Sin prisa y con calma

Muchas veces somos bendecidos de poder elegir, otras tantas es la vida quien te elige, pero aún así, la elección sigue siendo tuya, y es ahí donde radica la diferencia entre correr bajo la tormenta buscando abrigo desesperado sin importar donde ni como, o parar, cerrar los ojos, sentir el agua, el viento, escuchar los truenos, respirar profundo, sentir tu interior, el pulso de tu alma, y de apoco, sentir que tus piernas se empiezan a mover muy lentamente, a un ritmo distinto, a un ritmo ameno, y sin querer vas levantando tus brazos que junto a tu cuerpo toman un compás sereno y tranquilo, y te descubrís bailando bajo la lluvia sin prisa y con calma… la vida puede disponer, pera la elección aún sigue siendo tuya, si lo intentamos, nos descubriremos bailando ritmos maravillosos… solo si tu quieres.