Vale la pena importunarla quizás con mis palabras, pero vea es que su recuerdo me ataca directo en el pecho.
En tus ojos profundos mi atención se escapa, me quedo en ellos como la mariposa se queda en la flor.
Vale la pena olvidar las cordialidades al menos por hoy, para decirle sin pudor todo lo que siento.
Que su dulce voz me amarra cuando la escucho, sabe siento que me acaricia el alma.
Usted entró sin permiso a mi sueño, desplegando sin esfuerzo su belleza que dejó sin palabras, a este que habla tanto.
Vale pena ser valiente, no por nadie incluso tampoco por usted, si no por mí , vale la pena jugarse la vida en un instante eterno de amor.
Yo la quise y la quiero cuando en tus ojos vi ese brillo, que en mí no mi hace mucho no veo.
Vale la pena, aunque sea usted muy lejana, sea usted vecina de la otra orilla, donde es usted el amor de alguien más, donde usted mira a alguien más.
Vale la pena igual, decirle día tras día, que bella eres, desde los pies al alma del alma hasta mí.
Vale la pena, valorar esta cercanía que tenemos, que es una incongruencia lo sé,usted allá y yo aquí.
Pero así la quiero, sin ataduras con los pies en el suelo y los sentimientos en las manos.
Entonces vale la pena, decirle sin más prólogos “Que la quiero “
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