Un cigarrillo se hace eterno si no escucho tu voz.
El humo parece desvanecerse en mis ojos.
Disfruto de algún amanecer en mi interior,
pensando en ti, pensando en ti.
Esta línea delgada que nos divide, nos atormenta;
como el horizonte entre el cielo y la tierra.
Un cántaro de sentimientos invade mi ser,
una dulce y amarga tortura, nostalgia, alegría.
Tú allá, en el solsticio más recóndito e inefable.
Yo aquí, en el ocaso más sublime, sintiéndonos.
Sin saber si esperarte o imaginar que ya estoy contigo,
durmiendo entre tus brazos en este amanecer.
La comunicación más elevada la encontré a la distancia,
divisando directamente hacia tu interior,
hacia lo más profundo de tu mente y alma.
Perderme en tu océano inmenso, en tu solsticio.
OPINIONES Y COMENTARIOS