Capítulo I

Sentado en las afueras de este pueblo mal hecho, estaba el mismísimo mal encarnado en hombre, fumando un cigarro con la delicadeza y elegancia de un rey sin trono, asqueado de tanta repugnancia; viendo el paisaje melancólico que transmitía el pueblo, arena y polvo, casas desoladas por la guerra, migajas de la supuesta urbanización, evolución adquirida por el hombre moderno; familias en ayuno forzado, niños y ancianos desamparados, criterio atento a la destrucción. El misterioso y hermoso hombre, tan hermoso que se me hace imposible describirlo, solo sus ojos grises soy capaz de percibir.

Soltó su cigarro, cayendo lentamente al suelo, poniendo su pie y pisándolo. Gruño y con asco escupió la tierra, pronunció palabra ajena a él, – esta es la belleza que ellos proclaman en mi nombre, me dan el crédito de sus pecados, culpan inocentes blasfemias por no aceptar la culpa, y así el padre los llama seres inteligentes, ¿Dónde está su inteligencia? Solo veo arrogancia en sus corazones, vacías almas refugiadas en la excusa –

Miro fijamente el cielo, saco dos alas negras como de cuervo, las movió velozmente creando una fuerte brisa, se impulsó y voló como un cohete, dejando atrás un viento fuerte que paralizó a todo el pueblo, y entre las nubes desapareció.

Tres semanas después. Aquel incidente fue registrado por los mal vivientes de aquel miserable pueblo, como la visita de aliens, ovnis o alguna conspiración del gobierno. Los medios mostraron algunas grabaciones de lo único que algunas cámaras de celular alcanzaron a captar, fue una bola negra que andaba a gran velocidad. Todo fue un misterio, así estuvo casi por dos meses hasta que los científicos sacaron un as de la manga, explicando el fenómeno como producto de la naturaleza y debido a ciertas circunstancias irregulares que se presentaron en ese lugar.

Un día como cualquier otro, ya calmado aquel fenómeno, un estudiante de la universidad, con aura de pobre diablo malviviente, con un rostro que reflejaba un dolor insanable, aspecto de mierda, compostura normal, ojos cafés que no sobresalían en ningún lugar, tan simplón que es mejor ignorarlo, con aficiones raras y poco sociables; se encontraba en su habitación haciendo un ensayo para la universidad, acerca de las tradiciones hebreas y de sus alrededores, como lo es Mesopotamia, cuando de repente leyó un mito acerca de Samael.

Que decía más o menos así: Samael se rebeló el sexto día, impulsado por su ira incontenible contra Adán, lleno del veneno lacónico de la envidia, porque Dios le había dado al hombre autoridad sobre todo lo existente. Samael miró a su Dios y dijo “Señor todo poderoso, creador del universo, que rige con justicia y autoridad, Tú que nos creaste con el esplendor de tu gloria” – mientras mostraba una vanagloria y orgullo. Prosiguió diciendo – “¿realmente haces lo correcto? ¿Debemos servir a un ser hecho de polvo?” a lo que Dios dijo – “aunque sea formado de polvo este ser te supera en sabiduría e inteligencia, su corazón a un no conoce el mal” – aun al oír esto Samael se negó hacerlo, sacó su espada y la levantó contra Dios, proclamando que jamás serviría a un humano, los veía como seres inferiores a él. – “si fuera a la tierra los dominaría como miserables animales que son”; entonces el arcángel Miguel, golpeó fuertemente a Samael, haciéndole bajar la espada y dijo – “nadie de nosotros tiene la autoridad, para criticar las decisiones de nuestro Señor” – a lo que Samael miró fijamente a Miguel y dijo suavemente – “¿aunque se equivoque?, ¿realmente servirás al hombre? – a lo que Miguel contestó – “al hombre jamás, a mi Señor por la eternidad” – Samael se levantó contra el mismo Dios y miró a todos los ángeles del cielo y dijo – “¿realmente quieren servir a un Dios que nos obliga a servir a seres hechos de polvo?, ¿de tierra?, siendo nosotros hechos de luz, de una luz más brillante que las mismas estrellas, ¿nos humillaremos a seres inferiores? – Al oír estas palabras muchos de los ángeles se unieron a Samael y se fueron contra Dios, y fueron arrojados del cielo por el mismo Dios.

El joven percibía suavemente verso por verso, en ese momento entró un aire frio, más desgarrador que la brisa de un cementerio, y una voz invadió la habitación – ¿realmente crees eso?, ¿estas tan interesado en mí? El Joven volteó rápidamente y vio a un hombre tan hermoso que no tiene forma de expresar, – ¿Quién eres? – el joven dijo mientras titubeaba, – ¿lees acerca de mí? ¿Y no sabes quién soy? – el joven siguió mirándolo sorprendido, solo movía sus labios tratando de pronunciar palabra, pero se ahogaba con ellas mismas, sus pensamientos eran efímeros. El hombre se acercó, tomo la boca del joven con su mano y empezó a moverla mientras fingía hablar como él – ¡Oh! poderoso señor Samael, dame cualquier cosa, te lo ruego, mírame no soy más que excremento para el resto de los hombres.

El joven mordió la mano de aquel hermoso hombre, y corrió hacia la puerta, al abrirla una chica joven, hermosa, de ojos negros, rostro definido, pelo negro y brillante, de piel india y de provocativa figura, pero con senos pequeños, empujó al esgalamido joven, mandándolo contra la pared del otro extremo de la habitación. El joven tosió y escupió sangre, el hombre hermoso miró a la chica y dijo mientras se limpiaba la mano – creo que te pasaste de fuerza, casi matas a esta criatura – ella miró a el hombre hermoso y con poca precaución dijo – sí, como digas mi príncipe –

Y tu asquerosa criatura, ¿por qué mordiste mi mano? Deja de ser tan asqueroso ¿quieres?, vengo y te ofrezco lo que quieras y me muerdes. El joven se levantó adolorido y dijo – ¿y si la quiero a ella? ¿Me la darías? – ¡Wow!, nunca vi un humano tan goloso, a excepción del Cesar – dijo el hombre hermoso sorprendido; miró a la chica y mientras reía dijo – oíste bien Samantha, él te quiere a ti, me imaginó todo lo que te haría, muchas cosas sucias –

Samantha se enfureció y dijo – ni lo pienses humano, nunca estaría atada a un ser despreciable como tú – luego miró a el hombre hermoso – y tú Diantre, ¿serias capaz de darme a ese humano? – Si es lo que desea su corazón, no puedo negárselo, soy la simbología de los deseos carnales –

El joven volvió y trató de reflexionar acerca de lo que pasaba, se mandó las manos a la cabeza, sobó sus ojos, y miró lentamente, – dime realmente ¿quién eres? – el hombre hermoso suspiró y dijo – ¿Por qué ustedes tienen tan poca fe?- cambió su voz a una fuerte, que transmitía temor, dolor y sufrimiento – yo soy Lucifer, Satanás, Belial, la antigua serpiente, el gran Dragón, Jaldabaoth, el dios negro, el dios de este siglo, el padre de mentira, Diale, Diantre, Diache, Mara, Lama o Yama, señor de los espíritus, del inframundo, el Supay, Salamanca, Silbaba, Kisín, Ah Mun o Hun-Hunahpu, Haborin, Bilé, Behemoth, Eblis, Beherit, Mastema, Pwkka, pero mi nombre real es Samael.

El joven ya se encontraba en el piso de rodillas, orinado y sudando frio, Samantha lo miró y dijo – que lamentable –

El hombre hermoso, se sentó en la cama, sacó un cigarro lo encendió con una candela en forma de calavera, fumó suavemente, guardó la candela, luego sacó un termo de su bolsillo, dos vasos, se sirvió, mantuvo los vasos en el aire, guardó el termo, uno se lo pasó al joven y dijo – es té, un té especial que te calmará, le robé la receta a Buda –

El joven bebió y se tranquilizó, miró el vaso en el que bebía el diablo y dijo – ¿y tú que bebes, vino? – A lo que Samael sonrió y dijo – no, para nada, es café, bebida de los dioses mayas y aztecas, solía beber con Kukulkán –

Luego miró al joven fríamente, y dijo – ¿entonces para qué me invocaste si no ibas a pedir nada? –

El joven miró con temor a Samael y susurró – yo no te invoqué, solo investigaba acerca de ti, jamás se me pasaría por la cabeza invocarte –

Samael se sobó la frente, y dijo – diablos – azotó la cama, rompiéndola en el proceso, miró a el joven y dijo – ya que estoy aquí. ¿No quieres algo?

El joven suspiró y con su vos temerosa proclamó – ya te dije que la quiero a ella –

Samantha se acercó y con una sola mano lo tomó del cuello, lo levantó contra la pared y le dijo con ira – gusano asqueroso ¿realmente piensas que mi deseo es quedarme contigo?, ¿en este podrido mundo humano?, no podría volver al infierno, ustedes le temen al infierno, pero sus hechos son peores que el castigo que les espera, si la maldad existiera fuera como ustedes –

Samael le ordenó soltarlo, ella lo soltó y él cayó en el suelo tosiendo y tratando de respirar, Samael lo miró y dijo – ¿aún la quieres? –

El joven medio se levantaba – no la quiero como mi mujer, solo quiero su compañía – mientras seguía intentando levantarse del todo, sus lágrimas recorrían su rostro, – siempre he estado solo, me la paso jugando juegos en línea, solo sobresalgo en mis escritos literarios, mis trabajamos de la universidad son regulares, estudio teología y no soy la gran cosa, ni siquiera notan que estoy ahí, pareciese que soy invisible.

En ese momento Samantha le puso el pie encima y lo azotó contra el suelo, y dijo – ¿porque no pides hacerte más interesante, mujeres, dinero, poder? Como hacen el resto de humanos, ¿Por qué pides la compañía de un demonio?

El joven en el suelo dijo – ¿por qué?, ni yo lo sé, solo sé que es mejor diablo conocido que ángel por conocer, no hay justicia en los ojos de un santo, no conocen el pecado, ni la soledad, el dolor, la tragedia, solo ven lo que quieren ver, yo no puedo ver eso, no acepto la justicia, solo quiero preocuparme por alguien que no sea yo, quiero tener a alguien con quien pueda hablar y no tenga que fingir ser alguien más, solo deseo la compañía, el calor de alguien, y sí, un demonio sería mejor porque no esperaría nada bueno de ella, pero tendría su compañía.

Samantha le quitó el pie de encima y miró fijamente a Samael, sus ojos transmitían el mensaje de aprobación, Samael sonrió, y dijo – vaya, vaya, no creí que te preocuparas por alguien fuera de ti Samantha, pero se ve sinceridad en tus ojos, ¿realmente quieres ayudar a este gusano?

A lo que Samantha contestó fingiendo poco interés – sí, quiero ayudarlo a superar sus miedos –

Samael se acercó al joven, le puso su mano en el hombro y de la mano apareció una luz enrojecida, y las heridas del joven sanaron, luego le quitó la mano y dijo – oye, aun no sé tu nombre miserable gusano – a lo que el joven con asombro dijo – soy Nick – el diablo miró sus ojos y dijo – ahora párate del suelo, te daré lo que deseas y un regalo de mi parte –

El joven se levantó, Samael se paró enfrente de él, saco una navaja rusa, cortó la palma de la mano de Nick, luego llamó a Samantha; ella se acercó, y Samael también le cortó la mano, Samantha se acercó al joven y le apretó la mano, la sangre de ambos se mezclaba, ella se sonrojó, y besó a el joven, un beso con lengua, el joven se excitó solo con ese beso, y cayó de rodillas del éxtasis tan embriagante que sintió, ella lo miró y dijo -no vayas a malpensar, así se cierra un trato con un súcubo, ahora párate que haces que lamente esto –

Samael de la nada hizo aparecer un contrato de piel de vaca, y sacó un pequeño alfiler, le chuzó el dedo a Nick y dijo – Firma – el miró a los ojos a Samael, y vio llamas dentro de ellos, tembloroso puso el dedo en la línea de la firma, los bombillos de todo el lugar estallaron, hasta los de las lamparas de la vía pública, una niebla invadió el barrio, Samael hizo desaparecer el contrato y dijo – bueno yo también desapareceré, hay más trabajo por hacer – y apenas dijo eso se convirtió en un humo negro que salió por la ventana.

Samantha miró a Nick y dijo – y ahora me tendrás que acomodar este chiquero, no viviré en un apartamento tan asqueroso –

Nick miró su habitación, ropa por todos lados, la cama sin tender y dañada, unos afiches de anime, videojuegos y arte abstracta, y ni se diga del desorden fuera de la habitación.

Capitulo II

Los días y las situaciones cambian y más cuando estas acompañado, las responsabilidades aumentan y más cuando estas acompañado por una diabla engreída.

Tres días después del pacto.

Nick y Samantha se encontraban comprando comida y otros utensilios. De repente Samantha se quedó parada en uno de los pasillos menos imaginables, mirando fijamente un peluche, Nick se acerca y dice – ¿qué hace un demonio temible como tú en el pasillo de juguetes? – a lo que Samantha con ira lo golpea con el codo en el estómago haciendo que él tosa y tenga que acuclillarse, y ella sigue mirando el peluche. El joven mira el peluche que para él es aterrador, pues no era un peluche normal, era un pequeño monstrico qué, aunque no era del todo feo sí le causaría a más de uno pesadillas. Nick tomó el peluche – si quieres el monstrico éste, te lo compro – ella movió su cara y dijo – no necesito nada de ti gusano – él volvió a poner el peluche en su estantería y dijo – ok – ella miró otra vez el peluche y en sus ojos se veía el deseo de tenerlo, él tomo el peluche y lo hecho en el carrito de compras, – no lo compro para ti, sólo me gusto y quiero llevármelo – ella le contestó – si tanto lo deseas adelante –

Siguieron comprando las cosas, hasta que llegaron a la caja para pagar, la cajera miró fijamente a Nick y se mordió el labio, se le notó demasiado el deseo carnal. Él la miro extrañado, pasó todas las cosas y pagó, echó unas monedas para el empacador, en ese instante la muchacha le cogió la mano. Él siguió como si nada, pero estaba realmente sorprendido pues nunca le había pasado nada igual, miró el papel que la cajera le había pasado en el momento en el que le tomó la mano, y vio un número de teléfono. Samantha lo miró y dijo – no es que te hayas hecho más lindo, es por mi esencia, soy una súcubo – él la miro fijamente, la tomó por los hombros dejando caer las tres bolsas de lo que habían comprado y dijo – ósea que no les gusto yo, si no tú.

Ella le quitó las manos de sus hombros y dijo – tampoco es que les guste yo, les atraes sexualmente por que tu sangre se mezcló con la mía – en eso una naranja se fue rodando hasta los pies de Diana, una chica hermosa, blanca como la nieve, de ojos azules, rubia como los rayos del sol, y para terminar de completar es sobrina de la prima de Nick. Él la miro y titubeó – Diana, ¿qué haces aquí?, ¡como haz crecido! –

Ella sonrió, se movió el pelo detrás de su oreja y dijo – tío – y corrió a abrazarlo, Samantha vio esto, se sorprendió y dijo – ¿es tu sobrina? – Diana miró a Samantha, le tomó la mano y dijo – mucho gusto, no creí que mi tío ya tuviese mujer, soy sobrina en segundo grado. – Samantha la soltó y dijo – ¿¡Qué!?… jamás seria mujer de este gusano infeliz y tampoco creería que eres su sobrina, así sea en segundo grado. Eres muy hermosa para pertenecer a la familia de este imbécil. –

-¡Ah!, lo siento, fue mi error, pero a lo que respecta de que si somos familia, Sí lo somos, sólo que mi genética es más parecida a la de mi madre, ella es todo un ángel – Samantha pujó, y dijo – tranquila, te disculpó, ojalá no me vuelvan a confundir con la mujer de este idiota. – Nick recogió las bolsas y se despidió de Diana a lo que ella dijo – te vine buscar, mi madre dijo ¿que si podía quedarme unos días contigo? mientras buscó un apartamento donde quedarme. – Nick volvió a soltar las bolsas y dijo – ¿¡Qué!? –

Y así fue como termino llevando a su sobrina a su apartamento junto con Samantha, un demonio. Al entrar al apartamento, Diana preguntó lo más obvio – si ustedes no tienen nada, ¿Por qué viven juntos? –

Nick y Samantha se miraron a los ojos, Nick comenzó a titubear pues no sabía que responder, entonces Samantha respiró hondo – es una larga historia, pero tu tío decidió darme posada, mientras me acomodo como tú, solo llevo tres días aquí – Diana se sorprendió, tomo las manos de Samantha – vaya, lo siento por meterme en asuntos que no son de mi incumbencia, pero veo que mi tío es una buena persona después de todo, tenía miedo al venir y estar a solas con él, no es que lo odie ni nada parecido, pero él es, cómo decirlo, rarito. Solo se la pasa jugando videojuegos, en la universidad dicen que mantiene solo, en su trabajo de medio tiempo no tiene amigos, y pues todo eso me hacía dudar de querer venir a quedarme por unos días. Pero al estar acompañada de otra chica me siento más aliviada y de alguien que se ve buena persona, mejor, así que llevémonos bien, ¿sí?

Nick suspiró, la tristeza recorría su rostro como la lluvia en las ventanas, sólo pensaba “hasta mi familia me ve como un ser despreciable”, Diana miró a su tío y dijo – lo siento por dudar de ti, debí creerle a mi madre, es la única que habla bien de ti –

Nick la miró con sus ojos enrojecidos, esos ojos que contenían el llanto, y dijo – tranquila. – y se dirigió a su habitación.

Aquel apartamento no era tan grande, tenía al menos dos habitaciones, cocina y un baño, además de un pequeño balcón, y aunque las habitaciones y el resto del lugar eran estrechos, las chicas pudieron acomodarse, Samantha no tenía mucho, sólo lo que había comprado en esos tres días, Diana tampoco había traído mucho, así que ambas decidieron compartir habitación.

Mientras el ser infeliz y despreciable de Nick estaba acostado mirando el techo, mandando a volar sus pensamientos como los gansos en invierno, pensamientos efímeros que acusan a una cruda verdad, tan plagado de su autoflagelación, su propio despreció que destierra hasta la criatura más inocente a ser el mismísimo Beelzebub, criterio adornado por copas rebosantes del llanto de un niño que se cree demonio, tanto autocompadecerse lleva al límite del pensamiento, haciéndolo quedarse dormido entre tanto recorrido de las lágrimas como los vehículos en una autopista principal.

“Cosas ocurridas pasan todos los días, sin explicación aparente, tanto juez vestido de justicia y solo proclama su beneficio propio”, estas palabras eran las que se hacían oír en plena junta de organización en el infierno, pues aparentemente un subordinado pensó tomarse las cosas por sus propias manos, sin el permiso aparente de la junta principal, los seis demonios principales. Satán el príncipe de las tinieblas, Beelzebub el señor de las moscas, Mammón el señor de la avaricia, materialismo y la codicia, Leviatán el demonio de los océanos, Amón el demonio de la ira, Verrine el demonio responsable de la impaciencia, ella es la princesa de los tronos y está en la lista de los demonios con más poder. Así que los dos guardias trajeron al subordinado enfrente de la junta, lo arrodillaron en unos clavos, los cuales se clavaron en las rodillas de éste, desgarrando con todo y hueso sus rodillas, éste gritaba de dolor mientras la junta lo observaba con odio y desprecio, mientras en el fondo se hizo escuchar una risa malviviente acompañada de un bostezo. Satán miró junto con toda la junta y entre tantas tinieblas apareció dos sombras, – a qué se debe esta visita Belfegor señor de la pereza y el subordinado bufón del león alado Vapula – el bufón miro al patas y con gran despreció dijo – ¡tú príncipe!, siempre tan divertido, recuerda que yo soy el controlador de los medios humanos, el titiritero de la comunicación, respétame, aunque sea un poco, diciendo mi nombre, Nybbas el bufón de la corte. –

Mammón se levantó de su trono y con ira dijo – bufón recuerda tu lugar, que sin mí ayuda no serias nada, dile a tu alado señor que si quiere guerra es no más que lo diga y yo mismo le cortare esas alas.

Satán se levantó y todos los demás agacharon su cabeza, Mammón se sentó y agachó también la cabeza, hasta el bufón se postro, y el diablo dijo – ya me tienen harto, ¿creen que pueden tomar sus propias decisiones sin mi consentimiento o el de la junta?, un pueblo dividido será reducido a cenizas. Así que dejen de tirar leña al fuego en mi presencia, si tanto se odian resuélvalo en la Arena.

La Arena es el lugar parecido al coliseo Romano donde los demonios luchan para adueñarse de otro reino, posiciones, mujeres y en tales circunstancias hasta la propia vida. Ya que el infierno por ser tan extenso está dividido en varias partes, son aproximadamente 30 partes, en las cuales tienen un señor y ese señor a su vez tiene subordinados y esos subordinados otros a sus servicios y así continua la cadena hasta llegar a los cargos más bajos.

Satán continuó – como me hicieron poner de mal humor, maten a ese demonio cortándole la cabeza – nadie dijo nada y uno de los guardias tomo el hacha y le corto la cabeza. El silencio reinó, Satanás miro a Belfegor y a Nybbas, sus ojos ardían en llamas; de su boca aparecieron colmillos como los de una bestia, se encontraba parado en el lado oeste de su trono y con una pose de elegancia y autoridad, miró fijamente a los ojos de sus subordinados y dijo con una voz de trueno – ¿a qué han venido Belfegor y Nybbas? – Belfegor se arrodilló, postro su cabeza y dijo – mi señor, siento ser el portador de malas noticias, pero hemos perdido parte del reino humano, pues el señor alado Vapula perdió la batalla con los rebeldes, comandado por los griegos, no esperábamos que se aliaran.

Es eso Nybbas hablo interrumpiendo la conversación – señor, no fue culpa de mi amo, nos superaron en número y… – el diablo lo calló y en un parpadear se encontraba a su lado, lo tomó por el cuello y lo apretó, – sé que hay algunos espías de los rebeldes infiltrados en nuestro reino, ruega por tu vida y Dios quiera que no vayas a ser tú –

Lo soltó, Nybbas cayó al suelo y miró con ira a Satanás, al ver el diablo esto, lo volteó a mirar con ojos negros intensos que transmitían una soledad absoluta, Nybbas al ver esos ojos, comenzó a temblar, lagrimas escurrían por sus ojos, desesperado le pedía piedad al diablo para que lo dejara de mirar. El diablo cambió sus ojos y dijo – gracias a Dios, el diablo es misericordioso, así que te perdonaré, y dile a tu señor alado que se escondan hasta que lleguen los refuerzos.

El silencio reinó en el infierno, que normalmente no se calla, pues los gritos agobiantes de las víctimas de los castigos más inhumanos se hacen escuchar, pero esta vez no, todo fue invadido por un silencio abrupto que pareciese cortar hasta una hoja de papel. Los demonios que fueron con las malas nuevas se marchaban en medio de la niebla que producía las cenizas de los cuerpos de las almas humanas, y mientras caminaban iban desapareciendo en la espesa niebla.

La junta de demonios que tenía la última palabra se despedía entre ellos, como hacen los amigos después de una reunión. Samael se sentó en su trono un poco pensativo, miraba el paisaje desolador y despreciable que era el infierno, mientras su pensamiento era invadido por efímeras ideas que recorrían como créditos de películas, veloces como los guepardos.

Mientras en el otro extremo del infierno una sombra silenciosa sonríe en la oscuridad.

Capitulo III

Nick estaba en la universidad, sentado en la cafetería solo, como es de costumbre, comiéndose un sándwich, miraba el vacío porque su mente no se encontraba ahí. En el instante menos esperado una jovencita de piel clara como su nombre, de ojos marrones, de extenuante figura, con rareza quién sabe dónde; se le acercó y con una voz delicada y tímida dijo– Disculpe, ¿me puedo sentar con usted?, es que soy de primer semestre y no soy muy buena socializando, y pues como usted siempre está solo, bueno, pensé que, tal vez, no sé. – Nick interrumpió la pregunta llena de razones de porque hacerlo – claro, sí quieres sentarte no hay problema – ella se sonrojó, se alegró, se sentó con tanta emoción que hizo regar el café que había sobre la mesa, se asustó por lo que hizo, Nick la miró, recordó como fue él en sus primeros días, tratando de hacer amigos, sonrió – tranquila, yo lo limpio no te preocupes – ella se puso aún más roja, agachó su cabeza de la pena que invadía su cuerpo, él tomo servilletas y limpio el charco que le hizo volver a niño, la época en que leía muchos cuentos, recordó uno en especial “El Escritor”, un cuento corto de un autor X, que ni siquiera recordaba su nombre, pero sintió nostalgia, miro a la chica tímida que estaba enfrente de él, se volvió a sentar y empezó con un poco de temor a tratar de hacer conversación, y no se le ocurrió mejor idea que empezar con – es complicado hablar, ¿no es cierto? – Ella solo asintió con alegría, – ¿y dime como te llamas? Tal vez así podríamos conocernos más – él mismo se sorprendió de lo bien que lo estaba haciendo – ella titubeó – Clara –

Que lindo nombre, el mío es Nick

¿De que facultad eres?

Teología, estoy en quinto semestre ¿y tú?

Yo entre a estudiar Biología Marina

¡Oh!, muy interesante, ¿y por qué decidiste estudiar eso?

Ella mostró una alegría incomparable, su sonrisa transmitía una felicidad que contagiaría a cualquiera, Nick se sorprendió y vio brillar esos hermosos ojos marrones – es que me encontraba superando el divorcio de mis padres, tenía doce años, y mis padres ya no se llevaban bien, discutían por todo, muchas veces esas discusiones se llevaban a los golpes, mi abuelo que se encontraba intentando superar la muerte de mi abuela, decidió llevarme a vivir con él, vivía en una casa cerca del mar, así que cuando fui a vivir con él, muchas veces me llevaba a la playa, y admiraba la hermosura del mar, cuando veía los delfines me sentía tranquila, cuando miraba toda la fauna animal que había en la playa me enamoraba. Las olas del mar golpeaban las piedras y chispeaba las gotas en mi cara y me sentía en paz conmigo y con los demás, era como si me transportara. Esos días que pase en la playa junto con mi abuelo fueron los mejores días de mi vida, era como si tuviera en mi sangre el mar – sus ojos brillaban, Nick se perdía en esos ojos, nunca se había sentido así, la chica transmitía una sinceridad que tocaba el corazón de Nick. En ese momento una mano fría tocó el hombro de Nick, éste se sorprendió tanto que gritó y cayó al suelo, al fijarse en quien era, miró a su sobrina Diana – ¿Qué haces aquí? – Diana sonrió y dijo – vine a esta ciudad a estudiar filosofía, pero en mis primeras clases no encontré casi a ninguna chica, así que como tengo media hora libre viene a tomar un capuchino; y pues te vi y no pude evitar saludarte –

Él se levantó, la miró fijamente – me hubiese dicho antes – al poner su mano sobre la mesa, vio de reojo una sombra que tenía forma humanoide, pues sus brazos y piernas eran más largas que el resto del cuerpo, su cabeza era más ovalada y estirada, sus ojos eran grandes y amarillos, pero no se le veía ningún otro rasgo facial. Ésta sombra silenciosa estaba debajo de un árbol; Nick se sorprendió y reaccionó rápido girando para ver si la veía bien, pero al ponerlo como objetivo, la sombra ya no estaba. Diana lo miró fijamente junto con Clara y ambas preguntaron – ¿estás bien? – Nick las miró– sí, estoy bien, solo creí ver algo, ah, perdón las presento. Y así Diana se quedó hablando un rato con ellos, pero Nick estaba aún pensando en lo que vio.

Un extraño viento se hizo oír con el susurro y frio de una noche en vela, un soplido suave como la brisa, “señor, y señoritas” todos los que estaban ahí se sorprendieron pues un chico elegante, castaño y moreno como la arena del mar apareció de la nada, Clara miró esos ojos verdes azulados, y al ver su piel se sonrojó, Diana lo miró extrañada pues se notaba que no era de por ahí, Nick lo miró fijamente – ¿Quién eres? -, el chico sonrió – que descortés de mi parte, lo siento, mi nombre es Edmar, mucho gusto -. Diana con una mirada acusadora dijo – ¿Por qué hablas con tanta confianza? no nos conocemos–, el chico tomó la mano de Diana, la beso y ella manoteo – ¿Qué haces?, deja de ser tan confianzudo, ya te dije que no te conocemos -, Nick se airó y con una mano lo tomó de la camisa, el chico lo miró y Nick lo soltó – lo siento, pero por favor no te comportes tan confianzudo con mi sobrina -, Edmar se mandó la mano peinando su cabellera castaña – lo siento, de donde vengo es normal saludar así. Soy nuevo por aquí, solo creí que podía saludar, es que me llamaron la atención – luego le puso la mano en el hombro a Nick, sonrió y susurró – y más tú – luego volteó a mirar a Diana, le quitó la mano a Nick, y dijo – y lo siento señorita si le incomodé – luego siguió caminando como creyéndose un rey. Diana seguía mirándolo mal mientras se alejaba, Clara un poco asustada titubeó – ese chico es muy raro, pero es lindo – Diana la miró y dijo – ¿estás loca?, tiene algo raro.

Clara miró la hora y medio gritó mientras corría – ¡me cogió la tarde!, adiós fue un gusto verlos -Diana abrazó a Nick y se marchó.

Nick volvió a sentarse, miró la mesa, puso su cabeza sobre ella y pensaba lentamente “que día tan raro, cada día se pone más extraño desde ese día, pero aun no entiendo, si el diablo dijo que lo habían invocado y no fui yo ¿entonces quién? – Se mandó las manos a la cabeza y gritó – ¡¡ay!!

Un chico negrito lo miró y dijo – oye muchacho, me pareces conocido. Si eres de teología te recomiendo que vayas a clase, ya va empezar.

Nick lo miró y dijo – Tomás gracias por avisarme, andaba perdido en mis pensamientos – y se marchó con él.

Un mes después.

En la noche Nick entró a su apartamento como es de costumbre. Cerró la puerta y mientras se dirigía al baño. Chocó con Samantha, quien se encontraba en short, y una blusita delgada. Él se alegró y la abrazó, ella se sorprendió y al comienzo no quería, pero a medida que pasaba el tiempo el calor de Nick la invadió y luego ella hizo que la soltara; le puso la mano en su pecho – siento tus sentimientos, son muy cálidos, tanto que me alegran, pero no los entiendo. – Le quitó la mano suavemente. Se dirigió a su habitación, Nick la miró mientras ella entraba, y susurró – ni yo los entiendo – y siguió hacia el baño.

Mientras él orinaba, miraba fijamente el inodoro. Al acabar levantó suavemente el rostro y al quedar frente al espejo se espantó tanto que cayó al suelo, se golpeó contra la pared. No vio su reflejo. Se levantó suavemente, y ahí estaba su otro yo. Él suspiró y pensó que debía ser el cansancio. Abrió la llave, se lavó las manos, luego tomo agua y se lavó la cara. Salió del baño, tomó una toalla y se secó. Luego abrió su maletín, saco una bolsa y se dirigió a la mesa. Tiró el maletín, saco una caja de ella, empezó a comer el arroz chino. En un momento las luces parpadearon. El diablo estaba enfrente de él. Nick lo miró y siguió comiendo, Samael sonrió, – ¿acaso no tienes un poco de respeto?, un amigo vino a visitarte ¿y así como si nada sigues comiendo? – Nick lo miró – hola Satán ¿Cómo está el infierno? -, – como siempre, no me quejo; llantos, crujir de dientes, lo mismo, nada nuevo. ¿Y cómo va tu relación con Samantha?, ¿ya hicieron aquello? -, Nick se atrancó, tosió – ¿a qué te refieres con aquello?, El diablo puso cara de pícaro – pues ya tú sabes, eso que todos los hombres disfrutan: un pene, una vagina, bueno casi siempre, a veces son dos penes o dos vaginas; otras son muchos penes y vaginas y ni te digo que más he visto, ustedes los humanos son unos degenerados – Nick puso la caja en la mesa y subió la voz – ya cállate, no quiero saber nada de eso – la puerta de la habitación de las chicas se abrió, Diana salió, las luces parpadearon y Diana miró a Nick – ¿con quién hablas? – Nick vio que el diablo ya no estaba, sudó un poco, – pensaba en voz alta -.

Al día siguiente, un domingo, Nick dormía como un niño, en eso, él sintió su cuerpo pesado. No podía moverse, le pasaba algo similar a la parálisis del sueño. Abrió los ojos, sentía como si se estuviera ahogando. Una mujer hermosa estaba encima de él. Le arrimó sus enormes tetas en la cara y se las sobó lentamente. Le lamia la oreja, mientras se movía como si estuviese haciendo el amor, y con una mano le agarraba el pene. Nick trataba de pararse, estaba asustado, pero su pene se paró como antena. En su mente decía – auxilio -y como si su grito hubiese salido de su boca, entró Samantha y al ver esa escena gritó – Madre, ¿qué haces aquí? Suelta a Nick – La mujer se levantó y corrió abrazar a Samantha. Ella le rechazó el abrazo. Nick respiró hondo y pudo moverse, se levantó rápidamente, y no se dio cuenta que estaba desnudo. Samantha vio eso, se puso roja y gritó – maldito gusano infeliz, ponte ropa – Nick vio que estaba desnudo y le dio vergüenza. Se lanzó al otro lado de la cama, la mujer se rió y dijo – ¿Qué pasa Samantha aún no has tenido sexo? – Samantha se enojó – a ti no te incumbe lo que haga yo, Lilith. – La mujer puso una cara de tristeza – ¿Por qué nunca te agrada ver a tu madre? – Samantha volteó su cara – ¡¿Por qué será?! Porque estás loca – Nick se vestía y cuando logró ponerse los pantalones, miró a Samantha, luego a Lilith y dijo – ¿Qué hacia esa señora tratando de violarme? – mientras la señalaba. Lilith lo miró – tu cuerpo decía otra cosa – sacó su lengua y se lamió los labios – ¿estás seguro que no deseas esto? – Mientras se tocaba lentamente su cuerpo, Nick suspiró con deseo – no, no quiero eso – y seguía mirándola mientras se tocaba, Samantha tomó uno de los zapatos de Nick y se lo lanzó con tal fuerza que al golpearlo cayó inconsciente.

El reflejo de la luna ilumina suavemente la cara de Nick, él abre sus ojos lentamente. A su alrededor ve un cementerio recio que sopla aquella melodía que suena al medio día; una niebla espesa y fría, árboles que se encuentran con un pie en la tumba. Sentada en una tumba está una mujer comiéndose una manzana. Vestida de blanco, un blanco que se confunde con la niebla. Él se levanta y mira fijamente a la mujer. Ella pronuncia palabra con una voz angelical – acércate – él duda en seguir su instrucción, pero al final decide ir, camina suavemente, como contando los pasos, al estar frente a ella aprecia su hermosura, – no soy nadie a quien debes temer – Dice la mujer mientras come el ultimo bocado de la manzana. Se levanta de la tumba y toma el rostro de Nick mientras lo mira a los ojos – aun no es tu hora, cuando lo sea un hombre de cabellera castaña y ojos grises te visitará. Platicará unas palabras contigo – deja caer las sobras de la manzana mientras pronuncia las últimas palabras – y el destino se revelará como las leyes de la gravedad – En el instante en que las sobras tocan el suelo, Nick sintió un corrientazo que lo hace despertar en una sala blanca, mal acogedora, con médicos frente a él. Al fondo se escuchaba un llanto conocido, Nick trata de entrar en sí y al instante en que lo hace, recuerda algo importante con respecto a Diana.

Capitulo IV

Una ciudad llena de delirios, sueños fantasiosos, y desgastadas personas que quisieron éstos sueños: sueños fáciles, apuestas, mujeres de la vida alegre, mal vivientes, embusteros, atracadores, violadores, pastores, curas, embaucadores, mejor dicho, el germen de la sociedad.

En un edificio abandonado se hizo escuchar una voz – mi señor Vapula, creo que se nos ha abandonado, no debimos confiar en Samael – el alado Vapula miró con desprecio a su subordinado Nybbas. Se levantó mirando a sus veinte soldados sobrevivientes en los que se encontraba Belfegor – ¿acaso dudan de nuestro señor Samael? Acuérdense de quién nos libró de nuestras ataduras, estábamos condenados a servir a un Dios y sus caprichos, más ahora somos libres de escoger el camino – Todos levantaron sus espadas y gritaron como quien dice: estamos listos para morir por causa de nuestro señor.

Todos marcharon contra el enemigo que los superaba en número. El señor alado tomó su lanza y de un solo tiro mató como a treinta. Los demás soldados del señor Vapula siguieron su ejemplo y empezaron a pelear con todo, mientras Nybbas se escondía entre los escombros; temblaba de miedo, su risa de bufón había desaparecido de su rostro. En ese instante unos diez soldados enemigos lo rodearon, se rieron y sin piedad atacaron, pero al clavar sus espadas el cuerpo del bufón explotó como una piñata. En vez de salir dulces, salieron cuchillos y dagas que acabaron con la mayoría. De los pocos que sobrevivieron al ataque sorpresa fueron asesinados cortándoles el cuello por Nybbas, que se había vuelto invisible.

Belfegor creaba una especie de humo que volvía lento a los enemigos, mientras los otros soldados los mataban. Cada vez que hacía esto, bostezaba. De repente un soldado enemigo intentó acuchillarlo. Belfegor evitó el cuchillo como en cámara lenta, le tomó el brazo y sin el menor esfuerzo lo jaló haciendo que cayera en frente suyo, luego le puso el pie en la cabeza, arrancándole el brazo y desnucándolo.

Después de una larga y a trajeada batalla, los pocos sobrevivientes del señor alado Vapula se encontraron perdidos, pues ya estaban exhaustos para continuar. Superados en número y en fuerzas cerraron sus ojos, como quien medita en paz y decide tomar su destino. Uno de los soldados gritó – miren – y como un rayo de esperanza se iluminó el agotado rostro de Vapula. En ese instante, aparecieron las tropas demoniacas, que acompañadas de Paimon, un rey infernal hermafrodita que montaba un dromedario. Venía acompañado del mismísimo guardaespaldas de Satanás, Adramelech dios del sol. Éste lanzó una poderosa esfera en llamas que acabó con más de la mitad de las tropas enemigas. Los soldados enemigos trataron de huir, pero los aliados los empezaron a cazar como presas, y a matarlos despiadadamente. Luego de la desesperante y angustiante guerra, Adramelech buscó al líder de los pocos sobrevivientes enemigos que quedaban. Resultó ser Ayperos, un príncipe de los infiernos. Adramelech lo iba a matar sin misericordia, pero Paimon lo detuvo – el líder hay que llevarlo con nuestro señor Belial – Adramelech miró a Paimon, hizo un gesto de repugnancia – de acuerdo, lo llevaremos a Samael, pero ¿qué hacemos con los otros soldados enemigos? – una voz fría, sin piedad, atemorizante incluso para los mismos demonios, se hizo escuchar – tranquilo yo me encargo – Adramelech y Paimon voltearon a mirar de dónde venía la voz.Acompañado de tinieblas espesas como la lava y unos ojos blancos sin mancha alguna, apareció el famoso Nergal, dios babilónico; un despiadado demonio con un inmenso poder, casi a la par al de Adramelech. Paimon temblaba ante su presencia. Nergal lo miró, se acercó y le gritó en la cara – ¡bu! – Paimon se aterrorizó tanto que cayó de su dromedario. Nergal rió con una risa tan macabra que, hacía temblar a todos los demonios, a excepción de Adramelech. Nergal observó cautelosamente al guardaespaldas de Satán, – debes ser muy poderoso para no temblar ante mí – Adramelech se puso firme, no dio ni un paso atrás, aunque el frio producido por Nergal lo invadiera. Nergal se conmocionó al ver esto, sorprendido dijo – ¿qué tanto poder ocultas? – Adramelech se encendió en llamas y luego se apagó. Miró fijamente y dijo – más que este – Nergal se sonrió, caminó por su lado sin basilar, y se acercó a Ayperos – traidor, por Alá quisiera tomarte como mío, y no de un buen modo. Te arrancaría cada parte de tu cuerpo con el detenimiento suficiente para gozarte como puta – luego lo tomó del cuello lanzándolo a los pies de Paimon – llévenlo con mi señor Lucifer -Paimon con mucho miedo tomó a Ayperos y lo subió a su dromedario y acompañado de Adramelech se marcharon junto con sus tropas.

Nergal ordenó a todos los sobrevivientes del ejército de Vapula que se marcharan a descansar, para recuperar las fuerzas y que, por ninguna razón lo interrumpieran mientras desmembraba vivos a los demonios traidores.

Dos días después, Paimon y Adramelech llegaron ante su señor Samael. Se postraron ante éste. Luego de que Samael moviera su mano, se levantaron. Paimon bajó del dromedario a Ayperos y lo arrodilló ante Samael. El señor se levantó de su trono, tomó el rostro de Ayperos, lo miró fijamente y dijo – ¿por qué un príncipe se ha rebajado tanto para irse en contra de su señor? – Ayperos temblaba de temor, pero se llenó de valor, miró al rostro de Samael y le escupió. Samael se carcajeó, se limpió el rostro y lo golpeó con una patada que lo mandó al otro lado del templo, azotándolo contra la puerta. En un cerrar y abrir de ojos, Samael ya estaba de pie al lado de Ayperos, lo tomó del cuello tan fuertemente que le desgarró la cabeza. Al ver esto, Satanás soltó la cabeza, se limpió las manos, miró a Paimon y a Adramelech – Paimon ve y dile a Baalberith que envíe a algún vampiro ante mí –

Paimon subió rápidamente en su dromedario, marchó eficazmente ante Baalberith secretario general y conservador de los archivos del infierno. Se bajó del dromedario – señor Baalberith, nuestro señor le encomienda que envíe a algún vampiro – éste lo miró fijamente – señor Paimon, ya le envió a su vampiro, pero dígale a nuestro señor que no vaya a cometer ninguna locura contra el vampiro – Paimon se quedó mirando intrigado, Baalberith se levantó de su escritorio y al hacer esto aumento su aura maligna. Al sentir tan devastador poder, Paimon se subió a su dromedario– de acuerdo yo se lo diré –

Al llegar otra vez al templo, Paimon se bajó de su dromedario. Entró y vio a Satán sentado jugando ajedrez junto con Adramelech. Se sorprendió un poco de lo tan cercanos que eran, caminó rápidamente hacia a ellos. En el momento en que estaba prácticamente a su lado, apareció de la manera más descortés, un vampiro de aspecto de vándalo: ojos negros como la oscuridad de una noche sin luna, cabellera larga, negra y sedosa, rostro de puberto, uñas largas y sucias, vestido con una camiseta negra y de estampado de bandas de metal, chaqueta de cuero, pantalones bien ajustados y una cadena de perro en su cuello. El vampiro adorador del color negro, se acercó sin el mínimo respeto al diablo, tomándole la mano – ¡oh!, vaya el mismísimo patas encarnado, mucho gusto mi nombre es Ahharu, quien será proclamado el próximo rey de los vampiros – mientras seguía tocando la ropa de Samael, éste de tanto irrespeto empezó a enfurecerse pero antes de que actuara Paimon dijo – mi señor, Baalberith sugirió que no fuese hacer una locura – Samael recordó lo que había pasado con el ultimo vampiro que había mandado llamar, pues a Drácula siempre le gustaba jugar con la paciencia de él, al mandarle los vampiros más desadaptados. La última vez había matado al vampiro y el conde no volvió a prestarle su personal. Así que respiró hondo, se separó del joven vampiro, y con una serenidad digna de admirar – así que ya no hay unos vampiros dignos en el palacio de tu señor nocturno, interesante (!), pero bueno al menos un púber como aquel, que ladra y no muerde, me puede servir. Bueno, ya poniéndonos serios, quisiera que lamieras esa sangre del demonio que acabé de matar y me digas qué tanto sabe él. Por si acaso, sólo la información de sus crímenes de traición. No quiero que me vengas a contar toda su vida. ¿Ok?, ¿captas? – El vampiro caminó hacia el cadáver mientras exclamaba – quedó más claro que el agua, patrón – Satán sólo volteaba sus ojos con desespero y se decía a sí mismo – Oh por favor Dios ¡dame paciencia! –

El vampiro miró con gran entusiasmo el cadáver de Ayperos, y Samael le gritó – oye mocoso qué tanto esperas – el vampiro lo volteó a mirar – es que no quiero ensuciarme, así que busco una parte del cuerpo que no esté llena de mugre. Parece que este tipo sudó mucho y me da un poco de asco – Satán empezó a enfurecerse. Paimon le pasó té del que estaba preparando desde que llegó el vampiro. Samael manoteó la mano de su fiel siervo y gritó – solo bebe la maldita sangre –. Al ver Samael lo que hizo, se disculpó con Paimon. El vampiro bebió la sangre mientras renegaba, los recuerdos de Ayperos pasaron rápidamente como un flashback. Luego se levantó y se dirigió hacia Samael – como grave eso patrón – Samael lo miró y dijo – pues dime qué fue lo que viste – el vampiro tronó sus dedos – no alcanzó a comerse su mujer antes de morir, y estaba bien buena la cucha esa – Samael lo tomó del cuello y con ira le arrancó su brazo. El vampiro gritó y Samael lo soltó – ya deja de jugar ¡maldito mocoso!, si no quieres morir aquí mismo –. El vampiro lo miró atemorizado – me arrancaste el brazo, ¡maldito seas! -. El diablo encendió sus ojos – vamos muchacho no quiero hacerte sufrir. Dime lo que viste – el vampiro tomó su brazo arrancado y se lo puso. El brazo sanó rápidamente – sólo bromeo, qué gruñón, me hacía el diablo más divertido, supuestamente eres el mal encarnado, pero ni sabes divertirte – y así, el vampiro se sentó en el suelo y empezó a contar el relato. Samael se sentó en su trono mientras escuchaba la historia.

Ayperos se reunió el 8 de octubre hace aproximadamente tres años atrás, con un duque -ese men sí que tenía billete, cabe destacar- su nombre era Agares e iba acompañado de un gran duque: ¿Alocer?, o algo así. Se reunieron secretamente en una propiedad de Agares. Ahí empezaron a bromear con mujeres, drogas y alcohol, – resonó sus dedos mientras decía ¡papi! -Ellos sí sabían cómo montar una fiesta bro- Bueno, y resulta y pasa que después de un rato les cayó la tomba, y por la tomba me refiero a su poderoso enemigo Emma-O. Ellos se asustaron pues se les coleó un poderoso enemigo. El caso fue que se coletearon ahí pero el Mr. no llegó a matarlos, es más, vino a ofrecerles poder, fama y más riquezas. A cambio, mi socio, debían darle información suya. ¡Claro! ellos al ver tan sofisticado producto no se lo pensaron dos veces, a excepción de Agares -pues el man ya tenía billete- Lo que quería Emma-O era destronarte. Y pues cuando eso sucediera, les ofrecía nada más y nada menos que parte de la nueva reforma, el reino infernal que está dividido en 30 partes y de las cuales tú, mi lord solo tienes 20 fragmentos del infierno bajo tu poder, tres bajo mi amo Drácula, y las otras con su respetivo rey, como lo es Paimon, que resulta ser también tu aliado; el señor Emma-O, los griegos, los mayas-aztecas, teutónico, la parte obscura que es de mi lady de nombre desconocido, pues sólo la ven quienes mueren y regresan a la nada; el único y hermoso lugar de este agujero, ¡claro! no hay que olvidar el reino de Barbudo, que está invadido por Grigori, sus hijos Nefilim y sus esposas mortales. – Samael cortó la conversación – Ya no sigas explicándome cómo está dividido el reino infernal. Soy el príncipe de las tinieblas, el gran Dragón. ¿Acaso crees que no sé cómo está dividido mi reino? – El vampiro Ahharu prosiguió – Ah bueno, pero no seas tan gruñón. En pocas palabras, después de ese día en que Emma-O les ofreciese un lugar tan privilegiado a los duques, se torcieron. Se convirtieron en espías. Aparte de eso Emma-O prometió su protección a cargo de Ascaroth, un poderoso demonio que defiende a los espías – sí lo conozco – Bueno, resulta que hay más infiltrados en tu reino; sus nombres aparecieron en una lista que Emma-O les mostró después de que aceptaran aliarse a él -ya sabes que los duques tienen poder y tropas así que cuando menos pienses se te pueden venir encima- tal vez te preguntas ¿qué están esperando? Pues Ayperos tenía la misión de apoderarse no solamente de ese reino humano, su misión era para encubrir otra que, pues la verdad ni él sabía, así que por ende yo tampoco sé.

El vampiro se levantó, miró fijamente a Samael – nosotros no estamos de tu lado, ni de ninguno de tus enemigos. Mi señor Drácula dijo que este favor te saldrá más caro que los otros tres – esas son las veces que Samael ha tenido que llamar a los vampiros. Ahharu prosiguió – y Drácula dijo que no olvides que aún le debías un favor, así que son dos los que debes – Samael no cambió su cara ni por un momento. El vampiro le dio la espalda y empezó a caminar. Ya casi en la puerta gritó – nos vemos patrón –.

Adramelech y Paimon miraron fijamente a Samael, ninguno decía nada, pero ambos estaban esperando la orden para ir a matar al joven vampiro. Samael los miró detenidamente – déjenlo vivir, nos puede ser de ayuda en otra ocasión. Conozco muy bien a los vampiros y sé que no toman decisiones absurdas. Drácula conoce mi poder y por eso no creo que se vaya en mi contra. –

Mientras en el reino humano, Nick estaba ya en la casa recuperándose de la cercanía con la muerte. Lilith se quedaría unos días con ellos. Diana decidió quedarse a vivir con ellos. Nick miraba con más cuidado a Diana, pues se preguntaba si ella conocía la verdad.

Ya en la noche, una hermosa noche de luna llena, se encontraban en el comedor como una gran familia. Nick se alegraba de eso, aunque no fuese su familia, ya que nunca había vivido algo semejante. Todos miraron los platos y Diana con una sonrisa dijo – bendigamos estos alimentos – Lilith se atrancó con su saliva. Samantha la miró, se le acercó y susurró – al menos finge, eso hago yo – y así oraron por la comida, cogidos de las manos.

Después de haber comido, Nick recogió los platos y los llevó al lavaplatos. Tomó la esponja enjabonada, abrió la llave y remojó los platos. Luego, la cerró – le agradezco a todas por su compañía. No me arrepiento de nada, y gracias a ustedes me siento muy feliz – Samantha se levantó del asiento. Se acercó a Nick, lo empujó suavemente – no vayas a llorar niño chiquito – él se limpió los ojos – no lloraré por eso – Ella se rio. Ese momento sería recordado por siempre.

Todos se fueron a dormir. Nick estaba acostado en su cama, arropado, mirando hacia la pared, suspirando; entonces se abrió la puerta. Él se giró, se sentó, y vio como una almohada venía a gran velocidad hacia él. Se agachó. La almohada golpeó contra la pared. Samantha hizo un puchero de rabia mientras él la observaba sorprendido. Ella cerró la puerta, se lanzó hacia la cama y miró fijamente a Nick – no se vale, si esquivas mis golpes – él seguía mirándola fijamente, con un poco de timidez – ¿qué haces aquí? – Ella lo abrazó arrinconándolo contra la pared. Comenzó a tocarlo. Él se puso rojo, su corazón latía como una orquesta, suspiraba con tal fuerza que parecía como cuando el viento golpea el vidrio de las ventanas. Ella lo soltó, se rio – que nervioso te pones, ¿enserio te gusto tanto? – Se miraban fijamente a los ojos, Nick tragó su saliva, se acercó a su rostro, pegó su frente con la de ella. Sus ojos se miraban fijamente. Los hermosos ojitos de Samantha brillaban. Se puso nerviosa, su cara tomó un color rojizo. Ella se percató de eso, así que lo apartó de ella y se tapó la cara con sus manos. Se volteó y se acostó dándole la espalda – Ya deja de jugar, estoy cansada, vamos a dormir ¡¿quieres?! – él se acostó derecho mirando hacia el techo, suspiró y luego le dio la espalda. Ella tenía la almohada en su rostro tapando sus labios. Aún seguía nerviosa, su corazón latía suavemente, como una balada. – ¿qué me ésta pasando? – era lo único que pensaba.

En la otra habitación Lilith estaba acostada con Diana, abrazándola fuertemente. Diana estaba dormida ya, Lilith le tocó un seno, le lamió la oreja, la besó – vamos a ver qué tan tierna eres – y cuando mandó su mano hacia su vagina sintió un gran conrrientazo que le prohibió hacerle cosas raras. Ella se asustó por un momento – ya veo, no eres una humana normal – se acostó suavemente – será muy divertido – y sonreía mientras decía eso.

Capítulo V

Un corcel hermoso se acercaba al palacio de Satanás, el cual era montado por el caballero y general Agalariept, venia escoltando al príncipe Mefistófeles, al llegar sale del carruaje un tipo elegante y refinado, sirviente fiel de Satanás, recolector de almas condenadas, el diablo marcha elegantemente junto con Adramelech a recibir a su queridísimo amigo,se aprietan fuertemente las manos, y en seguida se abrazan como cuando dos viejos amigos que no se han visto por mucho tiempo se reúnen – tiempo sin verte mi queridísimo amigo- Samael proclamaba la gran bienvenida; Mefistófeles continuo con el saludo – como dos mil años — como pasa el tiempo – Samael dijo mientras sonreía y prosiguió – adelante, entra – ambos entraron hasta llegar a una mesa inmensa, que cargaba con el peso de un gran mapa, – ahora sí pongámonos serios – dijo Samael mientras miraba a Mefistófeles; se sentaron acompañados de Adramelech, Agalariept y el que acababa de llegar Nebiros el gran señor de los muertos; líder de los nigromantes infernales, mano derecha de Lucifer y un enorme estratega, todos se miraron,- al parecer ya cada uno de los que está aquí, sabe en la situación en que nos encontramos, caballeros, yo su señor, el gran dragón, los ha reunido este día, para debatir las circunstancias en que me veo involucrado, ya como supongo que saben, Emma-O junto con los griegos y algunos duques de nuestro reino, ha decidido cortar mi tiempo y enviarme al reino de la Nada, pero yo no pienso dejar que eso suceda así por así, he decidido pelear y como ustedes mis queridísimos amigos son en los que más confió, les encomiendo esta difícil tarea, y de antemano les pido perdón por no atenderlos como se merecen, pero la verdad es que ni en la servidumbre confió, sin embargo esta noche habrá una gran celebración, ¡bienvenidos mis camaradas! ¡Ah! y antes que se me olvide, Jack estará por acá unos dos días – Adramelech miró a Samael y dijo – ¿acaso le perdonaste la vida?, ¿no recuerdas lo mal que te hizo quedar la primera vez que lo conociste? – Samael se rio – claro que lo recuerdo como si fuera ayer, aunque ya hayan pasado dos siglos – Adramelech pujó – ¿y aun así le vas a mostrar benevolencia? – Satanás se enfureció – ¿acaso tengo que dar explicaciones de lo que decida hacer?, ¿tengo que pedir permiso para decidir? – los demás se estremecieron, Mefistófeles con serenidad dijo – no te molestes Samael, es entendible que Adramelech se preocupe por su señor, recuerda que Jack siendo un mortal fue capaz de engañarte, es más recibe un culto que muchos confunden con el tuyo – Agalariept exclamó – sí, creo que se llama Halloween – mientras Nebiros se levantó, se puso su sombrero – bueno si no es más me retiro, con su permiso caballeros – y se marchó.

Los demás que quedaron en la habitación, se miraron unos a los otros, Agalariept fue el primero en preguntar – ¿por qué Nebiros es tan solitario? – Samael con un poco de tristeza en sus ojos respondió – hace como cien años Nebiros conoció una mujer que fue capaz de encantar su corazón, la mujer era perteneciente a las tribus mayas-aztecas, su nombre era Mictecacihuatl, pero Nebiros le decía Michel, era una mujer hermosa, de aspecto de diosa, con ojos negros, tan oscuros, que no podías ver el reflejo de ninguna luz en su iris, una nariz perfecta, cejas delineadas, una boca que provocaría a los mismos dioses si pudiesen verse cara a cara, una cabellera larga, sedosa, negra, tan intensa que su color no era comparable a ningún otro negro, un cuerpo de guitarra andante, con sinfonías placenteras, dignas de las mejores orquestas, sus manos delicadas, más preciosas que todas las joyas del universo. Admiraba la belleza incomparable de esa mujer, hasta llegué a envidiar a Nebiros por conseguir esa mujer; pero un día como cualquier otro, compartían sus amores en una cabaña que estaba en medio de un bosque, rodeada de árboles en el reino humano, ella planeó matar a Nebiros para apoderarse de su alma y su gran poder. Al intentar matarlo con una daga fina y delgada. Nebiros alcanzó a reaccionar y solo recibió una herida en su pecho, luego la tomó a la fuerza y la lanzó al patio. La encarceló por toda la eternidad. Sembró un árbol en representación de ese amor que nació y murió, la vida de la mujer, quedó atada al árbol. Entonces el decidió dejar a cargo del cuidado de el árbol a un espíritu del bosque llamado sin nombre, pero ese día perdió más que a su amor, perdió su felicidad. Al llegar a su hogar mató como a cien de sus hombres, tuve que ir a detenerlo porque si no, hubiese acabado con toda su gente. Los años pasaron y él no volvió a ser el mismo, antes se le conocía como el “benevolente demonio”, ahora se le conoce como “Nebiros, el Señor de los Muertos”. Y no adivinan quién fue que envió a esa mujer a hacer tal acto de traición; fue Kukulkán uno de nuestros supuestos aliados, así que decidí ir a visitarlo, tomamos el ultimo café o debería decir el ultimo para él, porque ese fue el segundo día que liberé toda mi ira acabando con casi todos los mayas-aztecas. Sólo dejé vivos a cuatro de ellos.

Mefistófeles miró a Samael, suspiró – es muy triste lo que le pasó a nuestro amigo Nebiros, pero por ahora debemos concentrarnos en cómo capturar y matar a los duques traidores -. Adramelech se despidió aún molesto y pensando – yo me encargaré de proteger a mi señor Samael, hasta de él mismo – y se retiró, Agalariept se inclinó ante Samael, se despidió y también se marchó; Mefistófeles abrazó a Satanás y sonrió – todo saldrá bien amigo mío, déjalo a nosotros – se marchó con intenciones oscuras.

Mientras en la casa de Nick, Samantha estaba sentada en el comedor, un poco preocupada, había regado un montón de hojas, se intrigaba al verlas, se desesperaba, Diana se acercó y dijo – tranquila solo decide lo que más te llama la atención – Samantha la abrazó y dejó caer de sus ojos unas lagrimitas – es muy difícil escoger algo, pues casi todo esto lo conozco, de donde vengo nos educan demasiado, son muchos años de estudio y me parecen mediocres sus ciencias – Nick sonrió – creí que te preocupaban otras cosas, pero al menos respiro al saber que es sólo el mismo menosprecio que siempre has tenido contra nosotros – Diana los miró extrañada pues no entendía muy bien de qué hablaban, Samantha soltó a Diana, se levantó de la silla y dijo – ¡¿Qué?!, quieres volver al hospital – Nick se rió – solo inténtalo – Samantha corrió detrás de Nick, él abrió la puerta de su apartamento, corrió por el pasillo, saltó las gradas, se cogió de la baranda y saltó, al llegar al primer piso, sintió que lo jalaron tan bruscamente que lo sentaron, al caer jaló la pierna de Samantha y ella también se cayó, en el suelo se miraron como tontos, Samantha suspiró, su corazón empezó a latir al compás de una melodía romántica, Nick sonrió, con su mano arregló el cabello de ella, se acercó y la besó, Samantha correspondió de la manera más tierna posible, ese beso fue tan distinto al primero, que hizo que se comprendieran más el uno al otro, Diana alcanzo a ver ese beso, y sintió como si algo dentro de ella se partiera, pero no supo muy bien que era. Lilith estaba parada en la puerta del edificio, se sorprendió un poco, pero a la vez se alegró, y se dijo a ella misma – me alegro por ti, hija mía, es mejor que tengas una vida como mortal, que tener que vivir como súcubo – dio la espalda lentamente, y empezó a caminar, alejándose del edificio, no pudo contener su llanto, miró fijamente la luna llena, y recordó su primer amor, sacó unas alas de murciélago, y una cola negra, y se alejó volando rápidamente de allí.

Samantha y Nick subieron a su apartamento contentos, Diana ya estaba en el apartamento mirándose en el espejo, lloró, al escuchar abrirse la puerta, corrió al baño, y se resbaló, Nick y Samantha la vieron caer, Samantha corrió y se acercó – ¿estás bien? – Ella la miró y dijo – no lo sé – Nick se le acercó. La tomó de la mano y dijo – puedes contar con nosotros – ella reaccionó inconscientemente y cacheteó a Nick. Él se sorprendió, hasta Samantha lo hizo, Diana agachó la cabeza, pidió perdón y dijo – los vi besarse y me dio envidia – Samantha se puso fría – ¿no me digas que te gusta Nick? – Diana gritó – No, eso no es – Samantha respiró – que susto me diste, tú tan linda y fijándote en un estúpido como él, sería raro – Nick miró feo a Samantha – que mala eres conmigo, y si soy tan estúpido ¿por qué te fijas en mí? – Samantha se puso roja y también cacheteó a Nick, pero ella si lo reventó – no me cuestiones imbécil, con ese comentario ya me hiciste despertar, solo caí en tus encantos – Diana se rió y dijo – ustedes sí que se quieren y eso es lo que envidio, nunca nadie se enamora realmente de mí, sólo los atraigo físicamente, y no son sinceros conmigo – Samantha la abrazó y dijo – algún día encontrarás a alguien que te ame realmente -. Nick caminó y miró por todo el apartamento buscando algo – que pena dañar el momento, pero no encuentro tu madre Samantha – Diana dijo – ¡Ah!, es cierto Lilith dijo que se marchaba hoy, se me había olvidado, lo siento – Samantha miró a Nick y a Diana – ella siempre es así, se marcha sin despedirse –.

Después de un rato, Nick se encontraba sentado en su escritorio terminado de escribir un poema, de repente entró corriendo alegremente Samantha y detrás de ella Diana, y asustaron a Nick, él se sorprende al ver tan feliz a Samantha. Ella sonrió y sentó en la cama, Diana seguía de pie en la puerta, tomó la puerta y se marchó cerrándola. Samantha pegaba pequeños brinquitos en la cama, Nick la miró fijamente y preguntó – ¿Por qué estás tan feliz?- ella sonrió – adivina – mientras siguió sonriendo, él se quedó un momento pensando y cuando iba a decir algo, ella lo interrumpe – ya sé qué estudiar – Nick se sorprendió – y que decidiste estudiar – ella tomó aire y dijo – Sociología, quiero entender más a los humanos, y así entender más mis sentimientos, ya que al estar tanto tiempo contigo, me he humanizado -, él se paró del escritorio, la abrazo fuertemente, se sentó a su lado y dijo – Samantha siempre tendrás mi apoyo, yo… ella lo interrumpió besándolo, se alejó de él y dijo – no se sintió igual que el de hace un rato, ¡qué extraño! – Él seguía sorprendido, pues no pensaba que ella fuese hacer algo así de improvisto, ella se acercó a Nick, le tomó la mano, se levantó de la cama – sé que me apoyarás, estás loquito por mí, se te nota mucho – le soltó la mano y salió de la habitación, Nick sonrió muy feliz, en el momento menos esperado, venteó frio, él miró la ventana y estaba cerrada, al mirar a su lado vio al diablo sentado sonriente en la cama, él se asustó y dijo – ¿acaso no puedes aparecerte de una manera más normal? – Samael se levantó y dijo – qué tiene de divertido hacerlo así, siempre me sorprenden los humanos, creo que por su naturaleza tan extraña que los he odiado tanto, pero tú eres diferente, me caes bien, creo que tal vez algún día te perdone y no me lleve tu alma- Nick lo miró fijamente – ¿qué quieres ahora? – Samael sonrió, se sentó, abrazó a Nick – quiero que me acompañes a una fiesta en el infierno – Nick se asustó – ¡¿Qué?! -, -lo que oíste bien muchacho. Nick sorprendido se levantó de la cama, camino de allá para acá, miró al diablo de frente – ¿y qué sucedería si decido no ir? – El diablo se levantó de la cama, puso sus manos en los hombros de él, – te daría donde más te duele – Nick tragó su saliva – y ¿qué haremos con mi sobrina y Samantha? – Samael sonrió y de las sombras apareció otro sujeto, Nick lo miró – ¿desde cuándo estas aquí? – El sujeto lo miró fijamente – mi nombre es Belfegor, soy el señor de la pereza, y acabé de llegar – Satanás sonrió – él las pondrá a dormir rápidamente – luego le dijo a Belfegor – ve y haz tu trabajo – tomó fuertemente del hombro a Nick y aparecieron en el infierno. Nick al llegar se vomitó, Samael miró a Nick – que asqueroso – aplaudió y en eso llegaron unas sirvientes y limpiaron el vómito, una de las diablillas, le sonrió a Nick y le pasó una menta, Samael miró fijamente a Nick – comete la menta, y no te rebajes a tener sexo con esas mujeres – Nick se comió la menta – no pienso tener sexo con ninguna mujer de acá – Samael caminó junto a Nick, y lo llevó a una gran habitación a que se cambiara y de ahí irían a la fiesta.

Mientras Belfegor, entró a la habitación de las chicas, Samantha lo golpeó fuertemente, haciéndolo retroceder, él sorprendido dijo – vaya debes ser muy fuerte y rápida para sentirme y lograr golpearme – ella lo miró con una mirada acusadora – ¿Quién eres? ¿Quién te envió? – Diana atemorizada estaba arrodillada en la cama, él se puso enpostura de combate, bostezó – soy el señor de la pereza, Belfegor – ella dio tres pasos hacia atrás, relajó su cuerpo, se puso en la postura para pelear, y dijo – lo siento Diana, pero no es cualquier enemigo – En ese instante Samantha liberó su poder sellado y le salió una hermosa cola negra que terminaba en punta, unas alas negras y hermosas, en forma de murciélago pero en vueltas en plumas negras, sus ojos se volvieron como la de un gato salvaje, le salieron otras orejas de bestia, y fue envuelta en una aura negra con un morado oscuro. Diana gritó, Samantha le dijo – no temas y corre – y se lanzó contra Belfegor, sus primeros ataques daban en el blanco, haciendo que Belfegor retrocediera. Después de unos minutos él empezó a esquivar los golpes, soltó un humo que la hizo volverse más lenta y dijo – eres muy rápida, pero después de acostúmbrame a tus golpes pude dar en el blanco, primero te volví lenta, ahora te haré perder tu forma demoniaca – y la golpeó en el estómago haciéndola volver a su forma aparentemente humana, la lanzó al suelo, y dijo – eres hábil, me hiciste ponerme serio, no entiendo porque Samael te ordenó esta tarea tan mediocre, pero debes saber que yo fui traído por él, pero no soy de su ejército, de hecho estoy de parte de Emma-O. Primero disfrutaré violando a la mortal, luego disfrutaré matándote y tal vez viole tu cadáver – ella le tomó el pie y casi sin fuerzas – no te dejaré ponerle un dedo encima a Diana – él la pateó mandándola al otro lado del apartamento, ella sangrando en el suelo trataba de moverse pero no lo conseguía. Belfegor, se acercó a Diana, le tomó lo brazos, bostezo en su cara y el humo que salió por su boca la volvió tan débil que prácticamente no se podía mover, le besó el cuello y cuando la abrió de piernas para violarla, una luz iluminó todo el cuarto, Samantha seguía tratando de moverse, la luz cegaba la vista en la habitación, y después salió volando Belfegor, rompiendo parte del marco de la puerta. De la habitación salió un arcángel, hermoso, pero no se podía apreciar muy bien de lo tanto que brillaba. Belfegor se levantó mal herido y dijo – ¿cómo es posible? – el arcángel tomó su espada y partió sin el menor esfuerzo en dos a Belfegor, el cuerpo de éste ardió y se volvió cenizas. El arcángel dijo – ve al reino de la nada – luego se acercó a Diana, y rompió el hechizo, Diana alcanzó a reaccionar, suspiró hondo y dijo – tío Nicolás – él la miró y dijo – todo está bien mi niña – se dirigió hacia donde estaba Samantha, la levantó con una sola mano del pelo, preparó su espada para matarla, Diana gritó – no lo hagas tío – Nicolás se detuvo y dijo – ¿Por qué intentas detenerme?, es un demonio – Diana corrió y se paró frente a Nicolás – suéltala, ella intentó defenderme -Nicolás la soltó y dijo – no confío en ella, así que la tendré vigilada, menos mal llegué a tiempo o quién sabe que te habría hecho ese asqueroso demonio – Samantha mal herida dijo – ¡qué lamentable! que me haya salvado un ángel – Nicolás la miró, sonrió – no te salvo un ángel, soy un arcángel, pero tu vida la salvo Diana – y se retiró volando de ese lugar, Samantha miró a Diana y dijo – así que cuando dijiste que tu madre era todo un ángel, lo dijiste literalmente -, Diana asintió con lágrimas en sus ojos – tú también me ocultabas algo, así que estamos a mano – En eso aparecieron Samael cargando a Nick, Samael miró a Samantha corrió, le sanó sus heridas tocándola y dijo – así que Belfegor también era un traidor, lo siento hija mía – Diana se sorprendió y dijo – ¡¿eres el padre de Samantha?! Y ¿qué le pasa a Nick? – El diablo la miró y sonrió – hija de Karla, sabía que tu rostro se me hacía familiar –Samantha abrazó a Nick, lo besó y Nick dijo – me alegro que estés bien, creí que te perdería – Samael les explicó– al hacer el pacto Nick y Samantha mezclaron su sangre, mezclando así también su vida, el uno depende del otro, pero al hacerse más cercanos si uno muere, el otro también. Y lo siento Nick por no decirte que ella es mi hija biológica – Nick suspiró de alivio – ya no importa Samael, al menos te diste cuenta que yo estaba muriendo porque ella lo estaba haciendo también – Samael sonrió – lo siento Samantha te involucré en un problema mío, y eso que traté de mantenerte lo más alejada posible, pero por mis caprichos de hoy arriesgué sus vidas. Te agradezco Diana que hayas estado aquí, y que tu tío este pendiente de ti – Diana preguntó – ¿Cómo te diste cuenta que mi tío fue el que mató al demonio? -, – me di cuenta al ver las cenizas de Belfegor, sólo pudo ser asesinado por un arcángel, y pues como tú estás aquí supuse que sería un familiar tuyo, tu madre ya no puede luchar como antes, sólo quedaba su hermano Nicolás – luego se acercó a Nick, y le pasó un collar que tenía una piedra con signos extraños y dijo – esto es una reliquia, sólo existen cinco, y ésta es la más poderosa, te ayudará a defenderte y a proteger a mi hija – luego se acercó al balcón y guiñando el ojo desapareció. Nick, Samantha y Diana no supieron a quien le guiñó el ojo, pero en el edificio de enfrente estaba Nicolás de pie en la terraza, mirando hacia la ventana del balcón. Nicolás gruñó y dijo – sigues siendo igual de imprudente Samael –.

Después de unos días. Nick, Samantha y Diana siguieron viviendo una vida normal, yendo a clases, Nick yendo al trabajo, Samantha y Diana a la casa, preparaban la cena, luego llegaba Nick. Servían la comida, oraban, Samantha fingía, luego hablaban, pasaban un tiempo juntos, y después se iban a dormir. Aunque todos estaban más distanciados.

Un fin de semana Samantha no aguantó y tomó a Nick, lo encerró en la habitación de él, Nick se asustó. Ella lo besó, lo arrojó a la cama, se quitó la blusa, él se emocionó, y luego Samantha puso su pie casi en su entrepierna y dijo – no haremos nada, sólo quería que bajaras la guardia, cuéntame que hiciste con mi padre, desde ese día sueltas un aroma diferente – él se puso nervioso trató de levantarse, ella le puso el pie en el pecho y lo acostó, él trato de tomar el collar que tenía la reliquia, ella no dejó que lo tomara, se le sentó al lado y dijo – más te vale que me cuentes y todo – él acachó el rostro, sudo frio y dijo – está bien lo hare, pero promete que no te enojarás. – Ella lo miró rayado, lo tomó del mentón, sonrió y lo soltó – no lo hare te lo juro, pero si no me lo cuentas todo, si me enojaré – el respiró hondo, se sentó, comenzó a mover sus manos y pies y dijo – lo haré, te lo contaré todo -.

Capitulo VI

¡Una ridícula historia! Sí, eso es lo que es. Ese día cuando te vi alegre porque habías decidido qué estudiar, me puse muy contento; creí que todo mejoraría, no pensé que daríamos un paso hacia atrás. Samael se me apareció de la nada, me asusté al verlo sonriente al lado mío, sentado como si nada, así que le repliqué- ¿acaso no puedes aparecerte de una manera más normal? – él se levantó y me dijo –qué tiene de divertido hacerlo así, siempre me sorprenden los humanos, creo que por su naturaleza tan extraña es que los he odiado tanto,pero tú eres diferente, me caes bien, creo que tal vez algún día te perdone y no me lleve tu alma- lo miré y pregunté – ¿qué quieres ahora? – él sonrió como siempre lo hace, me sorprendí cuando se sentó y me abrazó – quiero que me acompañes a una fiesta en el infierno – fue lo que dijo con mucho entusiasmo, evidentemente yo me negué a hacerlo, él es el único al que se le ocurre invitar a un humano común al infierno, fuese a lo que fuese, estaba asustado, así que le pregunte irónicamente – ¡¿Qué?! – no sé si él no captó mi indirecta a negarme o si lo hizo a propósito, pero contestó – lo que oíste bien muchacho – me sorprendí y levantándome de la cama, caminé de allá para acá, miré a tu padre de frente – ¿y qué sucedería si decido no ir? – Él se levantó de la cama, puso sus manos en mis hombros, sabía que algo tramaba – te daría donde más te duele – al decir eso pensé que me apartaría de tu lado, así que tragué mi saliva. No quería que me alejaran de ti, entonces pregunté – ¿qué haremos con Samantha y mi sobrina? – Samael sonrió con esa cara de que ya tenía un plan y de entre las sombras de mi habitación salió este demonio, Belfegor, Samael le ordenó hacer su trabajo; me tomó del hombro y en un parpadeo ya estábamos en el infierno. No sé porque me dieron tantas nauseas, vomité, hasta una parte alcanzó a caer en mis zapatos, Samael con su voz de gomelo (presumido) dijo – sí que eres asqueroso, no sé qué te ve Samantha -él aplaudió y vinieron unas sirvientas, para limpiar el vómito y me pasaron una menta, Samael me ordeno comérmela, así que lo hice, tenía un sabor amargo pero mi aliento quedó oliendo riquísimo, las sirvientas trataron de coquetear conmigo, evidentemente eran muy lindas pero yo las rechacé sin basilar, Samael me miró y dijo – no eres hombre, debiste tener sexo con todas ellas – yo como te respeto mucho, le dije – no pienso revolcarme con cualquiera, no vine a tener sexo con nadie – Samael sonrió, me llevó a una enorme habitación y observándome dijo – tengo unos trajes que te quedarán muy bien – hizo ponerme varios, hasta que decidió que uno azul me quedaba perfecto.

Después fuimos en un carruaje hacia una fiesta; nos bajamos, nos recibieron como reyes, caminamos por una alfombra roja, de una tela tan linda que parecía hecha de gemas preciosas. Al entrar vi que había muchas personas, todos parecían adinerados. El primero en saludar a Samael fue un tipo que daba mucho miedo, su nombre era Nebiros, el sujeto me dió la mano, y con sólo apretármela sentí un escalofrió que si no hubiese estado al lado de Samael me hubiese orinado del miedo, luego ellos hablaron de unas cosas de traición o algo así, Nebiros dijo – no he visto nada sospechoso aún – después Samael subió a un escenario, y le dio la bienvenida a todos, todo iba marchando de una manera normal, los tragos que servían eran de un sabor espectacular, nunca había tomado algo tan delicioso, empecé a liberarme, tal vez era por el alcohol, pero empecé a socializar, siendo tan malo en eso toda mi vida, no sé cómo todo empezó a salir bien, después de unos segundos me encontraba solo, en una fuente tomando aire, ya estaba mareado, una joven se me arrimó era muy linda, sus ojos negros profundos, un pelo liso y negro intenso, tenía un tono de pielblanco paliducho. Ella invadió mi espacio, creó que más de la cuenta, me susurró – tu sangre huele muy bien, ¿qué clase de ser demoniaco eres? –no sé si la embarré al decir que era humano, pero ella se emocionó aún más, me besó en el cuello y sacó unos enormes colmillos, entonces entendí de que ser se trataba, corrí rápidamente hacia dentro, pero ella me alcanzó y me tumbó al suelo, dijo – beberé tu sangre aquí mismo – cerré los ojos, creí que moriría ahí mismo, pero en eso, un ser más atemorizante aun la detuvo y dijo – no vinimos a matar los invitados, señorita Teresa – miré fijamente al hombre, él me dió la mano y me ayudó a levantarme, Samael apareció acompañado de otro demonio, se dieron las manos entre todos y Samael dijo – Señor conde Drácula, me alegro que haya podido venir, tuvieron algún inconveniente con el señor Nick – la chica me miró, luego miró a Samael– no, no tuvimos ningún inconveniente, sólo que me rechazó – Samael sonrió, me miró – ¡Quién te ve!, eres todo un casanova – me dió un golpe en la espalda, así que decidí entrar, tenía muchas ganar de ir al baño, así que le pregunté a una de las chicas de la servidumbre y me mandó al segundo piso, cuando iba hacia el baño, alcance a ver en una de las habitaciones a dos demonios hablando sobre aprovechar el momento para matar a Samael, de repente tenia a alguien de pie detrás mío, me dijo – joven es mejor que continúes tu camino – el demonio entró a la habitación y dijo – esa era la prueba que esperaba – luego los otros dos gritaron – Mefistófeles no – decidí proseguir mi camino y no involucrarme en esos asuntos. Justo cuando iba abrir la puerta del baño salió un demonio acompañado con una espesa oscuridad como la lava y ojos negros sin mancha, solo al pasar por mi lado me hizo temblar, entré rápidamente al baño, oriné. Intenté tranquilizarme, respiré hondo, mi corazón latía aún muy rápido, sudaba mucho, luego, de un baño salió un hombre que parecía mujer, mientras se lavaba las manos. El hombre me vio y dijo – creo que te haría bien un poco de té, yo hago uno muy delicioso, si quieres te puedo brindar, te tranquilizaría – subí mi cierre, lavé mis manos y le respondí – creo que tienes razón, puedes darme un poco -, – sí claro, ven conmigo, por cierto, me llamo Paimon ¿y tú? – Contesté de la manera más educada posible – Nick – aunque el lugar no ayudaba mucho, – no te preocupes por las formalidades, vamos – lo seguí hasta una cocina, me sirvió un té riquísimo, era incluso más rico que el Satanás me dio el día en que lo conocí, realmente me ayudo a calmarme. Luego decidí irme por ahí, trataba de buscar donde relajarme un rato, cuando de repente fui jalado de una habitación, me entraron a la fuerza, el poco té que tenia se regó. Una jovencita muy linda me puso su dedo en mis labios en señal de que me callara, me miró fijamente y dijo – no quiero que mi padre me encuentre, estar acompañado de tantos demonios es horrible, pero al ver como casi fuiste asesinado por la vampira, me di cuenta que no eres un demonio, y en mi naturaleza está ayudar a los humanos – luego se me acercó de más, sentía su cuerpo pegado al mío, empezó a recorrer mi cuerpo con sus dedos, y acariciarme.- Lo siento, por casi engañarte Samantha – no sé qué fue lo que pasó, pero empecé a ceder, ella me lanzó a la cama, me sentía como hechizado, ella besó mi cuello, besó mi pecho, luego se quitó el vestido azul oscuro que tenía. Se me subió encima, me quité la camisa, comencé a besarla con mucha emoción, me sentía en éxtasis. Miré fijamente el espejo sin querer, mientras ella me practicaba sexo oral. Al ver mi reflejo es como si te hubiese visto a ti, quité a la mujer, tomé mi camisa y salí corriendo, la chica me siguió, me agarró la mano y dijo – si no pactas conmigo, te mataré – le manoteé la mano, le dije que no haría nada con ella. Ella se molestó mucho, estaba prácticamente en ropa interior, yo la miré fijamente – no tendré nada contigo, tengo a alguien muy importante conmigo – y la dejé sola.

Mientras bajaba las gradas me caí, comencé a sangrar por la boca, no podía moverme, ni gritar. Estaba muy débil y mis ojos se comenzaron a cerrar, me pesaban mucho. De ahí en adelante tengo todo en blanco. Hasta que aparecí en mi apartamento y te vi, demasiado lastimada, no sabía muy bien qué te había sucedido, así que lo único en que pensé en ese momento fue que por mi culpa estabas así. Tú me besaste y yo aún sentía que te había engañado. Ya tú conoces lo demás.

Nick soltó lagrimas mientras agachaba el rostro, la culpa le pesaba y por eso se había distanciado un poco de Samantha y Diana; Ella le puso su mano en el cabello, se lo movió como si fuese un cachorro, él la miró con lágrimas aún en sus ojos, ella lo cacheteó – aunque te haya perdonado, no quiere decir que no esté enojada contigo, pensabas ocultarme lo que hiciste, me decepcionas Nick – él la abrazo y dijo – prometo no volver a engañarte con nadie – ella lo separó – eso no es lo que más me molesta, lo que me irrita es que no seas sincero conmigo, nuestras vidas están unidas de algún modo, tenemos que ser capaces de confiar en el otro – le tomó las manos y dijo – aunque ahora no sé si realmente desee compartir mi vida contigo, cuando se me quite el enojo lo veremos -.

Ella ya se había puesto la blusa, se levantó de la cama y se marchó, pero antes de salir, le lanzó el collar que contenía la reliquia, tienes que untarle sangre si quieres usar su poder, él recibió el collar, la miró mientras salía, se colocó el collar no tanto para lo que era (aumentar las capacidades del usuario), si no como un recordatorio de lo que no debía volver hacer. Y así termino otro a trajeado día en la vida de Nick…

Reino demoniaco del señor Barbudo. Un silencio culminante se hizo oír; al parecer alguien había acabado con Grigori y sus hijos Nefilim una raza de gigantes derribadores. Barbudo detuvo su meditación de casi quinientos mil años, se levantó del suelo, saludó a su contrincante – no esperaba menos de tan ambiciosas propuestas, Healscar -al otro lado del rio infernal en que descendían las almas a la Nada, estaba parado Healscar, con sus manos en los bolsillos, vestido de saco y corbata, sus ojos marrones y cicatrices que le hacían prácticamente perder toda la belleza de su rostro. Se quitó el saco, lo arrojo al rio y éste se desintegró. Puso una postura de combate desconocida por todos los demonios y humanos, y dijo – pelear con un arcángel y además guardián de la piedra filosofar es duro, y más si los humanos lo conocen como un demonio, ¿no es cierto señor Barbudo? – terminó su pregunta con un toque de ironía. Healscar saltó el rio, lanzó golpes rápidos que eran esquivados fácilmente por Barbudo, luego logró atinar unos cuantos, Barbudo se sorprendió pero en vez intimidarlo lo hizo motivarse más; Barbudo lo tomó de la corbata y lo hizo girar cayendo con la cara al suelo, lo pisó y proclamó un discurso de victoria – aún te faltan mil años para ganarme, Healscar – éste con la cara en el suelo y mordiendo el polvo, lanzó una patada trasera que hizo retroceder a Barbudo, se levantó, desamarró su corbata, liberó todo su poder – ¿y si sintetizo esos años en segundos? – Sacó de uno de sus bolsillos una reliquia verde, mordió su dedo, apretó la reliquia y de ella salió una luz verde, que ingresó en su cuerpo, aumentando así su poder – ¿acaso creíste señor Barbudo que vendría a enfrentarte sin venir preparado? – Barbudo lo miró fijamente, elevó su poder al máximo y dijo – lo veremos, a ver si es suficiente -.

El cielo tomó un tono grisáceo, los truenos comenzaron a caer y acompañados de una lluvia de fuego, empezó la gran batalla de estos dos seres. Hace milenios que no combatía de tal forma – dijo Barbudo mientras liberaba más y más poder. Los golpes que se daban estos monstruos hacían estremecer el suelo en el que se encontraban, las ondas de choque destruían todo a su paso como las bombas humanas, hasta los microscópicos átomos eran aniquilados sin la mínima preocupación. La batalla la iba liderando Healscar. Aunque Barbudo no recibía ningún golpe crítico, sí iba perdiendo, la batalla titánica. Golpe tras golpe se daban estos señores sin la más mínima piedad. ¡Hasta qué!, Healscar empezó a cansarse, Barbudo lo miró y liberó aún más poder, tanto que hizo estremecer a Healscar, él prácticamente de rodillas empezó a pedir piedad, Barbudo lo miró y dijo – ya no podrás mantener esa forma y la reliquia volverá a su forma física – En ese instante recibió un espadazo por la espalda proveniente de uno de los gigantes devastadores Nefilim; Barbudo volteó rápidamente y lanzó un ataque matando velozmente al gigante, pero la herida causada en su hombro fue suficiente para hacerle perder el equilibrio. Healscar aprovechó la oportunidad y lo lanzó al rio. Barbudo comenzó a desvanecerse en el agua, no podía salir, mientras Healscar se acercaba acompañado por siete gigantes a la piedra filosofar. Pero antes de desvanecerse por completo Barbudo lanzó una plegaria al cielo y murió.

De repente el cielo del reino infernal se abrió en dos, del cielo apareció un poderoso arcángel, que enterró su espada en la piedra destruyéndola y a su vez la onda mato a seis de los gigantes, el arcángel miró fijamente a Healscar con sus ojos azules, levantó su espada y sus alas doradas. Healscar empezó a correr mientras decía – ¡maldito seas Barbudo! – el gigante trató de defenderlo, pero su intentó fue en vano, perdió la vida tan rápido que ni cuenta se dio. El arcángel alcanzo en cuestión de milésimas de segundos a Healscar, le rebanó una pierna y dijo – no huyas más, tu destino se sellará aquí mismo – Healscar, sacó la reliquia y dijo – no lo creo, Miguel – pero antes de que se mordiera el dedo, Miguel enterró su espada en la reliquia destruyéndola y a su vez a Healscar, la explosión verde fue tan grande que llamó la atención de algunos demonios del alrededor. De repente apareció el señor Mammón, que era de los que su reino se encontraba más cerca, estrujó sus dientes, miró a Miguel y dijo – ¿Qué tan importante misión te fue encomendada para venir en persona Miguel? – Miguel giró su cabeza suavemente, centró sus ojos en Mammón y con sólo verlo fijamente Mammón empezó a sudar frio y cayó rendido de la diferencia tan abismal de poder. Miguel sacó sus seis alas doradas, e inclinándose un poco salió disparado más rápido que la velocidad del sonido. Mammón aún seguía postrado en la tierra, y pensaba – es tan aterrador cuando Dios se hace presente a través de sus caballeros – limpió su sudor y vio a su alrededor que la piedra filosofar había sido destruida, tomó uno de los fragmentos y miró a su alrededor- llamen enseguida a Baphomet – Después de unos minutos llegó ante él Baphomet, éste lo miró y dijo – sí mi señor Mammón – Mammón lo miró y le arrojó el trozo de la piedra filosofar – qué crees que guarde esta piedra -Baphomet sonrió y dijo – lo investigaremos parausted mi señor –

Sin decírselo a nadie Baphomet huyó del reino de Mammón, y se llevó consigo el trozo de la piedra filosofar, ante él apareció Emma-O – bien hecho Baphomet, conseguiste algo muy valioso, podremos adueñarnos del poder del Serafín más antiguo que existió sobre toda la creación – Baphomet dijo – y tendremos bajo nuestros pies la sabiduría más antigua del que fue el querubín Asmodeo –

La lluvia mojaba las ventanas de la casa de Nick, éste se encontraba lanzando una pequeña pelota sobre el techo y pensando en cómo mejorar de nuevo su relación con Samantha.

Capitulo VII

En la universidad se preparó una fiesta para salir a vacaciones, ya que este era el último día del semestre. Nick pensó que tal vez en esa fiesta podría mejorar las cosas con Samantha. Así que decidió invitarla; Samantha aceptó sólo para vigilarlo, pero obviamente no se lo dijo. Diana decidió no ir porque esas cosas no le gustaban nada.

Ya en la fiesta, Nick entró acompañado de la hermosísima Samantha la cual estaba vestida con un vestido rojo tentación, unos tacones, un collar que resaltaba su vestido, una cartera pequeña. Todos voltearon a ver la pareja tan dispareja, ella toda una Bella y él una Bestia. Aunque en este caso una demonio y un mortal. La música sonaba, Samantha bailaba con Nick, él se sonrojaba al ver lo bella que se veía, trató de hacerle un cumplido – estás muy hermosa hoy, no quiero decir que antes no fueras hermosa, lo que quiero decir es que, pues que hoy estas más hermosa que en otros días, es que siempre eres hermosa pero hoy estas más hermosa – ella lo piso y dijo – ya cállate, y baila -.

Clara estaba comiendo y con una copa de champán, miró a Nick y Samantha, sus ojos brillaron – ¡que lindos que se ven! – Dijo en voz alta, Edmar se le acercó y dijo – sí, es una lástima – ella lo volteó a mirar y dijo – ¿bailamos? – Él sonrió – por supuesto, aunque desearía bailar con Nick – ella se sorprendió – ya veo, que pena – él la tomo y la jaló – ¿a dónde me llevas? – Exclamó ella – ¿a dónde más? – Respondió él con una sonrisa en su rostro; empezaron a bailar, y mientras lo hacían ella un poco tímida preguntó – ¿te gusta Nick? – Él con una sonrisa manifestó – ¡me encanta! – y seguían bailando, lo que él no notaba, es que a ella le gustaba él. Pero al menos aprovecharía ese momento, se recostó sobre su pecho y bailaron como en las películas románticas.

Al sonar la última melodía de esa canción que bailaban, Samantha besó románticamente a Nick, muchos de los que estaban en el baile siguieron el ejemplo, otros envidiaban al bueno para nada de Nick. Clara miró fijamente a Edmar su corazón latía como un bongo, al ritmo de la canción, Edmar la miró y dijo – por qué no – y la besó, Clara sentía que su corazón se derretía como mantequilla en un sartén.

Después que la canción se terminara, Nick estaba aún nervioso, – ¿te traigo algo de beber Samantha? – Ella asintió – sí por favor, una copa de vino – Nick se dirigió hacia donde estaban las bebidas, de paso saludó a Clara, sirvió la copa. Clara se acercó a Nick, – sírveme a mí también, gracias – dijo un poco entre triste y alegre. Edmar se arrimó a Samantha, le apretó la mano fuertemente y dijo – te envidio demasiado – ella lo miró extrañada – ¿en qué sentido? – Él la soltó – tienes a Nick, daría lo que fuera porque fuese mío, llevo tiempo tratando, pero cada vez que nos encontrábamos sólo hablaba de ti o de cosas de su carrera –Samantha sonrió – no creo que él haya notado que le gustas -, Edmar se rió – sí, es muy ingenuo -.

Nick le sirvió la copa a Clara, se la pasó y antes de irse preguntó – ¿qué te sucede? – Ella con su mirada perdida dijo – es que, al tipo que me gusta, no le gusto – Nick la abrazó – no te rindas nunca, sigue adelante, tal vez logres que se fije en ti – ella asintió con alegría – siempre has sido un gran amigo -. Nick la soltó y caminó con ella hacia donde estaba Samantha y Edmar, Nick le pasó la copa a Samantha, ella la recibió, sonrió, miró a Clara y la abrazó. Edmar apretó la mano de Nick – estás bien vestido, te felicito, además muy bien acompañado – le soltó la mano, le arregló el cabello, tomó de la mano a Clara y dejaron a los tortolos solos.

La noche se pasó como una brisa efímera, la gente empezó a marcharse, Nick miró a Samantha – creo que es hora que nos marchemos – ella asintió – vámonos-y se marcharon. Al llegar al apartamento, vieron a Diana dormida en el sofá con un libro, Samantha tomó el libro, negro de pasta dura que decía ‘Santa Biblia’, ella sonrió, puso el libro en la mesa. Nick cargó a Diana, y se dirigió hacia el cuarto de las chicas, al entrar la acostó en la cama, la arropó, le beso en la frente, salió de la habitación y cerró la puerta. Samantha se quitó el vestido, miró a Nick y dijo – si deseas puedes hacerme lo que desees – él se acercó la beso y la abrazó – eso lo haremos cuando tú también lo desees – ella lo abrazó fuertemente y con una sonrisa – gracias, por eso es que me gustas tanto – ambos se soltaron, ella recogió su vestido, entró a la habitación, y antes de cerrar la puerta le lanzó un beso. Él se quedó mirando su apartamento por un instante – ¡cómo es que desaprovecho una oportunidad así! – se sirvió un café y se sentó en la silla para dos que había en el balcón, mientras miraba la ciudad, por sus pensamientos pasaban todos los momentos que había vivido con Samantha.

Al amanecer, Nick se despierta por los rayos del sol que daban en su rostro, se sentía estrecho, tenía una cobija encima, y en sus piernas estaba recostada Samantha, él sonrió, y acarició su cabellera mientras la miraba. Pensó por un momento – ¿será que si podré compartir toda mi vida con ella? – Suspiró – debo hacer lo posible por hacerlo – y miró el cielo. Luego se recostó y siguió acariciando a Samantha.

Diana se despertó en la cama, no supo cómo había llegado ahí, se levantó, salió de la habitación, vio que los tortolos estaban en el balcón; entró al baño, se duchó, cepilló y cambió. Salió del baño, se acercó a los chicos – ¿interrumpo? – Nick la volteó a mirar y dijo – para nada – se mandó la mano a los ojos, tratando de despertar del todo, Diana sonrió – saldré un rato, ¡ah! y mi madre vendrá hoy – Nick se alteró haciendo caer a Samantha – ¡¿qué?! – Samantha se levantó del suelo y golpeó a Nick – idiota, mira bien qué haces, me hiciste caer de cabeza – Diana se rió, – bueno los dejo, volveré más tarde – Samantha la miró mientras se sobaba los ojitos – ¿y a dónde vas? – Diana se puso el dedo en la boca haciendo la sella de shhh, – es un secreto –.

Mientras en el infierno se armó un gran alboroto pues aparecieron dos duques muertos los cuales eran Abigor y Alocer. Samael se dio cuenta rápidamente que esos dos eran traidores, así que como pudo calmo el alboroto que los duques habían formado. Luego llamó a sus camaradas de más confianza, pero Adramelech no apareció por ningún lado, Satanás sospechó que él los había matado; Mefistófeles se acercó y dijo – mi señor yo maté a esos traidores, me di cuenta que estaban planeando matarlo en la fiesta, aquí están las pruebas – y arrojó una carpeta con fotos y algunos hechizos que grababan lo que habían hecho.

Samael mandó en seguida a llamar a todos los duques, grandes duques, príncipes y reyes; además a la junta de los seis grandes demonios. Todos se reunieron, la junta estaba cerca de Samael, el cual pronunció palabra, – los he convocado a todos ustedes para discutir acerca de un tema muy importante, como ya sabrán en la fiesta que organicé murieron dos duques, Abigor y Alocer, resulta que me di cuenta que eran unos traidores y le encomendé la tarea de matarlos a Mefistófeles – Samael arrojó las pruebas, los presentes ahí se conmocionaron, Samael se levantó de su silla y ordenó acercarse a Agares, miró a todos los presentes, – recuerden muy bien esto – su mano se convirtió en una especie de espada de lava y cortó en dos a Agares – él también era un traidor – mientras decía eso caían los trozos de carne de Agares al suelo. Aini un poderoso duque sabio, se levantó – mi señor ¿acaso piensa usted que hay más traidores entre nosotros? – Samael miró fijamente a Aini – sí, y les advierto a esos traidores que ese… – mientras señalaba los trozos de Agares dijo – será su final -. Todos los presentes se miraron los unos a los otros. Anducías, Baal y Bäel se levantaron asustados tratando de escapar, sudaban frio, al correr parecía que ya lo iban a lograr, pero fueron detenidos por Nergal, quien mato rápidamente a Anducías sacándole el corazón; luego tomó a Baal por los cuernos y lo montó – ¡Dale caballito! – Baal lo arrojó, se convirtió en la bestia que los muchos humanos confunden con el diablo, piernas de chivo, cabeza de cabra, y con un pentagrama en la frente. Baal atacó a Nergal, éste esquivó con mucha facilidad los golpees, luego lo tomó de los cuernos y se los arrancó, Baal gritó; y de la nada salieron llamas negras que consumieron a Baal. Apareció Nebiros, se quitó su sombrero – deja de jugar Nergal – dijo mientras se le acercaba, Nergal observó a su alrededor – ¡por Alá! -, – ¿qué sucede Nergal? – Éste lo miró y dijo – se escapó Bäel – Nebiros se volvió a colocar su sombrero – como siempre tan descuidado -.

Después de un tiempo regresaron donde Samael, se postraron; y Nergal dijo – mi señor, se escapó Bäel – Samael los miró – no se preocupen, luego lo capturaremos – los duques aún seguían temerosos. Naberius, un marqués muy valiente, aquel que hace a los hombres expertos en todas las artes y ciencias, especialmente en retórica. Su voz era estruendosa y su ferocidad intimidante. Se levantó de entre los duques, – señor Samael, príncipe de las tinieblas, pido a usted la palabra para dirigirme a todos los presentes – Samael asintió – adelante -, – aquellos que están reunidos aquí, por su bien y por el nuestro, les pido desde el fondo de mi corazón que analicen lo que están haciendo, si deciden traicionar a nuestro señor Samael, no sólo estarán traicionando a un hombre, traicionan todo un símbolo, una representación de la liberación de un pueblo, desde los inicios de los tiempos se nos dio la potestad de decidir, cuando caímos del cielo, y nos vimos alejados de la gloria de Dios y de la nuestra; Samael fue quien nos apoyó, luchamos junto a él, para hacer el reino que tenemos hoy, para mantener la paz para nuestros hijos. Sólo sobrevivió Emma-O y sus discípulos que iban en nuestra contra, ahora él convenció de alguna manera a los caídos y venerados griegos, luchar contra ellos es una tarea difícil, esos son nuestros verdaderos enemigos, no cedan a la tentación, o nos estaríamos rebajando a la naturaleza del ser humano, criaturas ignorantes hechas de polvo -Abraxas el duque más antiguo, se levantó y dijo – yo pensaba traicionarte mi señor Samael, de hecho entregué información del reino, lo hice por celos, yo siendo el más antiguo de los muchos aquí presentes soy de los que menos cargo tienen. Perdóneme mi señor – Samael se levantó, se acercó a Abraxas, lo abrazó, Abraxas lloró amargamente. Samael miró a los demás – ojalá esto les ayude a todos entrar en razón, yo soy un señor compasivo –.

Después de unas horas Abraxas volvió a su casa, pero alguien lo estaba esperando, sentado en la silla de su oficina, estaba Abezi-Thibod príncipe conocido en Egipto, como el que luchó contra Moisés y endureció el corazón del Faraón. Éste se levantó de la silla, miró fijamente a Abraxas – mala decisión, mi queridísimo padre – Abraxas se sorprendió, cayó al suelo, – ¿tú también te aliaste con Emma-O? – Abezi, se acercó a su padre – así es, pero no tuve el honor de conocer a Emma-O, a mí me visito Ammamon y me ofreció un enorme poder – sacó una de las reliquias de color amarillo, se mordió el labio y escupió en la reliquia, la reliquia se volvió arena y entró en él. Abraxas dijo – ¿serías capaz de matar a tu propio padre? – Abezi no dudó y respondió – Sí -. En el instante en que iba a matar a su padre, alguien entró por la ventana, lanzando una daga y atravesando a Abezi, pero antes de que lo hiriera éste se convirtió en arena. Agalariept quien era el que había entrado por la ventana se sorprendió, miró a Abraxas – corre viejo, yo me encargaré de Abezi, o mejor dicho trataré – el viejo abrió la puerta y corrió. Abezi volvió a su forma humana y dijo – no escaparás – marchaba detrás de Abraxas, Pero Agalariept lo tomó y saltó con él al patio, ambos cayeron, se miraron, Abezi aumentó su poder, – primero acabaré contigo general – Agalariept sonrió y dijo – muy bien dicho, pero quiero ver que lo intentes – movió su cabeza haciéndola sonar, se levantó, sacó sus dos espadas – todo listo – Abezi se lanzó, pero Agalariept era muy rápido, esquivó sus golpes, le cortó un brazo, esquivó el siguiente ataque, le cortó una pierna, Abezi convirtió su mano como un gran martillo y lo golpeó haciéndolo atravesar la pared, Abezi recuperó sus articulaciones perdidas como arena que se juntaba, Agalariept observó y dijo – un hueso duro de roer – se levantó, hizo girar sus espadas – round dos – esquivó golpe tras golpe, cortaba las articulaciones de Abezi, pero éste se recuperaba como si nada. Abezi se carcajeó y dijo – por más que lo intentes siempre conllevará al mismo resultado, primero te cansarás antes que me hagas un rasguño – la pelea siguió, hasta que, Abezi golpeó fuertemente a Agalariept mandándolo contra una estantería que estaba llena de vinos, quebró la mayoría, Abezi convirtió su mano en una espada, y la otra en una especie de látigo; mandó la que tenía forma de látigo hacia Agalariept lo tomó y lo empezó apretar como una boa, quebrándole algunos huesos, Abezi lo soltó y dijo –acabaré esto rápido antes de que se vaya muy lejos el viejo – le enterró su otra mano en el costado, Agalariept sacó un mechero prendió una daga que tenía guardada, el vino hizo que se encendiera, rápidamente Agalariept se la enterró en el corazón, el fuego que produjo también hizo que se prendiera él en llamas, se lanzó al malherido Abezi, y el fuego lentamente los consumió a los dos. Después de unas horas Abraxas regresó a su casa acompañado de Baalzephon, Capitán y guardia de los centinelas, el vio las llamas, como pudo las apagó, tomó lo poco que quedaba del cadáver de Agalariept, lloró y dijo – mi general – Abraxas tomó el cadáver de su hijo Abezi-Thibod que se encontraba como el vidrio, lloró amargamente y sólo pensaba – aunque me hayas querido matar siempre te llevaré en mi corazón –.

Samael hizo que organizaran un gran velorio y despedida de Agalariept, estuvo en su entierro presente mientras mandaban las cenizas por el rio de la Nada. Abraxas lanzó a su hijo sin que nadie se diera cuenta, la reliquia también fue destruida por el rio. Después de la despedida y el homenaje Samael se encerró en su habitación, lanzó una mesa fuertemente contra la pared destruyéndola, se tiró al suelo, desgarró su ropa y gritó de la manera más desgarradora posible. Mientras lloraba la pérdida de uno de sus únicos amigos.

Capitulo VIII

– Santa cena, bendecida en honor a nuestro dios, ¡Asmodeo!, ¡Asmodeo!, ¡Asmodeo! – gritaba una multitud de paganos entre los cuales se encontraba Baphomet, acompañado por Arfaxat, un brujo persa, semihumano. Éste miró a Baphomet y dijo – ¿no te sorprenden los humanos? son capaces de adorar a cualquiera, con tal de que le digas lo que quieren escuchar – Baphomet sonrió – siempre me sorprenden, desde los que engañan a su misma especie para conseguir lo que quieren, hasta los que creen sin cuestionar nada – En eso entraron cuatro hombres cargando una joven de aproximados doce a trece años, la tiraron en una mesa con unos símbolos extraños, uno de los hombres que estaba entre la multitud gritaba – no, no, a mi hija no – lo tomaron y lo arrodillaron para que viera todo lo que le iban hacer a su hija. A la chica la abrieron de piernas, mientras dos hombres le agarraban las manos, otros dos las piernas, mientras el supuesto gran sacerdote la violaba, Baphomet se asqueó, mientras miraba la brutal escena, queriendo hacer algo para detener la atroz escena, Arfaxat lo detuvo y dijo – si vas en contra de esto, te consideraré mi enemigo, no debemos involucrarnos en asuntos humanos, aunque yo sea semihumano, lo que hacen ellos me da repugnancia, y así supuestamente adoran a mi señor Asmodeo. Pero creo que no se dan cuenta que para él sólo son hormigas en una granja. – Baphomet dijo – qué clase de hombre es Asmodeo -, – ya lo verás -.

La adolecente gritaba y gritaba, mientras los hombres se turnaban para violarla, en ese instante cayeron como veinte de los hombres muertos, pero sus almas no fueron a los otros reinos donde debían ir, si no que fueron adsorbidas por un hombre, de hermoso parecer, éste hombre tomó a la adolecente y le cortó el cuello como a una gallina, miró al padre que se encontraba llorando. Asmodeo lo siguió mirando – ¿Cuándo tu violaste a las otras adolecentes te sentiste culpable? – El padre de la recién muerta dijo – eres el diablo – Asmodeo se enfureció y mató a muchos de los que estaban ahí, miró fijamente al hombre y como una bestia dijo – no me confundas con ese débil ser, yo soy la tentación hecha dios, soy el primero y el ultimo de la creación del padre, mis actos son justicia – el hombre miró con ira a Asmodeo y con la poca fuerza que tenía – aquí no hay justicia solo son atrocidades – Asmodeo sonrió, tomo del pelo al hombre, lo acostó contra la mesa y lo empezó a violar mientras le desgarraba la piel de la espalda como una bestia, y hacia como un toro, el hombre sangraba por el ano, Baphomet se asustó al ver tal acto y quería huir, pero la presencia de Asmodeo lo mantenía ahí. Luego de que Asmodeo matara al hombre, dijo a todos sus seguidores – esto es justicia – luego sopló y los que se encontraban enfermos sanaron. Después limpió sus manos y se dirigió ante Baphomet, le dio la mano; aun Baphomet temblaba, – bueno chico ¿dime a lo que has venido? – Baphomet titubeó – a entregarte la piedra filosofar de parte de Emma-O -, – ¡ah claro!, Emma-O quiere que libere su poder sin liberar a Abbadon, será un trabajo difícil – Baphomet iba a entregarle el trozo de la piedra, cuando interrumpió la policía – quietos, levanten las manos – algunos de los hombres pertenecientes a la secta, sacaron armas y empezó una balacera, Asmodeo se divertía al ver los cuerpos de sus seguidores caer, soplaba y ellos se volvían a levantar, y él se carcajeaba al verlos morir una y otra vez; Baphomet fue herido por la balas, Arfaxat lo jaló lanzándolo contra una columna para protegerlo, lo miró y dijo – para ser un demonio puro eres muy débil – Baphomet se encontraba gravemente herido, – morir asesinado por un humano seria lo peor ¿no lo crees? – Arfaxat se levantó en medio de los hombres de la secta y lanzó un hechizo, le gritó a Asmodeo – es hora de retirarnos mi señor, esto los segará por unos segundos – Asmodeo tomó a Baphomet y Arfaxat, los cargó y salió a gran velocidad por la puerta trasera. Ya bien lejos de la escena del crimen, Baphomet mal herido le preguntó – ¿los vas a dejar morir?, son tus siervos – Asmodeo carcajeó – ¿siervos?, son peores que eso, solo son insectos – decía mientras se reía cruelmente, Baphomet ya casi en sus últimos momentos lo miró y escupiendo sangre – ahora entiendo porque te echaron del cielo – Asmodeo se enfureció, tomó del cuello a Baphomet – a mí nadie me echó, yo decidí por mí mismo abandonar ese lugar, ¿crees que es divertido tener que aguantar mi deseo de violar a esas hermosas ángeles?, mensajeras del señor, ¿para que las creo tan lindas?, si no pueden ser tocadas, mantener tan perfecta obra virgen es un desperdicio, pregúntele a Eva, ella prefirió comer del fruto de la ciencia del bien y el mal, yo la tenté, hice que además que la historia marcara a Samael como el culpable, él sólo tomó el nombre de Satanás para él mismo, eso nos representaba a todos los demonios como enemigos de Dios, era nuestra marca de referencia, una igual a la que Caín llevó, como desobediente de la palabra de Dios, no fue tanto por que matara Abel, el pobre Abel murió virgen, ¿es muy triste no lo crees Baphomet? – Asmodeo soltó a Baphomet, a éste le costaba respirar, y Asmodeo continuo hablando – Samael se fue en contra de Dios por envidia, celos, el pobre quería ser como Dios, en vez de querer ser más que Dios, como yo, teniendo el poder ¿por qué no dominar estas criaturas que el mismo Samael llamó como inferiores?, él solo fue ingenuo, yo por otra parte disfrutó de estar libre por el mundo, como mi propio dios, ¿Quién crees que les ha ensañado ciencias ocultas al hombre?, el ser humano por sí mismo en su naturaleza es malvado, yo sólo les ayudé dándoles idea de cómo disfrutar haciéndolo, sus corazones deseaban el mal, yo sólo les di un empujón. Aún no entiendo ¿por qué Emma-O quiere adueñarse del infierno?, pero mientras aniquile a Samael y a Lilith quien me rechazó todo está bien, yo lo apoyaré. Ahora por favor Baphomet dame el trozo de la piedra filosofar – Baphomet se tocó por todos lados, observó con temor a Asmodeo y susurró – no la tengo, la debí perderla en medio de la balacera – Asmodeo lo levantó, lo sacudió, lo esculcó y no encontró el trozo de piedra; gritó y mató a Baphomet con varios golpes a la cabeza, ya muerto seguía pateándolo, una y otra vez, hasta que el rostro de Baphomet quedó irreconocible.

Mientras en el lugar donde capturaron a los hombres de la secta, un detective retirado, ya viejo, se bajó de un carro particular, vio la brutal escena y dijo – acostumbrado a ver este tipo de escenas, aun me sigo sorprendiendo de la naturaleza humana, en mis años de investigación criminal y de las ciencias ocultas, te conocí a ti Furcas, siempre tan calmado, baja del auto ¿quieres? Nos llamaron para que averiguáramos de qué tipo de rito y hacia quién va homenajeado tal acto – del vehículo bajó un anciano más viejo que el detective, con una barba larga y blanca, su cabellera también compartía la misma tonalidad, con un bastón muy antiguo. – Saimon nunca has superado la muerte de tu amigo Robert, sabiendo más que tú fuiste quien lo mató – el detective giró levemente su cabeza – y esa fue la razón que me obsesionara con la hechicería, sectas, y tributos a demonios; llevándome al extremo de sólo investigar estos casos paranormales – Furcas se acercó al otro anciano, lo tomó del hombro – no te sorprende que para seguir investigando estas cosas extrañas tuvieras que haber pactado con un demonio hace treinta años ya (?)– Saimon sonrió, caminó hacia la escena y dijo – sí, me sorprende mucho que me haya hecho amigo además del demonio – ambos empezaron a mirar la escena, Furcas tomó el trozo de piedra y al verla detenidamente se estremeció, Saimon lo notó, se le acercó – ¿qué te sucede? – Furcas lo miró y dijo con mucho miedo – guarda la piedra, ve por mi diario hay sabrás qué debes hacer, ha llegado mi hora, así que haré que cumplas la promesa que te hice prometer cuando nos conocimos – Saimon lloró amargamente, tomó la piedra, la guardó en su maletín, se subió al vehículo, aceleró rápidamente, y se marchó.

El cielo se puso gris, comenzó a llover, a lo lejos apareció Asmodeo junto a Arfaxat; el viejo senil de Furcas movió sus manos rápidamente y creó otra dimensión que separó a los humanos de los demonios, Asmodeo se sorprendió – vaya, así que, para no poner en riego a los humanos, que fielmente buscan hacer su trabajo, nos teletransportaste aquí, una dimisión entre dimensiones, además si te asesino no podré volver, me quedaría para siempre aquí; así que… Qué decidiré, ¿tú qué opinas Arfaxat? – éste lo miró – lo siento mi señor, pero no podré estar por mucho tiempo aquí, parece que moriré – y en eso la mitad de él se quedó ahí y la otra mitad en el dimensión humana, Asmodeo miró a su siervo partido en dos se carcajeó tanto que tuvo que agarrarse el estómago, miró a Furcas – ese es el problema de los semihumanos, no pueden soportar la presión – tomó el cuerpo y se lo arrojó a Furcas, él se distrajo con eso, Asmodeo aprovechó y lo tomó del cuello – no creo que te importe que te mate ¿o sí? – Furcas lo miró – mi razón de vivir es el amor al saber, conocer y hacer – Asmodeo lo soltó – como odio a los filósofos, aprendieron los humanos de los demonios Anatolio, Maimón, Orias, Murmux, Ose, Exael y por supuesto tú Furcas, él más grande filosofo demoniaco, ahora dime ¿qué se siente que los humanos no te conozcan? Y ¿Qué se hayan robado el crédito de algo que tú les enseñaste? Debo recordarte que tú fuiste el maestro de todos los que nombré antes que tú–.

Furcas se levantó y dijo – si quieres, puede que también te enseñé, tenemos una eternidad juntos aquí – Asmodeo sacó un cuchillo pequeño y se lo enterró en el estómago una y otra vez, y dijo – no gracias, con el conocimiento que adquirí del árbol del bien y del mal es suficiente – Furcas miró a Asmodeo con sus ojos enrojecidos, le colocó su mano en el rostro, dejó caer algunas lágrimas – ahora entiendo tu naturaleza, te dejaste llevar por lo mismo que los hombres – y cayó muerto al suelo.

El detective llegó a su casa. Sintió la muerte de su amigo Furcas, tomó el diario que él le había encomendado; en eso alguien tocó la puerta, el sacó su arma, abrió la puerta – tal como esperaba, sabía que no te demorarías en venir por mí, barbero de la muerte, o ¿debería decirte el cuentero? – dijo el detective mientras le apuntaba con el arma. Aquel hombre sin expresión, de cabellera castaña, ojos grises; colocó su mano en la mano del detective que sostenía el arma, hizo que la bajara y dijo – tú como yo, sabes que no moriré, soy inmortal, sólo moriré si para mi señora no le soy más útil, o si el mismísimo creador de creadores me matara. Sabes también que rogar por tu vida o lanzar plegarias a tu Dios, no te ayudará; ya que soy un mal necesario para el mismo propósito de la vida – Saimon sonrió – al menos déjame cumplir el último deseo de mi amigo -, el joven lo miró fijamente – está bien, un día o algunos cuantos más de vida no hará la diferencia, eso sí, te acompañaré a todos lados –.

Nick y Samantha se encontraban en la tienda comprando algunos alimentos, para preparar la cena, ya que recibirían una visita inesperada. Samantha miró a Nick mientras él cogía unos tomates y dijo – ¿Cómo es la madre de Diana? – Nick la volteó a mirar, echó los tomates en la canasta – es una mujer muy hermosa, tanto así que mi prima la envidiaba, pues la chica joven que adoptaron la superaba por mucho en belleza; mi tío se encargó de criarla como si fuese su hija, aunque cuando la encontró tenía doce años, – sonrió – ya era toda una señorita cuando llegó a su vida, mi tío nunca contó cómo la conoció, solo nos dijo que él hizo una promesa de cuidar de ella, aunque mi prima la envidiara tanto, la trató como a su hermana, – volvió a sonreír – me acuerdo cuando jugábamos escondite en esa gran casa de mi tío, una vez quebré sin querer un jarrón costoso, y Karla se echó la culpa para que no me regañaran a mí –.

Al dirigirse a la caja a pagar, la cajera miró a Nick y con una sonrisa coqueta dijo – ¿Cómo has estado?, hace mucho que no te veía – Nick le sonrió – normalmente viene mi sobrina junto con mi novia a comprar – Samantha giró a mirar a Nick, ella sonrió como quien dice he vencido, y tomó la mano de él. La cajera miró la acción de Samantha y dijo – ¡ah claro!, debí suponer que era tu novia, mantiene pegada a ti como un chicle o una mala enfermedad – Samantha tomó las cosas ya empacadas miró como una fiera a la cajera, soltó a Nick y salió del almacén, Nick pagó y se disponía a marcharse; la cajera le agarró la mano – no te olvides de llamarme, no lo has hecho, y hace mucho te di mi número – Nick continuó caminando – discúlpame, y adiós –.

Caminaron de regreso a casa, Samantha caminaba más adelante que Nick, éste trataba de seguirle el paso; cuando de repente unos sujetos trataron de robar a Samantha, ella los golpeó fuertemente y dijo – no fastidien, no me encuentro de buen humor – y siguió caminando, Nick vio a los sujetos golpeados y aceleró el paso, prácticamente corría, alcanzó a Samantha le agarró la mano, la jaló y casi sosteniéndola en sus brazos preguntó – ¿qué te sucede? ¿Estás bien? – Ella soltó la bolsa y abrazó fuertemente a Nick – no sé porque me dio mucha rabia, al ver que esa chica quisiera estar contigo – Nick le miró los ojos, tocó suavemente su mejilla, y le dijo con una sonrisa – son celos -, Samantha lo soltó rápidamente, lo miró con mal genio, tomó la bolsa, aceleró otra vez el paso y dijo fuertemente – ¡Para nada! –.

Al llegar Nick al apartamento, abrió suavemente la puerta, la cerró y vio a Diana cocinando junto a Samantha; él sonrió, se dirigió a sentarse y Samantha le gritó – ¡alto ahí! – Él volteó velozmente – si señora – ella con un cuchillo en la mano dijo – tú ponte a organizar la casa, ya son las cinco de la tarde y Diana irá a recoger a su madre a las siete – él con un poco de miedo, al ver lo que sostenía Samantha dijo – claro amorcito, ya mismo me pongo en esas -.

A las siete Diana fue al aeropuerto a recoger a su madre, ella miraba impaciente hacia todos lados, no la veía por ningún lado; cuando observó unas plumas blancas caer en medio del viento, danzaban siguiendo la armonía de un arpa, Diana sonrió recordó esa melodía, su madre solía tocarla; ella buscó la procedencia de aquella hermosa sinfonía, vio a su madre afuera del aeropuerto rodeada de personas, se acercó y dijo – madre a ti sí que te gusta llamar la atención – Karla volteó a mirar a su hija, soltó el arpa y corrió a abrazarla, le acariciaba el cabello con una delicadeza digna de una madre, la besó en la mejilla y dijo – hija mía, hace mucho que no te veía – sus ojos se pusieron rojizos, se notaba que contenía el llanto, Diana la volvió abrazar – no exageres tanto, sólo llevamos un año separadas -, – ¿Cómo has estado mi niña? – Diana sonrió – tenías razón mi tío es buena persona, aunque he tenido que pasar por cosas extrañas, me terminé acostumbrando -.

Diana abrió la puerta del apartamento, entró reída junto a su madre, Samantha y Nick se encontraban sentados mirando hacia a la puerta. Nick se levantó y abrazó fuertemente a su prima Karla. Ella se sorprendió, sonrió y abrazó a Nick, Samantha observaba desde lejos y unas lágrimas recorrieron su rostro. Diana vio aquellas lágrimas, se acercó a Samantha y la abrazó.

Luego de que desempacar las cosas de Karla, se sentaron en la mesa, Karla bendijo los alimentos y por primera vez en su vida Samantha oró.

Capitulo IX

Al amanecer las plantas se encontraban bañadas en un rocío, Karla tocaba una hermosa melodía en su arpa; Nick sorprendido apreciaba las notas producidas por aquella arpa – siempre has sido buena tocando instrumentos – Karla lo volteó a mirar, sonrió – y trate de enseñarte, pero resultaste ser pésimo – se rieron juntos cómo aquellas épocas de infancia. Karla siguió tocando y de un momento a otro dejó de tocar – dime Nick, ¿la chica que vive con ustedes es humana? – Nick evadió la pregunta – ¿a qué te refieres? – Karla no dijo nada, dejó el arpa en la mesa, caminó hacia Nick, le puso su mano en el hombro y dijo – cuando estés listo escucharé lo que me tengas que decir, por ahora solo te ruego que no te desvíes más del camino que una vez decidiste escoger, sólo es un consejo, endereza tu camino antes…Nick la detuvo, le tomó la mano – lo sé Karla, pero por ahora seguiré en lo que creo – ella le apretó fuertemente la mano, Nick la miró fijamente, no entendía por qué ella temblaba, él la abrazo fuertemente y le dijo – no te preocupes, sigue orando por mí, tal vez eso funcione más – sonrió, Karla le soltó la mano y con una sonrisa en su rostro y bañada en lágrimas como aquel rocío exclamó con mucha felicidad – Sí-.

Al medio día Samantha junto a Diana, salieron corriendo de la habitación, Diana tomó la mano de su madre y dijo – vámonos – Nick las volteó a mirar pensó – ¿qué tramaran ahora? – Se sentó en el sofá, – bueno deben ser cosas de chicas – en eso sonó su celular, él lo tomó y contestó – hola, ¿con quién tengo el gusto?

Al otro lado del teléfono – ¿hablo con el señor Nick?; – sí el habla -, dijo Nick con curiosidad -, – es para comunicarle que puede venir a nuestras instalaciones a recoger los boletos del viaje que usted reservó -, Nick se extrañó pues él que recuerde no había reservado ningún viaje, pero por mera intriga dijo – me hace el favor y me da la dirección – él la anotó, colgó, tomó su toalla y se metió a ducharse.

Las chicas fueron a comprar ropa, Samantha estaba feliz colocándose vestidos, y midiéndose todo lo que le llamaba la atención. Karla la miraba y sonreía mientras pensaba – vaya, parece una niña chiquita – Diana le tomó la mano a su madre y dijo – vamos nosotras también a ver que compramos – Karla sonrió – está bien, no podemos dejar a Samantha divertirse sola -.

Nick llegó al lugar que le habían dicho, pero al parecer era un lugar abandonado, él se asustó, decidió marcharse lo más rápido. Inesperadamente es golpeado por una ráfaga de vientos, él cayó al suelo, miró detenidamente y no vio a nadie; se levantó suavemente, se fijó a su alrededor y se dio cuenta que no había ni una sola alma en aquel callejón; apretó la reliquia de su collar, sus pensamientos eran efímeros, no se le ocurría nada qué hacer, solo pensaba en ¿Quién lo quería muerto? Del edificio apareció aquella joven hermosa con la cual casi tuvo sexo, ella lo miró fijamente – te dije que si no pactabas conmigo te mataría -Nick tembló de miedo, la chica sacó una espada la cual se podía estirar como un látigo, la sacudió varias veces y dijo – decide, tendrás sexo conmigo o tendré que matarte – Nick gritó – ni siquiera sé cómo te llamas y me pides semejante cosa – ella guardó su espada, se le arrimó, sacó su lengua y le lamió la mejilla – pero si eso no importa, yo sé que tú eres Nick – él se alejó un poco, y preguntó -¿por qué deseas tener sexo conmigo? – Ella contestó – bueno son dos razones, una porque me rechazaste y nadie me hace semejante cosa, y la más importante es que tu alma emana mucha energía, y nosotros los seres astrales nos alimentamos de esa energía, si pactas conmigo, teniendo sexo nuestras almas serán una, y así aumentaré mi poder, ya que tu energía vital es como un reactor nuclear, con semejante poder podré matar a mi padre -. De repente Bad, el señor de los vientos, tomó forma humana y dijo – siento interrumpir señorita, pero tal parece que su padre envió a un pequeño grupo de Draugr (soldados nórdicos) – la chica miró a Bad – ¡rayos! y ¿quién los está liderando? – Bad volvió a su forma de viento y voló por encima de los edificios, volvió muy rápido y dijo – es más grave de lo que pensé, están siendo dirigidos por Fengriz, hijo de Loki. Nick trató de huir, ella lo agarró de la camisa y le dijo a Bad – distráelos mientras huyó – corrió jalando a Nick como un muñeco, se escondió dentro del edificio, sacó de sus senos una piedra y la lanzó al suelo mientras decía – ¡rayos! sólo me quedan dos – apareció un vórtice y ella se lanzó y se llevó a Nick junto con ella.

Mientras Bad hizo un gran remolino con el que mató a varios de los soldados, luego lanzó ventiscas por todos lados, y cuando vio a Fengriz huyó sin dejar rastro. Fengriz alcanzó a reconocer que se trataba de Bad – la próxima vez que te vea te mataré –

Las chicas salían de la tienda, reídas, cuando de repente Karla sintió algo extraño; Samantha también lo notó; Diana seguía tranquila y se preguntaba por qué Samantha y su madre se habían detenido. La luna iluminaba la calle, ya eran como las ocho de la noche, una luz cegó a las chicas y de esa luz apareció Nicolás, el cual mirando fijamente a Karla dijo – tu primo desapareció – ella lo miró a los ojos, supo que la preocupación de la mañana era por eso, Samantha agarró las ropas de Nicolás – ¿dónde fue la última vez que lo viste? – Diana agarró la mano de Samantha y dijo – tranquila, de algo estamos seguras y es de que no lo han lastimado – Samantha se tranquilizó y recordó que sus almas estaban ligadas; Karla preocupada le dijo a Nicolás – hermano llévame al último lugar que notaste su presencia -.

Y así fue Nicolás las guio a aquel callejón donde Nick desapareció, Karla al ver alrededor se dio cuenta que hubo una batalla en ese lugar, – debieron llevárselo – dijo sin más, Samantha se turbó, y preguntó – pero ¿quién? – Nicolás la miró y dijo – si quieres recuperarlo es mejor que llames a tu padre – Samantha se fijó que Nicolás sabía algo que no les había dicho, así que se lanzó a él para golpearlo, él esquivó todos los golpes con la mayor facilidad posible; luego de un solo golpe, la hizo caer inconsciente, miró a Karla – mi misión es solo proteger a Diana, solo les dije lo que sucedió porque sé que Nick es como si fuese tu hermano Karla, creo que hasta más que yo, antes de que desapareciera vi soldados nórdicos – Karla le tomó la mano y le dijo – gracias – él miró sus ojos llenos de sinceridad – sólo no arriesgues la vida de Diana – Sacó sus alas y se marchó de ahí.

Karla tocó a Samantha, luz salió de sus manos y Samantha despertó; Karla la miró fijamente – no hay tiempo que perder, llama a tu padre – Samantha se levantó del suelo, cerró sus ojos, se concentró; sus pensamientos recorrieron por un agujero negro hasta que llegaron a Samael. Él cual se encontraba en su habitación sentado en el suelo, al escuchar el llamado de su hija se levantó y apareció en el reino humano; Karla lo miró y dijo – tiempo sin verte Samael – él sonrió con la más falsa sonrisa, Samantha lo notó, se acercó a él y dijo – padre ¿qué te sucedió? – Samael miró a su hija con los ojos aún rojizos de la tristeza que consigo cargaba, abrió la boca pero no dijo nada; Karla agachó su mirada y dijo – lo siento por hacerte venir aquí y más en las condiciones que estás; pero es un caso de vida o muerte, Nick fue secuestrado – Samael calló por un segundo y dijo – solo debes renunciar a él, Samantha; rompe el contrato, así ya no importaría si él muere – Samantha se llenó de ira y tristeza, cacheteó a Samael, tan fuertemente que sonó como un relámpago, – ¿qué te sucede?, primero fue tu culpa que lo conociera, sabes como yo, que él no nos había invocado, tú te diste cuenta que fue el vecino de enfrente, pero al ver a Nick te diste cuenta de algo que aun yo desconozco; al oír que él me quería no dudaste en entregarme a él, y ya cuando yo me entregué a él, ¿solo quieres que lo olvide? – Ella lloró, Samael vio sus lágrimas y entró en sí – lo siento, hija, tienes razón, no puedo abandonarlo – abrazó a su hija mientras ella lloraba y dijo – cuéntenme lo que saben -.

Luego de saber lo que ellas sabían, tomó a Samantha de la mano, la jaló fuertemente y desapareció, dejando a Karla y Diana en el reino humano; Karla sonrió y dijo – no te preocupes Diana, ellos lo traerán de vuelta, sólo no quiso involucrarnos, intenta protegernos – Diana miró fijamente a su madre y la abrazó, Karla acarició suavemente el cabello de su hija.

Samael apareció en la habitación de su palacio junto con Samantha, ella lo soltó y dijo – ¿qué haces? – miró a su alrededor y vio muchas cosas destruidas, miró a su padre con un detenimiento casi clarividente – ¿qué sucedió?, ¿alguien muy cercano a ti murió? – Samael tomó aire para dentro, caminó suavemente – perdí a mi amigo Agalariept – Samantha se sorprendió pues Agalariept era un general de los ejércitos de su padre, además de ser muy cercano a él; Samael tomó la mano de Samantha y dijo – pero no quiero perder a mi hija, así que debemos ir al reino nórdico –.

Salieron de la habitación, corrieron, Samantha se dirigía hacia fuera, Samael la detuvo, le cogió la mano y dijo – es por aquí – ella se sorprendió, pues él la llevaba hacia una pared; De un collar que tenía puesto Samael, abrió el dije y sacó una lleve que tenía forma de gárgola, la pared brilló, Samael miró a su hija y dijo – uno de los más grandes secretos, por esta puerta que solo conocemos tu madre y yo, bueno ahora tú también, podemos viajar a cualquier parte del infierno, hasta el mismísimo reino de la Nada – Samantha no comprendió el gran misterio que se estaba revelando ante sus ojos.

Ambos cruzaron la pared, al otro lado aparecieron en el reino Nórdico o teutónico como también se le conocía, un lugar del infierno frio e invernal, parecía un polo de la tierra, pero a su vez era acompañado de una constante lluvia de fuego azul, unas pequeñas gotas de fuego azul cayeron en Samantha, y en vez de causarle una quemadura, congelaba las partes que tocaba, Samael miró a su hija inexperta – crea una barrera a tu alrededor – ella se sonrojó de vergüenza y para disimular dijo – ya lo sabía – Samael sonrió – como tú digas Samantha -, Al llegar un camino en lo alto de una montaña se veía el castillo de Hold Nickar el más poderoso demonio escandinavo, rey de éste reino; Samael sin mirar a su hija, le pasó una especie de daga y creó una especie de lobo y dijo – busca a tu amado; yo iré a hablar con el rey de éste reino, aún hay algo que no me convence del todo – y saltó en dirección del castillo, los guardias lo vieron y trataron de detenerlo sin saber quién era, Samael fácilmente dejó inconsciente a los soldados. Samantha se sorprendió y aceleró su paso hacia el otro lado de la montaña siguiendo el lobo que la conducía hacia Nick, ya que este lobo fue creado por Samael para rastrear a los soldados enemigos, pero también podía cumplir una misión tan fácil como encontrar a alguien.

Samael abrió la puerta del castillo a la fuerza, varios vörðr (espíritus guardianes) lo atacaron; Samael los vio desde lejos y solo mirándolos ellos se detuvieron. Desde una puerta apareció Loki maestro del engaño, aplaudió con un toque de burla, de repente Samael fue atacado por la espalda con una daga, él detuvo al atacante tomándole la mano en la que tenía la daga y lanzándolo contra una columna del gran castillo rompiéndola, en un parpadear se colocó detrás del sujeto que aplaudía y lo golpeó fuertemente, y éste se volvió humo, Samael se fijó en el que había lanzado a la columna y éste también se había vuelto humo. Luego aparecieron un montón de Loki, Samael se carcajeó y dijo – ahora entiendo – elevó su aura demoniaca, creando una onda que no destruía los objetos, ni nada físico, pero al hacer contacto con los clones de Loki estos desaparecían; hasta que solo quedo el real, Samael lo golpeó tan fuerte en la cara que lo hizo atravesar el techo del castillo mandándolo hacia fuera, Loki cayó en el suelo como a doscientos metros del castillo e inconsciente.

Samael miró fijamente al recién aparecido, lo confrontó con la mirada, éste también se mostró orgulloso de su poder – yo soy Hold Nickar, y ¿y tú? – Samael sonrió con una hipocresía tan similar a la del día a día de los humanos, con un gestó de disgustó, se sentó en una silla pequeña que había en aquel lugar, fijó su mirada en Hold Nickar – mi nombre es Satanás, príncipe y conquistador del infierno-; Hold mostró su respeto tomando otra silla pequeña y sentándose enfrente de él. Ambos entre cruzaban sus miradas con un profundo odio, luego de que Samael parpadeó, Hold dijo – ¿y a qué se debe tan inesperada visita? – Samael lo miró fijamente y contestó – buscó a alguien, y tal parece que tú también perdiste a alguien, quizás podríamos ayudarnos mutuamente, ¿no estas de acuerdo? – Hold sonrió – ¿así que planeas usarme para encontrar lo que deseas? – Samael miró hacia todos lados y con una sonrisa contestó – puede decirse que sí -.

Hold ardido en ira se levantó de la silla, se proclamó más poderoso que Samael, lo confrontó – ¿acaso no te das cuenta que viniste a mi reino solo? – Mientras la habitación fue rodeada por varios soldados, entre ellos Fengriz; Samael se levantó de la silla y liberó aproximadamente la mitad de su poder – conmigo es más que suficiente – la tierra tembló, el cielo se oscureció, los truenos caían como si proclamaran una tormenta eterna, y todos los soldados temblaban de miedo, incluyendo a Fengriz. Hold observó tal poder tan abrumador, se carcajeó, y golpeó suavemente la espalda de Satanás, – enserio te lo tomaste muy a pecho, no somos ni tus aliados, ni tus enemigos. Pero por esta vez podremos ayudarnos juntos – Samael calmó su poder, se sentó y sonrió.

Samantha había sentido el gran poder de su padre; parte de la nieve de las montañas había caído, sólo por la presencia de Belial. Ella alcanzó a sobrevivir a que ésta le cayera encima. El lobo que perseguía se detuvo, ella frenó en seco, miró agachada a su alrededor, sintió que estaba cerca. De repente es atacada por una gran ventisca, ella esquivó todos los golpes aéreos que se le mandan; al ver a Bad incrementó su fuerza y calentó ladaga lanzándola a gran velocidad, la cual atravesó a Bad, él se rió y dijo – ¿acaso no te das cuenta que soy uno con el viento?, tus ataques no servirán – ella sonrió -y tú eres tan mal contrincante que no te das ni cuenta que ya perdiste – Bad se propuso a atacarla de nuevo, cuando de repente mucha sangre salió de él, al ver semejante barbaridad, cayó al suelo y tomó su forma humana, sé mandó la mano al estomagó y tenía un gran agujero, él sonrió y dijo -¿qué fue lo que hiciste? – Ella se le acercó – evaporar el aire – tomó su misma espada y le cortó la cabeza.

Samantha buscó por los alrededores hasta que halló una caverna escondida, entró alerta, caminó y caminó, el agua de los hielos que se encontraban en la superficie caían sobre ella. Vio a lo lejos a Nick atado a una roca, en la cual se hallaba tallado un símbolo en forma de siete el cual contenía un ojo en su centro. Samantha corrió a liberar a su amor, y cuando rompió las cadenas de sus manos, fue atacada por una poderosa espada que tomaba la forma de una especie de látigo; el golpe fue tan fuerte que hizo que Samantha atravesara la pared de la cueva y cayera afuera de esta.

Samantha se levantaba del suelo, de la cueva iba saliendo una jovencita muy preciosa, de ojos azul grisáceo; sus cabellos parecían trozos de nieve largos y lizos, entrelazados de pequeños hilos de oro fino; su rostro era delicado y agresivo a la vez; sus labios de un rosado claro que emanaba inocencia; una nariz delicada que parecía de porcelana; su piel era de un tono blanco puro; aquella mujer tenía unas alas del color de los lirios más blancos; estaba vestida con una armadura de plata que aun así no desfiguraba para nada su hermosa figura. Aquella jovenzuela movió su espada tan rápido que levantó nieve del suelo sólo con el movimiento, alzó su voz proclamándose – mi nombre es Kaira, en mi sangre corre sangre de Hold Nickar, soy una Hamingja, y entre ellas yo soy la más poderosa; ¡así que! dime ¿quién se atreve a desafiarme? – Samantha la miró fijamente – mi nombre es Samantha hija de Samael príncipe de las tinieblas y Lilith la segunda súcubo más poderosa, y no vengo a desafiarte, vine a recuperar lo que me robaste -, – mmm, ya veo, noto amor en tus ojos, ¿acaso sobrepasaste tu propio dominio y quedaste hechizada por el humano? – Samantha se airó contra el ángel guardián nórdico, sabía muy bien que el poder de estos seres superaba por mucho él de ella, así que fue prudente y liberó casi el ochenta por ciento de sus capacidades, miró a aquella prepotente y engreída señorita, tomó la postura de combate que más dominaba, el ‘Wing chun’ y con un comentario fuera de tono, ¡toreó el avispero!, – así que estoy en desventaja, tú tienes un arma y yo estoy desarmada -Kaira la miró con menosprecio, molesta por aquel comentario soltó su espada, se quitó su armadura, quedándose en una blusa que dejaba caer unas mangas por su manos pero sólo tapa sus perfectos senos, y con una especie de pantalón corto que dejaba ante la vista aquellas hermosas piernas. Kaira tomó la postura de combate ‘Glima’ la cual había practicado desde niña – aquí mismo caerás hija de Samael – ella lo dijo así para menospreciarla como combatiente, ya que no merecía ni ser mencionada por su nombre.

Mientras Samael había salido del palacio de Hold junto con Fengriz y sus tropas, además de un gigantesco monstruo llamado Grendel. Samael le pasó una camisa de Nick, la cual él había dejado aquella vez que visitó el infierno. Fengriz rastreaba por el olor de éste la ubicación de aquellos desaparecidos.

Samantha se encontraba ya en aprietos, sólo se defendía de aquellos golpes letales que lanzaba Kaira, pero de un momento a otro dio en su objetivó tras hostigar con varios golpes seguidos, las cosas empezaron a emparejarse, Kaira aumentó su poder pues se encontraba luchando con el veinte por ciento de sus fuerzas, al elevar su poder a un cincuenta por ciento superó por mucho a Samantha, golpeándola tan fuerte que aunque ésta se defendiera sus golpes eran graves, Samantha cayó contra un árbol mal herida, en eso Kaira la golpeó en el estómago quebrando el tronco del árbol, Samantha cayó al suelo, escupió sangre la cual manchaba la blanca nieve. Samantha liberó todo su poder convirtiéndose en su forma demoniaca, golpeó tan fuerte a Kaira que la envió a la entrada de la cueva. Kaira se levantó, se limpió la sangre que escurría de su boca, y dijo – ¡vaya! así que eres más fuerte de lo que aparentas, pero ahora que conozco tu poder ya no podrás vencerme – ella movió sus alas levantando mucha nieve del suelo, sus ojos se tornaron grises absolutos despareciendo el iris de ellos, su cara se tornó siniestra, un aura blanca envolvió su refinado cuerpo y gritó – ¡este es todo mi poder! – Samantha sintió la poderosa aura y se dio cuenta que no tendría oportunidad, pero sin pensarlo se lanzó al combate; el resto de batalla fue brutalmente dominada por Kaira, Samantha yacía en el suelo, moribunda, pensó en romper el contrato para liberar el alma de Nick.

Capitulo X

Nick trataba de romper las cadenas que lo ataban, éste sentía el dolor de Samantha tanto físicos como emocionales. Al seguir tratando de liberarse desesperadamente se cortó la mano, al ver como la sangre corría no pensó en nada más que…

Apretó fuertemente el collar que contenía la reliquia, la sangre fue adsorbida por aquel objetó, un aura en forma de llamas invadió el cuerpo de Nick, y algo dentro de la reliquia habló con tal autoridad que el alma de Nick fue abstraída aun lugar invadido por llamas eternas que nunca se apagaban, en el centro de aquel lugar había un hombre con un rostro hermoso, piel rojiza clara, y sus cabellos ardían en forma de llamas rojas oscuras. El hombre se levantó de su trono, miró a Nick y dijo – así que has sido el elegido por el hilo rojo del destino, aquellos que anhelan tanto proteger a alguien no solamente heredan el poder de aumentar sus capacidades físicas, sino que también hereda el poder de mi espíritu. Yo soy el poderoso espíritu Fénix, más conocido como el ave Fénix, aquel que renace de las cenizas. – las llamas eternas consumieron el alma de Nick, este gritaba de dolor, sólo quedaron cenizas de él, Fénix notó algo extraño en las cenizas de Nick, algo poderoso que trataba de renacer, así que Fénix tomó las cenizas de Nick y dijo – ¿sacrificarías tu humanidad por salvar a quien amas? – Las cenizas de Nick gritaron – Si – sin dudar ni por un segundo. Fénix soplo sobre esas cenizas reconstruyendo a Nick.

Habían pasado como dos segundos, Nick se sintió como nuevo, tomó las cadenas y las derritió él ni siquiera supo como; corrió a tal velocidad que ni se dio cuenta que llego en menos de tres segundos, intentó golpear a Kaira, pero esta notó su presencia y lo recibió de un golpe que sentó a Nick. Samantha tomó la daga con la que mató a Bad, y apuñaló a Kaira por la espalda, Kaira giró y golpeó tan fuerte a Samantha que la dejó en un estado criticó casi sin fuerzas como para respirar. Nick se encontró en las mismas condiciones por tener sus almas atadas, Kaira notó esto y dijo – así que ella es quien significa tu todo – Nick fue invadido por las llamas eternas, estas derretían su piel, hasta los huesos, el dolor era abrumador, tanto así que Nick gritaba de la manera más desgarradora, pero Samantha no sentía este dolor. Las poderosas llamas tomaron forma de un ave, y de entre ellas salió un grito de águila; los ojos de Nick fueron invadidas por unas llamas desapareciendo el café de sus ojos, ahora tenían una tonalidad rojiza pasión, las heridas del sanaron, pero su piel se seguía quemando, se quemaban tan rápido como sanaban, era un dolor constante. El corazón de Nick latía como una orquesta.

Él se levantó y dijo – no importa lo que deba hacer protegeré a mi amada – Samantha sonrió en el suelo no sabía porque estaba feliz; Kaira estaba sorprendida, al ver la determinación de Nick que hizo hasta despertar a la dormida ave Fénix de la reliquia. Nunca un humano había llegado a tal estado como para soportar el dolor y sufrimiento que era ser poseído por ese enorme poder.

Nick no sabía cómo luchar así que mandaba golpes herméticos, unos tras otros sin cesar, no dejaba ninguna abertura, Kaira empezó a cansarse además la herida que tenía en la espalda hacia que se le dificultara luchar. ¡Hasta que!, ella alcanzó a tomar su espada, lanzó un poderoso ataque que le cortó un brazo a Nick, éste brazo al caer se convirtió en llamas, luego del deltoides salieron llamas que reconstruyeron el brazo cortado, Nick miró su nuevo brazo sorprendido, Samantha se sorprendió al darse cuenta que cuando Nick entró en ese estado de “Fénix”, las heridas causadas no se transmitían a ella.

Kaira miró fijamente a Nick, estaba bastante molesta al ver tal adaptación que sufrió éste al fusionarse con el aura del Fénix, apretó su espada fuertemente y pensó que si mataba a Samantha el también moriría. Ella lanzó una ventisca que congelo a Nick pero éste derritió fácilmente el hielo, ella saltó por encima de él, cayó al lado de Samantha y le enterró la espada por la espalda para desquitarse de lo que ella le había hecho, Nick cayó al suelo el aire le faltaba, las llamas del Fénix jugaron en su contra pues para mantener el poder necesitaba mucha energía vital; Él cayó al suelo sin esperanza, veía como el cuerpo de Samantha estaba siendo congelado; Nick lamentó no haber podido salvarla, lloró amargamente hasta que salió sangre de sus ojos; él sintió como si su corazón hubiese sido arrancado. Sorprendentemente el contrató del pacto que tenía Satanás se convirtió en cenizas, éste al darse cuenta de eso sudo frio, supo que era un mal prestigió, atemorizado afanó a Fengriz para encontrar a los muchachos.

Nick aún tenía los ojos abiertos pero no veía nada, de entre la oscuridad una voz le susurró algo que ni el mismo entendió, pero las palabras se marcaron en su mente, las llamas del Fénix volvieron arder pero esta vez eran acompañadas por un aura roja sangre, Nick se levantó, las llamas destruyeron una gran etaria de lo que había alrededor, en el brazo izquierdo de Nick aparecieron estos símbolos המשחתת, los ojos de Nick estaban segados por la ira; él tomó del cuello a Kaira y le arrancó una ala, la sangre escurría por todos lados, Kaira gritaba del dolor, pero Nick no entraba en sí, de repente llegó Samael junto con Fengriz y las tropas; el gigante monstruoso Grendel golpeó Nick, pero solo lo correó como dos centímetros; Nick soltó a Kaira, miró al gigante y saltó y de un solo golpe en la frente lo mató.

Al caer el gigante hizo temblar la tierra, la nieve de la montaña cayó en forma de una gran avalancha, Samael cargó a Samantha que aún se encontraba respirando con dificultad, la avalancha mato a muchos de las tropas de Fengriz, la nieve empezó a derretirse, cada vez las llamas que emanaban de Nick se hacían más y más grandes, aniquilando la vida a su paso; Samantha con mucha dificultad miró a su padre y dijo – por favor padre, salva a Nick, yo lo amo con todo mi corazón – Samael miró el rostro de su hija, le acarició su rostro y trató de sanarla, ella quedó inconsciente, Samael se tranquilizó pues llego a tiempo para salvarla si hubiese llegado un minuto más tarde no la hubiese podido salvar.

Samael miró fijamente a Nick, se le acercó con mucho cuidado, sabía que el poder del Fénix le daba prácticamente una inmortalidad divina, así que decidió tratar de hablar con él, Nick rápidamente lo agarró del cuello con tal fuerza que se le hacía casi imposible respirar a Samael, lo miró con tristeza pues se sintió culpable, – Nick, si quisiera pelear contigo, no me presentaría de mi forma más débil, así que te ruego que me escuches – Nick lo soltó, el diablo pensó que le iba escuchar, pero lo que recibió fue una patada que lo mandó contra el bosque rompiendo varios árboles de paso.

Fengriz se lanzó contra él con todo su poder, y no era cualquier sujeto, era el segundo más poderoso del reino nórdico, pero fácilmente Nick le detuvo sus golpes, no se inmutaba ante éste; en uno de los golpes Nick le frenó su puño, apretó la mano de éste quebrándole los huesos en cientos de pedazos, Fengriz gritó de dolor, Nick se dispuso a matarlo cuando de repente fue agarrado fuertemente por Samantha, ella lo estrelló contra una pared; Nick se enfureció, le tomó las manos y la lanzó al suelo, se subió encima de ella, le lamió la mejilla quemándosela, Nick la agarró del cuello y la iba a estrangular, los ojos de Samantha soltaron sus últimas lágrimas y miraron fijamente a Nick penetrando hasta lo más recóndito del alma, recorrieron como palabras el pensamiento de éste, como ríos de esperanza. Dentro de su mente Nick se encontraba atado por unas cadenas de oro, todo estaba vacío, el alma del Fénix se encontraba atada debajo de sus pies, al fondo había una oscuridad sin forma moviéndose en la nada, esa oscuridad controlaba el cuerpo de Nick, éste trato de soltarse, pero sintió mucho sueño, empezó a cerrar los ojos hasta que escuchó un gritó que decía Nick te amo, el abrió los ojos rápidamente, esa voz la reconocía, era la voz de Samantha, él rompió las cadenas y volvió a tomar el control.

El aura rojo sangre que acompañaba las llamas del Fénix desapareció, Nick volvió en sí, las llamas del Fénix se calmaron y tomaron un color puro, lleno de bondad, Nick miró a Samantha y la besó, las llamas se apagaron y Nick cayó de cara inconsciente en los pequeños senos de Samantha.

Samael miró a su hija y a Nick, sonrió. Fengriz recogió a Kaira y le dijo a Samael – por ahora todo ha terminado, pero te aconsejo que mates a ese muchacho antes de que sea un problema – Samael lo miró y dijo – tu deberías hacer lo mismo con esa mocosa, ¡ella si es un problema! – de la nada salió una flecha dorada que hirió gravemente a Fengriz, la chica fue rescatada por sus subordinados rebeldes. Samael tomó el hombro de Fengriz y lo sanó, tomó la flecha – ahora me debes un favor, perro de caza – Fengriz gruño, – y pienso pagártelo, no me gusta deberle nada a nadie – y se marchó con sus pocos soldados sobrevivientes.

Samael cargó a Samantha y a Nick, y los regresó a su plano terrenal, al aparecer en el apartamento, Diana corrió y los abrazo, Samael la miró y dijo – cuídalos muy bien – Karla se acercó a Samael y dijo – ¿y tú como sigues? – Samael sonrió – ¿tan bajo he caído que un ángel se preocupa por mí? – Karla sonrió – siempre has sido así de obstinado, por eso nuestro padre te desterró de su gloria; para enseñarte humildad – Samael se burló – no digas tonterías, no quiero escuchar eso, y menos de un ángel que perdió más de su mitad de poder por enamorarse de un mortal; eras joven e ingenua, caíste en el pecado siendo una niña – Karla lo miró fijamente y dijo – sabes como yo que eso no fue lo que paso, hubieron muchas cosas hay, que estas omitiendo – Samael se le acercó – ¿te refieres a cómo fuiste engañada y luego abusada? – Karla cacheteó a Samael, y lloró, éste se sintió mal pero no dijo nada y se marchó.

Karla junto a Diana llevaron a la cama de Nick a este par de mal heridos, al acostarlos, Karla notó los símbolos que estaban en el brazo izquierdo de Nick, ella tomó el brazo y leyó “el destructor” se asustó por un momento, aunque no supiese lo que quería decir; Diana miró los símbolos y dijo – ¿por qué Nick tiene esa marca? – Karla la miró – hay qué esperar que ellos nos contesten eso –

Al día siguiente Samantha despertó, vio a su lado a Nick, rápidamente le abrió sus ojos para ver de qué color eran; al ver que eran cafés, se calmó y lo abrazó; Nick estaba tan débil que aún seguía sin despertar, el escrito en su brazo no había desaparecido.

Mientras en el reino nórdico, en el palacio de Hold apareció una visita inesperada, – señor Hades ¿a qué se debe su vista? – Dijo Hold mientras recibía a la máxima autoridad infernal griega, Hades se inclinó a Hold en forma de respeto, – sé que tu hija aun anda libre -Hold sabía que, si no encontraba a su hija antes que los griegos, podrían usar eso en su contra para adueñarse de su reino – eso es lo que dicen, pero lo cierto es que si se la ubicación de mi hija – Hades se rio – ¿acaso crees que yo no se lo qué paso?, muy insensato de tu parte Hold, ¿piensas unirte a Samael? O ¿ya decidiste ceder ante nosotros? – Hold se levantó furioso de su trono – no me amenaces Hades, conoce muy bien tu lugar, no te temó así como no le temó a Belial, no me uniré a ninguno de los dos – Hades levantó su bastón y lo golpeo contra el suelo – tres días te doy, antes de que tu reino se reduzca a cenizas, el despertar de Abbadon está cerca, si no nos adueñamos del infierno antes de que él despierte no solo ustedes vivirán el Ragnarök, sino que lo viviremos todos, el árbol de la vida a arrojado su ultimo fruto genealógico – y se marchó, Hold sudaba pues su hija había complicado sus planes.

Diana entró en la habitación de Nick, vio a estos acostados, Samantha levantó su cabeza sin soltar a Nick, al ver a Diana se levantó rápidamente de la cama y saltó a los brazos de ésta, tumbándola, ambas cayeron al suelo e hicieron sonar duro el suelo, Karla entró rápidamente, miró a las chicas en el suelo y dijo – ¿qué hacen? Tengan más cuidado – Samantha sonrió y también abrazó a Karla; Karla sintió un calor sincero, apretó a Samantha y dijo – no eres como pensé que eras, lo siento por haberte juzgado mal – Samantha la soltó, le tomó las manos y dijo – no hay de que disculparse, yo he cambiado gracias a tu hija y a Nick -, – se nota que lo aprecias mucho – decía Karla mientras observaba a Nick, Samantha asintió con alegría. Las tres mujeres salieron del cuarto de Nick.

Como a las seis de la tarde despertó Nick un poco asustado, miró a su alrededor y se dio cuenta que estaba en su apartamento, respiró hondo, se mandó las manos al rostro, sobó suavemente su cara, se levantó pensando en buscar a Samantha. Al abrir la puerta se encontró con una bella imagen, las tres chicas estaban sentadas juntas, al ver a Nick sonrieron y corrieron a abrazarlo.

Nick se sintió como si acabara de despertar de una pesadilla muy larga, él tomó fuertemente a Samantha en sus brazos, la miró fijamente, Samantha se sonrojó, él la siguió mirando, pues casi la pierde, se le acercó lentamente y sin importarle que Karla y Diana los estaban mirando la besó con tal pasión que hizo alegrar el corazón de Samantha.

Luego de unas horas, estaban hablando acerca de lo que significaba los símbolos que tenía Nick en su brazo izquierdo, Karla les dijo que decía literalmente pero no sabía por qué Nick los tenía o qué significaba en sí; Samantha un poco preocupada supo que eso eran letras en hebreo; pero al no saber por qué aparecieron en el brazo de Nick la hacían preocuparse mucho y más si aparecieron cuando Nick perdió el control. Por su lado Nick omitió lo que vio en su mente, aquellas visiones de una oscuridad que quiere apoderarse de él.

Después de comer decidieron irse a dormir, Samantha decidió irse a dormir con Nick, éste no entendía por qué ella tomó esa decisión pero no le dio importancia; ya acostados juntos, ambos miraban el techo, Samantha giró suavemente su cabeza y dijo – Nick – él giró también – me preocupaste mucho, también me asustaste y me aterraste – dijo Samantha mirándolo a los ojos, Nick soltó algunas lágrimas – lo se Samantha me acuerdo de todo, pero en el momento no podía controlar mi cuerpo, tengo miedo – Se seguían mirando a los ojos – ¿miedo de qué Nick? -, – no les he sido totalmente sincero, dentro de mi hay otro ser aparte del alma del Fénix, un ser oscuro que quiere adueñarse de mí; y tengo miedo de hacerte daño, en esa batalla casi lo hago – Samantha puso su mano suave y cálida en el rostro de Nick, limpió sus lágrimas – sé que jamás me lastimarías, sé que me amas como yo te amo, nuestro corazón es uno aunque no estemos atados por un contrató -, – estoy seguro de que te amo con todas mis fuerzas, ¡espera¡, ¿qué quieres decir sin un contrato? – Samantha sonrió – mi padre dijo que el contrató se quemó cuando liberaste ese poder oscuro dentro de ti, que él iba al infierno averiguar qué cosa debió suceder porque no es normal que un mortal sea capaz de romper el contrato de una manera tan fácil – Nick la miró con un poco de temor en sus ojos, Samantha se le acercó, lo besó y luego dijo – no te preocupes, juntos superaremos cualquier obstáculo –

Samael se encontraba en su trono mirando la puerta de aquel palacio, mientras tomaba un vino fino, pensaba en lo sucedido – así que era algo peor de lo que imagine – sonrió – tal vez si se le dirige bien sea un fuerte aliado, calmare las aguas que muestran la tempestad, con ese gran poder – tomó un sorbo del vino, se rio y dijo – por ahora volveré atar lo que se desató –

Capitulo XI

Una mañana después de un mes de los eventos ocurridos, una chica tocó la puerta, Nick más dormido que despierto abrió la puerta, y vio una maravillosa obra de arte, una chica de ojos negros y profundos, cabello crespo y sin peinarse, de piel india y extenuante figura, perfecta sonrisa, sin error alguno en su físico, la reencarnación de la perfección. La mujer se asombró al ver los símbolos del brazo izquierdo de Nick y dijo – vaya – tomó el brazo de éste, él se sorprendió – ¿qué haces? – Ella lo miró, lo soltó y con un poco de pena contestó – lo siento, ¡es que es hebreo!, nunca había visto un tatuaje tan perfecto, parece una marca de nacimiento – sus ojos brillaban mientras decía – es hermoso –él se sintió incomodó, ella lo notó, se mandó la mano a su cabeza – lo siento por incomodarlo vecino, mi nombre es Sandra, Gutiérrez, para servirle – sonrió – en lo que quiera – se puso roja – ¡oh! Eso no sonó como quería – Nick la miró rayado y con una seriedad que aterraría a cualquiera dijo – bueno señorita que pena ser tan mal educado, pero tengo cosas que hacer – él se dispuso a cerrar la puerta, en eso ella metió el pie y no dejo cerrarla, – espere – él la miró – dime entonces lo que quieres, no des tantos rodeos – ella agachó su cabeza y de repente la levantó rápidamente a la vez que gritaba lo más duro que se pudieran imaginar – ¡Es que pedir eso da vergüenza! – Los vecinos de los otros apartamentos abrieron la puerta por los gritos, Nick al ver esto la jaló y cerró la puerta – ¿qué te pasa? ¿Acaso estás loca? – Nick no se había dado cuenta que al jalarla sin querer le había puesto una de las manos en el trasero, Sandra estaba rojiza – ¡ay!, no hagas eso, que nos acabamos de conocer – Samantha vio tal escena y pujó – señor Nick ¡¿qué crees que haces?! – Nick se dio cuenta y soltó a la chica – no, no creas lo que es; digo no es lo que crees – Sandra cacheteó a Nick – ¿por qué me tocas el trasero?, ¡pervertido! – Nick se alejó de la chica y se acercó a Samantha, la cual estaba celosa pues ella también se percató de lo hermosa que era esta chica; Nick le tomó la mano a Samantha la miró y dijo – sabes que yo nunca te engañaría – Samantha lo miró – una vez prácticamente lo hiciste – Nick agachó la cabeza – lo siento, pero esta vez lo juro, que no volveré a hacer nada semejante a eso – Samantha soltó a Nick y se acercó a la chica juzgándola – y ¿qué es lo que quieres señorita? – Sandra sonrió de la pena que la invadía – lo siento por hacer malentendidos, me suelo dejar llevar por la situación y empiezo a actuar y decir cosas estúpidas, pero le juró que yo no haría esas cosas pervertidas que se imagina que haría con su novio, no haría que me diera por todos lados, no trataría que me sodomizara, no quisiera que me hiciera gritar ¡aleluya! mientras follamos y no trataría de convencerte para que se te nos uniera, a menos que tú también quisieras; perdóneme por todo lo que acabe de decir no sé porque lo dije… – Samantha la calló, – ya deja de decir tantas sandeces, y dime en primer lugar a qué has venido – Sandra ya con lágrimas en sus ojos dijo – vivo enfrente, mi nombre es Sandra Gutiérrez, vivo enfrente desde hace tres años, mi color favorito es el morado – Samantha la detuvo – no te pregunte que me contaras toda tu vida, solo quería saber por qué arrimaste – Sandra contestó – lo siento se me dificulta relacionarme con los demás y empiezo a divagar, vine a para ver si podía ducharme aquí, son los únicos vecinos que no he molestado todavía, ya los demás no me soportan y no quieren volver a verme; mi ducha se dañó y no tengo como pagar para el arregló – Nick se metió en la conversación – ¡entiendo muy bien a los vecinos! – Samantha lo calló – ¿acaso no tienes un poco de respeto?, la chica está en problemas y solo piensas en ti, me decepcionas Nick – en eso salió de la habitación Diana y dijo – ¿qué sucede?, ¿por qué el alboroto? – Samantha contestó – es que la chica necesita ducharse y no sabía cómo pedirnos el favor de prestarle el baño – Diana miró con un poco de preocupación a aquella chica, se le acercó – ¿qué le ocurrió a tu ducha? – Sandra la miró y con un poco de pena contestó – es que mi ducha se dañó y no tengo como pagar el arreglo del daño, lo siento por causarles tanto inconvenientes – Diana le tomó las manos y dijo – no hay ningún problema, puedes bañarte aquí, es más si estás sola puedes arrimar cuando quieras – los ojitos de Sandra brillaron – ¿es enserio? – Diana asintió, Samantha se rascó la cabeza y dijo – por mí no hay problema, el único inconveniente es Nick – todas miraron a Nick, el cual sintió la tensión y respondió – por mi pueden hacer lo que quieran, con tal de que no me metan en problemas todo está bien, bueno ya que se decidió, ve por tus cosas y ven a bañarte, yo seguiré durmiendo – y entró a su cuarto.

Samantha abrió la puerta, la cerró, se acostó al lado de Nick, le tomó la mano y dijo – dime la verdad – Nick la miró con preocupación, sudo frio y contestó titubeando – ¿de qué verdad me hablas? – Samantha le apretó la mano – yo vi como la mirabas, se nota que te pareció linda – Nick se sonrió – ya veo, se trata de eso, me estaba preocupando por nada – Samantha le pego un codazo, pero extrañamente le dolió menos que las veces pasadas, Nick la miró y empezó a reírse – sabes muy bien que mis ojos solo están puestos en ti, sí, no niego que físicamente la chica es linda, pero no te engañaría, la otra vez que termine haciendo esas cosas con esa chica Kaira, termine sintiéndome mal, sucio, además de que nos conllevo a lo que vivimos hace como un mes, casi te pierdo, y no quiero que te alejes de mí, deseo compartir mi vida juntó a ti – Samantha se sonrojó luego se levantó y le puso el pie en cima – más vale que solo tengas ojos para mí, porque donde me llegue a dar cuenta de que me vas a cambiar por otra, yo misma te mataría –Nick se siguió riendo, jaló el pie de ella haciéndola caer en la cama, se le subió en cima y la besó, Samantha recibió el beso con mucho agrado, luego le colocó su mano en el rostro y le dijo a Nick – estoy preparada para ser tuya – Nick la volvió a besar, y la comenzó acariciar con una suavidad que hacía sentir el más puro amor. De repente entró Karla y al ver lo que estos hacían, cerró la puerta rápidamente, se sonrojó y se dirigió a su habitación, Nick se levantó de encima de Samantha y dijo – en otra ocasión pactaremos uniendo nuestras almas en un amor eterno -, Samantha se levantó rápidamente – estoy de acuerdo – y salió de la habitación. Se quedó parada en la puerta con su rostro lleno de alegría, parecía una niña chiquita emocionada, cuando de repente se abrió la puerta del apartamento, era Sandra con su toalla, jabón y champú, Samantha se asustó, Sandra la miró – lo siento, ¿te asuste? – Samantha sonrió – si un poco – mientras se dirigía a su cuarto.

Sandra entró al baño a ducharse, Diana comenzó a cocinar su comida favorita para todos. Luego de que acabo de preparar la comida, empezó a servir y a llamar a todos; todos se sentaron en el comedor, Sandra salió del baño en toalla, – perdón no traje mi ropa – Samantha vio como Nick se había quedado mirándola, se levantó, tomó la mano de Sandra y miró a Nick mientras decía – lo anterior ya no lo deseo – jaló bruscamente a Sandra y la entró al cuarto, cerró la puerta y adentró le dijo – te prestare ropa y saldrás a comer con nosotros, Diana te preparó comida también a ti y por favor la próxima vez que vengas a ducharte aquí, trae ropa –

Las dos chicas salieron de la habitación, Nick miró a Sandra, la cual se veía muy bien, Samantha se acercó a Nick y se sentó a su lado, Nick tomó la mano de Samantha – te enojaste ¿verdad? – Samantha apretó la mano de Nick – y se lo que intentas hacer – Nick se sonrió y besó en la mejilla a Samantha. Sandra se sentó con mucha vergüenza, Diana le colocó la mano en el hombro y dijo – tranquila, quería que pasaras un momento con nosotros eres nuestra invitada – todos en la mesa la miraron y le sonrieron con alegría, Sandra se alegró – nunca había conocido gente tan amable – y se dispuso a comer, entonces Diana la detuvo y dijo – primero hay que agradecerle a nuestro Dios – Sandra se puso roja – de acuerdo, enséñenme a cómo hacerlo –.

Ya cuando acabaron de comer, Sandra estaba hablando con Diana se sintió muy cómoda con ella, así que quería seguir compartiendo con ella; Samantha se dirigía a su habitación, Nick la detuvo y dijo –, ¿saldrías mañana conmigo? – Samantha lo miró y contestó – solo si dejas de querer provocarme – Nick sonrió, le coloco su mano en la mejilla la sobó suavemente – te ves muy linda cuando te enojas – Samantha lo golpeo – idiota – se rieron juntos, Samantha lo miró – es enserio Nick, no me intentes dar celos – Nick la abrazó – si sales mañana conmigo te juro que no volveré a tratar de darte celos – Samantha le colocó los brazos alrededor del cuello, lo besó – ¿eso es un sí? – Preguntó Nick después del beso, Samantha lo soltó y le dio la espalda y dijo – sí – y se dirigió a su habitación, Nick sonrió y se despidió de Diana y Sandra y se fue a dormir.

Sandra seguía hablando con Diana, ambas pareciesen llevarse muy bien, Karla notó eso y solo sonreía sentada en el balcón, mientras tocaba suavemente una canción en su arpa, y observaba la luna menguante.

Al día siguiente Nick se levantó más temprano que de costumbre, se duchó, arregló y se marchó. Samantha al despertarse, se dirigió al baño, luego se ducharse, se disponía a desayunar y vio un desayuno tapado y con una nota que decía para Samantha de parte de su amado, ella lo destapo y al ver que era su comida favorita sonrió, lo tomó y se sentó en el comedor a comérselo con una alegría imaginable. Mientras comía salió Diana de la habitación y vio a Samantha alegre, ella se sonrió, se sentó enfrente de ella y dijo – pareces una tonta, sonriendo sola, ¿por qué estás tan contenta? –Samantha la miró y seguía sonriendo – Nick me preparó mi desayuno – Diana se rio – ustedes se quieren tanto, que hasta esas pequeñas cosas los hace felices – se levantó del comedor, se metió al baño a ducharse, cerró la puerta. En eso tocaron la puerta del apartamento, Samantha se levantó y abrió la puerta, al ver a Sandra se sorprendió, Sandra la miró y sonrió – hola, buenos días, ¿cómo amaneciste Samantha? – Samantha contestó – muy bien ¿y tú? – Sandra con una sonrisa – bien, ¿será que esta Diana? -, – así, claro – abrió la puerta del todo – entra, ella se está duchando – Sandra entró, – siéntate donde quieras – dijo Samantha mientras cerraba la puerta, Sandra se sentó en el comedor, Samantha le sirvió un poco de café, se sentó en el comedor, y le pasó el café, Sandra bebió un poco, sonrió y dijo – ¿Quién hizo ese café? está muy bueno – Samantha sonrió – lo hizo Nick – Sandra se sorprendió – tu siempre sonríes cuando te refieres a él, debe ser lindo estar enamorado – Samantha se sonrojó – no siempre sonrió -. De repente salió Diana del baño, Diana miró a Sandra, ésta se levantó y abrazó sin pensarlo a Diana, Samantha continuó comiendo. Diana saludo amablemente a Sandra, y miró a Samantha, – Samantha saldré con Sandra, luego volvemos, díselo a mi madre, bien – Samantha seguía contenta – está bien yo se lo diré -. Las dos jovencitas se fueron.

Samantha acabó de desayunar, lavó el plato, y se puso a arreglar la casa, cuando acabo, se propuso a organizar la habitación de Nick, pero al entrar vio todo organizado, ella se sorprendió, se sentó en la cama, tocaba la sabana y recordó el primer día que conoció a Nick, como su padre había dañado la cama y todo lo que comenzaron a vivir, y lo mucho que llegaron a amarse. Tomó de una repisa el peluche que Nick había comprado solo porque ella lo deseaba, abrazó aquel mosntrico, se recostó en la cama, puso su rostro en la almohada de Nick y suspiró, en eso entró Karla y dijo – es muy lindo el amor ¿no lo crees? – Samantha se asustó, se levantó de la cama, miró fijamente a Karla y dijo – y ¿tú tuviste a Diana por amor? – Karla sonrió – sí, pero no fue mi primer amor – Samantha se acercó a Karla aun con el peluche abrazado y dijo – me contarías tu historia y como estuviste segura de que el padre de Diana era el hombre correcto – Karla la miró – si estas dispuesta a escuchar, te contaré todo, hasta el cómo conocí a Nick -.

Ambas se sentaron en el balcón, Karla empezó a relatar lo que vivió:

Nuestro padre llamó de entre todos los ángeles a mi hermano y a mí, nos encomendó la tarea de proteger y dar mensaje de esperanza a una jovencita que la estaba pasando mal, viviendo las dificultades que no faltan en la vida; mi hermano estaba encargado de la protección, yo solo era la que mantenía la calidez en el corazón de aquella jovencita; teníamos prohibido matar o herir a los humanos; la jovencita todas las noches era abusada por su padre, él robaba poco a poco la inocencia de ésta, un día su hermano mayor, vio a su padre, en tal acto despreciable, y no lo pensó y se le fue encima asu padre, para matarlo, su padre se defendió, los dos se golpeaban fuertemente, escupían sangre de la boca, llenos de morados, el joven saco una navaja y cuando se propuso a apuñalar a su padre, su hermana se metió y a quien apuñaló fue a su hermanita, él al ver esto, se airó mas y arrojó a su padre por la ventana, abrazo a su hermana y dijo – ¿por qué defendiste a ese hombre? – Su hermana con el poco aliento que tenía dijo – no quería que te volvieras el malo – él abrazó fuertemente a su hermana y la cargo llevándola al hospital más cercano. Pero tristemente no pudieron salvarla, después de investigar por muchos días arrestaron a su padre, al hermano lo dejaron ir de milagro. Este joven todos los días empezó a llevar unas rosas al cementerio donde enterraron a su hermana. Nicolás dijo que ya estaba cumplida nuestra misión, que debíamos regresar al cielo, así que volvimos, pero yo seguía llena de curiosidad, no entendía porque no podíamos intervenir en el reino humano, así que hui del cielo y empecé a hablar con el joven, me llama la atención, el joven empezó a involucrarse con personas peligrosas, gente que mataba por dinero, un día conocí a una persona que predicaba, así que me le arrime para ver si podía percibir a él joven, el señor me dijo que Dios sabia como hacia las cosas, hice que estos se conocieran, pero no creí que esa persona que supuestamente servía a Dios fuese un mal hombre, él trabajaba en la trata de personas, trató de convencer al joven para que se le uniera, el pago era alto. El joven se unió a tal trabajo. El predicador tenía una iglesia la cual servía de tapadero para sus obras maliciosas, lavado de dinero entre otras cosas. Al joven se le encargó el trabajo de secuestrar a una chica, pero al ver lo parecida que era a su hermana, decidió no hacerlo. El predicador se dio cuenta de esto y lo mandaron a matar, así que lo defendí y mate a los que iban a matarlo, pero al hacerlo perdí el beneficio de ser un ángel, así que podría ser herida por los humanos.

Después de unos días escondiéndonos, el joven decidió que debía matar al predicador ya que la policía no hizo nada, recibió un dinero y dejo que este predicador siguiera en lo suyo. Yo llena de ira lo apoyé, el mal debía ser cortado de raíz, comencé a comprender a Abbadon. La noche decisiva llegó, el joven con algunos amigos de él, entraron y mataron a varios, de estos tipos, las balas salían disparadas hacia todos lados, yo vi al predicador tratando de huir, así que lo detuve mi fuerza superaba a la de él, pero mi falta de experiencia jugo en mi contra, el sujeto me miró y dijo – así que eres un ángel – yo lo seguía mirando con ira, en eso un demonio me lastimó, el predicador llamó al demonio Asmodeo, Asmodeo sonrió miró al predicador, luego lo tomó de la cabeza y se la arrancó, me cortó las alas y me violo, luego que me iba a matar, el joven intervino y trató de luchar contra el demonio, Asmodeo era abismalmente superior, hirió de muerte al joven, yo me le acerqué, y con mis últimas fuerzas angelicales lo bese, y sane sus heridas, Asmodeo se rio y se propuso a matarnos, en eso sonaron unos tiros, y era el tío de Nick, el hombre era un investigador privado, que estaba buscando a una joven, Asmodeo esquivó las balas, he iba a matar al investigador, cuando ya lo tenía arrinconado llego mi hermano Nicolás e hirió a Asmodeo, éste huyo, el investigador miró a Nicolás se arrodilló y Nicolás lo levantó y dijo – solo a nuestro señor adoraras – me miró y dijo – tu sabias que no debías involucrarte – el investigador detuvo a Nicolás y dijo – al menos dime cómo puedo pagar el favor que me salvaras – Nicolás lo miró y dijo – haz lo correcto y cuida de mi hermana – y me señalo.Luego salió volando, el investigador llamó a la policía. A los días cayo toda la mafia de trata de personas, los pandilleros también fueron arrestados, la mayoría de policías corruptos también cayeron. El investigador me llevó con él, me adoptó, ahí conocí a Nick y a su prima. Él nunca les explicó cómo me conoció, a los días me di cuenta que el joven fue asesinado en la prisión.

Los años pasaron y conocí a mi esposo, un investigador como mi padre adoptivo, al ver que él era justo como quien me adopto, me comencé a involucrar con él, nos casamos, y empezamos a vivir juntos, un día el me hizo empacar las cosas y me envió a la casa de mi padre terrenal, me quede unos días ahí, ¡hasta que!, mi casa salió en las noticias quemada, a mi esposo lo habían matado y quemaron la casa para borrar la evidencia, mi padre me abrazó al darse cuenta de la atroz escena, parece que al desmantelar un cartel, algunos de los que no capturaron lo mataron, yo lloraba mucho y más porque no alcance a decirle que estaba embarazada.

Samantha miró fijamente a Karla, apretó su peluche y dijo – todo lo que has tenido que vivir Karla, y aun así sigues siendo tan dedicada – Samantha abrazó fuertemente su peluche, Karla se le acercó y abrazó a Samantha y dijo –Nick es un buen chico, cuida de él y no lo dejes cometer errores – Samantha se soltó en llanto y con su cara de determinación – sí, estaré a su lado cuando me necesite, seré su amiga, lo apoyare y le daré mi mano siempre, -Karla limpió con sus manos las lágrimas de Samantha y dijo – tu eres muy buena persona, sé que puedes, esfuérzate y se valiente -.

Capitulo XII

Nick se encontraba en un restaurante dando instrucción por instrucción de lo que debían hacer, luego tomó su celular y llamó a su apartamento, Karla contestó, Nick le dijo dile a Samantha que se arreglé, que yo ya voy por ella – Karla sonrió, colgó el teléfono, llamó a Samantha y le contó lo que Nick le había dicho; Samantha corrió a su habitación, salió de ella, con la toalla, se metió al baño, pareciese que se estuviera exorcizando, se demoró como una hora, en el baño, al salir corrió hacia su habitación desnuda y con su toalla en la mano, entró, se secó y sacó toda la ropa que tenía miraba y miraba sin saber que ponerse; Karla entró al cuarto y dijo – ¿te ayudo en algo? – Samantha preocupada contestó – si por favor, ayúdame a escoger que ponerme-Karla empezó a mirar la ropa y dijo – guarda todo, menos los vestidos – Samantha le hizo caso, luego miraron a ver si encontraban un vestido formal, por fin escogieron un vestido negro; de repente se abrió la puerta de aquel apartamento, Karla pensó que se trataba de Nick, así que decidió ir a mirar, al ver detenidamente se fijó de que eran Diana y Sandra, respiro hondo y saludo a las chicas, luego pensó – ¡claro! ustedes también nos pueden ayudar – tomó de la mano a Diana y la jaló, llamó a la vez a Sandra, las llevo a la habitación donde se encontraba Samantha, Dina miró con detenimiento a Samantha – ¿tienes una cita con Nick? – Ella contestó – sí, y él me dijo que era importante –entonces las chicas decidieron ayudar a arreglarse.

Después de una hora y media llego Nick, entró al apartamento, vio las luces apagadas, se sorprendió un poco, al encender el bombillo, vio al fondo a una hermosa mujer, la cual usaba un vestido negro con escote, tenía un collar que resaltaba sus hermosos ojos negros, unos aretes que dejaba apreciar sus hermosas orejas y que a la vez se acompañaba por su cabello como una cascada que chispeaba aquella preciosa piel india; Samantha caminó suavemente hacia Nick, éste seguía asombrado de su bella acompañante. Cuando la tenía enfrente Samantha se le acercó haciéndolo oler aquel perfume que, acompañado del aroma inapto de ella hacia tocar el cielo, Nick la besó exorbitantemente, la tomó de la mano con la delicadeza de un caballero, la llevó hacia la puerta mientras seguía apreciando aquella obra de arte; las chicas escondidas en el cuarto de Samantha chismoseaban aquella escena digna de ser grabada como ejemplo de un romance puro.

Al llegar al restaurante, los recibieron como todos unos reyes, los acomodaron en una mesa en la que se podía apreciar la hermosura de la ciudad, trajeron la carta y ellos ordenaron, después de cenar y hablar unos minutos, empezó a sonar una melodía producida por un violín, aquella melodía era tan hermosa que a su vez se hacía adictiva, Samantha dejó caer su llanto, pues aquella melodía se la tocaba su padre cuando aún era niña; ella vio en el escenario a Samael tocando el violín, sonrió y le dijo a Nick – así que también involucraste a mi padre – él sonrió – él estuvo de acuerdo con todo lo que planee para esta noche – Samantha sonrió mientras bebía vino. Cuando se acabó aquella melodía el diablo con una sonrisa dijo – hoy, en esta noche, ya acercándose el clímax, tocaré para ustedes una canción que compuse para recordarle a mi hija, que siempre donde quiera que éste, será mi niña, seré su padre, pero ahora tendrá a alguien que cuidara de ella – la canción nueva comenzó a sonar acompañada de mucho amor, Samantha sintió como si padre se estuviera despidiendo no entendía el porqué. De repente Nick se arrodilla ante ella, saca de su bolsillo un diamante rojo traído desde el mismo infierno, para conseguirlo se necesitaba mucho esfuerzo, Nick mirándola a los ojos dijo – ¿te casarías conmigo? – Samantha se mandó las manos a la boca de lo sorprendida que se encontraba, sus ojos no pudieron contener el llanto de la alegría, y sin pensarlo se arrojó hacia Nick, lo beso una y otra vez, mientras le decía que sí.

Samael se acercó a los dos, y cerca de ellos dijo – he aquí delante de todos estos testigos, a ti joven Nick te entregó esta daga en señal de respeto; por tradición te doy la potestad de ser llamado mi hijo, siéntete honrado porque mi hija te haya deseado como esposo, y recuerda sobre todas las cosas hacerla feliz, no cometas los errores míos – le entregó además un collar que llevaba guardando hace muchísimos milenios, el cual tenía la llave de la gárgola que abría la puerta de la pared; Nick la recibió sorprendido, Samael se le acercó – ahora eres el guardián de esa puerta, ¿sabes lo que significa? – Nick lo miró – me imagino – Samael sonrió, tomó una botella de champan y dijo – todos los que están en este restaurante celebren conmigo, pues hoy el hijo prodigo regresó – agitó la botella y la tapa salió volando y continuó – este es mi restaurante, lo compre hoy y todos tienen la virtud de comer, beber y celebrar gratis – todos gritaron mientras levantaban las copas.

Aquel restaurante dio inicio una gran fiesta, Samael trajo del infierno a Verrine junto con sus subordinados Amy y Araxiel; Amy en el cielo fue corista, Araxiel tocaba cualquier instrumento, esto conllevo a una gran orquesta musical, acompañado de melodías tocadas por Samael y con aquella voz angelical de Amy, además de aquellas fuertes notas de Araxiel. Todos en ese lugar bailaban, bebían y comían; el placer se adueñó de aquel lugar, lo que dio cabida a que Bast, diosa del placer se hiciera presente; Samael la recibió con gran entusiasmo, y todos eran invadidos por el aroma de la seducción. Después de unas horas las personas comenzaron a tener sexo en público, orgias y de más demostraciones cínicas de placer se hicieron presente. Samantha y Nick ya habían huido del lugar, pero en vez de ir a su apartamento terminaron quedándose en un hotel.

Ya en aquel cuarto, invadido por la oscuridad y el deseo; Nick beso a Samantha, luego la tomó de los hombros, la arrojó a la cama y le rasgo el vestido como toda una bestia salvaje, Samantha le quito rápidamente la ropa a Nick de la misma forma. Estos empezaron a tocarse de una manera sobrehumana, amantes lujuriosos invadidos del deseo del uno hacia el otro. Nick besaba el cuello de Samantha y empezó a cabalgarla, la hacía sentir con todas sus fuerzas aquel dilema moral; Samantha arrullaba su espalda, las heridas eran profundas, pero aquel placer era más grande que el dolor; Nick fue invadido por el éxtasis después lamer el sudor de Samantha; lo cual lo llevaba a desearla más y más, Samantha perdió el control, envolvió sus piernas alrededor de Nick, y lo hacía bajar aquella caverna profunda, aquel hombrecito marchaba con más fuerza; aquel roció floreciente invadido de sonrojadas rosas los rostros de aquellos entregados a su humeante placer; sus lenguas un mismo idioma compartieron, el sudor recorría como un diluvio, aquellas vías principales de estas ciudades desoladas, los besos y caricias hacían temblar aquella humanidad. Samantha se puso encima de aquella colina, ella movía sus hermosas caderas siguiendo el compás de aquel péndulo de reloj de pared, mientras miraba de lejos aquellos ojos que proclamaban por más, el deseo era mutuo, ambos perdiendo el miedo, y rompiendo aquél velo que Jesús rasgo cuando murió, clavos y rosas envueltas en el desdén de no querer abandonar; dos almas unidas como aquél tornillo y tuerca que un carpintero junto, como aquel lápiz y sacapuntas que un escritor junto, unidos por el destino andante de la causa y la casualidad.

La lluvia mojo aquella desbordante pradera virgen, que ningún hombre había visitado antes de él, recorrido como aquel poeta que se sienta a buscar la inspiración, anhelante de la angustiante y placentera melodía que solo suena en aquellos días, una melodía acompañada de los gemidos y las tribulaciones plasmadas en un gritó de ayuda. ¡Oh mi Dios! – en la noche ambos estaban acurrucados uno entre el otro entrecruzadas sus piernas, valladas de sudor y felicidad, Nick mirando intensamente a su amada dijo – si alguna vez tenemos una hija quiero que se llame Emily – Samantha sonrió – ojala tengamos uno algún día – y ella lo besó.

Al amanecer el sol canta las buenas nuevas entrando por aquella gran ventana, Nick despertó suavemente, encima de él, estaba Samantha, entre cruzados como un nudo, él miro a su alrededor y en un asiento alcanzó a ver una sonrisa pícara; él reaccionó ante semejante aparición; Nick y Samantha se cayeron de la cama, Nick se levantó rápidamente y se fijó en que el diablo estaba ahí sentado riendo sin vergüenza alguna, Samantha se levantó tapándose con la sabana, miró a Nick y dijo – ¿qué sucedió porque me hiciste de caer de la cama? – Nick contestó – tu padre que casi me mata de un infarto – Samantha volteó a ver a su padre – ¿qué haces aquí? – Samael sonrió – no se preocupen no vi nada – sonrió y prosiguió – ojalá hubiese mirado a mi hija perdiendo su virginidad – guardo un momento de silencio y continuó – pensándolo bien, ¡creo que no! – Nick se sentaron en la cama, Nick miró fijamente a Samael – realmente ¿a qué viniste? – Samael se levantó de la silla, para decirles que, si se van a casar en este reino, también deben hacerlo en el infierno, para que todos los demonios vean quien es el sucesor del trono – Samantha miró fijamente a Samael – ¿acaso piensas que vas a morir? – Samael sonrió – es muy difícil que alguien pueda matarme, pero por si acaso, es mejor asegurar cual es mi voluntad; ciertamente eso les traerá problemas, así que les daré un mes antes de que deban casarse en el infierno, tratare de detener esta guerra antes de que se acabe el año, pero si me veo sobrepasado o muero antes la carga pasara a ustedes, ciertamente no pueden evitarlo, un mortal tubo sexo con mi hija, eso se vería mal si no se casa con ella; ¿no lo crees Nick? – Nick no supo que responder, Samantha miró a su padre – ¿acaso esto lo planeaste desde el comienzo? -; – pensaba usarlo de todas formas, él tiene una fuerza vital enorme, pero me dio algo más; dentro de él recorre sangre de alguien muy importante; si aprende a controlar ese poder junto a las llamas del Fénix, hasta yo me vería forzado a combatir con todo mi poder – Nick se alarmó – ¿Cómo sabes que por mi recorre sangre de algún guerrero? – Samael se carcajeó – ojalá fuera de un guerrero, además no se te olvide que yo vi tu poder muy de cerca –.

Nick miró al suelo y pensaba en que hacer, Samantha se negó a participar en el plan de su padre, Samael se acercó a Nick – ¿acaso piensas que por ti mismo dominaras ese poder?, hay cosas que no quieres poner en peligro, sígueme y yo te ayudare –Nick recordó el momento en que casi mata a Samantha y respondió – lo hare, pero asegúrate de proteger a Samantha – Samantha se levantó, dejo caer la sabana y tomó a Nick fuertemente del cuello, lo estrelló contra la pared y dijo – ¿acaso piensas que te dejare hacer esto? – mientras lloraba en el pecho de él lo soltó – no quiero que estés en peligro – Nick la abrazó – yo no pienso dejarte nunca, si acaso muero te juro que así sea de la muerte volveré, y lo único que deseo es protegerte – Samael sonrió – tranquilos tortolos, que mi hija tiene la responsabilidad de pelear a mi lado, así que pelearan juntos, como buenos esposos que son – Nick miró con rabia a Samael, soltó a Samantha y se dirigió a golpearlo, Samael con mucha tranquilidad le detuvo el puyo y lo volteo y con un toque de su dedo lo hizo caer al suelo casi moribundo, – deja de ser estúpido, por eso necesito que te vuelvas fuerte, y que mi hija sea capaz de usar tu fuerza vital; ¿acaso no se dan cuenta que ya están en peligro?, mis enemigos pensaran usarlos en mi contra, si ya son lo suficientemente fuertes no tendré de que preocuparme, podré dormir sabiendo que mi hija está a salvo – Samantha tomó su ropa y dijo – está bien padre, solo prométenos que cuando se acabe esta guerra nos dejaras decidir nuestro camino – Samael con su mirada un poco apagada, sacó un contrató y dijo – lo pactaremos, así se tendrá que cumplir la palabra de ambos -.

Y así fue los tres pactaron, Samael desapareció diciendo – dentro de un mes volveré – Nick y Samantha se miraron fijamente ya habían caído en cuenta en el lio en que se vieron envueltos, una guerra que no era suya, pero por cosas del camino de la vida se vieron envueltos.

Capitulo XIII

Hades se reunió con Kaira a las sombras del Everest, Kaira venia acompañada de varios de sus soldados rebeldes, mientras Hades solo venía con Aarón un mago griego humano. Kaira con despreció miró a Hades – ¿a qué debo tu deshonrosa reunión? – Hades sonrió – solo deseamos darte lo que deseas, el reino de tu padre – Kaira sonrió e hizo una señal y sus tropas empezaron a atacar, Aarón levantó sus manos y de la nieve salieron gigantes de hielo y empezaron a batallar con las tropas de Kaira, Hades miró a Kaira y dijo – y esto lo hace un humano de mi ejército, ya vas viendo, como somos de poderosos -Kaira detuvo las tropas y dijo – pero hay algo más que deseo -, – ¿y eso es? – Kaira sonrió…

Nick y Samantha estaban sentados en el balcón pensando, en como saldrían de aquel problema; Diana se les acercó – hay que hacer una reunión, una pequeña comida o algo así, para despedir a mi madre –Nick volteó y miró a Dina – sí, sería estupendo, reunirnos entre nosotros, prepararle una comida, en especial su favorita, tal vez darle también algo de recuerdo, ¿no lo crees? – Diana asintió, Samantha se levantó del asiento, tomó a Diana de las manos, miró a Nick – luego miraremos que haremos nosotros, por ahora hagamos una gran cena para que Karla nunca se olvide de este día -.

Samantha y Diana salieron a comprar unas cosas acompañadas de Sandra que quiso ir a ayudar, Nick se llevó a Karla a distraerla, lo primero que hizo fue llevarla a los lugares más tranquilos de la ciudad para sentarse a comer un helado y hablar con él; Los dos estaban sentados en un parque, mirando como las palomas comían maicitos que la gente les echaba, Karla miraba a las palomitas y sonreía, Nick se alegró al ver aquella sonrisa, él se movió suavemente poniendo su cabeza sobre el hombro de ella y dijo – te acuerdas de esa noche en que nos escapamos de la casa, porque queríamos ver a los cuenteros – Karla sonrió – sí, la recuerdo, ese día estábamos castigados y aun así desobedecimos lo que tu tío nos dijo – volvió a sonreír – además esa noche tú me regalaste un anillo y me dijiste que lo guardara que ese sería el recuerdo de que siempre seriamos familia – Nick vio a lo lejos como el viento tomó una curva extraña, pensó que se trataba de algún demonio, se atemorizo por un momento, luego apretó su collar pensando – que si se veía forzado a usarla, lo haría -; Karla le tomó la mano y dijo – cálmate no es nada malo – en eso apareció un anciano de hermoso parecer, se acercó a Karla y dijo – tiempo sin verte, señorita – Karla lo miró – ¿Cómo sabias que está aquí? – el anciano volteó a mirar a Nick, vio en sus ojos una oscuridad que trataba de adueñarse de él y sonrió – así que es él, tanto tiempo buscándolo, le coloco sus manos en el rostro, Nick no podía moverse, Karla manoteó a Orias – aun no es tiempo – aquel anciano miró a Karla – sabes muy bien lo que pasara, si él está del lado equivocado, desde que lo conociste, te diste cuenta de que él es el heredero de aquella misión, el único descendiente directo del caos que conlleva al orden, y ya que por fin aquel ha despertado, te arrepientes de llevarlo ante Flaga IV – Nick miró lo ojos de Karla y notó que en ellos se veía tristeza, Karla le dijo a Orias – sabes como yo, que Flaga IV lo matará – Orias miró con firmeza a Karla – es parte de su misión, con su alma podremos revivir y traer junto a él el Ragnarök para humanos y demonios; todo el mal caerá, solo brillara el nuevo amanecer de justicia – Karla tocó la mejilla de Nick y le dijo – ¡corre!, si caes en manos de ellos será peor que caer con los enemigos de tu suegro – Karla empujó a Orias – yo estaré bien Nick – mientras el llanto recorría su rostro, Nick se cayó del asiento, Orias golpeó en el pecho a Karla deteniéndole su corazón, el cuerpo de ella cayó al suelo con una mirada arrepentida, Nick se soltó en sollozo que lo conllevo a ira; su corazón ardía, sus ojos fueron cegados por el enojo, se levantó fue invadido por una aura roja sangre, miró a Orias y dijo – te matare aquí mismo – Orias sonrió – el poder que tanto tiempo anhele, para traer de vuelta a mi señor, hoy está frente a mí – Nick gritó, el cielo se nublo, empezó a llover, las gotas caían sobre Nick y se evaporaban, Orias vio aquella maravilla y seguía sonriendo, Nick se airó más, atacó sin pensarlo, los golpes eran fácilmente esquivados por aquel anciano, Nick se frustro, Miró al anciano y se lanzó contra él, aquel anciano movió su mano rápidamente y sin la necesidad de tocar a Nick lo golpeó mandándolo contra un árbol y rompiéndolo en el proceso, Nick se fijó a su alrededor, la gente estaba congelada, las gotas de agua tampoco se estaban moviendo, él se levantó del suelo, tocó las gotas, miró a Orias, – ¿qué fue lo que hiciste? – Orias sonrió – dimensión de espejo – Nick escupió sangre, algunos de sus huesos estaban rotos, su aura roja sangre estaba desapareciendo, tomó su reliquia y cuando iba escupir en ella, cayó inconsciente en el suelo.

Al despertar se encontraba en una gran habitación fresca y con unos grandes ventanales, Nick se levantó rápidamente, se tocó para ver si tenía la reliquia, respiro ya que aún seguía ahí, se asomó por la ventana y vio una gran ciudad subterránea, se preguntó – ¿Dónde estoy? -.

De repente entro una mujer, Nick al verla se sorprendió, pues era idéntica a Clara, la mujer se le acercó, – muchacho ya despertaste, mi nombre es Flaga IV – Nick la miró con ira – mataste a mi prima – Flaga IV sonrió – se te han ocultado muchas cosas, mi joven amigo, Karla pertenecía a nuestra secta secreta, somos emisarios, demonios, ángeles y algunos humanos estamos involucrados es esto -, – ¿Qué es lo que deseas? -,- el Ragnarök – Nick intentó irse en contra de la mujer, ella solo le agarro el brazo, se lo partió, Nick gritó, ella lo arrojó al suelo y dijo – nunca podrás conmigo, no recurras a la violencia, nosotros somos pacifistas, solo deseamos quitar el mal desde raíz, justicia mi querido amigo – Nick se levantó, aun tenia gran dolor, – ¿justicia? Enserio, no son más que un montón de escoria unida por una utopía – Flaga IV sonrió, se le acercó, colocó su mano en su mejilla, la sobó suavemente, – ¿y sí esa utopía se puede hacer realidad?, ¿acaso tu no harías lo posible por volverla realidad? – Nick se calló, Flaga IV quitó su mano de la mejilla de éste – ves, callas porque todos tenemos una utopía con la cual soñar, esa caja de pandora se abrió hace mucho, liberando la esperanza, todos deseamos algo más allá de nuestros límites. Por eso mismo nosotros la secta que está por encima de todo y a su vez por debajo de todo, somos los encargados de cumplir la profecía, todo lo que está por debajo del sol caerá, las llamas y la guerra se fundamentaran, ¡hasta qué! La justicia sosiegue la tierra – Nick miró con despreció a Flaga IV – justifican sus hechos malvados, en que lo hacen por un bien mayor -Flaga IV se acercó a Nick le tomó el brazo y se lo acomodó a la fuerza, éste gritó, Flaga IV lo miró fijamente – sí – y se retiró de aquella habitación.

Samantha y Diana se preocuparon al ver que no llegaban, Samantha sintió un dolor en su brazo, pero a su vez no le paso nada al brazo, recordó lo que le había explicado su padre a solas – esta vez sí matan alguno de los dos, no morirán los dos, pero si sentirían su dolor, todo lo sentirá uno como el otro, pero me vi a la necesidad de hacer pequeñas clausulas en su contrato para poder protegerte – Samantha salió corriendo rápidamente del apartamento, Diana salió detrás y le dijo a Sandra que se quedara por si llegaban. Samantha sabía que Nick estaría en el parque y de ahí irían a un concierto de ópera. Al llegar al parque con lo que se encontró fue con una multitud alrededor del cadáver deKarla, Samantha quitó a la multitud y lloró, Diana llego atrás y se tiró al suelo con sus manos en la boca, sus ojos se tornaron rojizos del llanto que contenía – Por Dios – fue lo único que salió de su boca.

Nick fue llevado delante de toda una multitud encadenado, la multitudse encontraba encapuchados por túnicas rojas, que no dejaban ni ver sus rostros, Flaga IV se dirigió a toda esa gente – ¡he aquí!, damas y caballeros, el día prometido, por fin hemos recuperado al último descendiente caído del esperma que purificara la humanidad, el infierno y hasta el mismo cielo; bañara con su sangre el sin fin, la eternidad; y hoy ante todos ustedes representantes del milenio, se abrirá el cáliz a la nueva vida – todos empezaron a gritar – ¡justicia!, ¡justicia!, ¡justicia! -. De repente se escucharon unas disparos, la gran multitud se alarmó, un aciano se lanzó de entre la multitud hacia enfrente, le disparo a Flaga IV, tomó a Nick, y le colocó el arma en la cabeza, se quitó la túnica y dijo – si no quieren ver morir su Mesías, es mejor que se queden donde estén – Flaga IV se quitó la bala, sus heridas sanaron – vaya, eso sí es un problema -. Orias detuvo el tiempo, se acercó al anciano – así que es un mortal, el problema se resolvió fácilmente – y justo cuando se dispuso a matarlo, de la sombra de aquel anciano salió un joven de cabellera castaña y ojos grises, golpeó a Orias arrojándolo contra la multitud, el hechizo paralizador se quebró como trozos de cristal, el joven miró a Flaga IV, ésta se alarmó – ¿Quién te envió? – el joven sin gesto aparente en su rostro, levantó la mano y de ella salió un enorme perro con tres cabezas que se comió a Orias, los perros seguían pegados a la sombra del joven, miró con la mirada más fría y despreocupada a Flaga IV y dijo – nadie me envió, pero ahora que entontare a diez de las almas que estaban en la lista de los más buscados por el reino de la Nada, me encargaré de una vez de regresarlos a donde pertenecen, sus días de más se han acabado – en ese instante el perro creció del tamaño de una montaña y comenzó a comerse de un bocado a varias de las personas que se encontraban ahí, escupía aquellas que aún no era su hora. Flaga IV atacó al joven y al tocarlo atravesó como si fuese agua; el anciano corrió jalando a Nick, Salieron de aquel lugar, y Nick se dio cuenta que estaba debajo de la superficie, al ver a su alrededor, vio que estaban en un bosque, Nick hizo que lo soltara el anciano y dijo – ¿Quién eres? – el anciano lo miró – mi nombre es Saimon Davisky, era un detective privado en mis últimos días, pero ahora solo soy un investigador de cosas paranormales, hice un pacto con un demonio para vivir más de la cuenta, ahora solo deseo cumplir el último deseo de mi amigo Furcas, el demonio con el que pacte – Nick sorprendido dijo – ¿y que es lo que deseas de mí? -, -Salvarte -, – ¿y él sujeto que salió de tu sombra? -, – es complicado, él es el cuentero de la muerte; se podría decir que es el mensajero que viene por las almas que no pueden ir ni al cielo, ni al infierno, por varias razones: alargaron sus vidas, escaparon del cielo o del infierno, o definitivamente son tan malas que no pueden pagar sus crímenes; además los ángeles y demonios vas directamente a este reino del que nadie ha logrado salir, una vez que vas ahí no volverás -. El anciano miró a Nick y con un poco de temor le arrojó un diario –huye, ve y vuelve a donde perteneces, en el diario encontraras todas las respuestas, luego volveré para cumplir el deseo de mi amigo – y aquel anciano se profundizo más en el bosque; Nick corrió hacia la salida de aquel bosque.

Al salir, Nick se encontró, con una casa que parecía una mansión, aquella casa estaba abandonada, en su estructura se notaba que era muy antigua, las ventanas rotas junto con sus puertas, él no lo pensó y entro a aquella casa, se ocultó en una de las habitaciones, y al ver una foto muy vieja que estaba sobre una mesa, llena de polvo miró que aquel joven que se le conocía como el cuentero de la muerte estaba en la foto, el soltó rápidamente la foto, esta cayó al suelo; Nick sintió que debía salir rápido de ahí, salió corriendo, abrió la puerta y se marchó.

Al llegar al parque vio a Diana y Samantha llorando, Nick se les acercó, Samantha se alivió de que siguiera bien, lo abrazo aun con llanto en sus ojos, Diana seguía desconsolada, Nick se le acercó – lo siento Diana, yo, yo, no…. Diana lo calló – aunque quisieras hacer algo no podrías, eso fue lo que dijo mi tío Nicolás – y volvió a caer en el llanto – el si podía defenderla pero dijo que no debía meterse, porque esa no era su misión, dejo morir a su hermana solo porque Dios no le ordeno hacerlo, pero Dios tampoco le ordeno no hacerlo – Samantha tomó la mano de Nick y dijo – ¿qué sucedió?, Nicolás no nos quiso decir nada – Nick miró a Samantha – Debo hablar con Samael, hay una secta que quiere liberar un poder antiguo, no sé de qué poder hablen pero quieren destruir el mundo como lo conocemos – Samantha se preocupó – ¿acaso no son las tropas de Emma-O? – Nick con temor en su rostro – no, es algo peor, además me necesitan para liberar ese monstruo, Karla pertenecía a esa secta, pero se opuso a ella para defenderme y por eso murió –

Esa noche velaron a Karla, al parecer fue un paro cardiaco lo que produjo su muerte, Sandra los acompaño, Nick miraba el cuerpo de Karla en aquel ataúd y la oscuridad dentro de él se hacía más y más grande; Samantha se acercó a Nick le colocó su mano en el hombro, – no dejes que la ira te ciegue, por favor Nick – él la miró en sus ojos se veía deseos de venganza – ya es tarde – y salió de aquel lugar. Samantha soló veía como se iba marchando y dentro de ella sentía que él se alejaba cada vez más y más de ella, hasta que dejo de verlo.

Al día siguiente en su entierró Nick no apareció, Samantha se preocupó mientras acompañaba a Diana. En un callejón oscuro se encontraba un hombre con vestimentas de piel roja, Nick salió de entre las sombras, – estas seguro que entrenando contigo me hare más fuerte – el piel roja lo miró – te lo aseguro heredero –

Al llegar Samantha juntó con Diana al apartamento, notó que Nick no estaba y al entrar al cuarto de éste, vio encima de la mesa una nota que decía:

Lo siento Samantha, pero vengaré la muerte de Karla, acabare con esa gente, sin importarme lo que suceda, debo hacerlo, son personas muy peligrosas; quiero que te cuides, prometo regresar con vida, y dile a tu padre que pienso cumplir mi palabra, pero por ahora espérame, primero hare esto y luego le ayudare a él con el problema en que nos involucró, solo así dormiré en paz junto a ti. Te amo mucho y solo deseo tener una vida en paz contigo, ese es el anhelo más grande de mi corazón.

Att: Nick Echeverry

Samantha se tiró de rodillas, soltó la nota, esta caía suavemente sobre el suelo, Ella se mandó las manos sobre su rostro – por favor Dios, si eres tan bueno como dicen, te suplicó que protejas a Nick.

Capitulo XIV

Cinco meses después.

El reino nórdico fue atacado por tropas de Hades, estos se defendían como podían, Hold se encontró cara a cara con su hija, la cual poseía en un collar una reliquia, Kaira se cortó suavemente su mano y apretó la reliquia una aura azul salió de la reliquia e ingreso en el cuerpo de Kaira; ella miró a su padre y dijo – en este día morirás – Hold intentó liberar su poder, pero fue asesinado de un solo corte en dos, los dos trozos de Hold cayeron al suelo, ella tomó uno de los trozos y los lanzó en medio de los dos batallones, desde lo más alto del catillo gritó – he matado a Hold Nickar y como dice la ley aquel que mate al rey será coronado como el nuevo rey; así que me corono como la reina de todos ustedes -, Fengriz desde lo más bajo gritó – ¡jamás! – Hades lo atacó, este alcanzó a esquivar el ataque pero perdió un brazo, y escapó.

Kaira saltó y cayó en medio de los ejércitos y gritó – ¡búsquenlo! Y ¡mátenlo! – Hades, se acercó a la nueva reina y se postró – eres la dueña y señora del reino nórdico, ahora espero que cumplas tu promesa – Kaira lo miró – y espero que tú digas la verdad – Hades sonrió – estoy seguro que encontraras a tu presa en la guerra, si posee el poder que dices, estoy seguro que Samael lo usara como una torre en su ejército –

Samael se encontraba preparando todas sus tropas para la guerra que se avecinaba, se acercó a Mefistófeles y dijo – a ti mi querido amigo de muchos milenos, te encomiendo la tarea de buscar al joven Nick, él es muy importante para ganar esta guerra – Mefistófeles dijo – oí que eta entrenando con Coyote el espíritu piel roja de las montañas – Samael miró a su amigo y dijo – ve y cuídalo, pero que entrene con Coyote, no sé cómo se dio cuenta de la existencia de ese espíritu, pero no hay nadie que pueda enseñar el control sobre el aura y el estar en paz con tu propia oscuridad; que él -. Y así como fue dicho fue, Mefistófeles desapareció del reino demoniaco, Samael llamó a sus estrategas, Nebiros y Exael, para que organizaran su ejército, ellos sin plena misericordia mandaron a Nergal a matar Aini, los otros duques traidores al darse cuenta que uno de ellos vendió la información de quienes eran los traidores huyeron con sus tropas y se encontraron en el reino deBeelzebub quien también era un traidor, Samael tenía todo planeado solo esperaba pacientemente que el día llegara, todo su ejército contra todo el ejercito de demonios griegos y de los duques traidores.

Samael a la cabeza, de ahí seguían la junta: Mammón y su siervo Balaam; Leviatáncon sus barcos en el océano de la nada con su siervo Chassi el atormentador; Amón en el Este con su siervo Arioch; Verrine en el Oeste con sus siervos Amy y Araxiel. Cada uno de las cabezas iba acompañado por reyes, duques y grandes duques, como lo eran Paimon, Naberius, Abraxas, Murmux y Cimero que había venido desde el reino humano del África a pelear por su señor Samael. Además de Astaroth la duquesa que había vendido a los traidores. Junto a Samael estaban Nebiros, Exael y Alastor el verdugo. Entre las tropas de Mammón estaban Vapula el león alado y su siervo Nybbas. Entre las tropas de Leviatán estaba Nergal. Entre las tropas de Amón estaba Naamah, la súcubo más poderoso. Entre las tropas de Verrine estaba Baalzephon. Los que se quedaron en el palacio junto con todas les personas de todos los reinos que eran frágiles: niños, mujeres que no sabían pelear y obreros. Se quedaron, Halfas el más grande arquitecto, Ose un sabio importante para el infierno, Melchom pagador de los empleados públicos del Infierno y Baalberith que aunque tenía un gran poder era muy importante que sobreviviera a toda costa por su trabajo como secretario y conservador de archivos.

El ejército enemigo estaba alineado así: Hades a la cabeza: de ahí seguían por el océano algunos nórdicos dirigidos por la única criatura que sobrevivía en el océano de la nada, El Kraken; en el Oeste se encontraba Loki, Bäel, Beelzebub y Ahtuch un demonio maya junto a sus tropas. En el Este se encontraban Bali demonio hindú, Kaira, Ascaroth y Maimón junto a sus tropas. Junto a Hades estaba Aarón, Arnufis, Ares y Ammamon.

Los ejércitos marchaban a encontrase en el campo de batalla, Drácula observaba a lo lejos junto con sus dos subordinados principales Ahharu y Teresa, y se divertían de ver a esos dos ejércitos marchando a su muerte.

Mientras Mefistófeles observaba a Nick y su progreso que tuvo en esos cinco meses de estar con Coyote. De repente Mefistófeles es atacado, este esquiva los golpes y ve un poderoso guerrero enfrente de él. Resulto nada más y nada menos qué… Emma-O; Mefistófeles lo miró y dijo – ¿qué haces aquí? – Emma-O sonrió – creo que lo mismo que tú – y atacó a Mefistófeles hiriéndolo de gravedad, pero antes de que terminara con él, Emma-O es atacado por Coyote, Emma-O fue herido, Coyote lo miró y dijo – ¿qué hacen dos demonios distintos aquí? – Emma-O trata de levantarse y dijo – a matar la esperanza de Satanás – Mefistófeles con su herida de gravedad dijo – a salvar la esperanza de mi señor Samael – Coyote miró a ambos y tomó su hacha – no es esperanza, él es el caos hecho mortal, su aura es oscura, apenas pude enseñarle a controlar su ira, para que no libere todo ese poder oscuro – en eso Coyote es ataco por la espalda, éste se defendió como podía, el atacante eran los Sitri criaturas que provoca que tanto hombres como mujeres se desnuden y suelen hacer que revelen sus secretos para burlarse. Coyote controla ese deseo, pero al controlarse perdía poder, Emma-O huyó, Mefistófeles intentaba ayudar a Coyote, Nick liberó aquel poder oscuro nivelado y controlado por él, los deseos de estas criaturas no le hacían nada, antes se alejaban de él y le mostraban respeto, Nick se acercó a Coyote y Mefistófeles para que las criaturas no los atacaran, Mefistófeles lo miró – vine por ti joven Nick – Nick, el cual estaba más robusto y tenía una barba; volteó a mirar a Mefistófeles – ¿Quién te envió? ¿Samael?, Debe ser, porque estabas luchando contra Emma-O – Mefistófeles contestó – sí, eres nuestra esperanza contra los enemigos – Nick sonrió – por cargar con el peso de ser el descendiente directo de…

En eso Samantha apareció junto a Sandra y Diana, y al no darse cuenta de las criaturas cayeron en su hechizo, Diana se desnudó y dijo – soy virgen, jamás he tenido un novio -; Samantha se rasgó la ropa – perdí mi virginidad con un mortal, desde que lo conocí me llamó la atención y al ver que dependía mucho de otros quería hacerlo depender de mí -; Sandra se quitó la ropa suavemente y dijo lo que para muchos fue extraño y aterrador – soy virgen y quisiera perder mi virginidad con mi objetivó, pertenezco a la secta de Flaga IV, mi misión es ganarme la confianza de aquellos que mantenían con el Mesías y poder entregarlo a nuestra secta para liberar a nuestro salvador; pero al conocerlo me enamore de él y no lo quise entregar, lo deseo solo para mí – al oír aquellas palabras Nick se alarmó un poco, a lo lejos había varios encapuchados, Nick los notó, se acercó a las criaturas y dijo – en nombre de mi padre, en nombre del padre de mi padre, tomó el control de ustedes criaturas Sitri que obedecen a quien fue el serafín más poderoso, y les ordenó que peleen en mi nombre, ¡Nick! – las criaturas gritaron, los encapuchados se lanzaron contra ellos, los Sitri y los Asafinos que así se hacían llamar, peleaban entre ellos, Nick tomó a Samantha, Diana y Sandra las cargo a las tres que seguían revelando cosas, miró a Mefistófeles y Coyote y dijo – Mefistófeles abre un portal hacia donde esta Samael, Coyote te agradezco por todo, y adiós – Mefistófeles obedeció, Coyote desapareció en forma de lobo, Nick y Mefistófeles huyeron.

Al aparecer en el infierno, Mefistófeles cayó al suelo gravemente herido, Samael se le acercó y sanó sus heridas, Nick soltó a las chicas miró a su alrededor y dijo – ¿Dónde estamos?, este no es el palacio de Samael – Samael miró a Nick lo abrazó – me alegro que estés bien – Nick hizo que lo soltara – me he enterado de toda la verdad – y le paso el diario de Furcas, Samael sonrió – ya veo que te diste cuenta de quien eres, de donde proviene tu genealogía, y que poder heredaste. Debiste darte cuenta que aún hay personas que profesan la resurrección de Abbadon, y que tú eres el único que puede traerlo de regreso – Nick miró con ira a Samael – y se además que ni tú, ni Emma-O desean liberarlo – Samael volvió a sonreír – yo pensaba hacerte el heredero del Fénix, por la gran cantidad de energía que corre por ti, no pensé que también fueras el heredero de Abbadon – Nick sacó la daga se cortó suavemente la mano, miró a Samantha, se le acercó, la beso y le hizo tomar su sangre, – hoy pacto contigo mucho más allá de la vida y la muerte, entrego parte de mí y tu entregas parte de ti – Samael trató de detenerlos, pero Mefistófeles lo detuvo – ese es el amor más puro, mi queridísimo amigo – Samael se frustro un poco pues aquel pacto era mucho más que los que el diablo hacía, era una entrega total, lealtad de uno hacia el otro; Nick apretó la reliquia, la sangre fue adsorbida y de él brotaron llamas en forma de águila, Nick se quejó del dolor, además contuvo y sello su aura rojo sangre y dijo mirando a Samael – hay una guerra que ganar –

Samael mandó a Mefistófeles a sobre guardar a Diana y a Sandra, Samantha se vistió con unas prendas lista para la batalla. Tomó la mano de Nick y dijo – esto lo superaremos juntos – Samael sonrió – tranquilo Nick no pondré en riesgo la vida de mi hija, es lo que más me importa; aunque no puedo decir lo mismo de tu vida – Nick sonrió – he entrenado cinco meses para esto, pero quiero oír de ti, que me prometas que me ayudaras a desmantelar aquella secta de locos – Samael sonrió – si así es que quieres cobrar el favor, por mi está bien – luego Nick miró a Samantha – ¿cómo supiste que estaba ahí? – Sandra nos había confesado que era de esa secta, y que se arrepentía, dijo además que sabía por órdenes de sus superiores que tú estabas ahí –

Al lado de Nick apareció un Sitri, Nick sonrió – veo que alcanzo a colarse uno – Samael miró la bestia, y dijo – ya veo que tienes una mascota ¡mi querido yerno! – Nick sonrió – lo mismo he leído sobre ti ¡suegro! -.

La trompeta decisiva sonó, todos los soldados de los dos bandos gritaron, Samael sonrió, Hades sonrió, Nergal encima de la vela del barco se carcajeó, Leviatán miró a Nergal – es bueno tener a ese demente de mi lado –

El sol descendió del cielo infernal, la luna se asomó, y el viento soplo con su suave voz, proclamando el grito de batalla, las espadas pedían beber sangre de sus enemigos.

Capitulo XV

Sangre escurría por todos los rincones del infierno, gritos y llantos, crujir de dientes, manos, piernas y cabezas desgarradas; violencia que no logro describir, a tal extremo que comparada con cualquier película gore, la película queda en pañales.

En el océano era donde menos sangre se veía, ya que todo aquel y aquello que caía al océano desaparecía en cuestión de segundos, El Kraken se tragaba los barcos completos, y los hacia desaparecer en el océano; los magos encargados de proteger que los barcos no desaparecieran con el contacto del agua tenían la tarea más difícil, Leviatán estaba preocupado al ver a esa criatura tragarse los barcos, Nergal se divertía descabezando, desgarrando y mutilando los enemigos, luego lanzando los trozos de ellos al mar, es tanto el deseo de matar brutalmente a sus enemigos que a uno de ellos le sacó todo el intestino delgado por el culo, y se carcajeaba mientras lo hacía.

En el Este Amón estaba teniendo dificultades, sus tropas estaban siendo masacradas por las tropas hindús de Bali y las tropas nórdicas de Kaira;Ascaroth estaba teniendo un encuentro con Arioch, ambos peleaban dándolo todo, las espadas al golpear sacaban chispas, los escudos se repelaban entre ellos, flechas encendidas en llamas volaban en el cielo, todos peleaban como gladiadores, la supervivencia escrita en cada uno de sus rostros. Kaira mataba a muchos con la meta de encontrarse con Nick, después de unos largos minutos Kaira se vio cara a cara con Naamah, ambas mujeres listas para pelear entre cruzaron sus miradas como dos planetas que chocan, Kaira corrió hacia ella, lo mismo hizo Naamah, sus espadas se golpearon entre ellas sacando fuego, Kaira volteó rápidamente y pateo a Naamah haciéndola caer, lanzó su espada para atravesar a Naamah en eso fue salvada por una llamas intensas, Kaira alcanzo a esquivar las poderosas llamas, se fijó en quien las había lanzado y logró ver a su objetivo. Nick le dio la mano a Naamah, ésta la recibió, al dársela se levantó, se acercó a Nick y lo olió, y dijo – vaya, hueles a súcubo y a uno muy fuerte -Kaira gritó a lo lejos – ¡no lo toques! – y se lanzó contra Naamah, Nick detuvo su espada con la mano, una honda de aire, arrojó a todos los que estaban alrededor, Nick partió la espada, sangre salía de su mano, Kaira se sorprendió demasiado al ver que fue capaz de frenarla sin mucho esfuerzo, luego se alejó de él.

En el Oeste, Verrine estaba arrasando a los enemigos, Baalzephon dirigía efectivamente a sus tropas, mataba sin dejar rastro del enemigo, Amy tocaba la trompeta para aterrar a los enemigos, mientras Araxiel protegía a Amy. Loki decidió que era hora de actuar, por lo que se lanzó en medio de las tropas enemigas y creó varios de él mismo, sus clones atacaban sin piedad, Verrine vio aquel acto que despreció, se lanzó contra Loki, y sin dudarlo tomó a uno de esa gran multitud de Loki, y al arrancarle la cabeza, los demás Loki se volvieron humo. Bäel vio eso y se aterró, intentó huir, pero sólo por intentarlo, Beelzebub lo cortó en dos. Ahtuch se lanzó contra Verrine, ésta lo superaba en batalla por mucho, así que Ahtuch hechizo a Verrine cegándole la vista, con su espada la hirió, y justo cuando ella cayó en el suelo y Ahtuch le clavó su espada en el hombro, apareció Baalzephon y le cortó la cabeza a Ahtuch. Beelzebub se frustró pues estaba perdiendo brutalmente la batalla.

De frente la batalla era más pareja tanto Samael como Hades lo daban todo por ganar. Samantha estaba luchando junto a su padre, el cual mataba rápidamente a sus enemigos; Alastor descabezaba rápidamente a sus enemigos; Exael dirigía su pelotón de una manera tan organizada y eficaz que eran casi imparable; Nebiros lo daba todo por la lealtad tan grande que tenía a su señor. Mientras las tropas enemigas no se quedaban atrás Arnufis hechizaba a sus enemigos mientras los demás los despedazaban; Ares y su pelotón machacaban y aniquilaban con quienes se enfrentaban; Ammamon trataba de mantenerse en la pelea, él luchaba más por sobrevivencia que por cualquier otra cosa; Hades destrozaba a sus enemigos y éste estaba acompañado por Aarón el cual creaba soldados de los elementos que lo rodeaban.

En el océano, El Kraken derribó con sus enormes tentáculos el barco donde estaba Leviatán, éste aprovechó y saltó a un barco enemigo que se había acercado, al caer en el barco enemigo mató al mago encargado de proteger el barco; el barco empezó a ser desintegrado por el agua, Leviatán saltó a otro barco, en éste también mató al mago, luego saltó a un barco aliado, fijó su mirada en los bracos enemigos que desaparecían, sonrió, pero su sonrisa no duro mucho. El barco donde estaba Nergal fue atacado por El Kraken, Nergal tomó al mago del barco aliado, y abandonó a todos los demás, luego saltó al barco donde estaba Leviatán, soltó al mago y le dijo – pon la barrera que utilizas sobre los barcos para protegerlo sobre mí – éste se asustó – ¿estás loco?, no sé si funcionara en un demonio, solo lo hemos utilizado en objetos – Nergal sonrió – hoy lo averiguaremos – Leviatán lo miró – ¡estas demente!, pero lo que vayas a hacer hazlo rápido- señaló hacia el mar, y ahí venia rápidamente El Kraken a atacar donde estaban, el mago puso la barrera sobre Nergal, éste se subió rápidamente a lo más alto del barco, sonrió, y saltó lanzándose a la boca del El Kraken; El Kraken se lo tragó y atacó al barco juntó a muchos soldados, Leviatán protegía al mago que había puesto la barrera sobre Nergal y le decía – por nada del mundo vayas a detener la barrera – Abraxas ayudaba junto a Murmux a proteger el otro mago que protegía el barco del agua, uno de los soldados enemigos hirió al mago, y cuando lo iba a matar Abraxas recibió el espadazo, el cual lo mató, Murmux gritó – ¡No! – y mató a ese soldado junto con los que habían rodeado al mago, ya cuando parecía que todo estaba perdido, El Kraken salió del agua haciendo un gran ruido y sangre votaba de todas partes, luego salió de un roto Nergal gritando y en una de sus manos tenía un gran corazón, éste cayó al agua. Todos tanto enemigos, como aliados se quedaron mirando como El Kraken desaparecía y buscaban en las aguas con su mirada a Nergal, inesperadamente salió Nergal y sin pensarlo mató a como veinte soldados que habían rodeado a Leviatán y al mago que le había puesto la barrera. Los enemigos se sorprendieron al ver caer su capitán y empezaron a tratar de huir, las tropas aliadas empezaron a acabar con facilidad a los enemigos, Leviatán sonreía al ver a Nergal empapado de sangre y levantó su espada mientras proclamaba la victoria.

En el Oeste, Verrine seguía cegada, Baalzephon la defendía de las oleadas de soldados enemigos que venían por ella, cuando se vio superado en número, apareció Paimon en su dromedario y una lanza apilando a varios de ellos en cuestión de segundos, luego saltó de su dromedario y lanzó varias dagas que acabaron de matar a los enemigos; Baalzephon sonrió – gracias por tu ayuda Paimon – éste sonrió y dijo – apenas estamos comenzando –. Beelzebub decidió que era hora de él ir a batallar en persona, liberó todo su poder, la tierra se estremeció, Beelzebub de un solo golpe mando a cientos de tropas a su muerte inminente, luego corrió e invistió a Paimon dejándolo gravemente herido, tomó su espada y mató a Baalzephon sin dejarlo decir nada, luego pisó a Verrine y dijo – como te odio, aquí y ahora cobraré todo lo que me debes – al levantar la espada fue detenido por las tropas de apoyo de Mammón, Vapula lanzó su lanza y atravesó a Beelzebub, éste retrocedió un poco, se sacó la lanza, miró al alado Vapula, – así que por fin arreglaron sus cuentas pendientes, Vapula y Mammón – Mammón sonrió – no aun no las hemos arreglado, pero primero esta nuestra lealtad con nuestro señor Samael – en ese instante Nybbas se acercó a Mammón y lo apuñaló por la espalda, dejándolo gravemente herido, Vapula vio la traición de su subordinado y gritó – ¿Qué haces Nybbas? – éste se rio con su característica risa de bufón – tranquilo mi señor alado, su destino también será sellado -; Beelzebub tomó del cuello a Mammón y lo estranguló hasta la muerte, luego lanzó su cadáver y le piso su cabeza destruyéndola, se acercó a Verrine y le cortó la cabeza, Amy y Araxiel gritaron, Nybbas se acercó a Vapula, y estos empezaron a batallar brutalmente; Balaam se airó y lleno de odio fue atacar a Beelzebub, éste lo detuvo de un solo golpe, y mirándolo en el suelo dijo – Balaam, aun te falta mucho para alcanzar la fuerza de tu señor Mammón ¿y aun así pensaste que me ibas a ganar? – Balaam en el suelo, le enterró la espada en el pie de Beelzebub, éste se enfureció y cuando le iba a cortar la cabeza, Paimon lo detuvo, Beelzebub fue herido, pero aun así Paimon no era rival para éste.

Mientras en el Este, Kaira estaba escondiéndose entre los escombros mientras recuperaba sus fuerzas, Amón luchaba con mucha determinación, Bali iba hacia Amón, y al verse cara a cara la batalla empezó, Amón se veía fuertemente superior, pero en cuestión de segundos se vio en aprietos, todo parecía indicar que moriría bajo la espada de Bali; su siervo Arioch grito -¡No! – por distraerse es herido por Ascaroth, el cual lo miró y sonriendo dijo – no te distraigas o morirás primero que tu señor – Arioch en el suelo seguía mirando a su señor, Ascaroth le cortó la mano, Amón vio el dolor de su siervo y gritó – no te preocupes por mí y concéntrate en tu batalla – y justo cuando su cabeza iba a ser despegada de su cuerpo, apareció Cimero, un negro alto, fuerte, vigoroso, con un rostro intimidador; el cual con una facilidad cortó en tres partes a Bali, luego invocó un tigre blanco, el cual destajó a Ascaroth, este los miró como menospreciándolos, y siguió avanzando para recuperar el territorio perdido. Nick evitaba pelear, pero ayudaba a los que se veían en aprietos, de repente es herido por Maimón, Nick se levantó, su herida sanó y fácilmente derrotó a Maimón, dejándolo gravemente herido, Cimero se acercó y mató a Maimón, luego le tomó fuertemente la mano de Nick y dijo – no debes dejarlos vivos, tienes que destajarlos – Nick golpeó la mano de éste, – yo no obedezco tus ordenes quien quiera que seas – Cimero se enfureció y golpeó fuertemente a Nick contra unas rocas, éste se levantó como si nada, sus heridas sanaban, Cimero vio la impresionante escena y dijo – ¡vaya!, que sorpresa me he llevado, así que tú eres el mortal consentido de Samael, me sorprendes que domines el Fénix a ese gradó, pero tendré que matarte, tu sangre es valiosa – Naamah se acercó a Nick y le gritó a Cimero – solo porque seas una potestad, no te da el derecho de creerte mucho más grande que Samael – Cimero invocó tres tigres que atacaron a Naamah esta se defendía como podía, pero al matar los tigres aparecían más y más, Nick liberó su otra aura, las llamas del Fénix enloquecieron, Nick medio empujo con sus dedos a Naamah y la mando muy lejos, luego las llamas consumieron los tigres, Cimero vio esa aura roja sangre, por su frente cayeron algunas gotas de sudor, estaba sorprendido de esa gran poder, Nick apagó las llamas y su aura, humo votaba de su cuerpo, Cimero se fue atacarlo pero en eso sin darse cuenta de quien le cortaron un brazo, el volteó y miró a Kaira la cual emanaba un gran poder, pues ella había utilizado la reliquia y había recogido una espada de los soldados muertos, Cimero la miró y sonrió – ¡vaya!, ¿qué tenemos aquí?, ¿una enamorada? – Kaira gritó y atacó a Cimero, este esquivaba los golpes fácilmente, luego su brazo cortado se volvió humo y éste humo se dirigió a Cimero, el pateó a Kaira haciéndola retroceder, el humo se metió en él y recuperó su brazo, lo hizo girar y dijo – como nuevo – Nick respiró hondo pues casi pierde el control y se deja cegar por la ira, sacó su daga y volvió a cortar la mano, apretó la reliquia y se encendió en las llamas del Fénix. Mientras Amón trataba las heridas de su siervo Arioch; Astaroth se acercó a estos y dijo – debemos ayudar al joven Nick, si dejamos que muera, lo más probable es que Samael corte nuestras cabezas, Cimero ha perdido el control de sí mismo, hay que detenerlo – Amón miró a Astaroth – no podemos hacer nada, él siempre ha sido así de imprudente, nunca ha obedecido a nuestro señor Samael – Astaroth corrió en busca de su señor Samael.

En la guerra de frente seguía siendo pareja, el pelotón de Exael se encontró con el pelotón de Ares, ambos empezaron a batallar, las espadas y escudos chocaban entre ellos, llamas y esferas de energía volaban y chocaban entre ellas, la batalla era reñida, ambos batallones, chocaban de una manera brutal, pero ninguno de los dos cedía, en un momento parecía que Ares ganaría la batalla pero sin darse cuenta algunos de sus soldados cayeron, Exael quedo de frente con Ares y éste dijo – Ares, arreglaremos esta batalla entre nosotros como hombres que somos – Ares se lanzó contra éste, sus espadas chocaron creando una gran honda que alejó a todos los que estaban alrededor, ambos liberaron todo sus poder, y una batalla de estrategia, fuerza y velocidad empezó, los movimientos de ambos eran rápidos y precisos, ninguno cedía ante el otro, ambos se mantenían firmes, uno atacaba el otro se defendía, luego el otro contratacaba y el otro se defendía, y así sucesivamente, hasta que!, varios de los soldados de Ares atacaron a Exael, Ares aprovechó e hirió de muerte a Exael, éste al ver tal acto de cobardía, escupió a Ares y mató a los soldados que lo atacaron, Nebiros rápidamente cobro venganza cortándole la cabeza a Ares, luego mató a los soldados de éste sin piedad, miró a los sobrevivientes del pelotón de Exael y dijo – ahora serán mi pelotón -. Alastor de encontró frente a frente a Arnufis, se miraron, Alastor atacó, pero Arnufis esquivó el golpe y lo hechizo volviéndolo lento y tonto, luego Arnufis le enterró un espadazo en su pierna, se burló de él y por bajar la guardia recibió un hachazo que le corto la cabeza, Alastor conocido como el verdugo se levantó como si nada, soltó el hacha y se golpeó fuertemente la cabeza, esta vibro del golpe tan brutal y luego levantó su hacha y siguió batallando. Ammamon se encontraba muy cansado y para su mala suerte se encontró con la recién llegada Astaroth la cual sin basilar le cortó la cabeza, y continuo su camino en busca de Samael su señor.

En el océano, Leviatán y sus tropas habían ganado la batalla, los pocos sobrevivientes enemigos eran masacrados, Nergal decidió irse hacia el Oeste, Leviatán y Chassi buscaban tropas enemigas sobrevivientes que se ocultaran, Murmux estaba sentado en una roca descansando.

En el Oeste, Paimon esquivaba los golpes de Beelzebub, pero era fácilmente superado en fuerza y velocidad, Naberius llego en su ayuda, ambos luchaban contra Beelzebub, pero no había mucha diferencia, aunque fueran dos, ambos estaban perdiendo la pelea, mientras Amy y Araxiel luchaban para detener las tropas enemigas que eran dirigidas por el siervo de Beelzebub Adirael. Cuando Beelzebub había herido de gravedad a Naberius y había golpeado a Paimon tan fuerte que lo había dejado herido en una roca sin posibilidad de moverse, apareció Nergal y salvó a Naberius del espadazo final, Beelzebub miró a Nergal, ambos entre cruzaron miradas, Nergal liberó todo su poder y atacó a Beelzebub, la batalla entre estos dos monstruos estremecía el infierno, era tan brutal que todo lo que se atravesaba entre estos dos era aniquilado, reducido a cenizas. Mientras Vapula seguía en una batalla intensa tratando de derrotar a su siervo Nybbas, pero sin darse cuenta Nybbas lo apuñaló por la espalda, le cortó las alas y lo mató. Beelzebub hizo una señal sus siervos Adirael, Alastor y Anudiel atacaron a Nergal por la espalda, Nergal sintió las tres espadas como se le enterraban, Naberius con su heridas graves logró defender a Nergal, luego miró a Beelzebub y dijo – te has vendido a no ser más que un perro de Emma-O – Beelzebub se carcajeó y levantó su espada partiendo en dos a Naberius, y cuando se propuso hacer lo mismo con Nergal sintió como una espada se le enterraba en el costado hacia arriba hasta que medio toco el corazón, él se giró y vio a su siervo Alastor, el cual con lágrimas en sus ojos apretó la espada y la empujo con tanta fuerza que le destrozó el corazón, luego de haber matado a su amo, saco su espada y se cortó la cabeza, Adirael al ver eso trató de huir, pero Nergal lo detuvo partiéndolo en rebanadas. Anudiel se tiró de rodillas y miró al cielo, Nergal se le acercó y lo tomó del cabello y lo jaló, luego le rebano la cabeza. Paimon se acercó al cadáver de Naberius, y lo montó en el dromedario, Nergal lo miró y dijo – lleva el cadáver de Alastor y Anudiel, ellos merecen un entierro digno – y se marchó en dirección al palacio, Paimon obedeció y montó sobre el dromedario también los cadáveres de estos dos.

En el Este, Nick se encontraba escondido con Kaira, ambos se miraban, Kaira se acercó a Nick – no creí terminar así, pero tengo que decirte que aunque muera aquí, seguiré pensando en ti – luego lo besó, Nick no hizo nada para evitarlo, antes la agarró para continuar besándola, ya que éste sentía una gran atracción hacia ella, luego el sintió una apuñalada, miró a Kaira, y vio como esta lo había apuñalado, luego ella le metió la mano en la herida y le sacó el corazón, Nick cayó al suelo muerto, ella intentó irse, en eso fue atacada por Cimero, ella esquivo los golpes lanzó una piedra y abrió un portal y por ahí huyó. Cimero vio el cadáver de Nick y decidió recogerlo para llevárselo.

Nick despertó debajo del agua, muchas lamas lo jalaban y lo hundían más, él trataba de salir de ahí como fuese posible. Luego despertó y al moverse se dio cuenta que muchas tumbas y lapidas lo atravesaban como si él fuese la tierra donde entierran los muertos, el grito desesperado, luego despertó en una estrella este sentía el dolor del fuego pero no se quemaba, el dolor era intenso, luego despertó y a lo lejos vio a un serafín que sostenía una mujer en sus brazos y gritaba de dolor, con algunas lágrimas en su rosto, el serafín se llenó de tanta ira, sus alas se comenzaron a incinerarse, el serafín voló y comenzó a derretir los hielos, los cuales hicieron que cayeran grandes trozos de hielo con un diluvio sobre la tierra, para extinguirlos, su ira empezó a destruir el universo mismo, las estrellas chocaban con planetas, fue tanta la devastación que este generaba que Miguel tuvo que ir en persona con cientos de ángeles los cuales trataban de detener al serafín pero era tanta su ira que los ángeles caían como estrellas muertas, fue tanto así que Miguel tuvo que sellarlo en el infierno, pusieron una piedra para mantenerlo encarcelado, a Barbudo para vigilar la piedra filosofar.

Nick sorprendido veía la lluvia de estrellas que eran ángeles muertos, luego vio que una venia encima de él, él intentó de escapar pero no se podía mover, luego despertó en aquel cementerio que ya había estado hace mucho, se levantó rápidamente y no vio a la mujer, miró a su alrededor y no había nadie, sin previo aviso una voz le hablo – veo que te gusta venir aquí – él se giró al instante, y vio a la mujer, la cual tomó su rostro y lo besó, el beso le robaba la vida, éste quedo en los meros huesos, la mujer lo dejó de besar, luego lo soplo y Nick volvió a la normalidad, después ella le arrancó el collar que contenía la reliquia y lo apretó volviéndolo cenizas, Nick miró sorprendido, ella le tocó el pecho y dijo – debiste morir, pero el conde Fénix ha pagado su vida por la tuya, y además decidió heredarte su poder – .

Cimero huía con el cadáver de Nick, Samantha lo golpeó haciendo que lo arrojara, Cimero la miró en eso apareció Samael junto Astaroth, Samael sintetizo todo su poder en un puño, luego golpeó a Cimero despedazándolo desde adentro hacia fuera, luego dio la espalda, y viseras junto a trozos de él caían como una pequeña lluvia.

El cielo del infierno se tornó rojizo, en el reino humano sucedió lo mismo, la luna y el sol también tomaron este color y cayo una lluvia de sangre. Samael se sorprendió tomó el cuerpo de Nick y vio como sus heridas y el collar desaparecieron, tomó rápidamente a Nick, Samantha y aparecieron en el palacio, llamó a Mefistófeles, tomó a Sandra y Diana y los amontono junto a Samantha y Nick, Diana al ver a Nick se tiró de rodillas y lloraba, Samael les dijo – no se preocupen el ésta bien, después despertara – los mando al mundo humano junto a Mefistófeles para que los vigilara y cuidara.

La guerra parecía que ya había acabado, pues solo quedaba vivos loe enemigos Hades, Aarón, Ammamon y algunos soldados Draugr y vörðr. Samael se dirigió hacia allá junto con Astaroth, Naamah, Nebiros, Leviatán, Chassi, Alastor y Dargón

Los demás que eran Paimon, Nergal, Balam, Amón, Arioch, Amy, Araxiel, Murmux y sus tropas se quedaron en el palacio para que trataran sus heridas.

Samael y su pequeño grupo comenzaron a matar a los únicos enemigos que quedaban, Hades sacó una reliquia y la utilizó elevando su poder y se convirtió en un monstruo parecido a un Titán de los griegos, Samael se vio obligado a utilizar todo su poder, luego que vio que Hades se había convertido muy poderoso, rompió un candado que tenía en su bolsillo, apareció una espada que llevaba sin blandir más de doscientos mil años, al sacarla el aire que salió al blandir la espada aniquilo todo lo que tocó, destruyendo a Hades y todo a su alrededor, los Draugr y vörðr se arrodillaron, Leviatán los miró, en eso apareció Fengriz con su brazo mal herido y pidió piedad para él y su gente, Samael piedad les mostró y los dejo ir, luego Leviatán mató a Aarón y Ammamon, todos celebraron la victoria.

Kaira se había escondido en el reino humano, en eso apareció Emma-O y dijo – así que tú conseguiste lo que querías – Kaira miró un cofre que tenía en una mesa y dijo- sí, claro que sí, lo siento por ti por perder la guerra que llevabas muchos años planeando – Emma-O se enfureció y atacó a Kaira, ésta toco el cofre y a una energía azulada salió del cofre y ella esquivó el ataque y dejo mal herido con unos cuantos golpes a Emma-O, éste ni cuenta se dio en que momento lo golpeó, el cayó al suelo moribundo, ella tomó el cofre y se marchó dejando a Emma-O en el suelo, algo dentro del cofre latía con mucha fuerza.

Samantha se encontraba llorando junto a Diana y Sandra, pues no veían que Nick se levantara, Samael apareció ahí, abrazó a las chicas y trataba de consolarlas, Nick empezó a respirar, Samantha sintió eso y aunque seguía llorando se alegraba pues era una buena noticia, Nick abrió los ojos y vio el rostro de Samantha, él se alegró de ver a su amada, ella se lanzó a sus brazos y lo besó de una manera indescriptible, Samael desapareció, Diana y Sandra se lanzaron también encima de él. Mefistófeles se encontraba en la puerta, Samael le tocó el hombro y se marcharon.

Capitulo XVI

Después de unos días Nick se estaba recuperando, Samantha cuidaba de él junto a Diana, Sandra venía muy seguido a pasar tiempo con ellos, Edmar y Clara habían decidido ir a visitar a sus amigos que hace mucho que no veían, ya que estos llevaban mucho tiempo sin ir a la universidad. Al llegar Nick y Samantha los recibieron muy amablemente, pasaron un rato todos juntos, le presentaron a Sandra, la cual quedo maravillada con el cuerpo marcado y vigoroso de Edmar, Clara al ver la reacción de Sandra se sintió un poco celosa. Decidieron salir a pasar un rato entre amigos; mientras se arreglaban Samantha notó que Nick andaba un poco distanciado, ella se le acercó y le tomó el rostro para que no le escondiera la mirada, al ver sus ojos cafés, ella supo que éste andaba preocupado, así que ella le apretó la barbilla junto a sus labios, lo jaló fuertemente, luego lo besó suavemente y dijo – sé que estas preocupado con esas personas de la secta, pero esto nos ayudara a descansar de todos esos problemas, que tú has querido llevar por tu cuenta, mírame, yo estoy aquí para ser tu apoyo, somos uno Nick -. Él entendió lo que ella quería, así que la abrazó fuertemente, ella puso su rostro en el pecho y le acarició suavemente.

Al salir Diana también había salido con ellos, fueron a ver una película, después de eso se fueron a comer hamburguesa, Samantha toda contenta, tomó la hamburguesa y la mordió chorreándose, Nick se le burló, ella empujó con su pie el asiento donde se encontraba este haciéndolo caer, Samantha se rio, todos al ver caer a Nick se carcajearon, Nick se levantó y mirando fijamente a Samantha – esta me las cobrare de alguna manera -.

Al regresar a casa llevaron con ellos algunas cervezas y se pusieron a tomar en el apartamento de Nick, Diana comenzó a tomar mucho, Samantha se sorprendió al verla, pero no dijo nada y siguieron tomando, después de muchas horas, las cuatro chicas se acostaron juntas, Nick y Edmar también se habían ido a dormir, en medio de la noche ya madrugada, Edmar vio profundo a Nick y le robo un beso sin que este se diera cuenta, luego le dio la espalda y se quedó dormido. Las chicas se habían quedado profundas todas juntas y revueltas, unas encima de las otras.

Al día siguiente, Edmar se levantó temprano a prepararles el desayuno, después salió del cuarto Clara, luego de ducharse y despertarse bien decidió ayudarle a Edmar con el desayuno, los dos se divertían cocinando juntos. Después salió Sandra más dormida que despierta y se tropezó con sus propios y pies y se cayó, Clara corrió a ayudarla pero al darse cuenta que estaba bien Edmar y Clara se rieron, Sandra se levantó adolorida y se sentó.

Nick soñaba con Kaira, justo en el momento en que ella lo apuñalaba; soñaba eso una y otra vez, hasta que, se despertó sudando frio, suspiro hondo, se recostó en su cama, en eso entró Samantha y al ver que éste estaba despierto se recostó en su pecho, lo apretó y dijo – sé que has perdido tu verdadero corazón pero lo recuperaremos – luego ella se levantó y sonrió, Nick vio que el rostro de ella se desfiguro y se le mandó encima y gritó, Nick despertó una vez más sudando frio, miró a su alrededor y no había nadie, en eso sintió que alguien se recostó a su lado y le susurró en su oído – tu eres el elegido para detener a tu antepasado – él reacciono rápidamente y no había nadie, en eso sintió como si alguien lo hubiese apuñalado, mucha sangre salía de su pecho, el trataba de tapar su herida pero no había ninguna, pero la sangre salía saliendo, fue tanto así que se vio envuelto en la sangre, luego vio cenizas y mucha gente flotando encima de un mar de sangre, él se agito y al ver sus manos estaban manchadas de sangre. Volvió enseguida a despertarse, se sentó en la cama, se mandó las manos a su cara, se la sobó, luego tomó la daga que le había dado Samael y se apuñalo a él mismo, se metió la mano en la herida y al tocar su corazón su mano lo atravesó, sacó rápidamente y se asomó para ver su corazón y se dio cuenta que su nuevo corazón era hecho de las llamas del Fénix, su herida sanó y se dio cuenta que lo de Kaira era real.

Después entro Samantha a la habitación, cerró la puerta al verlo sentado, se acercó y vio las manos de éste manchadas de sangre y un charco en el suelo, se apresuró y le tomó las manos – ¿qué te sucede Nick? – Él la miró y le contó todo, ella lo abrazó y le dijo – sabes que yo te apoyare en todo amor, tu eres lo más importante para mí – se arrodillo enfrente de él y lo besó de una manera sinigual, él la beso y la apretó, luego limpió las lagrimitas que ella tenía en su rostro, sonrió y la volvió a besar.

Luego ambos salieron de la habitación como si no pasara nada y desayunaron junto a los muchachos. Todos se reían y divertían al disfrutar de la compañía de uno del otro. Edmar se le ocurrió que era buena idea ir el sábado al rio, todos aceptaron ir emocionados. Ya en la noche que se habían ido todos, Samantha decidió ir a dormir junto a Nick, Diana por no querer dormir sola se fue a dormir con ellos también. Mientras dormían, Samantha colocaba su cabeza en el pecho de Nick, Diana se pegaba a él, pero le daba la espalda, lo único que ella deseaba es sentirlo cerca, la noche siguió con tranquilidad, los tres dormían juntos, Nick abrazó fuertemente a Diana, ella lo sintió, se sonrojó, volteó y miró que su rostro estaba muy cerca de el de ella, y cada vez la apretaba más y más hasta que la pegó a él, ella se sonrojó y recordó aquella vez que jugando juntos se habían besado, ella se sonrojó más y miró los labios de él, al verlos detenidamente se acercó e iba a besar a Nick, en eso Samantha pujó y Diana se asustó y se acurrucó, en su pecho, suspiró, Samantha seguía durmiendo.

En el apartamento de Sandra, ella recibió una llamada, al contestar, ella soltó el teléfono y se mordió las uñas.

Mientras en el reino infernal Samael estaba dirigiendo con sus colegas la reconstrucción del infierno, al igual que una tropa dirigida por Leviatán y Chassi en busca de Emma-O y Asima que eran los únicos que seguían vivos.

Llegó al fin el sábado, todos se estaban alistando Samantha corría de ahí para acá, Diana estaba sentada esperando y elevada en sus pensamientos, en eso tocaron la puerta, Nick abrió y era Sandra, ella entró Nick le sonrió, ella lo abrazó y le dio un beso de medialuna, Samantha vio eso y puso sus manos en la cadera, – Sandra ¿qué crees que intentas hacer? – Sandra sacó su lengua – ¿y porque no le dices nada a tu novio?, él no hace nada para evitar las cosas – Nick se alejó suavemente, tomó su maleta y dijo – las espero afuera con Edmar, oí que ya llegó junto a Clara – Samantha tomó sus últimas cosas, Sandra se le arrimó y le sonrió – creo que se nos escapó – Samantha seguía celosa – después le daré su merecido -; Sandra se arrimó a Diana y esta seguía elevada, Sandra la movió y ella reaccionó – hola Sandra, no te había visto, ¿Cómo estás? – Sandra sonrió – en que estarás pensando picara – Diana se sonrojó, tomó su maleta – las esperare afuera – Samantha cogió su maleta y le dio la mano a Diana – espera que ya saldremos todas – Diana la miró – ok – Sandra seguía reída, y las tres bajaron.

Edmar y Clara estaban hablando con Nick, Edmar había traído la camioneta de su padre, todos se montaron ahí, y se dirigieron al rio. Al llegar se bajaron, Samantha sin cambiarse ni nada, saltó al rio, Diana se sentó a descansar mientras bebía un agua, Nick se quitó la camisa, Sandra y Edmar lo miraban con deseo, Sandra se arrimó y tocó los músculos de Nick, él le dio cosquillas y se quitó – no hagas eso Sandra, Edmar se quitó también la camisa, Clara vio cómo su piel parecía la arena del mar, y se sonrojó, Sandra vio eso y se acercó a Clara – ¡vaya!, así que te atrae Edmar – Clara suspiró – no digas nada – y se fue a sentar cerca de Diana.

Todos se estaban divirtiendo, el día pasaba lo más de estupendo, pero alguien los vigilaba desde la montaña, Flaga IV junto con los tres dioses aztecas, uno de ellos la miró – ¿no deberíamos atacar de una vez? – Flaga IV sonrió – Gila se encargará de eso, pero tengan cuidado con Clara, a ella no la ataquen -.

Varias criaturas se escondían entre los árboles, los Gailan atacaron, Edmar las vio y tomó un tronco y golpeó a una de ellas en la cabeza, Nick vio como las criaturas atacaron y no lo pensó y se encendió en las llamas del Fénix, Edmar se asustó y se sorprendió y dijo – no importa lo que tú seas estaré de tu lado – una de las criaturas atacó a Sandra, Samantha la defendió y Sandra dijo – hay que buscar a la bruja Gila quien es quien las controla –, Nick escuchó eso y elevó su poder, y empezó a derribar más y más de esas criaturas, uno de los Gailan atacó a Diana en eso sonó un disparo, todos miraron y apareció el detective Saimon acompañado del cuentero, Nick se alegró de verlos, el cuentero en cuestión de segundos se acercó a Nick y le dijo – traje amigos – en eso apareció Fengriz acompañado de varios Sitri, uno de esos Sitri se lanzó a Nick y lo lamió, Nick se emocionó – hola como estas chico, así que sobreviviste de la guerra del infierno – y Nick dirigió a las bestias Sitri contra los Gailan, los Asafinos decidieron que era hora de atacar, Fengriz sonrió, Clara al verlo dijo – abuelo ¿qué haces aquí? – todos miraron a Clara, Fengriz dijo – mi niña es hora de que sepas la verdad, eres descendiente de un demonio nórdico y de una mortal que se convirtió en bruja y esa bruja se llama Flaga IV – Nick se sorprendió al oír eso – ya veo, con razón el parecido – Clara dudaba aun con todo lo que estaba viendo, Fengriz tomó a su nieta, a Diana y a Edmar y se los llevó y gritó – yo los protegeré – Nick le creyó y mando algunos Sitri para que lo ayudaran. Samantha se acercó a Nick, él la tocó y una aura azulada entro en ella elevándole el poder, Nick sonrió – juntos saldremos de esto amor – Samantha sonrió – somos un equipo – el detective disparaba a las bestias mientras el cuentero no dejaba que se le arrimaran, Flaga IV al ver que su nieta estaba lejos decidió enviar a Mictan dios azteca de la muerte, éste al saltar de la montaña decidió matar a muchos Gailan, a la bruja Gila y algunos Asafinos para que no le estorbaran, al morir la Gila los Gailan salieron como una manada de animales desbocados, Mictan atacó a Nick y los golpes herían gravemente a éste, Samantha iba ayudarle pero fue detenida por Chalchiuhtlicue diosa de los ríos y lagos, el detective iba ayudarlos pero fue rodeado por Ovadiche, genios de los juglares, adivinos; el cuentero se sentó y dejo que capturaran al detective, Saimon le gritó -¡¿Qué haces?! – El cuentero lo miró con su mirada sin emoción y sus profundos ojos grises – no soy tu amigo, de esta forma cumplirás lo que tu amigo deseaba, recuerda que yo soy quien te matara, ellos solo te encarcelaran – Flaga IV se acercó al cuentero junto con Metztli dios azteca de la noche, y dijo – lo juró no le haremos nada, señor cuentero – éste los miró – es que deben hacerlo si no quieren adelantar sus días – Saimon gritaba y pataleaba, Metztli lo golpeo suavemente en la cabeza y lo dejo inconsciente, Samantha también había caído inconsciente al igual que Nick; Sandra salió de donde se escondía y le dijo a Flaga IV – prometiste que no los lastimarías – Flaga ordeno a los pocos Asafinos que la capturaran, estos la cogieron y se la llevaron junto a todos los demás.

Nick al despertar estaba amarrado sobre un altar el cual tenía un almanaque Maya, Flaga IV estaba cerca de él y lo tocó suavemente, y le dijo – por fin se hará como se dijo que se haría – Nick con ira le escupió, Flaga IV lo cacheteó reventándolo – aprende modales escoria – luego Metztli le sacó del maletín del detective el trozo de la piedra filosofar, y la clavó a los pies de Nick, Samantha estaba encerrada junto a Sandra, ella despertó, Sandra la miró y le pidió perdón, Samantha la golpeó y lloro – aun así nos traicionaste – Sandra con lágrimas en sus ojos contesto – no tengo forma de excusarme, si los traicione, pero debemos hacer algo para salvar a Nick – el cuentero estaba sentado al lado de ellas y les dijo – ¿acaso no se dan cuenta que esto es lo que se debe hacer? – Samantha lo golpeó fuertemente enviándolo contra una roca, éste se levantó como si nada – vaya, así que, si eres fuerte, se nota que corre sangre de Samael por tus venas, pero yo solo cumplo ordenes de mi señora y esto es lo que ella desea – Sandra lo miró – ¿qué es lo que ella desea? – él sonrió mientras se limpiaba la nariz de la sangre que escurría – lo que Dios le encomendó -.

Fengriz entró junto a los Sitri y empezó a matar a los Asafinos, los dioses aztecas se fueron contra él, Flaga IV rápidamente sacó su daga y se lo enterró en el estómago abriéndolo en dos, las sangre cayó sobre le piedra, las letras que tenía Nick en su mano izquierda brillaron al igual que los símbolos que tenía la piedra filosofar, el cielo se oscureció en el reino infernal y en el reino humano, sangre empezó a llover y el sol y la luna se escureció, Nick vio la nada hacerse algo, en el infierno se abrió un vórtice, y empezó a salir algo de ahí, Samael junto con algunas tropas se dirigió hacia allá, y al ver de cerca se dio cuenta que ahí estaba la piedra filosofar, todos se estremecieron mientras la sangre caía del cielo, Samael mandó a Mefistófeles a buscar a su hija.

Flaga IV sonrió y mandó a matar a todos los que había capturado, al parecer habían ganado, el cuentero protegió a las chicas y en un parpadear mató a todos los Asafinos, luego invocó nuevamente a Cerberos el perro de tres cabezas, el cual mató a los Ovadiche, los dioses aztecas se fueron en contra de él, éste como si estuviera jugando los despedazo en miles de trozos de carne, las chicas salieron, Samantha golpeo a Flaga IV, mientras Sandra intentaba liberar a Nick, Flaga IV peleaba contra Samantha, Fengriz peleaba contra Anatolio, pero este se veía superado en batalla, Samantha se llenó de ira y estaba peleando por venganza, de un momento a otro Nick despertó, sus heridas sanaron, liberó las llamas del Fénix y su aura roja; destruyó el altar, Samantha fue invadida por esa misma aura rojiza, Nick se mandó en contra de Flaga IV de un solo golpe la dejo inconsciente, abrazó a Samantha y le dijo – somos uno, no caigas en la oscuridad donde yo estuve – Samantha lloró, la aura rojiza de ambos se esfumó, las llamas del Fénix se apagaron, Balan huyó, Fengriz fue ayudado por el cuentero, cual mandó a Cerberos a que se tragará a Anatolio. – Abbadon ha despertado al fin – fue lo que gritó Anatolio antes de morir.

Del vórtice salió Abbadon, el que fue el serafín más poderoso, las cadenas que lo ataban se rompieron, Samael al ver al monstruo que estaba enfrente de él, tembló.

Capitulo XVII

Miguel bajó del cielo junto con un millar de ángeles, rompieron el cielo infernal, y Miguel al ver a Samael dijo – debemos detenerlo, hasta que su descendiente venga acabar con él -. Samael mandó a llamar a sus tropas más fuertes y dijo – aquellos que no deseen morir, les doy la oportunidad de huir y les perdono la vida – muchos se fueron, Nergal, Nebiros, Amón, Alastor, Dargón, Naamah, Murmux, Astaroth y Paimon decidieron morir junto a su señor; Miguel miró a los ángeles que lo acompañaban y dijo – yo no hare eso, es nuestra misión venir a morir aquí, si no querían venir debieron decírselo a nuestro Dios – todos gritaron sacaron sus espadas y decidieron pelear contra Abbadon.

Nick estaba recuperándose, el cuentero tomó el cuerpo del detective y se lo lanzó a Cerberos, éste se lo tragó, Samantha estaba junto a Nick, Sandra estaba llorando, el cuentero se acercó a Sandra y dijo – llévate a tu señora lejos de aquí – luego tomó la piedra filosofar y la lanzó a los pies de Nick, – eres él único que puede matar a Abbadon, decide de una vez ¿qué harás? – Nick levantó su cabeza y no respondió, Sandra cargó a Flaga IV y la sacó de donde estaba y la llevó a un monte muy alto, Flaga IV despertó y vio a su sierva siendo leal, Flaga IV le acarició el rostro y dijo – hay una cosa que debo hacer antes de morir -, apretó fuertemente la mano de Sandra y continuó diciendo – llévale éste anillo a mi nieta Clara y dile que lo siento, por hacerla vivir todo lo que vivió, vendí mi alma a otro demonio distinto a mi esposo, me hice pasar por muerta y en aquella playa Clara vivió junto a su abuelo Fengriz ignorando lo que era – después de decir eso murió, Sandra cerró los ojos de su señora y vio cómo se hacía cenizas, tomó el anillo y decidió buscar a Clara.

Nick miró al cuentero, se levantó, tomó el trozo de la piedra filosofar y dijo – estoy listo a terminar con esto –

Miguel se veía en problemas junto a Samael y a todas sus tropas, Abbadon los superaba en fuerza, velocidad y poder, parecían hormigas peleando con un oso hormiguero, Abbadon iba a matar a Samael, Paimon se metió y salvó a Samael, pero murió aplastado por los grandes manos de éste, Samael se llenó de ira y liberó todo el poder que tenía, golpeo varias veces a Abbadon, lo hizo retroceder, luego Abbadon le detuvo los golpes se rio en su cara y con un solo golpe que le dio lo dejo moribundo en el suelo, Miguel le arrancó un brazo a Abbadon luego éste lo golpeo con el otro puño y mando a Miguel contra una roca haciéndolo atravesar y enterrar en la tierra, liberó más poder y mató cientos de ángeles, estos caían como luciérnagas, Nergal trataba de hacerle daño, pero no le hacía ni cosquillas.

Justo cuando el cuentero abrió el portal para helitransportarse con Nick y Samantha, el demonio encapuchado lanzó una gran esfera de llamas, que separó a los tres, luego tomó del cuello a Samantha y dijo – si no deseas que la mate, es mejor que no intentes nada Nick – Nick se levantó del suelo y reconoció esa voz y dijo – Adramelech, así que también eras de la secta – éste se quitó la capucha – Satanás me obligo, no entendió cuál era su misión, decidió perdonar vidas, en cambio Abbadon es un serafín justo, el deshará el mal de raíz – Samantha le costaba respirar, el cuentero se levantó y dijo – a mí no me importa la chica, así que, ¿qué me impide atacarte? – y lo atacó, Adramelech partió del cuello a ésta, pero sin darse cuenta Samantha se volvió humo, apareció al lado de Nick, Nybbas, no soy tu aleado Nick, pero tampoco tu enemigo, solo deseaba ser libre, no depender de nadie, y le pasó a Samantha, Nick le movió el cabello de Samantha, se alegró que estaba bien, Nybbas, abrió el portal y sonriendo con su característica risa de bufón dijo – ve y detén a Abbadon – Nick obedeció.

Mientras Diana se encontraba en la casa acompañada de Edmar y Clara, Fengriz también estaba ahí, en eso llego Sandra y le pasó el anillo a Clara y le dijo lo que la habían mandado a decir, Edmar abrazó a Clara para consolarla, Fengriz se sentó y lloró, Sandra se marchaba y Diana trató de detenerla, Sandra le soltó la mano y dijo – no merezco su amor y apreció, he decidido lavar mis pecados y mi conciencia – y se machó.

Emma-O se encontraba tomando para olvidar que había sido humillado y había perdido la guerra, en eso apareció un sombra maliciosa, Emma-O volteó a mirar y dijo – así que estabas vivo, maldito – la sombra sonrió y lo tomó del cabello y lo azotó contra una copa enterrándosela en el ojo y lo hizo una y otra vez hasta que destrozo la barra y el rostro de Emma-O, luego encendió un cigarro y al tirar el fosforo todo el bar junto con las personas que habían ahí, murieron incineras.

El cuentero se encontraba peleando con Adramelech, luego de una intensiva batalla, el cuentero sonrió, – así que te hiciste más fuerte para poder sostener una peleas conmigo – Adramelech sonrió – aun no te he mostrado todo mi poder – el cuentero sacó una barbera y se cortó el cuello, – que lastima que no podrás mostrarme más – la sangre rodeo todo el lugar, el espacio tiempo se moldeó, se alargaban y desfiguraban los dos, luego Adramelech empezó a desvanecerse, el algo se convierte en nada, el nada se convierte en algo, el algo es nada, el nada es algo, esas fueron las ciencias más ocultas que hay en la realidad, nunca ningún ser conoce la realidad, solo la interpreta y cree conocerla – en eso todo fue reducido a Nada, todo el lugar quedo en blanco, si ninguna partícula aparte del cuentero y este dijo – yo soy parte de la nada, estoy y al mismo tiempo no estoy, soy y no soy, éxito y no éxito -.

Samael blandió su espada en contra de Abbadon, y lo único que hizo fue herirlo, Abbadon tomó del cuello a Samael, las tropas que trataban de ayudarlo estaban tan heridos que no podían ni moverse, Miguel atacó a Abbadon e hizo que soltara a Samael, luego apareció Nick encendido en las llamas del Fénix y atacó a Abbadon, éste fácilmente lo detuvo y dijo – ¡ah! Mi descendiente – lagrimas brotaron de sus ojos, Nick lo miró y dijo – debes de detenerte, ¿no te das cuenta de lo que haces? – Abbadon se enfureció – no perdonare al hombre, solo es una criatura ignorante, debe perecer junto con el mal – Nick seguía tratando de persuadirlo, pero Abbadon no escuchó y apretó con sus dos manos a Nick, Miguel le tomó un brazo y Samael el otro, Nick saco el trozo de la piedra filosofar; tanto como Abbadon y Nick desaparecieron.

Samael cayó al suelo mal herido al igual que Miguel, Samantha vio cómo su amado había desaparecido delante de sus ojos y se tiró de rodillas al suelo – por favor Dios no dejes que Nick muera -.

Nick despertó en ese sueño extraño que había tenido cuando Kaira le robó el corazón, Abbadon apareció con él, Abbadon le agarró la mano y dijo – no podrás detenerme, uno de los dos debe perecer aquí, para que el otro vuelva – Nick liberó todo el poder de las llamas del Fénix e intentó derrotar a Abbadon, pero lógicamente Abbadon era brutalmente superior a éste, luego Abbadon lanzó en el suelo a Nick y le dijo – no tienes el suficiente poder para detenerme – Nick miró su brazo izquierdo y lo entendió al ver los símbolos, libero su aura rojiza al máximo, – en mi brazo dice destructor, así que decidiré por mí mismo que destruir – y liberó todo el poder, Abbadon aun así era superior a éste, pero al tener la oportunidad de matarlo vio en él rostro de Nick, el rostro de su amada y dejo que Nick lo destruyera -. Y con lágrimas en sus ojos fue tragado por la nada.

La sombra maliciosa visitó a Kaira, esta al verlo sacó su espada -¿Quién eres? -, – solo un viejo amigo – Kaira con gran furia lo atacó, este esquivó los ataques y la agarró por la espalda impidiendo sus movimientos, luego le lamió la mejilla y la arrancó la reliquia – no debo dejar que uses esto – luego le mando la mano en su vagina y empezó a restregar sus dedos entre su parte intima, Kaira intentaba zafarse, mientras él la tocaba suciamente, luego él le enterró una daga con veneno, y ella cayó al suelo sin poder respirar, éste se le subió encima y empezó a violarla, y sonreía al hacerlo, después de mucho rato de darle y darle hasta que la vagina y el ano de ella sangraba, la mató cortándole el cuello.

Nick volvió aparecer donde estaba la piedra, Samantha corrió hacia él, lo abrazó y llorando lo apretó fuertemente, Samael sonrió gravemente herido, Miguel con su seriedad se marchó junto con los pocos ángeles que sobrevivieron, Samael se levantó con ayuda de sus aliados, se acercaron a Nick, Samael con una sonrisa dijo – hoy se quedaran en mi reino y mañana se casaran – Nick con una sonrisa dijo – lo que sea por mi suegro – Samantha se rio.

En el apartamento de enfrente de el de Nick, un hombre se encontraba tomando e intentando invocar súcubos, en eso se le apareció la sombra maliciosa acompañada de Cocodemonio que era la forma humanoide que mantenía en la universidad, ambos se sentaron y con una sonrisa la sombra maliciosa dijo – vaya, así que tú eres el que Satanás ignoro, pues déjame decirte que hoy estas de suerte – el hombre miró los hermosos ojos de la sombra maliciosa y dijo – ¿quién eres? -, – mi nombre es Asmodeo, y vine a ofrecerte un trato, si violas a alguien por mí te daré lo que desees – el hombre sonrió – evidentemente saldré ganando en todo esto -.

En el apartamento de Nick, una risa maliciosa se hizo oír, Edmar se levantó asustado, Asima atacó a este dejándolo inconsciente, luego atacó a Clara, ésta fue defendida por su abuelo Fengriz el cual levantó el sujeto y lo azotó contra la pared, Asima intentaba detenerlo, Clara se arrimó a Edmar para mirar si estaba con vida, Diana se asustó, en eso se abrió y cerró la puerta, un hombre cargo a Diana y la metió a la fuerza a la habitación, Cocodemonio atacó a Clara dejándola inconsciente, Fengriz despedazo como una bestia a Asima y luego atacó a Cocodemonio, Asmodeo tomó del cuello a Fengriz y lo arrodilló, luego lo miró a los ojos y dijo – como me gustaría violar a tu nieta y que tu miraras como lo hago, pero ahora no tengo tiempo para eso – lo golpeó fuertemente con su daga y éste cayó al suelo inconsciente. El hombre rasgo las ropas de Diana, se desnudó y cuando la iba a violar, Nicolás jaló a éste sujetó lo arrojó contra la pared haciéndola atravesar y lo cortó en dos, Asmodeo sonrió, Nicolás atacó a Asmodeo con una ira insaciable, éste esquivó fácilmente los golpes, luego pateo la rodillas de éste haciéndolo caer, le enterró su daga en el cuello y dijo – al matar a un humano haz perdido tu santidad, ahora eres tan vulnerable como yo – y con su misma espada lo atravesó matándolo. Después Asmodeo sonrió, se acercó a Diana y la tomó del cuello y se marchó con ella arrastrándola. Y dejó el cofre que tenía Kaira junto con una nota.

Al día siguiente Samantha y Nick se casaron en el reino demoniaco, todos celebraron la gran boda del futuro rey, Samael abrazó fuertemente a su yerno y le dijo – de aquí que yo me muera, serás el gran príncipe de las tinieblas – Samantha se rio – creó que eso es imposible – Nick se rio también y levantó su copa de vino celebrando su nueva vida junto a su mujer. Samantha se acercó a Nick y lo besó nuevamente.

Samantha quería decirle algo muy importante pero no hallaba el modo decírselo, Samael decidió ir con ellos al reino humano para contar las buenas nuevas a sus otros amigos mortales, así que los tele transporto al reino humano, Nick al aparecer vio la puerta dañada y alguno agujeros en la pared, entró rápidamente y vio el cuerpo del hombre partido en dos, luego vio a los muchachos inconscientes, Nick se acercó a ellos, y respiro al darse cuenta que seguían vivos, Samael los tocó y sano sus heridas, ellos le contaron lo que había sucedido, Nick vio el cofre y la nota, éste no entendía lo que había escrito en ella, Samantha tomó la nota y dijo – es idioma demoniaco, lo leeré “querido amigo Nick, sé que has sido casado y buscado por tu parentesco con Abbadon, eres marginado y rechazado como yo, pero tu encontraste tu camino, yo en cambio solo tengo odio hacia Samael, así que hare sufrir a todo aquel que tenga algo con él y tú eres el primero en sufrir mi ira. Att: Asmodeo. Posdata si quieres recuperar a la chica ven a la avenida 13 con 5.

Así que los tres decidieron ir a buscar a Diana, Samael dejo en manos de Fengriz a Clara y Edmar, Fengriz decidió llevárselos a su casa en la playa. Antes de irse Nick abrió el cofre y vio su corazón, el a tocarlo este se hizo llamas y entró en él.

Al llegar Nick, Samantha y Samael donde Asmodeo les había dicho, encontraron a Diana desnuda y atada en una mesa, rápidamente Samantha fue a liberarla, en eso Cocodemonio la atacó Samael corrió y mató rápidamente a esta criatura, Nick se acercó cautelosamente, Diana estaba llorando, abrazó a Samanta y dijo – ese monstruo me violo, se robó mi virginidad – Nick al oír eso se enfureció, Asmodeo apareció entre las sombras y se cortó la mano, y apretó la reliquia que le había robado a Kaira – así que recuperaste tu corazón – Nick se encendió en llamas y lo atacó, Asmodeo esquivo los golpes y siguió diciendo – disfrute hacerle el amor a tu sobrina, se lo metí una y otra vez, sus senos eran jugosos como la miel – mientras se chupaba los dedos, Nick comenzó a enojarse cada vez más, Asmodeo seguía hablando – hacérselo fue lo más deleitante, me hizo acordar cuando viole a su madre Karla también fue muy divertido y rico hacerle el amor, pero lo que más deseo es hacérselo a Samantha – cuando Nick oyó eso se enfureció tanto que dejo salir toda su ira en el aura rojiza y tomó de las manos y los pies a Asmodeo y lo partió en dos dejando un reguero de viseras y órganos en el suelo, soltó los dos trozos de Asmodeo, y se mandó las manos a la cara, apago las llamas del Fénix junto con su aura demoniaca rojiza, Samael le puso su mano en el hombro y dijo que todo saldría bien.

Los cuatro salieron de allí, y volvieron a su casa, Samael los obligó a trastearse, arreglo para que limpiara todo y no involucraran a los jóvenes con él asesinato del hombre que Nicolás mató. En la nueva casa, se instalaron los tres, Nick trataba de ayudar a Diana a olvidar lo vivido, es más Diana iba a terapia con una de las mejores psicólogas recomendada por Satanás, Samantha comenzó nuevamente a estudiar, mientras Nick empezó a laborar como investigador y dueño de una editorial de libros. Todo parecía indicar que sus vidas continuarían lo más de normal.

El aquel edificio de la avenida 13, el cadáver de Asmodeo no estaba, ni la reliquia.

Capitulo XVIII

El viento soplaba como indicando algo, el cuentero caminaba como aquel flautista que hipnotizaba ratas, tocando en una flauta una armoniosa melodía, que acompañaba la que Diana tocaba en su piano, se presentó ante Diana – hola señorita, mi nombre es Deybi – Diana al verlo se fijó en sus ojos grises y sin esperanza, ella seguía mirándolo, él se acercó y prosiguió – me gustaría compartir con usted esta melodía para alegrarle la vida, ya que tus dolores son mis dolores – ella colocó sus manos en las teclas del piano – dime que es lo que me quieres enseñar – el cuentero puso sus manos también en las teclas y empezó a tocar mientras le decía – toca lo que te salga del corazón -Diana cerró sus ojos y recordaba la tráumate y horrible violación, al abrirlos comenzó a tocar una melodía siniestra acompañada de mucho dolor, pero a media que tocaba su corazón se iba aliviando junto con su alma, el fuego de su alma volvió a arder de una manera pura, el cuentero se acercó a Diana y de la nada sacó un clavel y se lo puso en el cabello, luego la besó y se llevó junto a él aquel dolor y desapareció entre el viento.

En el reino demoniaco Samael estaba mirando unos papeles juntó a Melchom, en eso entro Nebiros y dijo – mi señor ha llegado la junta – Samael se levantó y se dirigió a la mesa junto a Melchom – bienvenidos junta, su señor Samael les agradece por la paciencia que me han tenido y por mantenerse leales a mí y a su pueblo – la junta estaba organizada por: Balaam el demonio de la codicia; Leviatán el demonio de los océanos; Amón el demonio de la ira; Araxiel demonio del arte y el sexo desenfrenado; y por ultimo Amy el demonio de la música.

Nebiros había quedado a cargo de todas las tropas del ejército demoniaco; Baalberith seguía siendo el secretario y conservador de archivos; Alastor seguía siendo el verdugo y no podía estar más aburrido con su trabajo, ya que no habían casi demonios que matar; Dargón se había vuelto un patrullero de las zonas más alejadas y estaba a cargo de las tropas de espionaje; Nergal andaba en el reino humano paseando y descansando; Naamah también andaba en el reino humano pero aprovechándose de los arrechos humanos y robando su energía vital; Melchom seguía siendo el pagador de los empleados públicos del Infierno; Ose se encargaba de enseñarles las artes filosóficas y de la retórica a las nuevas generaciones; Mefistófeles se había convertido en un príncipe y dirigía un pedazo del reino infernal; Murmux se volvió poeta y decidió irse al reino humano a sorprender a los humanos con hermosa poesía; Astaroth comenzó a ocupar un gran cargo en el reino demoniaco como consejera de guerra; Halfas seguía siendo el conde arquitecto; Drácula seguía teniendo buenos contactos con Samael; los nórdicos se unieron al ejército de Samael; Fengriz decidió vivir y morir en el reino humano junto a su nieta y Edmar que se quedó con ellos. Coyote seguía en las montañas del reino humano siendo venerado por algunos humanos como el dios de la naturaleza.

Samantha y Nick se encontraban cenando en un restaurante, Diana estaba en su casa, acompañada por los Sitri que eran los guardianes de esa gran casa; y cuando Nick y Samantha regresaban el cuentero los detuvo, Nick se sorprendió de verlo, éste les dijo – perdónenme por interrumpir en sus vidas, pero creo que les interesara – Samantha se preocupó, Nick lo miró fijamente y dijo – ¿de qué se trata lo que nos quieres decir? -, – Asmodeo encontró la forma de hacerse inmortal, devoro muchas almas humanas y la única forma de matarlo es lanzando al rio de la nada, pido por favor que me ayuden, está matando más de lo que debería y está desequilibrando la vida misma – Nick quería oponerse, pero acepto porque se trataba de Asmodeo.

Planearon una trampa para atraerlo, Asmodeo cayó en la trampa, Samantha y Nick se lanzaron contra él, el cuentero, los teletransportó al infierno, Asmodeo se libró de estos y dijo – ¡vaya! Cuentero como no pudiste matarme por ti mismo decidiste pedir ayuda – el cuentero escupiendo sangre dijo – si no me encontrara tan débil, yo mismo me encargaría de ti – Nick se lanzó a este yse libró la última batalla, alguien notificó a Samael lo que pasaba, este corrió lo más rápido que pudo y se presentó en el lugar, Nick y Asmodeo se entrecruzaban golpe tras golpe, Nick daba todo de si al igual que Asmodeo, Samantha intentaba ayudar pero la pelea era tan rápida que si se metía podía salir lastimada y por alguna razón ella evitaba por cualquier cosa ponerse en peligro, al final Nick fue superado por Asmodeo, éste lo golpeó fuertemente tumbándole algunos dientes, Samantha no lo pensó y pateó a Asmodeo tan fuertemente que lo lanzó al rio de la nada, y mientras este desaparecía, sacó una daga envenenada con el mas toxico veneno y se la lanzó a Samantha clavándosela en el pecho, ella cayó casi moribunda al suelo, Nick se acercó a ella y notó que estaba muriendo lentamente, Asmodeo desapareció y muchas almas salieron disparadas hacia todas las direcciones, Nick apretó la mano de su amada y desesperado no sabía qué hacer, Samael se acercó con la intención de sanarla, al sacarle el cuchillo y tocarla, se quedó inmóvil, Nick lo miró, sus lágrimas caían y dijo – Samael ¿puedes sanarla? – Samael lo miró y dijo – solo puedo sanar a…

Al anochecer Nick decidió ir al reino de la nada, Samael tomó su mano – ¿estás seguro de ir?, nadie ha vuelto de ahí – Nick lo miró fijamente – volveré y traeré a Samantha de nuevo – el cuentero decidió ir con Nick – mi hora ha llegado, no soy más útil para mi señora, así que volveré a la nada de donde fui algo – ambos se dirigieron hacia el reino de la nada, Nick abrió la puerta de entre la pared, y cuando ambos atravesaron, Samael vio como la pared se cerró; Nick y el cuentero desaparecieron, el siguió viendo la pared.

Samael apretó su mano y con gran furia golpeó la pared.

Seis años después

Diana iba caminando, junto a ella iba una niña de piel india, ojos cafés entre rojizos; las dos mujeres se dirigían a una cafetería, al entrar miraron alrededor y buscaban a Edmar y Clara, al verlos se sentaron con ellos, la niña al ver a Edmar dijo – ¡tío Edmar! – éste la abrazo – como estas de grande Emily – Clara le sonrió, y le paso un helado, Emily se sentó a comérselo, Diana les sonrió y dijo – como va su matrimonio – Edmar agarró la mano de Clara y dijo – estamos muy bien, ¡adivina! – Y Edmar sonreía – voy a ser papá – Diana sonrió de alegría y le tocó la barriga a Clara – me alegró por ustedes –

Todos se sonrieron y Emily miró fijamente a Clara – es un niño lo que llevas en la barriga, tía Clara –

Fin…

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