Te Amo, son las 5 primeras letras urgentes e imprescindibles en esta carta. Desde este Amor comienza y termina todo. Como nunca he amado, como nunca pensé que podía amarse.
Volver a verte, después de 31 años, me hizo entender que, por mas absurdo e ingenuo que parezca, no dejé de amarte nunca. Solo me guardé el sentimiento en algún compartimiento secreto (secreto incluso para mí) para poder seguir viviendo sin la quemadura de tu ausencia comiéndome la piel.
He tratado durante estos pocos meses de delimitar muy bien los espacios y los afectos. Hay cosas que no deben decirse, sobre todo por respeto a esa persona que me ha dado tanto y porque toda comparación es al menos odiosa e insolente. Pero solo por hoy voy a permitirme la licencia de decirte que no hay nadie a quien haya Amado tanto como a ti. Y me avergüenza un poco no haber correspondido en la misma proporción el Amor y las bendiciones que he recibido durante todos estos años maravillosos en los que la vida me llenó de regalos. No reniego ni de un solo día de la vida que he vivido, he sido inmensamente feliz en el trayecto, pero he recorrido este largo calendario con la cicatriz de tu nombre impreso desde adentro, donde a veces ni yo puedo verlo. El Amor es cualquier cosa, menos lógico y justo.
Encontrarte de nuevo es un regalo hermoso que la vida me permitió. Una asignatura pendiente para decir tantas cosas, para conocerte de nuevo y descubrir cuánto hay de aquella muchachita en la mujer que eres ahora. Causas y azares establecieron que la cosa fuese así, con 4.000 kilómetros de distancia entre tu labio y el mío, aferrándonos a una señal de datos trémula e intermitente, convirtiéndonos en dos flechitas azules cada vez que nuestras ganas se topaban en la pantalla del teléfono. Pero hay que bailar la música que nos pusieron (siempre te lo digo y cada vez que lo hago de alguna manera estoy convenciéndome a mi mismo)
Por eso construí un lugar, lo llené de palabras porque escribir es lo mejor que se hacer en estas circunstancias y porque la distancia me imposibilita usar otros recursos. También porque descubrí que aun te movía las fibras cada vez que encontraba la palabra ideal para describir este sentimiento.
Ese lugar, secreto como tu lo llamas, es probablemente mas real que las paredes que esta noche me protegen de la intemperie. Juro que es cierto que allí me encuentro con tu aroma, que siento tu piel, que cuento tus pecas, que descubro el sabor de tu sexo. También allí me embriago con el sonido de tu risa, me arrullo con tu voz ronquita, me dejo atrapar por tu metralleta de palabras, me desnudo para que veas a través de mí y sepas que llego a tu encuentro completamente transparente y limpio.
Ese lugar es lo mas cercano que tengo a una vida contigo. Y hoy, que me siento terriblemente infecto de cordura, entiendo que probablemente es el único que tendré. Por eso cada día intento llenarlo de letras para ti, como un encantador de cuentos, como Sherezade en “Las Mil y Una Noches” que inventaba una historia cada noche para mantenerse con vida.
Soy un romántico, siempre lo dices. Pero tras 47 años de recorrido también he aprendido a tirar un cable a tierra, para no vivir flotando ajeno a la realidad. Está muy oculto porque no quiero que lo veas, ya hay demasiadas cosas que te devuelven a la vida real como para yo darte señales de regreso. También está muy oculto para no encontrármelo porque a veces, cuando paso cerca de él, me salta y se me enrolla como una enredadera cargándome de verdades.
Recién me agarró de sorpresa, caminaba descuidado colgando unas palabras para ti y saltó escondido detrás de la cortina. Lo tengo agarrado en el cuello y por más que trato no logro zafarme.
Amarte es rico, incluso así con este caudal de limitaciones, pero cuando pongo los pies en el mundo real Amarte también arde un poco. Porque el corazón se me pone preguntón y no tengo respuestas agradables para él.
Se, entre otras muchas cosas, que aunque deje tomas mis fuerzas en el intento, será todo un reto y una hazaña mantener encendido el fuego a punta de palabras. Que hay una realidad diaria que nos abraza y aunque quisiera tener mi hombro junto al tuyo para darte apoyo sólo puedo ser un espectador por esta ventana de 7 pulgadas de mi celular. No quiero que con el tiempo estas ganas de nosotros se apaguen poco a poco, como una vela que se va consumiendo. No sería justo que esta historia tan bonita se muera de aburrimiento y mengua.
Se, con un saber que arde, que tienes una familia hermosa, un esposo que es un tipo genial al que amas y con el que has construido un mundo a la medida de Ustedes que funciona perfectamente engrasado, óptimamente bien y te hace realmente feliz.
Se que no es imposible, pero que tendrán que confluir infinitas circunstancias para encontrarme contigo en algún punto de la vida. Las casas de apuestas quebrarán si se da ese batacazo, como cuando contra todo pronóstico gana la carrera el caballo mas viejo y regordete. Aun así tengo todo mi capital puesto en ese boleto y voy por la vida apretándolo en mi puño. Con una fe que intenta convertir en posible lo imposible.
Se que incluso yo tendría que deconstruir y rehacer mi mundo para al menos planificar la posibilidad de un futuro contigo diluyendo a la mínima expresión el daño a terceros. Si pongo mis pies en la tierra se que es una idea loca con infinitas implicaciones, si los afinco aún más se que es algo que tu ni siquiera te plantearías.
En contraparte, también se que hay una parte de ti que se rebela y de forma valiente me acompaña en esta locura de amarnos bonito a pesar de las circunstancias, se que esta es la única forma posible de saberte a mi lado. Tu disposición ha sido la gasolina que me ha mantenido rodando este viaje tan particular. Ha sido un evento maravilloso esto de sentir que te enamoro de nuevo a pesar de las adversidades y aunque tu corazón por momentos es prudente y tu boca a veces reservada, hay instantes en los que siento que rompes las barreras y te lanzas a la idea loca de estar enamorados como dos muchachitos. Y lo valoro, porque no era algo que tu necesitabas hacer, pero te has entregado franca y abierta, como aquella noche en Paparo en la que me dejaste hurgar hasta donde nunca nadie había llegado.
Lo único que no se es que debería hacer contigo y con todo esto que siento. Con el mundo de verdad, con Chile y Venezuela.
Amarte es, por sobre todas las cosas, desear que todo esté bien para ti. Y la verdad es que desde donde lo veo tienes una vida hermosa que has construido con mucha precisión.
Hoy con los pies en tierra no se si yo aporte a esa condición. Hay algo de ti que debo estar robándome.
Amarte también pasa por amarse a sí mismo, y aunque soy inmensamente feliz sabiéndote conmigo, en momentos como estos me invade una tristeza a la que no estoy acostumbrado, porque por sobre todas las cosas siempre he sido un predicador de la sonrisa y el optimismo
He evitado durante todo este texto el momento en que deba escribir esto. Pero probablemente sea momento de dar un paso al lado y aprender al Amor como algo que va mas allá de la necesidad básica de tenerte conmigo. Verte desde un lado de la acera y estar feliz de tu felicidad. Andar por la vida contigo bien adentro, como siempre anduve incluso sin notarlo, armando mi vida de este lado del mundo.
Todo esto me lo dice la cordura como dictándome un discurso pegado en la oreja. Al mismo tiempo el corazón me dice que no quiero desconectarme de ti mas nunca en esta vida, ya fueron suficientes 31 años de ausencia. Y en este juego no sé quién de ellos es el Ángel y quien el Demonio.
La única certeza que tengo es que te quiero cerca, contándome tus alegrías y tus proyectos, riéndote de mis chistes malos y mis exageraciones. Por eso insisto en aprender a digerir este Amor que te tengo a ver si logro balancearme entre la realidad y la locura.
Porque voy a ponerme viejito y arrugado Amándote, siempre desde la esperanza y desde la gratitud con la vida por la caricia de tu transcurrir. Agradecido por la fortuna de que una mujer de belleza infinita y reversible, me haya regalado el privilegio de su amor hoy y hace 31 años atrás.
A la vida le digo que solo me queda debiendo el hijo contigo que hubiese querido tener. De resto, me pagó con creces con cada imagen de tu sonrisa, con cada Te Amo y con cada juego imaginario en el que nos comíamos a besos mientras las mariposas en la barriga revoloteaban de deseo.
Podría gastarme la vida escribiéndote, porque nisiquiera se como cerrar esta nota. Porque quiero respetar tu espacio pero también quiero mantenerte cerca. Así que, luego de soltar toda esta sarta de realidades apestosas, voy a volver a subir a ese sitio donde vivo con tu recuerdo y voy a dormirme abrazado de cucharita, metiendo la mano debajo de tu blusa para asirte con fuerza, porque no quiero que se me vayan nunca las imágenes que me invento de ti.
Te Amo, mujer hermosa, y aunque esta noche haya sido tan oscura y pesimista, siempre, SIEMPRE voy a estar esperando por ti.
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