Hoy escribo esta letra
al gran amor de la vida.
Si la luz no es finita,
ciegos desearíamos ser.
Te lo dedico a ti
que das sentido al latido.
A tu infierno necesario.
A la eternidad fallida.
Ella tiene amor de sobra
para todo ser y ente.
Tanto amor, y tan grande,
que asusta a los que no saben.
Ella siempre te acompaña
y siempre estará presente.
Y es esa presencia suya
la que forma hombres valientes.
No seas idiota y recuerda
que ella siempre está mirando.
No la pienses solo cuando
de su beso a alguien ajeno.
Ella tiene muchos nombres
y besa de muchas formas.
Pero al final su saliva
conlleva a la misma gloria.
Estoy hablando de Hela,
Perséfone, Proserpina.
Del final de un sin sentido,
que da sentido a esta vida.
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