Y esa noche a las 2:33am mientras me fumaba mi último cigarrillo, mientras escuchaba una canción melancólica, mi corazón bajaba su latir, mi respirar se volvía calmado, mi vista no apartaba la mirada del cielo, mi mente me traicionaba a cada minuto, pues me llenaba de tantos pensamientos que simplemente ya no quería pensar más.

El abismo al que tanto temía, decidió abrazarme, me miró a los ojos y presiono mis ligeros huesos y me fue soltando poco a poco, su mirada solo decía “ya pasó”, me susurró al oído, “ tienes que caer con fuerza, tienes que destruirte, tienes que sangrar, llorar, tienes que morir, de esa manera viene la vida y esa vida depende de ti para que sea mejor.

Quizás te tome mucho tiempo levantarte, quizás no, pero lo harás y si fallas, te veré del otro lado, si es que lo hay.

Etiquetas: pensamientos

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