La orden de los mentalistas

La orden de los mentalistas

Reinhardt Magnus

27/06/2019

Todo comienza en el centro de sí mismo y se expande en el infinito, nada puede delimitarse a su centro e introducirse más en sí o desaparece, ese centro es un punto, que sostiene la circunferencia donde se encuentran nuestros pensamientos, porque el centro de la misma es la mente y todo parte de allí para la vida de los seres inteligentes. Desde tiempos remotos la mente siempre ha sido la llave del conocimiento de la comprensión de nuestra realidad, antiguas culturas existentes y extintas, han legado a la humanidad actual como moldearla y vivir con ella, de ella y lograr la armonía de esta en relación a la naturaleza, la búsqueda de la felicidad, el sentido a la vida, la disciplina, la consciencia y la razón son determinantes jueces que pueden equilibrar nuestras acciones instintivas, para evitar errores que nos perjudican a sí y a otros, teniendo como objeto de seguridad la cultura y el buen uso de esta. Las palabras se quiebran, no consuelan, ante la situación irregular de las cosas, pues sin mayor remedio, no se escuchan, la entropia decide el curso, los combates por el poder en el ser humano son definitivos, especialmente luego de saber que siempre pueden estar vacante los tronos de los dioses. Los hombres subjetivos por suerte para la vida, saben que este mundo no puede ofrecerles nada, indagan por tal razón el escenario de la naturaleza, la cuidan, la sienten, y se reafirman al reconocer su existencia en el otro. Viven con la nostalgia de la utopía, que ya es parte de ellos, y cerrado para sí como el secreto del universo, se muestra a los hombres solitarios, encienden una llama de Prometeo para sanar las heridas de su humanidad, de la humanidad. Consciente de que los días avanzan de forma acelerada, y de que todos los países buscan acelerar su producción al máximo para competir con el resto, tienen en cuenta de que estamos determinados alcanzar el desarrollo más alto y posiblemente desaparecer, que el progreso libera de aprietos al egoísmo y el poder, pero aquellos que no pueden continuar al mismo nivel, son vistos por los que están en otras cumbres, como simples obstáculos que se dan el crimen de despejar. Un mundo donde la injusticia se ejerce para vivir a costas de los demás, una irracionalidad animal que se justifica en la opresión, y en los hombres subjetivos ( los que sabemos cómo se revela la belleza que hay en cada escenario armónico, somos humillados, ante los que no tienen piedad arremetiendo con el hambre y el abandono a los hombres, como no sentirlo en carne propia, la vida natural ha sido profanada de su divinidad, su templo ha sido olvidado como su propio paraíso, y en cambio el aprovechamiento utilitarista se observa en todas las esferas de la existencia). En el principio el devenir era el mito como base para llegar a la ciencia de la vida o la razón pura. El inconsciente colectivo no es una realidad alterna, es un acceso donde la consciencia toma visión de sí mismo, de su belleza, del conocimiento propio de todos los conocimientos de la vida que quedaron olvidados en algún rincón de la mente, incluso aquellos donde la humanidad es común entre todas las personas. Ningún personaje ha sido incapaz de sentirse afligido cuando entiende que su situación es oprimida, negado a toda realización espiritual, intelectual y material. Entonces es aquí, donde comienza la vida de Reinhartd en el mundo inconsciente, un mundo infinito al que se accede por la mente, y en el que se guardan los secretos de existir, para aquellos que merecen anunciar que nunca debemos olvidar quienes somos y de dónde venimos, como hasta ahora desde muchas épocas se ha venido consolidando este disparate donde abunda la tristeza, el odio, el miedo, el celo, y el ego unido a ciertos toques de crueldad o de hipocresía. Y en donde algunos poetas y artistas reivindican la subjetividad en las obras que persigan.

Reinhardt se sienta a mirar el cielo recostado en el suelo, la brisa acaricia su rostro, despeinándole y tocando sus labios, reflexiona: No encajo, me consideran débil porque soy distinto, no siento celos, no quiero competir y les soy extraño, cuando hablo me miran, pero no me ven, me hablan, pero no me dicen nada, me oyen, pero no me escuchan, por más intensa que sea mi conversación y por más profundos que sean mis contenidos, vacío el cántaro de mis ideas sin lograr hacer pensar a nadie, al contrario, les fastidia, les molesta, fingen y a veces muestran su crueldad de que no les importa.¿Quién soy?¿Por qué estoy tan solo? ¿Por qué me duele está situación? Entrando en ensueño y empezando el viaje en el inconsciente Reinhardt se deja llevar por este relajante acontecimiento.

Todo se oscurece, y una gota cae en el vacío generando una onda que se expande a lo lejos, allí empieza el viaje, un túnel empedrado con enredaderas iluminadas por algún astro desconocido, del estrecho lugar; por encima de nuestro viajero, las aberturas alumbran su devenir acercándose aún lugar utópico, digno de cuentos y fantasías de los pueblos primitivos, donde se hacen notar aquellos hombres antiguos. El jovencito exclama con osadía: ¡Me he vuelto loco!¡Que locura tan hermosa! y se pregunta: ¿Será la locura una respuesta natural de todo organismo a una realidad hostil? ¿Será que es una liberación inconsciente de tensiones ante praxis incoherentes en el mundo? Esto resulta tan real. A los lejos los arboles inundan el paisaje, grandes manantiales discurren entre canales que se revisten de una divina flora.

Hombres, mujeres, niños y ancianos lograban divertirse sin ningún esfuerzo, sus sonrisas emanan una increíble belleza, que se admiran por los ojos del señorito con llantos de alegrías. Aquellos seres eran de distintos matices. Un mundo sin necesidades hace del lugar un poema. Entre tanto el primer mentalista accede a una realidad alterna que permite converger con otras, un mundo donde los pensamientos sobreviven y la consciencia es un estado permanente, cuando al contrario en la tierra es sinónimo de interés.

El astro irradiaba sobre un templo con mucha fuerza sin producir efectos de calor, en la entrada es visible la inscripción: “el verdadero conocimiento no se puede usar para bien o para mal”. Las formas del templo son grecorromanas y dentro de estas se esconde la gran biblioteca del mundo cuántico, de la autoconciencia de todas las civilizaciones que han existido en la tierra, el gran inconsciente colectivo estaba en su estado primigenio. Reinhardt coloca un pie en aquellos aposentos, su ropa dejo de ser la de un estudiante y se convierte en una túnica blanca con capucha, similar a la que usaban los antiguos monjes medievales. Sus ojos se asombraron ante majestuoso lugar y maravillados podían ver al oráculo del templo. Un hombre de relojería notable, en toda su forma, con posición de meditación y los ojos cerrados. En cada costado de su torso es visible las ruedas dentadas como giran, sin producir ningún molesto sonido, suponiendo que se encontrasen bien lubricadas, el espíritu del tiempo le pidió que se acercará. Sus cabellos blancos y su barba cubrían todo su pie, su muslo y su vientre, la barba caía hacia su espalda y cubría el suelo, el color de la piel era como la del cobre y los mecanismos podían asomarse siempre que quisiera mover sus extremidades, o la brisa levantara dejando en descubierto algunas partes de su cuerpo a causa de la cabellera, esta como una bandera bailaba en dirección del viento.

Jovencito puedes venir a sentarte y calma tus angustias por estar aquí, son vanas, aquí no hay tiempo que perder o ganar.

Qué alivio, debo estar en casa para estudiar, muy pronto.

¿Para qué estudias?

No lo sé, para tener un buen trabajo y dinero supongo.

Muchacho en el estudio se hallan las soluciones a todos los problemas de tu especie. El problema de ustedes es que no saben lo que son, ni lo que desean ser.

No hables como si supieras mis problemas. Tengo que ser exitoso para vivir y morir dignamente.

Ese es su problema, han creado toda una cultura del miedo a la muerte que ha degenerado en un miedo a la vida haciéndola insoportable. La vida y la muerte no son opciones, es una condición.

¿Cómo puedes pretender conocer al ser humano?

Recuerda que soy el tiempo y todos los pensamientos humanos vienen a mí.

¡Disculpa! ¿Puedes decirme que hago aquí? Dice Reinhardt.

No malinterpretes la función que te ha brindado el universo, es muy importante pero no te hace especial, si consideras que eres especial, te llenarás de soberbia y no podrás cumplir con esa misión.

¿De qué hablas anciano?

Hablo de ti. Eres incapaz de ver el valor de las cosas por lo que son, como ser humano solo puedes ver el valor de las cosas por la función que estas realizan y por lo que poseen.

Eso no responde nada.¿por qué estoy aquí?

Estás aquí para aprender quien eres y lo que debes hacer. Así como no elegiste tu vida, se te ha sido confiado para transmitir el conocimiento necesario que haga posible que tu mundo pueda estar más tranquilo y sepa dirigirse, ya que todos los de tu especie están desorientados creyendo que hacen bien donde hacen mal. Y creyendo que es malo lo que es bueno.Generando daño a quien no lo merece.

Ah ya veo. En ese mismo momento Reinhardt, se puso reflexivo y cruzando sus piernas prefirió guardar silencio ante lo que no entendía.

El espíritu del tiempo hizo un gesto de aprobación, diciendo: “si así fueran en su mundo no hubiese tantos problemas”.No me agobiarán tanto con sus preocupaciones.Siempre intento mostrarles el camino, y aun así no observan ni dejan de interrumpir en aquellos aprendizajes que les da la vida.

El anciano se levantó de su humilde asiento de cerámica, en este habían inscrito un reloj de arena en forma de dibujo muy bien acabado, gran majestuosidad pictórica propia de unas bellas artes.

El anciano levanto una esfera pequeña de diez centímetros de radio, un planeta tierra en miniatura, de pronto surgió de ella una luz azul celeste, y cubriendo toda la sala rocosa llena de cerámica con acabados de gran hermosura, se proyectaban hologramas con inscripciones antiguas por toda la pared, con símbolos alquímicos y figuras geométricas desconocidas para el aprendiz del tiempo. Todo el salón del anciano era un planetario. El anciano como mendigo que ve comida, sostenía la esfera, se tocaba su barba blanca y sus cabellos blancos hacía de túnica a la vez que cubrían sus pies y extremidades, protegiéndole del frío de su ser metálico. Sus ojos miel ahora azules por la luz de la esfera parecían guardar los secretos más profundos de la existencia.

El vejete señala el lugar de donde proviene el muchacho. Le dice la pequeña Venecia, una geografía y un destino muy interesante como de gran envidia para todas las tierras, el maltrato que ha recibido tu tierra es por su grandeza, mientras más maravilloso es algo más se le ataca.

Escucha Reinhardt La sociedad que ha creado el ser humano es una sociedad parásita, toda la riqueza, fama, poder, reputación y prestigio se sostiene sobre un huésped moribundo en la agonía y el desamparo de trabajar y ser dominado hasta su muerte, con la imposibilidad de no tener ningún papel transformador en la historia, su único rol transformador es el trabajo y por esa misma razón lo odia, pues hace de él un autómata, que le impide su función como pensadores y creadores.

Los parásitos quieren hablar de humanidad y sostienen el crimen haciendo silencio de los problemas, estos parásitos han creado toda una cultura de dominación que hace de la sociedad como un organismo viviente, la tierna imagen de un organismo enfermo. La solución que desean imponer es la de matar al huésped o conseguir algo mejor para abandonarlo y que termine de morir. El parásito quiere independizarse del huésped, y lo excluye de las riquezas que el huésped ha producido. Este parásito tiene siglos sintiéndose importante, cuando entre animales los hombres no deben sentir ni orgullo ni vergüenza unos de otros, peor aun cuando las soluciones que se plantean son la de las bestias, arrasándose con todo. Los pensamientos del parásito se inclinan al crimen y el asesinato, y con versatilidad se encubren dentro de la idea del amor y la bondad, peor aun usando la sagrada racionalidad. Su consciencia es como tú mismo has entendido: el interés y la hegemonía sobre las formas de vida.Todo un monstruo que no tiene razón de ser y por tal razón no debe existir. Son parásitos porque sus acciones son las de absorber toda la vida de la sociedad por su riqueza, y desamparar al huésped del que se nutre su existencia. Un mundo de semejantes actitudes es locura e irracionalidad en su esencia, detrás de ella solo existe la guerra y la muerte.

Reinhardt con cara de asombro, y temor pensó. En sus reflexiones cabía la idea de que los individuos se dañan entre sí, y la idea de dios y el diablo disimula muy bien el panorama histórico..

Anciano me han engañado… Es terrible.Así advertía el joven con el ceño fruncido.

Pude leer tus pensamientos y has razonado correctamente. Lo que sucede en tu mundo no es visible a la vista, todo es planificado y de ello se guarda silencio, el poder es eso y en ello están involucrados religiones como los cerebros que originaron esto, ideologías, doctrinas, grupos delictivos, políticos, escritores, científicos, en fin, seres humanos que se benefician de esta injusticia. Que está llevando a la autodestrucción a todos, y que en su debido momento solo logrará la guerra a muerte entre los intereses de quienes teniendo poder aspiran sobrevivir.

¿Qué puedo hacer anciano? el niño con rostro de tristeza murmura para volver de nuevo al silencio.

Simplemente estudiar, meditar el problema con calma y madurar, pues la vida no son unas vacaciones, esta envuelto en un problema que es problema de todos, y el pensamiento, aquella sagrada herramienta es parte de la solución. Dispón del problema bien, pues en el mismo está la solución. Recuerda que ustedes mismos son el problema. Solo se entienden si sus intereses son iguales, y solo se unen para destruirse o crear algo nuevo.

El amor en su mundo es cuidado y no la estética de las bellas palabras. La Consciencia es la acción y la teoría de que todo puede ser mejor, esa aspiración es su esperanza que los ayuda a caminar y a eso llaman Utopía. Su mente ha sido inventada para cuidar su cuerpo, no para que peleen contra él, allí está la felicidad y su vida como tiempo que se agota es la clave para mejor aprovecharla, el paraíso y la divinidad está dentro de ustedes no procures que el mundo esté dentro de ti dejando a un lado lo que eres. Nada de esto es sencillo. Y la mayor historia de amor es la que tienes pendiente contigo mismo y puedes compartir con los demás.

Recuerda que lo que mueve el mundo es el interés y no la consciencia, las personas en realidad no te querrán jamás como tú puedes quererte a ti mismo. Y no creas que porque te escuchen puedan llegar a entenderte, no están en tu cuerpo, por tanto, no los odies, así es la vida y así como la muerte, esta es una condición. No seas esclavo de nada, y si lo eres se el libertador de ti mismo, no busques poder, halla poder para controlarte, conócete a ti mismo y dar lo mejor de ti sin jamás pensar que ya todo lo has hecho. Pues jamás será suficiente.

Anciano muchas gracias por la sabiduría realmente nos conoces más de lo que imaginaba.

Yo puedo escucharlos, pero no puedo vivir sus vidas, incluso fuera de su condición no puedo existir, si acaso en su mente, que rompe tiempo y espacio accediendo todas las dimensiones, entiéndeme yo ni cómo ni bebo, ni tengo necesidades, mi mayor condena es existir desde siempre y mi única solución es crear lo que soy, tiempo. Igual que ustedes en la tierra solo pueden crear lo que son, y conocer lo que eres eso es difícil. Yo he existido siempre y como tú no puedo recordar desde cuándo, aunque ustedes viven una fracción de mi tiempo. Mi maldición podría ser existir, y eso solo sucede cuando dejo de crear, dejar de crear me condena, dejar de crear la condena a ustedes, y los contamina.

Es de saber que son la creación en sí misma, y eso es valioso, aunque sean inútiles. Todo está conectado, por más que sean seres limitados en una mente binaria. Algún día alcanzaran sus sueños y si no lo logran, al menos sabrán toda la razón de porque no lo lograron.

Entonces la vida es un reto esa es la condición. Y la muerte es dejar de ser, pero ella no es una opción por más feo y difícil que se torne el reto. Piensa Reinhartd.

¡Así es pupilo mío! Impresiona lo rápido que aprendes. La muerte no debe ser pensada, porque igual que el futuro no existe y cuando suceda no podrás sentirla porque dejarás de ser y de sentir. Y recuerda en el universo todo está en constante cambio, mi costal de átomos, la muerte es cambio de estado, el universo sigue en constante creación.

El anciano le da vuelta a la esfera y deja la conversación, la luz proyectada vuelve dentro de la figura, la coloca en un pedestal. Y vuelve a sentarse. Le dice al joven: cuando llegamos al mundo llegamos a un desierto sin brújula luego vamos dependiendo de hacia dónde caminamos si salimos del desierto y conseguimos un oasis, del que nutrirnos, existen seres humanos que jamás consiguen el oasis fuera, en el mundo exterior por más que deambulen, y dejando de divagar consiguen el oasis en ello mismos.

¿Cómo se llama este templo?

Templo del tiempo le dice la gente, yo le digo templo de la sabiduría, sin este lugar yo no sería tan feliz y sin ti hermoso estudiante no sería dichoso. Realmente aprendo mucho de ti, cuando me escuchas, te escuchas a ti mismo, yo realmente solo he dicho lo que has querido oír, si no jamás me hubieras encontrado, y nunca nos conoceríamos. En este instante eres mi tiempo y mi sabiduría tú, sin ti no habría referencia y posiblemente no existiría. ¿Nunca te has preguntado que sin los demás posiblemente tu no existirías? ¿Quién podría notar tu existencia? Si nadie existiese.

Bueno ¿yo? Respondía el participante de aquella clase del tiempo.

¿Por qué dudas?

Tienes razón, si solo existiera yo mi existencia estaría en duda. ¡Que impresionante!

Estimado señorito eso es lo que pasa conmigo. Por eso quien viene a visitarme me hace feliz. No es bueno saberlo todo, ni responderlo todo, porque empezamos a dudar de nosotros mismos. Yo no puedo hacerlo, empero, si ustedes dejaran de existir en cualquier lugar del universo, mi existencia como tiempo estaría en duda. Y así sucede con todas las cosas que su mente es capaz de pensar y de consolar en sus vidas.

No existen razones para explicar la dialéctica del mundo, la dialéctica posee en ella la semilla de la acción para transformar el mal que se causan con el egoísmo en el bien de una vida más justa.

¿Qué hay en esta gran biblioteca? Reinhardt

Jajajaja libros. No preguntes zopenco, revisa, con una condición:No te pierdas en la biblioteca, es infinita, cada lugar posee tantos libros como no imaginas; están las civilizaciones que han existido, las ciencias, las artes y las tecnologías que han desarrollado. Los mundos y sus misterios, la fantasía y el engaño. En fin, es una biblioteca y se sumerge a la profundidad del nunca acabar ante escaleras de caracol, en piedras por escalón, a cada nivel, con sus antorchas.

Ya tendré tiempo para revisarlos. Dice con una sonrisa.

Se acerca a los grandes pasillos de la entrada principal, observa una cascada de agua que surge de una pared y se filtra en la tierra. Mira por las grandes ventanas la luz del sol, deslizándose en polvo de oro que cubre en lo profundo del templo. A lo lejos el tiempo con su letargo sin tener que darse cuerda, ensimismado y continuo, parece contemplar dentro de un sueño los designios de todos los mundos. Reinhardt mira en el techado del templo, cual capilla fuese, inscripciones de siglos en espiral que en su centro poseen una escritura más diminuta para perderse en el infinito, como para decirnos en que momento el tiempo se quedó varado en aquel lugar. Todo lo antiguo, le hacía digno de un museo, pero su grandeza es indicada en que, en aquel remoto lugar, es la imagen con monjes que concurren y dialogan sobre cultura e ideas sin ninguna preocupación. Sonriendo piensa el novato mentalista en esas cumbres astrales. Solo hace falta que la creación diga aquí, hágase el café y se hará la luz en mi corazón. El sabio en voz baja comenta: solo te falta que extrañes el pan, intelectual de cafetería. Soltando una breve carcajada.

Este lugar es hermoso, aquí te quiero, sabio espíritu del tiempo, en el mundo real odio que seas mi verdugo. Refunfuñaba el chico.

Me alegra que estés feliz de estar aquí, y que puedas obtener experiencias valiosas, pero no olvides de donde provienes para que no confundas lo que eres. Dice el viejo.

No dañes mi ilusión… Sermoneando.

Puedes quedarte el tiempo que gustes mientras no sea siempre. Chiquillo.

¡Me confundes! Anteriormente has dicho que aquí mi noción del tiempo no existe. Y como lo eres tú, hazme saber cuándo regresar.

Pronto regresaras, prepárate el mundo al que te enfrentas, es el mundo demoníaco, en el que has nacido, allí todo es irónico, nada será como lo apetezca tu alma, la orden de los mentalistas es aprender adaptar la mente en ese lugar, donde residen los confundidos que han de buscar sentido en sus vidas, tu enemigo es el miedo, esa es la causa del infierno. Espero que alguna vez nos volvamos a ver preciado pupilo. Estaré esperándote siempre: El tiempo.

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