Trastornado

Trastornado

Lafh Hdde

19/09/2019

Nota a mis lectores: Una disculpa por ser tan técnico en esta pequeña narración. Es que no encuentro mejor manera de hacerla graciosa. Son chistes que tal vez no todos entiendan.

PD: Sí habrá segunda parte de «EL PRINCIPIANTE». Tengan paciencia.


TRASTORNADO

La psiquiatra está en su consultorio y llama al próximo paciente.

  • Pasa por favor. [entra un sujeto y se sienta] Dime qué es lo que te afecta. – Hola [haciendo movimientos un poco temblorosos con las manos]. Vengo porque tengo un problema muy grave. – Claro, platíqueme. – [nervioso] Es que escucho varias voces – Ah ¿Y qué te dicen esas voces? – Son voces musicales doctora: al principio era una contralto, luego dos. A los tres meses dejaron de cantar por un par de días ¡después un piano! El desgraciado sonaba siempre a cuatro voces, no más ni menos. Gradualmente empecé a escucharlo jazzero, y al final pura melodía disonante. – Ya veo [anota en su libreta]. ¿Y aún escuchas el piano? – No. Ahora suena como un melodión a cinco voces. Es horrible. Cada vez que lo oigo me dan unas ganas [contrae músculos de manos y cara] de agredir, siento una necesidad automática de golpear tan fuerte. De camino golpeé al chófer del autobús porque empecé a oírla. – Descríbeme por favor la música que escuchas hoy ¿Cómo es? – Bien. Es un primer compás de mi bemol menor en segunda inversión, en el segundo compás desciende cromáticamente a re. La melodía está sincopada de un modo muy fastidioso, y sólo consiste en unos brincos entre la quinta y la séptima del acorde. El tercer compás es lo mismo que el primero, y así se la lleva. – Muy bien ¿De niño escuchabas una flauta, o un saxofón? – Sí: una flauta. – ¿Y qué tocaba? – tocaba canciones de reguetón del momento. – Entiendo [anotando en su libreta] Padeces una musicofrenia avanzada: escuchas un melodión, y lo que toca es estresante. Has llegado a la etapa de escuchar lengüeta libre, lo que significa que es grave. – ¿Qué tanto? – Dentro de unos meses podría ser una big band completa. – ¡Dios mío! – Pero no te preocupes. Te voy a recetar risperidona [saca una receta] de siete miligramos [anota] y clorpromazina. [anota] Tómate una de cada una después del desayuno. [le entrega la receta]. – Gracias, de verdad… – Espera [saca otro papel]. Acá te voy a escribir los compositores que tienes proscritos. [empieza a escribir] Prohibido escuchar Hindemith, ese tiene un manejo de voces que podría inquietarte. Prohibido Wagner. Prohibido Schönberg… Evita a toda costa Julián Carrillo. Nada de jazz. Música de acordeón menos, porque es lengüeta libre. – Lo prometo. Voy a evitarlos. – Por ahora sólo tienes permitido escuchar Mozart, Debussy, Haydn, Beethoven en su etapa joven. De música popular: boleros, sones, mariachi. Nada de salsa ni cumbia, mucho menos reguetón. [termina de anotar] Dentro de dos meses veremos qué tal estás para empezar a escuchar Poulenc y un poquito de ragtime. – Gracias doctora. – De nada. –

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS