Pienso, pienso y pienso, mi cabeza no para ni por un segundo. Siento que algo me consume por dentro, este dolor ya no lo soporto. Por las noches me pregunto ¿por qué siento esto? ¿Serán los errores cometidos? ¿Será la herencia? ¿Me estoy muriendo?
Quisiera no demostrar el dolor y sufrir en silencio, pero no puedo, mi sufrir es el sufrir de mis cercanos. Que pésima idea la de la empatía, terminas padeciendo un dolor ajeno ¿no basta ya con el de uno mismo?
Vuelvo a ser una niña, que llora por su dolor, pero este dolor ya no es solo el físico, ahora las lágrimas provienen de la impotencia de no saber que hay dentro de mí, de no saber que me hace mal. Necesito a mamá y papá quizás una caricia de ellos ya hubiera hecho desaparecer este insomnio.La música relajante ya no me duerme, solo me hace pensar en lo que uno tiene prohibido. Pienso en la muerte… En mi muerte. Y solo recuerdo una frase que dice “la vida es un instante”.
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