El Arbol y las Hojas

Introducción

El viejo Árbol y las nuevas Hojas.

Un soldado camina por las calles de la capital del reino de Azathorn. Su edad se revela al ver su blanca barba que aun devela tintes de sus épocas mas jóvenes; vestido con una armadura con marcas que cuentan historias de aquellos años ya pasados.

Tras sus pasos su capa marca su camino recorrido levantando el polvo de las calles de la gran capital. El se dirige hacia la entrada donde lo esperan.

Al llegar la gran puerta se abre y una gran caravana custodiada por 12 soldados vestidos con una armadura igual a la de el pero sin los rasgos de antiguas batallas que porta su armadura.

El antiguo soldado camina entre aquellos caballeros montados sobre sus caballo que muestran sus respetos a aquel que los recibe. Abriéndose paso ante ellos, el se detiene frente a dos caballos montados por un niño y una joven dama ambos con el pelo corto de color símil al de una hoja de otoño adornado con una corona de hojas bañada en oro.

El se postra sobre su rodilla y muestra sus respetos.

El joven niño apresurado baja de su caballo y corre al viejo soldado brindando un afectuoso abrazo.

El joven niño se dirije al soldado:
«Sir Hals no veía la hora de volver a la ciudad. Esta vez tendré tiempo para que continúes contándome tus historias de antaño»
El viejo soldado Sir Hals sonriendo posa su mano sobre la cabeza del niño y responde:
«Ya habra tiempo para eso, espero no aburrirlo mi Señor Azathir»

La joven dama baja de su caballo y se acerca a Sir Hals:
«Sir Hals disculpe la ansiedad de mi hermano, ha hablado todo el viaje que quiere saber la historia del símbolo de nuestra reino y que usted prometió contárselo»

Sir Hals miro a la joven dama y respondió:
«He de cumplir mi promesa entonces con mi Señor, no es algo que deba disculpar» luego presento su mano para escoltarla.

Azathir se adelanto a Sir Hals y la joven dama pasando primero por la gran puerta escoltado por los caballeros.

La joven dama escoltada por Sir Hals camina por las calles de la ciudad hasta que se detiene al llegar a la gran plaza y ve el Arbol del Valle.

Aquel gran arbol llamo la atención como nunca antes a la joven dama:

«Sir Hals mi padre me contó una vez que todos los arboles pierden sus hojas al llegar el otoño pero luego nuevas hojas crecen al llegar la primavera»

Sir Hals miro a la joven dama y dijo:

«Asi es Lady Aztrid, esas hojas que caen en otoño abren paso para que nuevas hojas crezcan en sus ramas mas fuertes y con mas vida»

Lady Aztrid miro la capa de Sir Hals decorada con un dibujo de un Gran Árbol sin hojas y recordó que la corona de su padre tenia el mismo símbolo y pregunto:

«Sir ¿por que su capa esta decorada con el simbolo de mi padre y los caballeros de que nos escoltaron tiene una hoja?»

Sir Hals respondio:

«Así como la corona que adorna el cabello de mi joven señor y de mi joven dama es de hojas. Mi símbolo no es distinto al de aquellos caballeros ni tampoco el de su padre fue distinto al de ustedes. Nuestro símbolo es uno… yo soy el viejo árbol que ve nacer a las nuevas hojas que resguardan al reino así como su padre fue el árbol que resguardo a las pequeñas hojas hasta llegado su otoño»

Lady Aztrid tomo la mano de Hals y siguió su camino sin antes preguntar:
«¿Ahora es tu deber ser quien proteja a las nuevas hojas?»

Hals asentó con la cabeza y agrego:

«Hasta que mi otoño llegue y este viejo árbol siga en pie, es el deber que su padre me encomendó mi lady; proteger a las nuevas hojas hasta verlas convertise en aquellos arboles que protejan y resguarden a las hojas por venir en siguientes primaveras».

Ambos caminaron perdiéndose entre la gente de la ciudad resguardados por la sombra aquel gran árbol que como Sir Hals vio nacer incontables hojas a lo largo de sus muchas primaveras.

Cuento 1

Las 10 hojas

En una habitación del Castillo de Azathorn la luz de un fuego crea la sombra de dos personas pero tras la puerta se distinguen las voces de un niño y un anciano.

La voz del niño reclama la siguiente historia:

«Esta marca en tu casco como sucedió?»

La voz del anciano risueña contesta:

«Mi señor esta seguro que os cuente? es una larga historia sucedida hace ya decenas de primaveras atras… no teneis sueño?»

La voz del niño tenia un tono de asombro e ilusion por escuchar semejante historia sucedida tanto tiempo atras:

«No tengo sueño!, cuéntame!… aunque podría decirme que son decenas?»

El anciano largo una carcajada y respondió:

«Pues son muchos años atrás mi señor!, para que usted lo sepa han pasado mas de 50 primaveras y yo apenas era un muchacho con mi capa de hoja».

La voz de niño ordeno:

«Comienza a contarme como obtuviste esta marca en el casco»

En ese momento el niño guardo silencio absoluto y el anciano comenzó a contar la historia de su primavera como hoja:

«Muchos años antes que usted o su joven hermana naciera, incluso antes que su padre quien fuera el rey fuese rey… fue su abuelo quien me nombro caballero del reino de Azathorn. Apenas un joven fui, una hoja nueva que resguardaría al reino y al protegería al árbol que me vio nacer hasta convertirme en el árbol que hoy soy.»

El niño exaltado grito:

«Mi abuelo te nombro caballero? y tu eras una hoja? o sea que mi abuelo era gran arbol ?!.»

El anciano contesto:

«Fue el arbol mas grande y sabio que he conocido, aquel que como el Gran arbol de la Plaza extendio sus ramas para proteger a quienes mas lo necesitaban. Pero continuemos con la historia mi Señor»

El niño volvio a guardar silencio y dejo continuar la historia.

«Este que en aquellos años era una hoja le había sido encomendada la protección de su padre durante un viaje fuera del valle; durante aquel viaje su padre el Rey Artirio I portaba la corona de hojas que hoy usted lleva.

Tomamos el camino al sur tras salir del gran valle de Azathorn cruzando el paso del gran cordón de montañas, era un largo camino hasta llegar al puerto de la ciudad de Sionse.

Nos detuvimos a un costado del camino una vez pasado el gran cordon, la noche nos habia alcanzado, decidimos acampar alli.

Entrada la noche mientras tomaba mi turno de guardia vi a lo lejos muchas ojos tras los arboles».

El niño sorprendido pregunto:

«Cuantos eran ? lo recuerdas?»

El anciano quedo un momento en silencio y luego respondió:

«No recuerdo muy bien cuantos ojos vi pero cuando se acercaron a nosotros nos superaban 6 a 1… nosotros eramos 10 hojas escoltando a su padre al puerto de Sionse.»

El niño con una voz de emoción exclamo:

«QUE FUE LO QUE SUCEDIO?!»

El anciano respondio:

«Los ojos se abalanzaron con sus gritos y espadas sobre nosotros, peleamos durante horas hasta que logramos hacerlos retroceder protegimos a su padre de aquellos que se abalanzaron para atentar contra el. Al otro día partimos hacia Sionse y luego de varios días llegamos para la visita de su padre a la ciudad».

El niño con vos de sorprendido pregunto:

«Pero como pudieron defender a mi padre si eran solo 10 caballeros contra tantos ojos en la noche?!».

El anciano contesto:

«Mi señor una sola hoja puede ser débil pero muchas hojas juntas pueden ser tan fuertes como un gran arbol y resistir los viento mas fuertes. Esa noche 10 hojas pelearon como un gran arbol para defender a 1 hoja de primavera»

La voz del niño confusa y decepcionada dijo:

«Pero esto que tiene que ver con la marca en tu casco?!»

La puerta se abrio pudiendose ver a Sir Hals con su casco en mano y decir:

«Esta marca la produjo el fuerte viento que intento traer el otoño a su padre esa noche. Esa noche yo recibí esta marca pero otras hojas recibieron al otoño por defender la hoja que se convertirá en el Arbol que resguardaria las hojas de primaveras venideras».

La voz del niño solicito:

«Cuentame otra historia de tus marcas Sir Hals»

Se escucho a Sir Hals decir:

«Mi señor debe descansar ya habra tiempo para mas historias de mis tiempos de hoja.»

Se apago la luz de la habitación.

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