Yo veo hombres,
con ojos tristes,
con piel muerta en sus manos,
espaldas quebradas
y bolsillos vacíos
.
Yo escucho hombres,
silbando al andar,
tarareando rendición y andando,
en bicicletas sucias que ansían cielos,
golpeando puertas, buscando trabajos, pidiendo paz
.
Yo veo hombres,
sentados al pie de árboles,
meditando brisas de hojas nobles y suaves vientos,
miran la noche, compañera desde los primeros amores,
ahora es testigo de nuevos fracasos
.
Yo siento ancianos hablar al cielo,
“no llegue viejo, no pude mami”,
pocos pueden inmortalizar sus muertos,
las lágrimas extinguen cualquier respuesta,
otra noche, quieta, finaliza demasiado quieta
.
Yo veré más hombres,
con el sueño roto,
con el alma vacía,
silbando de día, y perdonándose al cielo de noche
OPINIONES Y COMENTARIOS