I 
Si en mis pensamientos ya has navegado,
sabrás de mis miedos,
sabrás del vacío de mi corazón.
Si alguna vez oíste mis palabras,
sabrás la hipocresía que esconde el sonido de mi voz,
si has visto mis negros ojos, sabrás que hay más oscuridad que color,
si el miedo me hizo mujer y la tristeza, un ser sonrientemente absurdo,
entenderás amante mío, que la daga que incrusta mi vida
es más profunda que lo que me queda de ella,
pero si acompañas mis pasos, si me sigues en mi revancha,
haré de la luz el monte y de las estrellas, el reflejo del mar, sacudiré los campos
estériles y llenaré de vida a la semilla, hasta convertirla en flor.
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