He visto por las calles de mi patria,

lo mismo en ciudades que en provincia,

vagar por cruceros o veredas

a niños y ancianos pidiendo monedas.

Ahí va la pobreza.

La gente indiferente no quiere darse cuenta

que bajo las arrugas o los zapatos rotos

hay grande desconsuelo, vacío de esperanza

que llena de rencores sus almas pordioseras.

Ahí va la tristeza.

Tú que miras a los viejos sin mirarlos,

que aprietas el paso o agachas la cabeza

que demuestras tanta indiferencia

que prodigas desconfianza y culpas de indolencia.

Ahí va nuestro pasado.

Tal vez, solo tal vezla compasión te muerda el alma,

y saques dos monedas para un niño,

y sientas el deber moral cumplido

que ahogarás en alcohol sin darte pena.

Ahí va nuestro futuro.

Por los caminos y veredas de mi patria

aprieta el paso la tristeza y la pobreza,

con ojos doloridos ypasos sigilosos

símbolo de una guerra que aniquila.

Ahí va la rabia contenida.

No te asombre que el día de mañana

no basten el ejército y las armas

para contener la dignidad tan mancillada

de los que ahora, invisibles son para tus ojos.

Ahí surgirá la justicia.

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