De mi libro «Poesía»
Mendoza, Argentina
2014
Cuando mi ser con la tierra se funda
y la cal de mis huesos
la semilla nutra acoge el amor
que a tu ventana llegue;
recíbelo con ansias nuevas,
sacia tu sed de seres,
de amor llénate en un renacer.
Ármate del coraje
de emerger del naufragio
y fluir como un río.
Ten la osadía de recoger tu flor
y gozar su aroma,
aunque tengas
que rescatarla sobre el abismo.
Aprecia en la naturaleza
el sucederse de los ciclos;
el árbol que el otoño desnudó
y que, llegado el invierno,
el cierzo, impiadoso, sacudió,
se viste de verde, triunfal,
al llegar la bella primavera,
estallando de turgentes brotes
y cuajándose de nidos sus ramas.
A las brumas de la noche
sucede con toda su gloria
el esplendor del nuevo día.
De la crisálida nace la mariposa
gozando de su efímera vida.
El césped que se vistió
con la blanca mortaja de la nieve
se sacude los helados cristales
luciendo manto verde.
¿Quién te dijo que las tinieblas
que enluten tu alma
deberán ser eternas?
OPINIONES Y COMENTARIOS