…Y me quedé entrampado entre tus brazos.
Entrampado entre tus cabellos… y tus piernas.
Respirando el oxígeno de tus pulmones.
Latente en tus latidos.
Tembloroso en tus temblores
y sudoroso en tus sudores.
Y olía a ti y tú a mis olores.
Éramos una esencia creada a besos.
Creada a caricias… y mil besos.
Infinitos: te amo… exclamados al oído.
Ocultos esa noche atemporal.
Un verdadero arrebato existencial.
Y vino la luna y nos contempló por la ventana.
Desnudos latentes y frágiles.
La misma luna que nos había espiado entre los árboles.
Iluminando, esa obscuridad complaciente.
Esos segundos y minutos de existencia,
Únicos alucinantes como tu alma.
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