Tus pilares caen, esos mismos que ayer creías indestructibles, hoy se destrozan contra la ineludible realidad.. la colisión parece devastadora para ti, te deja entre ruinas de lo que algún día fue tu predilecto hogar; que entre tantas cosas habría de brindarte la protección necesaria de todo aquello que te pudiese hacer daño. Pese a que en un principio recibes la lluvia con temor y como algo dañino, con el tiempo has de poder sentirla y aceptarla como a la vida misma, todo tiene caducidad y no todo lo que caduca tiene intención de hacerlo, simplemente está en su naturaleza.
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