Historias de calle.

Desde pequeños desde mi punto de vista a más de la mayoría nos advirtieron muchas veces sobre los terrores en las calles cuando pasaban las 00:00 o incluso las 22:00 de la noche. Desde pequeña crecí con la idealización equivocada de los que es parte del «afuera» es siempre el mismo concepto «es un peligro, mucho más si sos mujer» siendo grandes incluso aquella gente nunca comprendió la felicidad que se encuentra en las calles, la tranquilidad que transmite de una manera irremediable el viento a los dolores del corazón, no importa que tan grandes o pequeños sean. Te invito a que busques calmar tus quilombos algunas veces en las esquinas poco y casi nada visitadas, fumate un pucho y mirá la lluvia caer. Busca la paz, y no sólo la busques es iglesias o librerías completamente en silencio profundo, búscala en un recital, en el quilombo más amplio de toda la cuidad.

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