresante.

Anímate y tírate del paracaídas. Cambia la palabra paracaídas y vas a ver cuantas cosas temes hacer por miedo al que dirán o a lo que ocurrirá después de hacerlo. ¿Qué perdés? Vinimos al mundo para vivir no para pensar si está bien o mal, si es blanco o negro, o tal vez un si o quizás no. Vinimos al mundo porque decidimos nacer y así también explorar para crecer, debatir para entender, amar para ser amado, avanzar y dejar atrás el pasado.

Y que tu pasado no sea enterrado, aprendé de él porque cada día es una nueva oportunidad más de vida.