FRIDO SOFÍO Y LA PANGA DE ISLA AGUADA

Lo que me motiva a escribir en ésta ocasión; es un aniversario más del desafortunado hundimiento de la panga, llamada «Campeche», en Isla Aguada, perteneciente al Municipio de Ciudad del Carmen, Campeche; ocurrido 2 de Agosto de 1980, cerca de las 20: 00 hrs, al mando del Capitán: Julio César Qué Parra.

La mayoría de la gente me conoce como Loretta de Molet, y en lo sucesivo optaré por nombrarme simplemente «Loreta», ya que nací siendo niño, pero con el transcurso del tiempo noté que tenía una gran debilidad por por los compañeros de mi mismo sexo, aunque también elegantes y finas mujeres han sido parte de mi vida…….en palabras de a centavo, soy bisexual.

Fué en el año 1980 del mes de Agosto, en ese entonces era apenas un adolescente de 16 años, recuerdo que hiba viajando con mi madre desde Frontera Tabasco, intentando cruzar hasta mi Ciudad natal; Hoy día San Francisco de Campeche.

Me distraía mucho viendo como las olas del mar hacían más lenta la salida del atracadero de puerto real, los motores del aparato arrojaban
abundante espuma, la verdad a mí me daba mucho miedo. De repente ví a ese muchacho, tan adolescente como yo, «La Loreta», nos vimos por un buen rato y luego empezamos a platicar, me presenté con él; y a su vez el también se presentó conmigo, me dijo que se llamaba Frido Sofío.

Ambos coincidimos en que el mar se veía muy agitado, pleamar en grado superlativo, nos hicimos amigos tan rápidamente, que él me regaló un dije en forma de delfín, con su respectiva cadena de oro puro, nunca olvidaré esos bellos tiempos en que no había tanto internet como hoy en día, y por eso se podía platicar muy a gusto, sin tanta distracción de los teléfonos inteligentes de éstos tiempos.

De repente alguien llamó a Frido Sofío, era una voz femenina, él me dijo que era su madre, y que nos veríamos al llegar al atracadero de Isla Aguada……ok, le contesté, acariciando el delfín de oro y la cadena.

Dirigí mi mirada a un costado y pude ver una larga fila de vehículos de carga pesada, así como de autobuses, y vehículos mas pequeños, y en la panga habían personas encargadas de indicar donde hiban a quedar dichos Vehículos.

Con todo y las Salvages olas del mar, debido a la fuerte lluvia y al imptuoso viento, la panga partió con destino a Isla Aguada, sentí mucho miedo porque el agua de mar junto con las gotas de lluvia, salpicaban mi rostro, la gente estaba muy asustada, pero guardaban silencio, de repente a pocos metros de llegar al atracadero de Isla Aguada, el mar se volvió mas salvaje, fue cuando lo ví nuevamente en ese momento, otra vez estaba Frido Sofío, tan cerca de mí y al mismo tiempo tan lejos, él estaba en la parte de abajo de la panga, en el interior del vehículo pequeño, con su madre, y yo estaba en el otro nivel.

Nos miramos muy fijamente, a la distancia, yo tenía el presentimiento de algo muy feo, pues el mar nos hacía sentir cada vez mas fuerte su poderío, de pronto el salto de algunos delfines me hizo voltear hacia el mar, y fue cuando descubrí la realidad, la panga se estaba hundiendo, la gente gritaba y corría desesperadamente, empujándose unos a otros para tratar de llegar a la parte mas alta……los camiones grandes y pequeños, aun con gente a bordo, se hiban al fondo de la hambrienta boca marina, que implosionaba tragándose a las personas, sin importar, edades, ni sexos, se cuenta que fallecieron unas cincuenta personas, pero en realidad fueron más, eso solo las autoridades lo saben, el capitán de la panga falleció fiel a la costumbre abrazando los controles de mando de la panga.

De repente abrí mis ojos…….. lo perdí pensé de inmediato, estaba en un hospital, y me dijeron que junto con mi madre, fuimos recatados a tiempo, y cuando pregunté por Frido Sofío nadie me dio Razón de él, ¿será que sólo fue producto de mi imaginación?¿será que el resto del colectivo no lo vió? y es que realmente nunca hubo registro de la madre de Frido Sofío, ni de él mismo, es más el comandante de Infantería de Marina, que estuvo a cargo del rescate, desconocía y hasta negaba la existencia de Frido Sofío.

Le pregunté a la enfermera sobre el dije de oro en forma de delfín y la cadena, y ella señalándome el pecho me dijo está al rededor de tu cuello, y le volví a preguntar señorita, ¿quién puso la cadena en mi cuello; si yo lo había guardado en el bolsillo de mi pantalón?…..comentándome ella que en realidad no lo sabía.

Y bien estimados lectores, la Liebre de oro Regresó, y aquí me tienen con algo de mi imaginación, para recordar a todos los que iban a bordo de la panga el día trágico, y elevo una plegaria para que tengan el descanso merecido y eterno.

Liebre de Oro.- Así le llamo a la chispa que surge en mi ingeniosa mente, ya sea despierto, durmiendo, platicando o leyendo, y que si no actúo rápidamente, luego no logro conectar la idea, o se me olvida.

Saludos amigos y espero que hayan disfrutado ésta apasionante, trágica y romántica lectura.

Autor:José Antonio Maas Cruz

San Francisco de Campeche, a 27 de Agosto de 2019.