NO SOY ESCRITORA.

¿Que mis textos son fuertes? ¡Nunca lo he creído así!

Pero las críticas se mortificaron, cuando comencé hablar de amor, no… no soy buena para hablar de amor, me gusta más lo otro. Esas lecturas que nadie quiere digerir, porque no se pueden digerir ni con pan de centeno.

«Locura» no ya he estado en el manicomio de este mundo en donde todos actuamos una parte en la obra, pero nadie está a gusto con el resultado final… ¿Que si me gusta hablar de cosas tórridas? A veces, tal vez cuando la luna llena se pasea por lo alto de esta gran ciudad que intenta irreverente verse atractiva para el turismo. La verdad es que no intento llamar la atención, nunca fui buena para ello. Sentada al final de las bancas, como buena chica problemática, siempre resulte un conflicto para mis maestros en la escuela, propiciando un sin fin de calamidades en donde me llegue a parar.

¡Esa chica en verdad es rara! Entonces llegaron las pruebas psicológicas y actitudinales para ver ¿Qué carrera nos convenía más estudiar? Y resulto «Para mi agrado o no» que yo no tenía muchas opciones en mi haber, «Filosofía o letras» entonces según mi prueba actitudinal escogí Filosofía. «Mala… mala elección.»

«¡Rayos hubiera escogido letras!

Tal vez me hubiera ayudado a escribir mejor, pero no soy escritora, soy fan del Metal y de otros grupos estruendosos, los escritores aman a Mozar y todo lo intelectual. Y yo para nada caigo en lo uno o en lo otro.

¿Qué entonces porque escribo? Terapia simple terapia, ¿Que se ha convertido en una maldita obsesión? si así de simple obsesión fatal y dramática de mi propia locura ideática y psicodélica, pero me gusta esa magia que se desprende de mi cuando lo hago, es como si las estrellas me llevaran a Júpiter, Saturno o Urano sin nave espacial.

¿Que si me drogo? No, claro que no. ¿Aunque? Que mejor droga que la de leer…

Me gusta leer, le leo cuentos a mis hijos antes de dormir y después a mis historias cruentas, muchos creen que soy una depravada, otros una asesina serial, me gusta el juego de palabras, pero no soy poeta, de palabras entre cortadas y mochas, todas alborotadas como damas en fuga, así de simple, me gustan las letras son tan bonitas, todas acomodadas en un diccionario, sin filtros o tapujos te nombran el nombrar de palabras griegas o latinas, bien simuladas entre sinónimos y antónimos y después me pierdo en ella hasta devorarlas y comerlas sin cuchara o tenedor.

¿Que tengo mala sintaxis, mala ortografía, mala redacción? Si, ya lo dije no soy escritora, soy algo raro, una mezcla entre desahogos y vivencias mezcladas con una peculiar irrealidad que me hace tan sensual, que a veces me enamoro de mi misma sin querer.

Lo cierto es que me he enamorado millones de veces, peor no no soy buena para eso de lo amoroso, me gusta cuando leo cosas así de amores platónicos que están condenados a nunca ser. Si así de simple, pero me atormentan mis cargas emocionales de vez en cuando…

¿Que si alguna vez me enamore? No… no creo en eso, mejor hablemos de cosas paranormales, tal vez un poco de taromancia, o esas cosas, casas embrujadas, algunos creepypastas que siempre resultan novelas de terror irreal. Inventos de la gente que quiere meternos en un mundo imaginario de fantasmas, brujas, espectros y demonios que toman capuchinos a media luz en una casa encanada perdida en alguna carretera o lugar así.

Pero retomando esta trivial entrevista… ¿Entonces que desea hacer con su vida? Nada…besarle las manos a la muerte, tomar su bolígrafo y seguir así, escribiendo hasta que ya mi mano no pueda más escribir, hasta que me haya comido todas las palabras del diccionario, aun que aun voy en la C. ¿Cómo que en la C? Si diariamente leo palabras nuevas es una adicción las colecciono sabes, «Soy una coleccionista de palabras nuevas» me gustan las que nadie entiende que significa, pero Odio ponerlas en mis textos.

¿Porque? Simplemente por una sencilla razón, si las palabras convencionales, no las entendemos a hora las sinonimias extrañas de algo común menos. Entonces… ¿Usted no es escritora? Ya le dije que no, y déjeme seguir escribiendo en paz.