En la noche, en lo alto, totalmente iluminada,
en un cielo sin estrellas, en penumbras, escoltada.
Sos la luna, luna llena,
que refleja el vacío de mi alma.
En el silencio de la ciudad,
donde todo parece estar en calma,
no hay sonidos ni rumores,
solo tu presencia, solitaria.
No se percibe paz alrededor,
es más bien nostalgia silenciada.
Y viendo pasar las horas, te mueves sin prisa, pero sin calma.
Vas rotando por un cielo,
que te ve danzar, descalza.
Él disfruta con tu baile,
y tú te elevas, inquietante.
Testigo enmudecida de miradas expectantes,
contemplada sin cesar, por almas errantes.
Cuántos deseos acumularás,
de corazones que sueñan al mirarte.
Te ves tan pequeña desde aquí,
desde este lugar distante.
Tan inmensa te percibirás,
desde lo alto, al observarme.
Pensar que estamos hechas,
de la misma energía circundante.
Quizás me enseñes, con el tiempo,
con precisión al contemplarte,
que tal vez yo no sea tan pequeña,
y tu quizás.. tampoco tan grande.
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